Profesor Bastian (1/2) - Las Bolas de Pablo

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26 mar 2023

Profesor Bastian (1/2)



El profesor BastiĆ”n ChacĆ³n entrĆ³ al aula de clases universitaria. El aula estaba repleta de estudiantes del tercer aƱo de Medicina. El distinguido cientĆ­fico, docente de la asignatura de GenĆ©tica MĆ©dica Masculina depositĆ³ sus pertenencias en la mesa y se aclarĆ³ la garganta. 


—Bienvenidos sean todos ustedes a nuestra nueva lecciĆ³n. En esta ocasiĆ³n, necesitarĆ© un voluntario —sus estudiantes del sexo masculino guardaron silencio expectantes de saber quien serĆ­a el elegido ante la mirada del docente que estudiaba rostro por rostro—. EstĆ” bien, tĆŗ, Jorge Mayora, por favor levĆ”ntate, ven aquĆ­, sĆ”cate el pantalĆ³n, la camiseta y ayĆŗdanos en la muestra de nuestro segundo tema.  Tu intervenciĆ³n podrĆ” asegurarte unos puntos extras en tus calificaciones, que bien te conviene una ayuda si no quieres… volverme a ver el prĆ³ximo aƱo lectivo. 

Jorge Mayora tragĆ³ saliva. Era el tĆ­pico muchacho hermoso y popular en los pasillos de la universidad, de estatura alta, rostro atractivo, carisma descarado y con un centenar de hombres y mujeres que solo querĆ­an sentir su miembro en el interior de sus cavidades. No sabĆ­a si su vocaciĆ³n era ser mĆ©dico, pero era el heredero de un largo linaje familiar dentro de la rama de la salud. —EstĆ” bien, profesor ChacĆ³n —el guapo muchacho se levantĆ³ de la mesa y dando el paso al frente se desabrochĆ³ el pantalĆ³n quedando en un ajustado calzoncillo que formaba un abultado paquete, retirĆ³ la camiseta que se aferraba a sus apetecibles mĆŗsculos y colocĆ³ las manos tras la espalda ante las miradas de sus compaƱeros que se deleitaban con su fisonomĆ­a haciendo recuerdos mentales para la posteridad.

—En nuestro tema de hoy, muchachos, vamos a profundizar en la anatomĆ­a masculina; concretamente la zona reproductora, sus partes y funciones —BastiĆ”n extrajo una larga varilla blanca con punta de metal—. En la anatomĆ­a masculina encontramos el escroto —el docente empujĆ³ la varilla hacia los testĆ­culos delineados de Jorge en su calzoncillo entregando un vigoroso golpe que tomĆ³ al muchacho desprevenido logrando que saltara y escapara un poco de aire. El profesor reprimiĆ³ una risa—. El escroto alberga a los testĆ­culos, enrollado cerca de la parte posterior de los testĆ­culos ubicamos el epidĆ­dimo, que conecta los conductos eferentes. ¿Recuerdan sobre los conductos eferentes, muchachos? Lo vimos en el tema anterior donde muchos de ustedes reprobaron la evaluaciĆ³n. Los conductos eferentes se conectan con el conducto deferente dentro del escroto —otra vez la varilla chocĆ³ con el escroto de Jorge haciendo que doblara la cara de dolor—, durante el inicio de la eyaculaciĆ³n, el esperma viaja desde los testĆ­culos a travĆ©s de las paredes musculares lisas de los deferentes en lo que se conoce como peristalsis, hasta que se reĆŗne… —asegurĆ³ golpeando todavĆ­a la ingle del estudiante—, en la uretra, recogiendo las secreciones de las glĆ”ndulas bulbouretrales y prostĆ”ticas, hasta que el flujo de semen es expulsado desde el escroto —asegurĆ³ dando un fuerte golpe con la varilla en los testĆ­culos de Jorge.


El muchacho gruĆ±Ć³ y se doblĆ³ agarrĆ”ndose los testĆ­culos con ambas manos y respirando con dificultad. 


—Oh, Mayora, me disculpo si le he castigado un poco duro, no fue mi intenciĆ³n. QuizĆ” este tipo de clase me emociona porque durante aƱos he investigado todo sobre nuestra compleja anatomĆ­a. Los genitales masculinos, ciertamente no son algo que quieras que alguien golpee repetidamente con una barra de metal —el profesor ensanchĆ³ una sonrisa descarada.


—Profesor —intervino una chica con el cabello teƱido de rojo alzando la mano—. El pene de Jorge parece que se estĆ” poniendo rĆ­gido.


—AsĆ­ es —afirmĆ³ BastiĆ”n haciendo una inspecciĆ³n al miembro de su estudiante, cuyas mejillas se pusieron rojas. La tela ajustada de su ropa interior se estaba engrosando mostrando cĆ³mo su pene gordo se excitaba—, su pene se estĆ” llenando de sangre, producto probablemente de algĆŗn impulso sexual o estĆ­mulo —trasladĆ³ el puntero contra la polla erecta de Jorge.


El muchacho gimiĆ³ y se llevĆ³ las manos a ambos lados de la cadera.


—Como todos sabemos —continuĆ³ el docente en estado profesional ignorando las ligeras muecas de su estudiante—. Todo pene en estado erĆ©ctil comienza a emitir lo que se conoce como pre-eyaculaciĆ³n. La pre-eyaculaciĆ³n se usa para preparar a la pareja sexual durante el sexo, la pre-eyaculaciĆ³n no es eyaculaciĆ³n al 100%, quiero que sepan la diferencia —introdujo su mano dentro de la ropa interior de Jorge, el muchacho abriĆ³ la boca en sorpresa y sus ojos se pusieron como platos. Algunos de sus compaƱeros contuvieron la respiraciĆ³n y otros se rieron. El docente manipulĆ³ con los dedos el falo erecto de Jorge que involuntariamente no pudo reprimir un gemido como respuesta. El profesor retirĆ³ su mano del pene del joven y mostrĆ³ a la clase sus dedos completamente brillantes y lubricados—. Estamos ante la prueba de alguien muy preeyaculado. Cuando el pene estĆ” en fase de presemen —el puntero de BastiĆ”n aterrizĆ³ en el centro de los testĆ­culos de Jorge con un golpe en seco—, los testĆ­culos comienzan a elevarse lentamente contra la base del pene, con el objetivo de eyacular. La mayorĆ­a de los hombres, especialmente los mĆ”s jĆ³venes se masturban con bastante frecuencia y pueden experimentar varias eyaculaciones al dĆ­a, a la semana o durante un mes. ¿Con quĆ© frecuencia te masturbas Jorge?

—Eh, eh, profesor… es una pregunta un poco… incĆ³moda…


—Es una pregunta cuya respuesta nos puede coincidir con un tema de gran interĆ©s en general para la anatomĆ­a —continuĆ³ el profesor BastiĆ”n—. ¿Con quĆ© frecuencia te masturbas, Jorge Mayora?


—Al menos… una vez al dĆ­a… —su respuesta quizĆ”s no fue la mĆ”s sincera, solo Ć©l lo sabĆ­a.


—Muy bien, y una cantidad normal, Mayora. Ahora dinos, ¿sueles masturbarte solo, o con otros…? Eh… ¿Eres sexualmente activo?


—Eeeeeeeeeeeh —a Jorge la cara se le volviĆ³ roja, su cadera se balanceaba hacia adelante y atrĆ”s. CerrĆ³ los ojos y respondiĆ³ solo para que el docente escuchase—. La mayorĆ­a de las veces me masturbo solo.


El profesor BastiĆ”n se lamiĆ³ los labios y sonriĆ³, centrĆ³ su interĆ©s en el resto de los estudiantes, percatĆ”ndose que los varones lucĆ­an erecciones y unos cuantos tenĆ­an las manos dentro del pantalĆ³n.


—Muchos de ustedes, tambiĆ©n pueden estar sintiendo un poco de excitaciĆ³n sexual y eso es normal. Ver a Jorge en ese estado, al borde de la erupciĆ³n, puede causar reacciones similares a aquellos que solo lo observan —Bastian dirigiĆ³ la mirada a la entrepierna de Jorge, sus calzoncillos estaban muy hĆŗmedos y su barra de carne completamente rĆ­gida impulsando como una carpa su ropa interior.


—Muchas gracias por tu participaciĆ³n, Jorge. Has sido un buen voluntario, todos hemos apreciado tus esfuerzos en ayudarnos a aprender.


Jorge afirmĆ³, avisĆ³ que iba a vestirse, caminĆ³ frente a todos luciendo su poderosa polla hinchada. El roce de la tela hĆŗmeda de su calzoncillo lo estaba excitando de mĆ”s. CogiĆ³ su ropa en su mesĆ³n y pasĆ³ al final del aula de clase detrĆ”s de un estante con libros donde pocos podĆ­an verlo. Se desnudĆ³ haciendo aparecer su grande y hermosa polla, no podĆ­a mĆ”s, estaba que explotaba. AgarrĆ³ su falo y se masturbĆ³ haciendo que en breve lloviera una poderosa carga de semen sobre el suelo. TemblĆ³ mientras eyaculaba, con un gruƱido silencioso movĆ­a su polla con la mano y se frotaba, gimiendo de a poco en susurros.

PercatĆ”ndose de todo, mientras los estudiantes abandonaban el aula de clases, el profesor BastiĆ”n se acercĆ³ a Jorge dĆ”ndole una toalla.

—Es probable que quieras secarte un poco, antes de ir a la siguiente clase.

—Esto estĆ” lleno de semen —el joven mirĆ³ el chorro en el suelo, en sus manos y en las piernas.


—En mi oficina tengo una ducha, ve a lavarte. Nadie te molestarĆ”.


—Gracias —murmurĆ³ Jorge. Se colocĆ³ la toalla y mirĆ³ a los ojos del profesor.


BastiĆ”n afirmĆ³ con la cabeza y dio la media vuelta para dirigirse al escritorio y coger sus pertenencias.

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