ESCRITO POR: ZATN
CONTIENE SEXO HETEROSEXUAL y BALLBUSTING F/M.
Carlos Zapata es un hombre de 23 años, quien ingresa a trabajar en el noticiero del canal 7, recién graduado de comunicación social. Tras una corta temporada en un canal regional, llegó a la capital en poco tiempo gracias a influencias de familiares bien posicionados en los medios de comunicación, tanto radiales como televisivas.
Carlos tendrĆa el puesto de presentador de noticias de la noche, era un gran salto en su carrera, y su agraciada cara aseguraba un buen rating en pĆŗblico femenino, era lo que necesitaba el noticiero, un hombre joven y con buen rostro.
El primer dĆa se impresionó con una de las maquilladoras, Paola Parra (personaje del relato: Historia de Pedro AlfeƱique (2/3): Sesión de ballbusting con Pedro AlfeƱique). La mujer de 21 aƱos, llevaba ya un aƱo trabajando en el canal, y era un mujerón!.
Era bella y cargaba unas tetas simplemente enormes... por detrÔs no se quedaba atrÔs⦠Y con personalidad coqueta no pasó desapercibida a las miradas de Carlos.
El nuevo presentador de noticias, no pudo desviarla la mirada al escote de la mujer, quien sin recato alguno lo acercaba a su rostro, Paola le sonreĆa y Carlos trato de disimular una naciente erección.
Cuando un encargado le llamó para presentarse al set, Carlos dio gracias al cielo, pues el momento de tensión sexual ante la maquilladora fue una tortura sexual para Ć©l... Pero antes de salir del lugar, la mujer se acercó y le plantó un suave beso en la mejilla, Carlos aceptó el beso y se alivió un poco, Ć©ste habĆa sido dado como muestra de afecto y sin un componente sexual, pero justo entonces la mujer le tocó el paquete, los dedos de la maquilladora palparon con suavidad el falo y los testĆculos del varón, Carlos se vio sorprendido.
"Bienvenido al canal 7, cariƱo". Expresó la mujer en tono seductor... Tras alejarse un conmocionado Carlos, la dama expresarĆa para sĆ misma.
Vaya, vaya, huevos grandes....
Los dĆas siguientes Carlos tuvo erecciones repetidas en cada sección de maquillaje, Paola hacĆa bien su trabajo, y finalizaba su labor con un beso de la buena suerte, Carlos estaba soltero en este momento y querĆa ir un poco mĆ”s allĆ” con tremenda mujer, mĆ”s de una noche al llegar a casa se debió masturbar antes de dormir... aquella bustona le tenĆa loco.
Carlos estaba decidido a intimar con Paola, asĆ que un viernes le propuso cenar juntos, esperaba que en poco tiempo terminasen en la cama, ella no parecĆa nada santa y quiĆ©n sabe si una vez "mejor conocidos" siguieran en algo mĆ”s serio.
"Que te parece si me aceptas una cena".
"Lo siento no estoy interesada, serĆ” otro dĆa".
Fue un rechazo sin duda alguna, Carlos lo tomó de buena manera, antes de proponer la cena se habĆa informado que Paola no tuviese esposo o pareja, aquella mujer con aspecto de seductora parecĆa ser de carĆ”cter cambiante... o quizĆ”s si tenĆa algĆŗn amante que no era de conocimiento pĆŗblico.
Los dĆas siguientes, la maquilladora se mostraba serĆa cuando hacĆa su labor en el rostro de Carlos, Ć©ste mantenĆa un silencio incomodo, internamente tenĆa un leve enojo por el rechazo, pero su pene amenazaba con erectarse al observar el bulto mamario de Paola... el hombre no podĆa fingir que deseaba a la mujer, y esperaba tener otra oportunidad de salir con ella.
En una oficina del tercer piso, Carlos halló a Héctor, periodista deportivo con recorrido de 30 años y quien fue el primer amigo que hizo en el canal desde su llegada, disimuladamente le pidió información sobre Paola, el colega se percató del interés oculto de Carlos y secamente dijo:
"Te la quieres comer verdad?". Carlos se encarnó ante la falta de tacto de Héctor y el verse descubierto, no debió afirmar o negar, era muy obvio su desesperado deseo por la maquilladora.
"Es una putona, se ha acostado con casi todo los machos de este canal".
Carlos en verdad no se impresionó, desde que aquel primer dĆa le agarró el paquete no pudo pensar algo diferente a lo que le exponĆa HĆ©ctor, aunque por eso mismo le extrañó que no le aceptara la cena... Al exponerle esto, HĆ©ctor replicó:
"JaJaJa, juega contigo mi amigo, se hace la difĆcil, pero apenas la conoces sabes que le gusta fornicar, y tĆŗ eres bastante bueno de cara".
"En serio es asĆ?, no lo sabĆa, entonces no pondrĆ” mucho problema para una revocadita".
"Claro que no mi compadre, pero eso sĆ, ella pone un precio...".
"No importa cuƔnto pida, le tengo muchas ganas, estƔ muy buena".
"No, no es dinero... mira ella pide otro tipo de cosa, pero no te lo puedo decir, si lo hago se enojarĆa conmigo, a ella le gusta cuadrar personalmente esos temas".
Carlos decidió no insistir en aquel "Precio", si no era dinero, de seguro serĆa algĆŗn favor a cambio de acostarse con Ć©l, lo que fuera estaba de acuerdo en dĆ”rselo.
Héctor comenzó a frotarse las manos.
"La verdad ya me entraron ganas de cogerla yo tambiƩn, desde hace rato Paolita y yo, no repasamos caricias".
Carlos pensó que en verdad Paola tenĆa una buena fama de puta en el canal, se acostaba repetidamente con uno y otro, pero no por ello dejaba de desearla, recordaba aquel pronunciado escote que resaltaba sus dotes.
El presentador de noticas, suspiró "Espero que me acepte en su cama".
"Claro que te aceptarĆ© en mi cama, bebĆ©". Carlos y HĆ©ctor casi dieron un brinco al escuchar la voz de Paola... La verdad la puerta siempre estuvo abierta, simplemente el dĆŗo pensó que nadie interrumpirĆa su charla de hombres.
La sonriente mujer gozó con las expresiones de ambos... sobre todo Carlos que al verla se coloreó "No me veas asà cariño, que lindo te ves coloradito, Jajajaja, mi vida con gusto compartiré cama contigo... veo que sigues interesado en mà a pesar de no aceptarte la cena, eso me gusta en un hombre, qué sea persistente".
"Entonces estabas solo haciƩndote la desinteresada?".
"Soy culpable querido". Paola sonrió y se acercó Carlos, sus suaves dedos le acariciaron la barbilla.
"Pero ya te habrƔ dicho HƩctor que hay un precio".
"SĆ, el me comentó algo, pero no me dijo exactamente que es".
"Eso lo sabrÔs sólo después de gozar conmigo, serÔ esta noche".
"Y yo que Paolita?". HĆ©ctor tambiĆ©n reclamó lo suyo, desde hacĆa meses no dormĆa con Paola, pero la mujer le complació con su respuesta.
"Ven tambiƩn, espero a los dos a las 11 PM en el sƩptimo piso, la pasaremos rico los tres".
"Espera, los dos?, no, mira...". Carlos estaba confundido, se acostarĆa con ambos?, Ć©l nunca habĆa compartido una mujer, no le entrarĆa a ese asunto asĆ; Paola se detuvo antes de salir de la oficina.
"Que pasa campeón, te da pena?, endurece tu carÔcter, que acaso no tienes pelotas?".
El reto a su orgullo le hizo no continuar resistiendo, permaneció callado un instante y Paola le tentó: "Vamos! hasta dejaré que me des por el culo...".
Carlos no pudo replicar, seguĆa con dudas, pero irĆa.
"Ah! y HĆ©ctor mi vida, no le digas nada sobre el precio a pagar, que sea sorpresa para Ć©l". HĆ©ctor ahora menos que nunca el contarĆa sobre el precio.
Ida Paola, Carlos charló con HĆ©ctor, Ć©ste se negó a adelantarle de que trataba el precio que pedĆa Paola, en lugar de eso le terminó de convencer de aceptar el trio, Carlos nunca se acostó con dos mujeres, aunque ese trio si le gustarĆa probarlo, pero compartir a la mujer con otro hombre simplemente no era lo suyo.
"VerƔs que es una maravilla en la cama, y antes he hecho trio con ella y otro del canal, a ella le gusta el morbo, crƩeme que disfrutarƔs como nunca". Carlos quiso decir algo pero HƩctor lo silencio con su comentario:
"Solo piensa en esos tetonas desnudas que te podrƔs comer y en ese culo que serƔ tuyo".
Y esa noche a las 11:35 pm, HĆ©ctor y Carlos llegaban al sĆ©ptimo piso, era el Ćŗltimo del canal y en donde habĆa algunas habitaciones, en ocasiones personal que laboraba en la madrugada o quien quisiese podĆa tomar una habitación... No era raro que las usaran para actos contra el orden laboral, y Paola ya tenĆa prĆ”cticamente un cuarto donde llevaba a sus muchos amantes, mĆ”s de media población masculina del canal habĆa "trabajado horas extras" con Paola en aquella habitación.
"Los estaba esperando muchachos". Expresó Paola quien vestĆa una bata de noche, Ambos hombres retiraron sus ropas quedando en interiores, la mujer detalló las herramientas erectas de los varones, destacĆ”ndose claramente un bulto mĆ”s prominente en Carlos, sin duda sus bolas de mayor tamaƱo hacĆan bastante por aquel bulto.
Paola se acercó al presentador y le besó, HĆ©ctor no perdió tiempo y tambiĆ©n buscó aquellos labios, cuando los obtuvo la hizo alejarse de Carlos, el hombre le quitó la bata, mostrĆ”ndose una diminuta ropa interior negra que enloqueció a Carlos... aun asĆ el presentador se notaba falto de decisión, querĆa estar lejos de HĆ©ctor, no asimilaba aĆŗn el compartir a aquella mujer.
HĆ©ctor se bajó los calzoncillos y la mujer le acarició el pene, el cual ya goteaba pre semen, los besos del sujeto en el cuello de Paola la pusieron caliente, y sin mencionar como HĆ©ctor le apretaba las tetas, la mujer se arrodilló y comenzó a lamer la cara interna de sus muslos, aquella empapada lengua, ascendĆa por el muslo, saboreando el sudor de HĆ©ctor... a centĆmetros de sus bolas, la mujer dio una leve mordida al muslo, provocando un leve ascenso del escroto.
"Ven Carlos, intĆ©grate". Invitó HĆ©ctor. Pero Carlos seguĆa bastante inseguro... Fue entonces cuando Paola se levantó y caminó hacĆa el presentador... Carlos sintió el pene brinca al ver a aquella muy bustona mujer en ropa interior, la dama tenĆa saliva corriendo por su labio... el hombre pudo ver a centĆmetros aquellas enormes mamas, que parecĆan imposible de sostener en el brasier negro. Le besó con pasión los labios, y mientras intercambiaban lenguas, metió su mano en los calzoncillos de Carlos, con habilidad masajeaba las gordas pelotas del presentador de noticias.
"Que huevotes tienes cariƱo". Paola se inclinó ante Carlos y le bajó los calzoncillos, acto seguido le besó la punta del pene que ya estaba paradĆsimo, el hombre jadeo, y mĆ”s aĆŗn cuando le besaban con suavidad los testĆculos.
"Te gusta tener a un mujer a tus pies?".
Carlos tragó saliva... debĆa admitir que estaba muy excitado, el morbo era demasiado.
Paola se incorporó y tomó de la mano a Carlos, llevĆ”ndole a la cama, le hizo acostar con las piernas separadas y colocĆ”ndose en posición de perrito comenzó a chuparle el pene... la cola de la mujer se movió de un lado a otro, seƱal para HĆ©ctor, quien se colocó de rodillas tras ella... AsĆ mientras le hacĆa un delicioso sexo oral a Carlos, HĆ©ctor le daba por detrĆ”s... y no consejos!
Los embates de HĆ©ctor lubricaron al mĆ”ximo el coƱo de Paola, quien hacĆa lo mismo con un pene pegajoso a mĆ”s no poder, Carlos sentĆa que se deshidratarĆa de tanto pre semen que expulsaba... la maquilladora le dio un descanso y se centró ahora en las bolas del macho, la lengua masajeaba en forma de cĆrculos aquellas gordas gónadas.
"Oh, no aguantarĆ© mucho Paolita". HĆ©ctor como loco no dejaba de empujar en ese hambriento coƱo, sentĆa palpitar su glande. Carlos se vio igual de apurado y no pudo mĆ”s.
Paola gozó con dos descargas simultĆ”neas en su interior, su coƱo recibiendo la semilla de HĆ©ctor y su boca llenĆ”ndose con la potente eyaculación de Carlos... la mujer tragaba con avidez aquel nutritivo jugo masculino, mientras el coƱo parecĆa apretar y succionar mĆ”s y mĆ”s semen del hirviente pene de HĆ©ctor.
La acción continuó, y ahora Carlos penetraba el coƱo de Paola, quien estaba en cuatro, mientras HĆ©ctor estaba en pie sobre la cama justo frente a la golosa mujer, se abrĆa de piernas para ponerse a la altura correcta... las chupadas a su miembro viril, pronto comenzaron, y se intercalaban con leves mordidas al glande haciendo aullar de gusto al periodista deportivo. Al tiempo Carlos aullaba igual cuando los fuertes apretones de coƱo le exprimĆan el glande... casi ordeƱƔndolo... HĆ©ctor se inclinó un poco mĆ”s y le apretó las tetas a la maquilladora, haciendo que se viniera del placer.
Nuevas eyaculaciones se dieron y hubo cambio de posiciones, Carlos estaba muy complacido y ya no ponĆa resistencia al hecho de compartir a la mujer. Paola le invitó a lo prometido, de pie, se apoyó contra el borde de la cama y separó las piernas, AsĆ el hombre entró en su ano... Carlos lo encontró algo dilatado, sin duda Paola recibĆa bastante verga por la retaguardia, la mujer se movĆa de manera estupenda y el infernal calor de su recto hacĆa babear de gusto al presentador.
Carlos se aferraba a la cadera de Paola, metiéndosela hasta el intestino. Mientras Héctor se sentó junto a la dama, quien con una mano le masturbaba, cuando estuvo a punto de venirse, acercó la pelvis al rostro de la mujer y Paola deglutió el chorro de esperma.
Luego del anal, Carlos decidió que era hora de jugar con los tetonas de la maquilladora, con Héctor, extasiado y agotado de las corridas, tuvo a la mujer para él sólo, se acostó sobre ella penetrÔndola con potencia, mientras la besaba en la boca, y con una mano apretaba con furia sus mamas. Paola gritaba de placer y tuvo repetidos orgasmos, que empaparon el pene y los huevos del amante⦠incluso las sÔbanas quedaron manchadas con el abundante fluido.
La noche avanzó lento para el trio que disfrutó sin cesar, con HĆ©ctor ya "fulminado del placer", Carlos estaba de pie en la cama, con Paola arrodillada tras Ć©l... La mujer le lamia el ano e introducĆa su afilada y hĆ”bil lengua en Ć©l, El presentador veĆa al techo de forma borrosa de lo rico, mientras su pene aunque debilitado, seguĆa erecto, los masajes testiculares de la mujer y el estĆmulo anal, llevaron a un punto de no retorno, y Carlos soltó el Ćŗltimo chorro de esperma de sus bolas, alcanzando a salpicar a un HĆ©ctor, que aunque despierto no puso queja alguna...porque cómo habĆan gozado el periodista!.
Con el final, las sĆ”banas parecĆan sacadas de la lavadora, pues de tanto semen, fluidos femeninos y sudor, no aguataba mĆ”s humedad.
Tras las masivas eyaculaciones, el trio quedó en la cama exhausto. Pasaron unos 15 minutos tras lo cual Paola se levantó, tomó del brazo a Carlos y lo sacó de la cama:
"Vamos cariƱo, es hora de pagar el precio...".
HĆ©ctor debió morder sus labios para no reĆr, tambiĆ©n se incorporó pero se mantuvo lejos de la pareja de amantes.
En el centro de la habitación la mujer se acercó a Carlos, parecĆa querer decirle algo al oĆdo.
"Dime que tengo que hacer como agradecimiento por esta maravillosa noche".
"AAAAHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!". Exclamó Carlos, cuando la rodilla derecha de Paola se hundió con fuerza en su voluminoso escroto.
La mujer rio y HĆ©ctor sonrió... Pero Carlos sufrĆa, se dobló a la mitad, agarró lo que le hacĆa hombre y tosió.
"Pero⦠que haces???, Aauuuuu!!".
"CariƱo, Ć©ste es el precio... entĆ©rate que me encanta golpearle los huevos a los hombres... y tĆŗ los tienes grandes!!!". Paola se mordió los labios de excitación... llevó unos dedos a su coƱo y se frotó el clĆtoris... la pasión le habĆa vuelto.
"Huevotes... y casi vacĆos los debes de tener, aun asĆ se ven enormes!... Te duelen?, Jajajaja". Cómo se divertĆa la mujer.
Carlos, le dio la espalda y se comenzó a alejar cubriendo su masculinidad con las manos, pero la mujer no le dejarĆa ir tan fĆ”cil.
"Es muy pronto para irse cariƱo".
Paola pateó con fuerza la entrepierna del macho, desde atrÔs, el empeine impacto en los dedos protectores del presentador, quien a se quejó.
El sujeto no pudo dar un paso mÔs y sus piernas eran casi de trapo. Paola le buscó el frente y se arrodilló ante aquel debilitado macho.
"A ver querido, abre...". Con las manos intentó retirar las del hombre de esas gordas bolas, pero Carlos se resistĆa, "...SabĆas que a esto le llaman Ballbusting... adoró el tĆ©rmino!", Carlos casi suplicaba a la mujer le dejase en paz.
"Abre mi vida no seas miedoso bebé... Solo aguÔntalo!". Paola enterró las uñas en las manos del varón, quien se quejó del punzante dolor, las uñas dejaron marca en su piel, provocÔndole mÔs sufrimiento... Asà entonces y sin fuerzas, cedió al movimiento de apertura femenino... ahora sus bolas estaban de nuevo al alcance de la mujer... Paola lanzó un sólido puño en la parte baja de la masa escrotal del presentador.
"AAAAHHHHHHHHHHH!!!!!!".Gritó Carlos, quien sintió los huevos revolotear en la boca de su estómago... Junto con unas agudas nauseas... pero sólo era la sensación, sus pelotas seguĆan colgando entre sus piernas, una vez mĆ”s expuestas ante una divertida mujer que no le dio descanso, cerró el puƱo y puso toda su fuerza en Ć©ste, agarró el pene para que no estorbaseā¦
...Y vino el tercer golpe que hizo blanco!, un Uppercup, el choque de aquellos huesudos nudillos casi le mete las bolas al cuerpo, Carlos sintió el impacto en el cerebro, sus ojos se fueron hacĆa atrĆ”s, abrió la boca sin emitir ruido, y cayó al suelo sin sentido.
Héctor arrugó el rostro, no envidiaba el sufrir de Carlos.
"Adora descansa mi vida". Paola pasó su mano por el pecho, abdomen, pene y bolas del desmayado presentador.
Como acto final le dio un beso en las pelotas y se incorporó en dirección a Héctor.
HĆ©ctor ya sabĆa lo que le venĆa, separó las piernas y colocó las mano en la espalda, al pasar a su lado, Paola le soltó un fortĆsimo manotazo a manera de latigazo, los huevos del periodista deportivo se movieron como campanas de iglesia en domingo, haciĆ©ndole estallar en un "GGaahhhhhh!!!!".
El varón se mordió los labios ahogando otro quejido.
"Hoy te tocó suave Héctor, podemos vernos de nuevo si lo deseas... como siempre estoy a tus órdenes papi..."
Paola le besó la mejilla, de repente se inclinó y con rapidez le agarraba los testĆculos, apretando y tirando de ellos con moderada fuerza.
"HHMMMMMM". Fue la expresión de Héctor ante el estrujón que le irradiaba dolor en todo su bajo vientre.
"...Ahora sé un buen chico y cuando termines de sobarte, ayuda a ese pobre hombre". Paola le liberó y señaló al desmayado Carlos. Se comenzó a vestir, en menos de 5 minutos estaba fuera de la habitación... justo en la puerta suspiró y dijo: "Adoro este canal!".
HĆ©ctor recobró fuerzas y avanzó hacĆa Carlos expresando. "Duele... pero valió la pena".
Unos minutos después despertó Carlos, quien de inmediato comenzó a retorcerse en el suelo, Héctor le ofreció una mano amiga, y logró hacerle sentar.
"Con calma amigo, esto duele mucho". Carlos expulsaba espesa baba, por un instante logró ver la mano de su colega sobando sus propias pelotas... Paola tambiĆ©n le habĆa golpeado, el tambiĆ©n pagó su precio. Por supuesto que el dolor de HĆ©ctor solo era una dĆ©cima parte de lo que sentĆa Carlos.
"Es un maldita.... AAuuuu".
"Es el precio que pone... quieres tener a ese mujerón?... Entonces prepara tus bolas para el dolor".
"EstĆ” loca esa mujer... como le va a gustar pegar ahĆ". Sentenció Carlos quien sudaba frio y en cantidades.
"Cada quien tiene sus gustos mi amigo, sólo acepta como es".
El dĆŗo pasarĆa un par de horas sobando sus gónadas y compartiendo opiniones sobre la noche, tanto el divino placer, como el terrible dolor.
Al dĆa siguiente mientras Paola le maquillaba, Carlos trataba de no verla. La dama dedujo con razón que estaba molesto con ella, aquello era normal, a muchos machos no le es grato los golpes bajos.
"Aun te duelen?".
AhĆ replicó Carlos, que parecĆa tener un reclamo en la punta de la lengua.
"Claro que me duelen, me pegaste duro!... te ensañaste con mis bolas!". De alguna forma se mostró algo desahogado tras expresarse.
"Querido, tu sabĆas que habĆa un precio, y aceptaste".
Carlos se mordió los labios, en ese aspecto Paola tenĆa toda la razón, el aceptó revolcarse con ella, sin importar el precio.
"Ya, ya querido, pronto se te pasarÔ el dolor... y el enojo... Sólo recuerda lo que gozaste anoche".
"Lo siento pero no volverƩ a pasar por ese sufrimiento, perdona".
La mujer le acarició con suavidad la mejilla, hubiera querido tocarle nuevamente el bulto entre las piernas, pero habĆa mĆ”s personas en el lugar.
"No digas eso Carlitos, y entérate que me gustaste mucho, estoy a la orden cuando quieras bebé, y si deseas la próxima podemos estar solitos los dos... sólo recuerda el precio que me gusta cobrar a los chicos, Bye".
Paola se retiró justo a tiempo, pues el pene de Carlos dio un leve brinco... a pesar del enojo y dolor testicular, sentĆa excitación por aquella brusca mujer... sacudió su cabeza, diciĆ©ndose:
NO! nada de eso, no quiero volver a sufrir de esa manera... duele demasiado.
Era un conflicto entre los adoloridos huevos y un pene con hambre y que parecĆa ser insaciable... por el momento la prudencia prevaleció... no volverĆa a acostarse con Paola.
Carlos dejó el tema atrĆ”s, debĆa concentrarse en el noticiero que empezarĆa pronto.
Durante la emisión de noticias, Paola apareció en el set de noticias, no era comĆŗn su presencia allĆ; La bustona mujer detrĆ”s de cĆ”maras llamó la atención del presentador, quien se mostró algo nervioso, para su fortuna estaban en la sección de farĆ”ndula y una colega estaba ante las cĆ”maras de momento, Paola le hizo un guiƱo con el ojo, reaccionando el pene de Carlos, quien disimuló cruzando las piernas.
Paola se retiró del sitio con una gran sonrisa y pensando:
Que guapo... a ver cuƔnto aguanta sin buscarme de nuevo.
FIN.
Gracias.
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