Deshuevar a Otto (3/4): Cambio de objetivo - Las Bolas de Pablo

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6 oct 2018

Deshuevar a Otto (3/4): Cambio de objetivo

CONTIENE:
BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
SEXO HOMOSEXUAL

—¿Y tĆŗ quĆ© estĆ”s haciendo aquĆ­? —se sorprendiĆ³ Pablo cuando vio ingresar a su oficina a Erick un viejo conocido de Guerreros en la arena.


   —Hola, Pablo —se llenĆ³ de emociĆ³n el muchacho de cabellos alborotados que se consideraba su fan. Lo saludĆ³ con un abrazo y ocupĆ³ un asiento—. Le dije al vigilante que necesitaba hablar contigo y me dejĆ³ pasar.



   Pablo afirmĆ³ con la cabeza.



   —¿Y en quĆ© te puedo ayudar? ¿Quieres abrir una nueva cuenta bancaria o tuvis…?



   —Es ballbusting, querido Pablo.



   ChacĆ³n parpadeĆ³ un par de veces sintiendo que la sola menciĆ³n de la palabra le crispaba la polla.



   —Otto me fauleĆ³.



   —¿Quien?



   —Otto Salinas, el que fue tu novio.



   —Erick, sabes mucho sobre mi vida y a veces me das miedo.



   —Te idolatro, Pablo, y si pudiera ser tu amante lo serĆ­a con muchĆ­simo gusto, el caso es que conocĆ­ al viejo Otto, que estĆ” muy majo todavĆ­a, y me fauleĆ³ las bolas —Erick le tendiĆ³ su celular donde reposaban varias fotos de Ć©l con sus testĆ­culos hinchados—. Y quiero tomar venganza y que seas tĆŗ quien me ayude. Mi objetivo esta temporada es: Deshuevar a Otto.



   Pablo se riĆ³ con el propĆ³sito devolviĆ³ el celular a Erick sintiendo que su pito estaba tieso. Finalmente prometiĆ³ ayudarlo en la misiĆ³n, ballbustear a Otto.






   Otto Salinas caminaba impaciente por su departamento esa tarde hacĆ­a mucho calor y ademĆ”s recibiĆ³ una llamada de Pablo donde decĆ­a que querĆ­a hablar con Ć©l, limar viejas asperezas y le prometiĆ³ con picardĆ­a tener un "final feliz" por lo que estaba esperĆ”ndolo con poca ropa un speedo blanco pegado a su impresionante paquete. Su gruesa polla y grandes bolas estaban en plena exhibiciĆ³n. Una camisa de tono morado pĆ”lido estaba abierta haciendo lucir su fornido pecho.



   Su polla dejĆ³ de dormir y se emocionĆ³ cuando llamaron a la puerta y era la voz de Pablo.



   —Otto.



   Impaciente fue a abrir y cuando lo hizo se llenĆ³ de emociĆ³n. AbriĆ³ la boca para decir algo. Pero antes de que pudiera, Pablo golpeĆ³ sus testĆ­culos colgantes de un puƱetazo.



   Otto jadeĆ³ mientras su testĆ­culo izquierdo se balanceaba hacia un lado, chocando contra su cojĆ³n derecho. DejĆ³ escapar un gemido gutural mientras se doblaba, agarrĆ”ndose la entrepierna.



   Pablo y Erick que salĆ­a a la luz se echaron a reĆ­r.



   Ingresaron al departamento sin mirar a Otto con el rostro contraĆ­do por el dolor.



   —Hola, Otto —saludĆ³ Pablo—, despuĆ©s de tanto tiempo volvemos a encontrarnos.



   De repente, la mano de Erick se colĆ³ entre los muslos de Pablo, rodeando con los dedos la virilidad del rubio.



   Los ojos de Pablo se ensancharon y dejĆ³ escapar un grito de sorpresa cuando Etick comenzĆ³ a apretar. Las puntas sus los dedos se clavaron en la carne suave de las posesiones mĆ”s valiosas de ChacĆ³n, presionando profundamente provocando un gruƱido angustiado de Ć©l.



   A travĆ©s del dolor Otto sonriĆ³ cuando Erick soltĆ³ las pelotas de Pablo.



   —Espero que no los hayas matado —dijo con picardĆ­a acariciando sus doloridos testĆ­culos.



   Pablo tomĆ³ la palabra:



   —¡CrĆ©eme, se necesita mĆ”s que eso para matar mis huevos! ¡Mucho mĆ”s! Apenas los tocĆ³ —se riĆ³, frotando suavemente sus bolas.



   —Son grandes —comentĆ³ Erick.



   SimultĆ”neamente, los ojos de Otto y Pablo se movieron a la entrepierna de Erick.



   —Muchachos —dijo Ć©l lentamente.



   De repente, Pablo y Otto se abalanzaron sobre Erick al mismo tiempo y lo arrojaron al suelo. Otto metiĆ³ la mano dentro del pantalĆ³n de Erick mientras Pablo  sostenĆ­a sus brazos.



   —¡Noooooo! —gimiĆ³ Erick cuando Otto encontrĆ³ sus testĆ­culos y comenzĆ³ a apretar fuerte.



   Erick logrĆ³ zafarse y agarrĆ³ las bolas de Pablo con fuerza buscando represalias.



   —¡Suelta, suelta! —gruĆ±Ć³ Pablo con los dientes apretados mientras Erick le exprimĆ­a sus gĆ³nadas.



   —¡No! —gritĆ² Erick aumentando la presiĆ³n sobre las huevas de su amigo mientras sus propias bolas se comprimĆ­an en la mano de Otto.



   Pablo gruĆ±Ć³.



   Sus gruƱidos se hicieron cada vez mĆ”s fuertes a medida que el contenido de sus bolas era aplastado por su amigo.



   Finalmente, aceptaron soltarse los testĆ­culos al mismo tiempo.



   —A la cuenta de tres —avisĆ³ Otto—. Uno, dos, tres.



   Se dejan ir con suspiros de alivio simultĆ”neos.



   —Oh, se supone que esto no iba a ser asĆ­ —gimiĆ³ Erick.



   —TĆŗ comenzaste —reclamĆ³ Pablo—. Yo no era tu objetivo.



   —AsĆ­ que era yo, ¿eh? —se divirtiĆ³ Otto.



   Se miraron y se echaron a reĆ­r.



   —¿Alguna vez has pensado en volver a Guerreros de la arena? —Otto preguntĆ³ a Pablo—. TendrĆ­as una gran oportunidad de ganar.



   Pablo se echĆ³ a reĆ­r.



   —Hazlo, Pablo, como tu fan te lo imploro.



   —Lo harĆ­as muy bien exprimiendo.



   —QuizĆ”s a largo plazo lo haga —dijo Pablo—, esto no es un no.



   Aprovechando el momento de distracciĆ³n Erick pateĆ³ la entrepierna de Otto. Fue un golpe duro y sĆ³lido.



   Los ojos de Otto se agrandaron y dejĆ³ escapar una tos gutural.



   —No me doliĆ³ —dijo con voz tensa.



   Erick se riĆ³ pero inesperadamente fue pateado en los cojones por Pablo.



   —Me la debĆ­as desde el inicio.



   La polla de Otto estaba en completa erecciĆ³n. Un tronco gordo, grueso, duro como una roca con una hermosa cabeza con forma de champiĆ±Ć³n. DespuĆ©s de todo estaba emocionado de tener esos sementales en casa.



   Erick se habĆ­a quedado saltando arriba y abajo agarrĆ”ndose la entrepierna.



   Una sonrisa se dibujĆ³ en el rostro crispado por el dolor de Otto.



   AsĆ­ el pie del seƱor aterrizĆ³ perfectamente entre las piernas de Pablo, golpeando sus huevos con un golpe sordo.



   Los ojos de Pablo perdieron el foco y su mandĆ­bula se abriĆ³ mientras dejaba escapar un largo y jadeante gemido.



   Otto hizo una mueca de simpatĆ­a pero no pudo ocultar su emociĆ³n. Su polla se crispĆ³ y un poco de lĆ­quido preseminal se filtrĆ³, manchando su ropa interior blanca.



   Erick saliĆ³ al ataque con una patada despiadada y precisa que levantĆ³ a Otto del suelo. Su boca se abriĆ³ en un grito silencioso y sus ojos se llenaron de lĆ”grimas Un enorme chorro de esperma saliĆ³ disparado de su pene mientras caĆ­a de rodillas y despuĆ©s se iba pesadamente aterrizando al suelo sobre su culo.



   —¿TodavĆ­a te quieres vengar de Otto? —preguntĆ³ Pablo.



   —Pues sĆ­ —reconociĆ³ Erick—, es lo que hacemos.



   —¿Y por quĆ© no lo follas? Al viejo Otto no le gusta que lo hagan, serĆ­as privilegiado, Erick.



   El muchacho exhalĆ³ profundamente. Su pene seguĆ­a duro como una roca. MirĆ³ a Otto que seguĆ­a en el piso haciendo muecas de agonĆ­a. SoltĆ³ un profundo gemido.



   Erick se abriĆ³ la cremallera, su pene era delgado y largo, metiĆ³ la mano por la ropa interior de Otto y recogiĆ³ algo del semen para extenderlo por su polla.



   Luego agarrĆ³ los tobillos del seƱor y extendiĆ³ sus piernas en una amplia forma de V para alinear su polla con el agujero fruncido de Otto.



   El viejo gimiĆ³.



   Con la ayuda del lubricante cremoso el pene de Erick se hundiĆ³ profundamente en el agujero de Otto, sus cojones hicieron contacto con su trasero.



   Sin mĆ”s preĆ”mbulos, Erick comenzĆ³ a follar duro, empujando su polla dentro y fuera del estrecho culo, provocando suaves gemidos cuando su polla de Erick chocaba contra la prĆ³stata de Otto.



   Erick tambiĆ©n gemĆ­a deliciosamente mientras se follaba al guapo seƱor.



   Pablo sonriĆ³ viendo la penetraciĆ³n entrar y salir del apretado agujero.



   Otto apretĆ³ el trasero llevando al lĆ­mite a Erick.



   Con un largo gemido, el muchacho disparĆ³ su semen dentro del seƱor.



   La sensaciĆ³n fue abrumadora. El dolor en las bolas adoloridas de Erick se mezclĆ³ con el placer de su orgasmo, y la sensaciĆ³n pareciĆ³ durar una eternidad. EchĆ³ la cabeza hacia atrĆ”s, su polla atrapada en lo profundo de Otto inundaba sus entraƱas de esperma.



   Finalmente, Erick sacĆ³ su polla y golpeĆ³ las bolas de Otto con el dorso de su mano.



   —IncreĆ­ble —aplaudiĆ³ Pablo con el pantalĆ³n lleno de su erecciĆ³n.



   Un rastro de semen se escapaba del trasero de Otto. 



   Pablo aplaudiĆ³ y mirĆ³ sonriendo a Erick.



   —MisiĆ³n deshuevar a Otto cumplida.

   Otto quedo en silencio agarrandose las bolas.


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