CONTIENE:
BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
SEXO HOMOSEXUAL
La puerta del departamento de Otto se abrió dejando pasar a Erick, el dueƱo de aquel lugar le habĆa indicado que dejarĆa el acceso a su merced por lo que le esperaba sentado en la sala. Dirigió la vista a Erick viĆ©ndolo con jeans y una camiseta, sin poder evitar mirar el bulto en su entrepierna.
Erick rió y ajustó su paquete.
—Hola —dijo, sonriĆ©ndole—. No esperaba que me volvieras a llamar desde la Ćŗltima vez que nos vimos.
—En ocasiones hay que sorprender a la gente —respondió Otto sonriendo tambiĆ©n.
Los ojos de Erick cayeron sobre el gran bulto aglomerado que se le formaba a Otto estando sentado.
Otto se percató y sonrió con orgullo.
—Es impresionantes, ¿eh? TambiĆ©n puede estar dentro de ti.
Sirvió dos vasos de Whisky y se levantó del asiento acercĆ”ndolo a Erick que permanecĆa de pie y antes de que el muchacho tuviera oportunidad de agarrarlo, el pie de Otto se disparó entre sus muslos. El empeine chocó perfectamente con las bolas de Erick.
Un fuerte golpe hizo eco en la sala seguido de un gemido de Erick que torció los ojos y se fue al suelo.
—Pobre chico —sonrió Otto, mirando a Erick que se retorcĆa de dolor. Entonces vació el contenido del vaso sobre el joven empapandolo.
Depositó los vasos sobre la mesa y sin mÔs preÔmbulos, abrió la bragueta de su pantalón y lo dejó caer.
Su pene estaba erecto haciendo que sus pesadas bolas se balancearan de un lado a otro.
Erick le miró las bolas e impresionantemente se veĆan mĆ”s grandes que en la ocasión anterior. Estaban enormes.
Otto sonrió y miró su entrepierna.
—Tres semanas sin masturbarme. Estaba guardando este sagrado jugo para ti que sabĆa que no ibas a dudar en venir, perrita.
—Necesito chupar esa cosa —reconoció Erick olvidĆ”ndose de su dolor de ingle y arrodillĆ”ndose.
Otto se excitó y puso sus manos detrÔs de su espalda extendiendo las piernas, dejando que sus regordetes y bajos cojones colgaran entre sus muslos.
Erick seguĆa arrodillado ante Otto mirando sus genitales. Echó su puƱo hacia atrĆ”s y lo golpeó contra las huevas de Otto.
Cuando los nudillos de Erick chocaron con las suaves y tiernas albóndigas de Otto, un golpe hizo eco en la sala.
Otto soltó un gemido a través de sus dientes apretados.
Erick estampó otra vez su puƱo contra los testĆculos con toda la fuerza que pudo reunir.
Otto dejó escapar un gruñido ronco.
—¿QuĆ© pasa, Otto? —preguntó Erick levantĆ”ndose—. ¿Ya no soportas mĆ”s? ¿Cansado?
—Eso nunca. Sucede que me has tomado despreveni…
Otto fue interrumpido cuando Erick levantó su rodilla entre sus gruesos muslos, aplastando las jugosas bolas con su rótula y metiéndolas en su cuerpo.
Otto dejó escapar un aullido de angustia. Antes de que tuviera la oportunidad de recuperarse, Erick siguió con dos rodillazos mÔs que hicieron que el señor gritara a todo pulmón.
Erick lo miró, sonriendo alegremente. Agarró los hombros de Otto y lo miró a los ojos.
—No me arrepiento en absoluto —sonrió y levantó la rodilla, golpeando las preciosas pelotas de Otto y haciĆ©ndolo gemir de dolor.
El siguiente golpe fue desorientado, y la rodilla solo aplastó el testĆculo derecho, pero el tercero fue mortal. Las bolas de Otto fueron aplastadas como tortillas. Su polla dura golpeó sus abdominales cuando sus nueces fueron aplastadas contra su cuerpo.
Erick dio un paso atrÔs, permitiendo que Otto se doblara de dolor, acariciando sus gónadas.
—Oh, maldita sea —Otto gimió con voz ronca. Hizo girar sus testĆculos hinchados rĆ”pidamente entre sus dedos, gimiendo de dolor.
Erick se rió.
—Hombre, no quiero que me lastimes —se quejó Otto.
—¿Entonces que quieres, majo?
—Regalarte amor —Otto le dirigió una mirada pĆcara. Golpeó la punta de su polla con su dedo, enviando gotas de presemen volando alrededor.
Los ojos de Erick se abrieron ante la perspectiva de que el pollón carnoso de Otto entrara en su culo.
Viendo qué Erick tuvo un momento de distracción Otto lanzó un duro golpe en las bolas del muchacho.
Erick emitió un grito desgarrador.
Otto siguió con otro uppercut duro que aplastó las albóndigas de Erick y lo hizo gritar a todo pulmón.
Erick se dejó caer de rodillas, agarrando sus bolas golpeadas, su rostro se contrajo de dolor.
Otto gateó hacia adelante y agarró el culo de Erick bajando su pantalón exponiendo su apretado trasero.
Metió la mano entre los muslos del muchacho y agarró sus bolas, apretando con fuerza haciendo que gritara de dolor. Al mismo tiempo, empujó su polla en el trasero hasta que sus bolas golpearon el cuerpo de Erick.
Otto lanzó un pequeño gemido y comenzó a empujar su polla dentro y fuera del agujero. Volvió a gemir cuando el culo de Erick se apretó alrededor de su polla.
DespuĆ©s de unos cinco minutos Otto le dijo que debĆan cambiar de posición porque estaba que eyaculaba, Erick acepto.
Otto agarró los tobillos de Erick, levantando su pierna mientras lo colocaba de lado exponiendo sus bolas hinchadas y su polla endurecida. Sonrió, empujando su pene dentro de Erick y mirÔndole a los ojos.
Apretó el puño antes de lanzarlo contra las tiernas gónadas de Erick, aplastÔndolas.
Erick gritó mientras que con el golpe su polla se puso dura.
Los golpes de Otto continuaron mientras lo follaba provocando que el pene de Erick se filtrara como un grifo de semen.
Los dos llegaron al orgasmo al mismo tiempo: el de Erick fue intenso. Su polla disparó varios tajos de crema pegajosa mientras las bolas de Otto descargaban su contenido en lo mÔs profundo de él.
—Eso fue increĆble —se rió Otto, inclinĆ”ndose hacia atrĆ”s y dejando que su pene saliera del culo de Erick. Se sentia agotado
Los dos se miraron y se rieron.
—Fue un placer —dijo Otto mientras se subĆa su pantalón—. PodrĆa asegurar que tu objetivo de deshuevar a Otto se cumplió a medias.
—Creo que sĆ, al final nos deshuevamos los dos.
—Gracias por tomar parte de esto, me divertĆ, Erick —Otto sonrió dĆ©bilmente—. ¿Quieres una opinión?…… TĆŗ y yo pudieramos ser amantes, ¿quĆ© opinas?
Erick lo miró a los ojos, sonrió y sintió su polla crispar. Dijo con picardĆa:
—Es algo que deverĆa considerar, viejito.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario