Lujuria y ballbusting en el canal 7 - Las Bolas de Pablo

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21 abr 2019

Lujuria y ballbusting en el canal 7

ESCRITO POR: ZATN
CONTIENE SEXO HETEROSEXUAL y BALLBUSTING F/M.

   Carlos Zapata es un hombre de 23 aƱos, quien ingresa a trabajar en el noticiero del canal 7, reciĆ©n graduado de comunicaciĆ³n social. Tras una corta temporada en un canal regional, llegĆ³ a la capital en poco tiempo gracias a influencias de familiares bien posicionados en los medios de comunicaciĆ³n, tanto radiales como televisivas.

   Carlos tendrĆ­a el puesto de presentador de noticias de la noche, era un gran salto en su carrera, y su agraciada cara aseguraba un buen rating en pĆŗblico femenino, era lo que necesitaba el noticiero, un hombre joven y con buen rostro.

   El primer dĆ­a se impresionĆ³ con una de las maquilladoras, Paola Parra (personaje del relato: Historia de Pedro AlfeƱique (2/3): SesiĆ³n de ballbusting con Pedro AlfeƱique). La mujer de 21 aƱos, llevaba ya un aƱo trabajando en el canal, y era un mujerĆ³n!.

   Era bella y cargaba unas tetas simplemente enormes... por detrĆ”s no se quedaba atrĆ”s… Y con personalidad coqueta no pasĆ³ desapercibida a las miradas de Carlos.


   El nuevo presentador de noticias, no pudo desviarla la mirada al escote de la mujer, quien sin recato alguno lo acercaba a su rostro, Paola le sonreĆ­a y Carlos trato de disimular una naciente erecciĆ³n.

   Cuando un encargado le llamĆ³ para presentarse al set, Carlos dio gracias al cielo, pues el momento de tensiĆ³n sexual ante la maquilladora fue una tortura sexual para Ć©l... Pero antes de salir del lugar, la mujer se acercĆ³ y le plantĆ³ un suave beso en la mejilla, Carlos aceptĆ³ el beso y se aliviĆ³ un poco, Ć©ste habĆ­a sido dado como muestra de afecto y sin un componente sexual, pero justo entonces la mujer le tocĆ³ el paquete, los dedos de la maquilladora palparon con suavidad el falo y los testĆ­culos del varĆ³n, Carlos se vio sorprendido.

   "Bienvenido al canal 7, cariƱo". ExpresĆ³ la mujer en tono seductor... Tras alejarse un conmocionado Carlos, la dama expresarĆ­a para sĆ­ misma.

   Vaya, vaya, huevos grandes....

   Los dĆ­as siguientes Carlos tuvo erecciones repetidas en cada secciĆ³n de maquillaje, Paola hacĆ­a bien su trabajo, y finalizaba su labor con un beso de la buena suerte, Carlos estaba soltero en este momento y querĆ­a ir un poco mĆ”s allĆ” con tremenda mujer, mĆ”s de una noche al llegar a casa se debiĆ³ masturbar antes de dormir... aquella bustona le tenĆ­a loco.

   Carlos estaba decidido a intimar con Paola, asĆ­ que un viernes le propuso cenar juntos, esperaba que en poco tiempo terminasen en la cama, ella no parecĆ­a nada santa y quiĆ©n sabe si una vez "mejor conocidos" siguieran en algo mĆ”s serio.

   "Que te parece si me aceptas una cena". 

   "Lo siento no estoy interesada, serĆ” otro dĆ­a".

   Fue un rechazo sin duda alguna, Carlos lo tomĆ³ de buena manera, antes de proponer la cena se habĆ­a informado que Paola no tuviese esposo o pareja, aquella mujer con aspecto de seductora parecĆ­a ser de carĆ”cter cambiante... o quizĆ”s si tenĆ­a algĆŗn amante que no era de conocimiento pĆŗblico.

   Los dĆ­as siguientes, la maquilladora se mostraba serĆ­a cuando hacĆ­a su labor en el rostro de Carlos, Ć©ste mantenĆ­a un silencio incomodo, internamente tenĆ­a un leve enojo por el rechazo, pero su pene amenazaba con erectarse al observar el bulto mamario de Paola... el hombre no podĆ­a fingir que deseaba a la mujer, y esperaba tener otra oportunidad de salir con ella.

   En una oficina del tercer piso, Carlos hallĆ³ a HĆ©ctor, periodista deportivo con recorrido de 30 aƱos y quien fue el primer amigo que hizo en el canal desde su llegada, disimuladamente le pidiĆ³ informaciĆ³n sobre Paola, el colega se percatĆ³ del interĆ©s oculto de Carlos y secamente dijo:

   "Te la quieres comer verdad?". Carlos se encarnĆ³ ante la falta de tacto de HĆ©ctor y el verse descubierto, no debiĆ³ afirmar o negar, era muy obvio su desesperado deseo por la maquilladora.

   "Es una putona, se ha acostado con casi todo los machos de este canal".

   Carlos en verdad no se impresionĆ³, desde que aquel primer dĆ­a le agarrĆ³ el paquete no pudo pensar algo diferente a lo que le exponĆ­a HĆ©ctor, aunque por eso mismo le extraĆ±Ć³ que no le aceptara la cena... Al exponerle esto, HĆ©ctor replicĆ³:

   "JaJaJa, juega contigo mi amigo, se hace la difĆ­cil, pero apenas la conoces sabes que le gusta fornicar, y tĆŗ eres bastante bueno de cara".

   "En serio es asĆ­?, no lo sabĆ­a, entonces no pondrĆ” mucho problema para una revocadita".

   "Claro que no mi compadre, pero eso sĆ­, ella pone un precio...".

   "No importa cuĆ”nto pida, le tengo muchas ganas, estĆ” muy buena".

   "No, no es dinero... mira ella pide otro tipo de cosa, pero no te lo puedo decir, si lo hago se enojarĆ­a conmigo, a ella le gusta cuadrar personalmente esos temas".

   Carlos decidiĆ³ no insistir en aquel "Precio", si no era dinero, de seguro serĆ­a algĆŗn favor a cambio de acostarse con Ć©l, lo que fuera estaba de acuerdo en dĆ”rselo.

   HĆ©ctor comenzĆ³ a frotarse las manos.

   "La verdad ya me entraron ganas de cogerla yo tambiĆ©n, desde hace rato Paolita y yo, no repasamos caricias".

   Carlos pensĆ³ que en verdad Paola tenĆ­a una buena fama de puta en el canal, se acostaba repetidamente con uno y otro, pero no por ello dejaba de desearla, recordaba aquel pronunciado escote que resaltaba sus dotes.

   El presentador de noticas, suspirĆ³ "Espero que me acepte en su cama".

   "Claro que te aceptarĆ© en mi cama, bebĆ©". Carlos y HĆ©ctor casi dieron un brinco al escuchar la voz de Paola... La verdad la puerta siempre estuvo abierta, simplemente el dĆŗo pensĆ³ que nadie interrumpirĆ­a su charla de hombres.

   La sonriente mujer gozĆ³ con las expresiones de ambos... sobre todo Carlos que al verla se coloreĆ³ "No me veas asĆ­ cariƱo, que lindo te ves coloradito, Jajajaja, mi vida con gusto compartirĆ© cama contigo... veo que sigues interesado en mĆ­ a pesar de no aceptarte la cena, eso me gusta en un hombre,  quĆ© sea persistente".

   "Entonces estabas solo haciĆ©ndote la desinteresada?".

   "Soy culpable querido". Paola sonriĆ³ y se acercĆ³ Carlos, sus suaves dedos le acariciaron la barbilla.

   "Pero ya te habrĆ” dicho HĆ©ctor que hay un precio".

   "SĆ­, el me comentĆ³ algo, pero no me dijo exactamente que es". 

   "Eso lo sabrĆ”s sĆ³lo despuĆ©s de gozar conmigo, serĆ” esta noche".

   "Y yo que Paolita?". HĆ©ctor tambiĆ©n reclamĆ³ lo suyo, desde hacĆ­a meses no dormĆ­a con Paola, pero la mujer le complaciĆ³ con su respuesta. 

   "Ven tambiĆ©n, espero a los dos a las 11 PM en el sĆ©ptimo piso, la pasaremos rico los tres".

   "Espera, los dos?, no, mira...". Carlos estaba confundido, se acostarĆ­a con ambos?, Ć©l nunca habĆ­a compartido una mujer, no le entrarĆ­a a ese asunto asĆ­; Paola se detuvo antes de salir de la oficina.

   "Que pasa campeĆ³n, te da pena?, endurece tu carĆ”cter, que acaso no tienes pelotas?".

   El reto a su orgullo le hizo no continuar resistiendo, permaneciĆ³ callado un instante y Paola le tentĆ³: "Vamos! hasta dejarĆ© que me des por el culo...".

   Carlos no pudo replicar, seguĆ­a con dudas, pero irĆ­a.

   "Ah! y HĆ©ctor mi vida, no le digas nada sobre el precio a pagar, que sea sorpresa para Ć©l". HĆ©ctor ahora menos que nunca el contarĆ­a sobre el precio.

   Ida Paola, Carlos charlĆ³ con HĆ©ctor, Ć©ste se negĆ³ a adelantarle de que trataba el precio que pedĆ­a Paola, en lugar de eso le terminĆ³ de convencer de aceptar el trio, Carlos nunca se acostĆ³ con dos mujeres, aunque ese trio si le gustarĆ­a probarlo, pero compartir a la mujer con otro hombre simplemente no era lo suyo.

   "VerĆ”s que es una maravilla en la cama, y antes he hecho trio con ella y otro del canal, a ella le gusta el morbo, crĆ©eme que disfrutarĆ”s como nunca". Carlos quiso decir algo pero HĆ©ctor lo silencio con su comentario:
   "Solo piensa en esos tetonas desnudas que te podrĆ”s comer y en ese culo que serĆ” tuyo".

   Y esa noche a las 11:35 pm, HĆ©ctor y Carlos llegaban al sĆ©ptimo piso, era el Ćŗltimo del canal y en donde habĆ­a algunas habitaciones, en ocasiones personal que laboraba en la madrugada o quien quisiese podĆ­a tomar una habitaciĆ³n... No era raro que las usaran para actos contra el orden laboral, y Paola ya tenĆ­a prĆ”cticamente un cuarto donde llevaba a sus muchos amantes, mĆ”s de media poblaciĆ³n masculina del canal habĆ­a "trabajado horas extras" con Paola en aquella habitaciĆ³n.

   "Los estaba esperando muchachos". ExpresĆ³ Paola quien vestĆ­a una bata de noche, Ambos hombres retiraron sus ropas quedando en interiores, la mujer detallĆ³ las herramientas erectas de los varones, destacĆ”ndose claramente un bulto mĆ”s prominente en Carlos, sin duda sus bolas de mayor tamaƱo hacĆ­an bastante por aquel bulto.

   Paola se acercĆ³ al presentador y le besĆ³, HĆ©ctor no perdiĆ³ tiempo y tambiĆ©n buscĆ³ aquellos labios, cuando los obtuvo la hizo alejarse de Carlos, el hombre le quitĆ³ la bata, mostrĆ”ndose una diminuta ropa interior negra que enloqueciĆ³ a Carlos... aun asĆ­ el presentador se notaba falto de decisiĆ³n, querĆ­a estar lejos de HĆ©ctor, no asimilaba aĆŗn el compartir a aquella mujer.

   HĆ©ctor se bajĆ³ los calzoncillos y la mujer le acariciĆ³ el pene, el cual ya goteaba pre semen, los besos del sujeto en el cuello de Paola la pusieron caliente, y sin mencionar como HĆ©ctor le apretaba las tetas, la mujer se arrodillĆ³ y comenzĆ³ a lamer la cara interna de sus muslos, aquella empapada lengua, ascendĆ­a por el muslo, saboreando el sudor de HĆ©ctor... a centĆ­metros de sus bolas, la mujer dio una leve mordida al muslo, provocando un leve ascenso del escroto.

   "Ven Carlos, intĆ©grate". InvitĆ³ HĆ©ctor. Pero Carlos seguĆ­a bastante inseguro... Fue entonces cuando Paola se levantĆ³ y caminĆ³ hacĆ­a el presentador... Carlos sintiĆ³ el pene brinca al ver a aquella muy bustona mujer en ropa interior, la dama tenĆ­a saliva corriendo por su labio... el hombre pudo ver a centĆ­metros aquellas enormes mamas, que parecĆ­an imposible de sostener en el brasier negro. Le besĆ³ con pasiĆ³n los labios, y mientras intercambiaban lenguas, metiĆ³ su mano en los calzoncillos de Carlos, con habilidad masajeaba las gordas pelotas del presentador de noticias.

   "Que huevotes tienes cariƱo". Paola se inclinĆ³ ante Carlos y le bajĆ³ los calzoncillos, acto seguido le besĆ³ la punta del pene que ya estaba paradĆ­simo, el hombre jadeo, y mĆ”s aĆŗn cuando le besaban con suavidad los testĆ­culos.

   "Te gusta tener a un mujer a tus pies?".

   Carlos tragĆ³ saliva... debĆ­a admitir que estaba muy excitado, el morbo era demasiado.

   Paola se incorporĆ³ y tomĆ³ de la mano a Carlos, llevĆ”ndole a la cama, le hizo acostar con las piernas separadas y colocĆ”ndose en posiciĆ³n de perrito comenzĆ³ a chuparle el pene... la cola de la mujer se moviĆ³ de un lado a otro, seƱal para HĆ©ctor, quien se colocĆ³ de rodillas tras ella... AsĆ­ mientras le hacĆ­a un delicioso sexo oral a Carlos, HĆ©ctor le daba por detrĆ”s... y no consejos! 

   Los embates de HĆ©ctor lubricaron al mĆ”ximo el coƱo de Paola, quien hacĆ­a lo mismo con un pene pegajoso a mĆ”s no poder, Carlos sentĆ­a que se deshidratarĆ­a de tanto pre semen que expulsaba... la maquilladora le dio un descanso y se centrĆ³ ahora en las bolas del macho, la lengua masajeaba en forma de cĆ­rculos aquellas gordas gĆ³nadas.

   "Oh, no aguantarĆ© mucho Paolita". HĆ©ctor como loco no dejaba de empujar en ese hambriento coƱo, sentĆ­a palpitar su glande. Carlos se vio igual de apurado y no pudo mĆ”s.
   Paola gozĆ³ con dos descargas simultĆ”neas en su interior, su coƱo recibiendo la semilla de HĆ©ctor y su boca llenĆ”ndose con la potente eyaculaciĆ³n de Carlos... la mujer tragaba con avidez aquel nutritivo jugo masculino, mientras el coƱo parecĆ­a apretar y succionar mĆ”s y mĆ”s semen del hirviente pene de HĆ©ctor.

   La acciĆ³n continuĆ³, y ahora Carlos penetraba el coƱo de Paola, quien estaba en cuatro, mientras HĆ©ctor estaba en pie sobre la cama justo frente a la golosa mujer, se abrĆ­a de piernas para ponerse a la altura correcta... las chupadas a su miembro viril, pronto comenzaron, y se intercalaban con leves mordidas al glande haciendo aullar de gusto al periodista deportivo. Al tiempo Carlos aullaba igual cuando los fuertes apretones de coƱo le exprimĆ­an el glande... casi ordeƱƔndolo... HĆ©ctor se inclinĆ³ un poco mĆ”s y le apretĆ³ las tetas a la maquilladora, haciendo que se viniera del placer.

   Nuevas eyaculaciones se dieron y hubo cambio de posiciones, Carlos estaba muy complacido y ya no ponĆ­a resistencia al hecho de compartir a la mujer. Paola le invitĆ³ a lo prometido, de pie, se apoyĆ³ contra el borde de la cama y separĆ³ las piernas, AsĆ­ el hombre entrĆ³ en su ano... Carlos lo encontrĆ³ algo dilatado, sin duda Paola recibĆ­a bastante verga por la retaguardia, la mujer se movĆ­a de manera estupenda y el infernal calor de su recto hacĆ­a babear de gusto al presentador.

   Carlos se aferraba a la cadera de Paola, metiĆ©ndosela hasta el intestino. Mientras HĆ©ctor se sentĆ³ junto a la dama, quien con una mano le masturbaba, cuando estuvo a punto de venirse, acercĆ³ la pelvis al rostro de la mujer y Paola deglutiĆ³ el chorro de esperma. 

   Luego del anal, Carlos decidiĆ³ que era hora de jugar con los tetonas de la maquilladora, con HĆ©ctor, extasiado y agotado de las corridas, tuvo a la mujer para Ć©l sĆ³lo, se acostĆ³ sobre ella penetrĆ”ndola con potencia, mientras la besaba en la boca, y con una mano apretaba con furia sus mamas. Paola gritaba de placer y tuvo repetidos orgasmos, que empaparon el pene y los huevos del amante… incluso las sĆ”banas quedaron manchadas con el abundante fluido.


   La noche avanzĆ³ lento para el trio que disfrutĆ³ sin cesar, con HĆ©ctor ya "fulminado del placer", Carlos estaba de pie en la cama, con Paola arrodillada tras Ć©l... La mujer le lamia el ano e introducĆ­a su afilada y hĆ”bil lengua en Ć©l, El presentador veĆ­a al techo de forma borrosa de lo rico, mientras su pene aunque debilitado, seguĆ­a erecto, los masajes testiculares de la mujer y el estĆ­mulo anal, llevaron a un punto de no retorno, y Carlos soltĆ³ el Ćŗltimo chorro de esperma de sus bolas, alcanzando a salpicar a un HĆ©ctor, que aunque despierto no puso queja alguna...porque cĆ³mo habĆ­an gozado el periodista!.

   Con el final, las sĆ”banas parecĆ­an sacadas de la lavadora, pues de tanto semen, fluidos femeninos y sudor, no aguataba mĆ”s humedad.

   Tras las masivas eyaculaciones, el trio quedĆ³ en la cama exhausto. Pasaron unos 15 minutos tras lo cual Paola se levantĆ³, tomĆ³ del brazo a Carlos y lo sacĆ³ de la cama:

   "Vamos cariƱo, es hora de pagar el precio...".

   HĆ©ctor debiĆ³ morder sus labios para no reĆ­r, tambiĆ©n se incorporĆ³ pero se mantuvo lejos de la pareja de amantes.

   En el centro de la habitaciĆ³n la mujer se acercĆ³ a Carlos, parecĆ­a querer decirle algo al oĆ­do.

   "Dime que tengo que hacer como agradecimiento por esta maravillosa noche".

   "Pues te dirĆ©...".
   "AAAAHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!". ExclamĆ³ Carlos, cuando la rodilla derecha de Paola se hundiĆ³ con fuerza en su voluminoso escroto.

   La mujer rio y HĆ©ctor sonriĆ³... Pero Carlos sufrĆ­a, se doblĆ³ a la mitad, agarrĆ³ lo que le hacĆ­a hombre y tosiĆ³.

   "Pero… que haces???, Aauuuuu!!".

   "CariƱo, Ć©ste es el precio... entĆ©rate que me encanta golpearle los huevos a los hombres... y tĆŗ los tienes grandes!!!". Paola se mordiĆ³ los labios de excitaciĆ³n... llevĆ³ unos dedos a su coƱo y se frotĆ³ el clĆ­toris... la pasiĆ³n le habĆ­a vuelto.

   "Huevotes... y casi vacĆ­os los debes de tener, aun asĆ­ se ven enormes!... Te duelen?, Jajajaja". CĆ³mo se divertĆ­a la mujer.

   Carlos, le dio la espalda y se comenzĆ³ a alejar cubriendo su masculinidad con las manos, pero la mujer no le dejarĆ­a ir tan fĆ”cil.

   "Es muy pronto para irse cariƱo".

   Paola pateĆ³ con fuerza la entrepierna del macho, desde atrĆ”s, el empeine impacto en los dedos protectores del presentador, quien a se quejĆ³.

   El sujeto no pudo dar un paso mĆ”s y sus piernas eran casi de trapo. Paola le buscĆ³ el frente y se arrodillĆ³ ante aquel debilitado macho.

   "A ver querido, abre...". Con las manos intentĆ³ retirar las del hombre de esas gordas bolas, pero Carlos se resistĆ­a, "...SabĆ­as que a esto le llaman Ballbusting... adorĆ³ el tĆ©rmino!", Carlos casi suplicaba a la mujer le dejase en paz.

   "Abre mi vida no seas miedoso bebĆ©... Solo aguĆ”ntalo!". Paola enterrĆ³ las uƱas en las manos del varĆ³n, quien se quejĆ³ del punzante dolor, las uƱas dejaron marca en su piel, provocĆ”ndole mĆ”s sufrimiento... AsĆ­ entonces y sin fuerzas, cediĆ³ al movimiento de apertura femenino... ahora sus bolas estaban de nuevo al alcance de la mujer... Paola lanzĆ³ un sĆ³lido puƱo en la parte baja de la masa escrotal del presentador.

   "AAAAHHHHHHHHHHH!!!!!!".GritĆ³ Carlos, quien sintiĆ³ los huevos revolotear en la boca de su estĆ³mago... Junto con unas agudas nauseas... pero sĆ³lo era la sensaciĆ³n, sus pelotas seguĆ­an colgando entre sus piernas, una vez mĆ”s expuestas ante una divertida mujer que no le dio descanso, cerrĆ³ el puƱo y puso toda su fuerza en Ć©ste, agarrĆ³ el pene para que no estorbase…
...Y vino el tercer golpe que hizo blanco!, un Uppercup, el choque de aquellos huesudos nudillos casi le mete las bolas al cuerpo, Carlos sintiĆ³ el impacto en el cerebro, sus ojos se fueron hacĆ­a atrĆ”s, abriĆ³ la boca sin emitir ruido, y cayĆ³ al suelo sin sentido.

   HĆ©ctor arrugĆ³ el rostro, no envidiaba el sufrir de Carlos.

   "Adora descansa mi vida". Paola pasĆ³ su mano por el pecho, abdomen, pene y bolas del desmayado presentador.

   Como acto final le dio un beso en las pelotas y se incorporĆ³ en direcciĆ³n a HĆ©ctor.

   HĆ©ctor ya sabĆ­a lo que le venĆ­a, separĆ³ las piernas y colocĆ³ las mano en la espalda, al pasar a su lado, Paola le soltĆ³ un fortĆ­simo manotazo a manera de latigazo, los huevos del periodista deportivo se movieron como campanas de iglesia en domingo, haciĆ©ndole estallar en un "GGaahhhhhh!!!!".

   El varĆ³n se mordiĆ³ los labios ahogando otro quejido.

   "Hoy te tocĆ³ suave HĆ©ctor, podemos vernos de nuevo si lo deseas... como siempre estoy a tus Ć³rdenes papi..."

   Paola le besĆ³ la mejilla, de repente se inclinĆ³ y con rapidez le agarraba los testĆ­culos, apretando y tirando de ellos con moderada fuerza.

   "HHMMMMMM". Fue la expresiĆ³n de HĆ©ctor ante el estrujĆ³n que le irradiaba dolor en todo su bajo vientre.

   "...Ahora sĆ© un buen chico y cuando termines de sobarte, ayuda a ese pobre hombre". Paola le liberĆ³ y seƱalĆ³ al desmayado Carlos. Se comenzĆ³ a vestir, en menos de 5 minutos estaba fuera de la habitaciĆ³n... justo en la puerta suspirĆ³ y dijo: "Adoro este canal!".

   HĆ©ctor recobrĆ³ fuerzas y avanzĆ³ hacĆ­a Carlos expresando. "Duele... pero valiĆ³ la pena". 

   Unos minutos despuĆ©s despertĆ³ Carlos, quien de inmediato comenzĆ³ a retorcerse en el suelo, HĆ©ctor le ofreciĆ³ una mano amiga, y logrĆ³ hacerle sentar. 

   "Con calma amigo, esto duele mucho". Carlos expulsaba espesa baba, por un instante logrĆ³ ver la mano de su colega sobando sus propias pelotas... Paola tambiĆ©n le habĆ­a golpeado, el tambiĆ©n pagĆ³ su precio. Por supuesto que el dolor de HĆ©ctor solo era una dĆ©cima parte de lo que sentĆ­a Carlos.

   "Es un maldita.... AAuuuu".

   "Es el precio que pone... quieres tener a ese mujerĆ³n?... Entonces prepara tus bolas para el dolor".

   "EstĆ” loca esa mujer... como le va a gustar pegar ahĆ­". SentenciĆ³ Carlos quien sudaba frio y en cantidades.

   "Cada quien tiene sus gustos mi amigo, sĆ³lo acepta como es".

   El dĆŗo pasarĆ­a un par de horas sobando sus gĆ³nadas y compartiendo opiniones sobre la noche, tanto el divino placer, como el terrible dolor. 

   Al dĆ­a siguiente mientras Paola le maquillaba, Carlos trataba de no verla. La dama dedujo con razĆ³n que estaba molesto con ella, aquello era normal, a muchos machos no le es grato los golpes bajos.

   "Aun te duelen?".

   AhĆ­ replicĆ³ Carlos, que parecĆ­a tener un reclamo en la punta de la lengua.

   "Claro que me duelen, me pegaste duro!... te ensaƱaste con mis bolas!". De alguna forma se mostrĆ³ algo desahogado tras expresarse.

   "Querido, tu sabĆ­as que habĆ­a un precio, y aceptaste".

   Carlos se mordiĆ³ los labios, en ese aspecto Paola tenĆ­a toda la razĆ³n, el aceptĆ³ revolcarse con ella, sin importar el precio.

   "Ya, ya querido, pronto se te pasarĆ” el dolor... y el enojo... SĆ³lo recuerda lo que gozaste anoche".

   "Lo siento pero no volverĆ© a pasar por ese sufrimiento, perdona".

   La mujer le acariciĆ³ con suavidad la mejilla, hubiera querido tocarle nuevamente el bulto entre las piernas, pero habĆ­a mĆ”s personas en el lugar.

   "No digas eso Carlitos, y entĆ©rate que me gustaste mucho, estoy a la orden cuando quieras bebĆ©, y si deseas la prĆ³xima podemos estar solitos los dos... sĆ³lo recuerda el precio que me gusta cobrar a los chicos, Bye".

   Paola se retirĆ³ justo a tiempo, pues el pene de Carlos dio un leve brinco... a pesar del enojo y dolor testicular, sentĆ­a excitaciĆ³n por aquella brusca mujer... sacudiĆ³ su cabeza, diciĆ©ndose:

   NO! nada de eso, no quiero volver a sufrir de esa manera... duele demasiado.

   Era un conflicto entre los adoloridos huevos y un pene con hambre y que parecĆ­a ser insaciable... por el momento la prudencia prevaleciĆ³... no volverĆ­a a acostarse con Paola.

   Carlos dejĆ³ el tema atrĆ”s, debĆ­a concentrarse en el noticiero que empezarĆ­a pronto.
Durante la emisiĆ³n de noticias, Paola apareciĆ³ en el set de noticias, no era comĆŗn su presencia allĆ­; La bustona mujer detrĆ”s de cĆ”maras llamĆ³ la atenciĆ³n del presentador, quien se mostrĆ³ algo nervioso, para su fortuna estaban en la secciĆ³n de farĆ”ndula y una colega estaba ante las cĆ”maras de momento, Paola le hizo un guiƱo con el ojo, reaccionando el pene de Carlos, quien disimulĆ³ cruzando las piernas.

   Paola se retirĆ³ del sitio con una gran sonrisa y pensando:

   Que guapo... a ver cuĆ”nto aguanta sin buscarme de nuevo.


FIN.


Gracias.

Comentarios a zatniktiel@hotmail.com

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