Punto final: Pablo Chacón - Las Bolas de Pablo

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31 ago 2023

Punto final: Pablo Chacón

Pablo estaba colgando del techo, con las manos atadas a la espalda, completamente inmovilizado y desnudo, con su gruesa polla erecta y los inmensos huevos bailando entre sus muslos.


Su esposo David firmemente plantado en el suelo golpeó con el puño el escroto de Pablo, haciendo que se balanceara violentamente.


Su rubio esposo aulló de dolor y David se frotó su propia erección dentro de la ropa interior, devolviéndole una sonrisa pícara a su marido.


—Esta fue una buena idea, negrito —gimió Pablo, era una de las nuevas técnicas que juntos empleaban para darle nuevo aire a su relación—. No te preocupes, puedes ir más duro. Mis cojones son fuertes.


Oyendo eso, David golpeó las bolas de Pablo una vez más tan fuerte como pudo, provocando un gemido de angustia de él.


Otra vez el puño de David conectó con la huevera de Pablo, y lo hizo una y otra vez. Hasta que Pablo gritó con la cara roja y sus bolas comenzaron a hinchar.


David sonrió y lo hizo bajar. Pablo llegó al suelo donde David se inclinó a su lado para desatarlo y acariciarle el miembro. Se agachó y besó la cabeza de la inmensa polla de Pablo hasta que suavemente echó un salivazo sobre el glande, extendiéndolo.


Agarró la polla con su fuerte y poderosa mano, miró a Pablo a los ojos y dijo:


—Prepárate para disfrutar.


Y acto seguido se la metió en la boca, haciendo al rubio chillar de placer. Le agarró el pene, lo chupó, lo succionó, cubriendo siempre la verga con saliva. El moreno logró meter el inmenso falo en su boca lentamente, llegando hasta los grandes y hermosos cojones, llenando a Pablo de saliva y haciendo ruidos con la boca. Tras eso, sacaba el pene, escupía y lo cogía con la mano, masturbando a Pablo a la vez con la mano y otras con su boca.


—Me encanta comer tu polla… mmmm… es lo mejor del… agh… mundo.


Y David siguió subiendo y bajando, haciendo círculos con la lengua alrededor del hinchado glande, sacándolo de la boca y lamiendo los grandes cojones, mientras se masturbaba con ímpetu. Pablo observaba su polla, hinchada, mojada de su saliva y venosa rodeada por sus labios, sabiendo que eyacularía en seguida.


—Me voy a… Agh… correr…puf..


Y David se metió el pene entero en la boca.


—Quiero… toda tu… mmmm… leche.


—Toda va a ser para ti mi… oooooh… mi amor.


—Siii…


Y de repente, un caliente y abundante chorro de semen salió disparado de la polla del rubio.


David gimió mientras Pablo se corría en su caliente y suave boca.


Cinco o seis chorros llenaron hasta el tope su pequeña boca, y un reguero blanco corrió barbilla abajo. David siguió con la polla en su boca hasta que Pablo se relajó, y después, se levantó, se limpió el reguero con un dedo y relamió el semen que quedaba con vicio, y dijo:


—Carajo, me encanta tu leche, gatito. Te Corres mucho y nunca me cansaría de beberla. Soy tuyo.


Pablo lo besó, le dijo que también lo amaba y se durmieron acurrucados.


2 comentarios:

  1. hola, consulta, habrá final para Los hermanos del barrio, ya que quedamos en el 10/12, saludos.

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    1. Hermanos del barrio es propiedad de otro autor, pero todo depende de él. Me pondré en contacto con él a ver si le damos seguimiento en el nuevo blog. Él deseaba hacer más temporada de los hermanos.

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