REBELDE (1/?): Juguete - Las Bolas de Pablo

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19 ago 2022

REBELDE (1/?): Juguete

      Hola, mi nombre es Jason, Jason Todd, soy un chico twink, rubio, tirĆ”ndole a pelirrojo, de piel lechosa, mido 1.80, espero crecer un poco mĆ”s. Hace una semana cumplĆ­ dieciocho, desde entonces he estado cuestionando mi vida, y es que esta es algo diferente a lo que conoces. No, no es porque yo sea Robin, el asistente de Batman. Si no porque vivo en una realidad un poco extraƱa, demasiado sexual. En mi mundo o eres un abusador alfa, o eres un mero juguete para satisfacer bajos instintos, hasta este momento, yo he sido un juguete.  La mejor forma de explicarlo es contando lo que fue mi dĆ­a. 


   Yo termino de patrullar a las tres de la maƱana, me levanto a las ocho. Lo primero que hago es una hora de entrenamiento de combate con Bruce, Ć©l es un hombre de 34 aƱos, con cabellos oscuros, muy musculoso y alto, mide cerca de 1.85. Durante una hora realizamos sparring de diferentes estilos de pelea. Hoy por ejemplo, luchamos. 


     Bruce vestĆ­a un ceƱido short de licra, yo un short de chĆ”ndal, estĆ”bamos descalzos, con el torso desnudo. Luego de algunos minutos de forcejeos y llaveo, Ć©l consiguiĆ³ colocarse detrĆ”s de mĆ­, abrazarme, aprisionando mis brazos para hacerme un suplex, pero no lo hizo inmediatamente, Ć©l se dio el lujo de restregar su creciente bulto contra mi trasero. Me levantĆ³ y me azotĆ³ contra la lona, en seguida me colocĆ³ en una posiciĆ³n llamada Banana Split. Donde yo quedo con las piernas abiertas y los brazos aprisionados, es una llave de lucha olimpica, de la cual es imposible escapar si quien la aplica es fĆ­sicamente muy superior. AhĆ­ estuve con las piernas abiertas y mi joven paquete expuesto.




    El millonario se dio el lujo de hacer conmigo lo que quiso, me tocĆ³ el pene y mis testĆ­culos, los agarrĆ³ y los apretĆ³, demostrando el dominio que tenĆ­a sobre mĆ­. De a poco fue incrementando la potencia hasta que me hizo gritar y suplicarle que parara.


    —Tienes que mejorar tu resistencia, Jason, vamos, yo sĆ© que aguantas mĆ”s —dijo, en seguida incrementĆ³ la presiĆ³n sobre mis carnosos genitales. 


     Ć‰l tenĆ­a razĆ³n, aunque con lĆ”grimas en los ojos, puede finalmente aguantar la tortura hasta que se cansĆ³, o considerĆ³ que era suficiente. ¿Entienden lo que les digo? Yo soy un juguete para Ć©l. Claro que hay veces durante nuestros entrenamientos, en las que sus genitales de hombre quedan a mi disposiciĆ³n, para que yo los golpeĆ© o apriete, pero tengo prohibido siquiera tocarlos, el dominio que Ć©l ejerce sobre mĆ­ es tal que yo obedezco y me abstengo de daƱar la hombrĆ­a de mi amo. 

Bruce Wayne

     Al tĆ©rmino del sparring, Bruce dijo que debĆ­amos hacer estiramientos. TeniĆ©ndome recostado en el suelo, Ć©l abriĆ³ mis piernas para estirar mi compĆ”s y sobar mis muslos. Estos son ejercicios reales y Ćŗtiles. El Ćŗnico problema es que al acabar, me quitĆ³ el short y mi diminuta ropa interior; levantĆ³ mi cadera y colocĆ³ mis piernas sobre sus hombros para posicionarme. Ocho de cada diez veces lo hace, soy su “maƱanero”, la primera y quizĆ” su Ćŗnica cogida del dĆ­a, ya estoy acostumbrado. Su verga aunque no es larga, es muy gruesa y temo que de tanto uso me haya ensanchado y ya no estar “apretadito”, como dicen. Con Batman he aprendido a contraer los mĆŗsculos de mi recto para ofrecer la presiĆ³n que su miembro necesita, soy un buen pasivo, Ć©l me ha entrenado. 

 


      Mientras me tiene en aquella posiciĆ³n, Ć©l nuevamente sujeta mis bolas, sin ejercer presiĆ³n. Sin embargo, sĆ© que estĆ” por venirse cuando comienza a apretar mis jĆ³venes testĆ­culos, yo grito de dolor, Ć©l exclama de placer, me inunda con su semen y por unos segundos se recuesta sobre mĆ­. Luego de esto, Ć©l sube a baƱarse, vestirse y desayunar. Alrededor de las once llega a trabajar a Empresas Wayne. 


Bruce Wayne

     Yo tengo todo el dĆ­a libre para hacer lo que se me antoje, al medio dĆ­a hago ejercicio, necesito mantenerme en forma, hasta eso le molesta a Bruce. Un dĆ­a me dijo que estaba engordando solo porque mis mĆŗsculos del bajo abdomen se veĆ­an un poco flĆ”cidos, y mi Ć­ndice de masa corporal subiĆ³ a 14, dice que a Ć©l le gusta cogerse a un chico que estĆ© marcado y en forma, que si no mantengo mi buen fĆ­sico, me retirarĆ” su apoyo y dejarĆ© de ser Robin. 


     Nunca lo conocĆ­, no coincidimos, pero me pregunto cĆ³mo hacĆ­a mi predecesor: Richard Grayson, para aguantarlo, o si pasĆ³ por la misma situaciĆ³n que yo, pero bueno, Ć©l ahora vive lejos en otra ciudad y se hace llamar Nightwing. 


    TambiĆ©n soy streamer de videojuegos y tengo mi cuenta de tiktok, no soy un sĆŗper influencer, pero no me quejo. ReciĆ©n, lleguĆ© a 5 mil suscriptores en Twitch, 70 mil seguidores en Instagram y medio millĆ³n en tiktok. Por la noche, alrededor de las ocho, nos toca salir a patrullar, tiene algunos meses que Bruce me permite hacerlo por mi cuenta. Lo malo es que no confĆ­a en mĆ­, me manda a zonas de la ciudad que no son tan peligrosas y me mantiene lejos de los grandes villanos. Lo Ćŗnico que odio de ser Robin, es el estĆŗpido traje: un calzĆ³n verde con botines del mismo color, las piernas descubiertas, una playera roja y una capa amarilla, parezco semĆ”foro. 


    —Tengo dieciocho, Bruce, ¿has notado lo apretado que se me ve todo? Mira como este calzĆ³n hace resaltar mi verga y mis bolas de hombre —dije molesto a mi mentor.


    —¡Claro que lo he notado! AsĆ­ es como me gusta verte. ¿Para quĆ© quieres ocultar esas ricas piernotas? Ni siquiera los ciclistas tienen esos muslos, ni Richard tenĆ­a unas piernas tan ricas. Su trasero, ¡ufff! Pero en piernas, tĆŗ eres por mucho, el mejor —comenta Bruce, terminando de vestirse con su imponente traje de sĆŗperheroe oscuro, el cual sĆ­ cubre todo su cuerpo. 


¿Por quĆ© no sales asĆ­, imbĆ©cil?
   —A ver, ¿por quĆ© no sales tĆŗ solo con la mĆ”scara y capa puesta, un calzĆ³n y botas? TĆŗ sĆ­ sales todo cubierto, no es justo.


    —Yo soy Batman, Jason, necesito la protecciĆ³n que da mi traje. Aunque parezca una simple licra, lo que usas te protege, protege tus Ć³rganos —dice clavando su dedo en mi abdomen—. TambiĆ©n los reproductores—. Baja su mano para agarrar mis testĆ­culos. Todo lo que cubra tu traje no sufrirĆ” daƱo. 


    —AjĆ”, ¿y lo demĆ”s?


    —Pocas cosas me llenan de orgullo como haber creado ese traje tan sensual, no voy a permitir que salgas a patrullar si no lo traes puesto.


    —Nadie me toma en serio, todos los villanos creen que soy su diversiĆ³n: el PingĆ¼ino, me capturĆ³ y me violĆ³; el Acertijo, tambiĆ©n; el espantapĆ”jaros me drogĆ³ y abusĆ³ de mĆ­; Harley Quinn me moliĆ³ los testĆ­culos con su mazo; hasta hiedra venenosa metiĆ³ una gruesa liana por mi culo; el Ćŗnico que falta que abuse de mĆ­ es el GuasĆ³n. Soy el hazmerreĆ­r de la ciudad. Este traje me expone al ridĆ­culo.  


    —No me gusta que cuestiones mi autoridad, Jason. ¿Por quĆ© eres tan Rebelde? —comenta Bruce—. TendrĆ© que castigarte.


    —Solo estoy tratando de razonar. Creo que tengo buenos argumentos.


    —¡ArrodĆ­llate! —ordena Bruce bajando un cierre oculto en su traje gris, a la altura de la entrepierna.


    —¡No! Ya no serĆ© tu juguete —digo manteniendo una mirada retadora.

¡ArrodĆ­llate!
  

—¡Jason! ¡ArrodĆ­llate! —Bruce repite sacando su enorme verga y comienza a frotarla—. No te lo voy a repetir. 


    —¡Dije que no!


    —¡Alfred! —grita Bruce. De las sombras, sin siquiera yo darme cuenta, aparece un hombre esbelto de alrededor de cincuenta aƱos. Sujeta mi brazo, lo lleva a mi espalda, golpea mi rodilla por detrĆ”s para obligarme a arrodillar y me sujeta agresivamente del cabello. 


     —¡Abre la boca! —ordena Bruce. Yo niego con la cabeza. El mayordomo hace una maniobra de tortura en mis dedos que me causa mucho dolor.


    —¡EstĆ” bien! Ya, basta, lo harĆ© —digo con los ojos humedecidos. 


     Abro la boca y Bruce inserta su grueso miembro viril en mi boca. Hace relevo con Alfred, sujetando mi cabello para comandar el movimiento de mi cabeza. Para que termine lo antes posible, coopero con mis labios y la lengua. Ɖl agresivamente presiona mi cara contra su pelvis, hundiendo su pene hasta mi garganta, yo por poco me atraganto. Luego de fijarme en aquella posiciĆ³n, Ć©l continĆŗa moviendo su pelvis hasta depositar su semen directo en mĆ­ traquea. Lo puedo sentir, su glande moviĆ©ndose por su cuenta cerca de mi campanilla por el paladar. Ɖl retira su polla de mi boca y la guarda dentro del traje. 


    —Yo te recogĆ­ de la calle. TĆŗ siempre serĆ”s mi juguete, Jason —comenta Batman—. JamĆ”s olvides cuĆ”l es tu lugar.

 

Al seƱor sƭ lo cubre su traje por completo.

    Quedo a gatas, mirando al suelo con vergĆ¼enza, Bruce parte en el batimovil. Yo me pongo de pie, Alfred ya no estĆ”, no sĆ© cĆ³mo lo hace, parece un ninja, sĆ© que fue agente del servicio secreto britĆ”nico, pero lo que hace es inverosĆ­mil. Me siento furioso, al principio no me molestaba, creĆ­a que asĆ­ es como debĆ­an ser las cosas, que este era mi rol y debĆ­a cumplirlo. Incluso podrĆ­a decir que lleguĆ© a disfrutarlo: El acertijo es muy bueno cogiendo, es ademĆ”s, quien mejor me ha tratado; Hiedra venenosa con su liana llegĆ³ a puntos de placer que ningĆŗn hombre puede alcanzar, me hizo eyacular sin tocar mi pene; Tanto el cuerpo regordete del pingĆ¼ino, como el espigado cuerpo del espantapĆ”jaros me parecen muy sensuales. NingĆŗn villano me ha tratado de una forma tan humillante como mi padre adoptivo, Bruce Wayne.


     Es solo que desde que cumplĆ­ dieciocho, no me siento a gusto siendo el juguete que pasivamente recibe. Yo siento que esa no es mi naturaleza, soy un alfa, sobajado hasta este momento, pero un verdadero macho bravĆ­o follador, y lo voy a demostrar. Voy a penetrar a cada uno de los que me han cogido y mĆ”s, hasta Alfred, quien jamĆ”s me ha follado, lo va a pagar. Lo que mĆ”s voy a disfrutar, serĆ” cogerme al maldito murciĆ©lago. Le demostrarĆ© quiĆ©n de nosotros dos es el jefe. Pero mientras eso sucede, debo adquirir experiencia, jamĆ”s he follado a nadie, mi pene es virgen.


    Salgo en mi motocicleta a patrullar el distrito que se me encargĆ³, es un barrio, donde solo hay bandas de narco-menudistas de poca monta. Para alguien con mi entrenamiento, vencerlos es pan comido. Llevo algunos dĆ­as haciendo una investigaciĆ³n para desmantelar una de estas agrupaciones, mi plan es poner fin a sus operaciones el dĆ­a de hoy. En eso me encuentro cuando escucho a una mujer gritando desesperadamente. En un callejĆ³n abandonado, un tipo enorme y musculoso no solamente asalta a una joven en sus veinte, tambiĆ©n la tiene contra el piso aprisionando sus muƱecas.


    —¡DĆ©jala en paz! —grito y coloco mis puƱos en la cintura en una pose imponente. 


El hazmerreĆ­r


    El asaltante de cabellos oscuros y rizados me mira y me ignora, prosigue con lo que estaba haciendo. ¿Ven lo que les digo? Nadie me toma en serio, soy el hazmerreĆ­r de esta ciudad. 


    —¡Dije: dĆ©jala en paz! —repito enfĆ”ticamente.


    —Vete a casa, niƱo. 


    —¿Acaso no sabes quiĆ©n soy? —pregunto.


    —El adorno de Batman, el inĆŗtil que todos los villanos capturan y golpean —dice el tipo frotando su pelvis contra la de la mujer.


     Molesto por su comentario. En el momento en que el criminal levanta su cadera para abrir su pantalĆ³n y sacar su genitales. Yo lo pateo por detrĆ”s, aplastando sus bolas contra sus pelvis y golpeando tambiĆ©n sus dedos. El tipo queda enrollado en posiciĆ³n fetal al lado de la mujer, quien rĆ”pidamente se pone de pie, toma sus cosas y huye. 


    —¿AsĆ­ que soy un simple adorno? —pregunto confiado, aproximĆ”ndome con las manos en la cintura. 


Macho criminal genƩrico.


     El villano se apoya en las manos y levanta el pie para golpear mi hombrĆ­a. El golpe no surte efecto en mĆ­, Bruce tiene razĆ³n, aunque ridĆ­cula, esta cosa me protege. Estupefacto el criminal pela los ojos mientras me acerco a Ć©l. Es grande, pero no muy Ć”gil, no puede hacer un salto de resorte para ponerse en pie. Me da la espalda para ponerse a gatas y levantarse. En el momento en que eso sucede. Yo lo sujeto de las bolas por detrĆ”s, lo llevo contra una pared y paso mi brazo por su cuello para asfixiarlo. 


    —¿Quieres ver de lo que un adorno es capaz? —digo en su oĆ­do mientras presiono sus expuestos, desnudos y peludos testĆ­culos. Su polla continĆŗa erecta y palpitante, se encontraba a punto de penetrar a aquella mujer. Algo de su lubricaciĆ³n escurre sobre mi mano. Yo froto mi pene contra su desnudo trasero.


    Si bien soy delgado y tonificado, la ventaja es que soy alto, Ć©l y yo medimos lo mismo. La Ćŗnica diferencia entre nosotros es la masa muscular que en esta posiciĆ³n no le ayuda. Por unos instantes, me imagino que a quien tengo entre mis brazos es Bruce Wayne, con mucho coraje y sin contemplaciones, aprieto sus testĆ­culos, no mido mi fuerza, tambiĆ©n presiono su cuello. Pasados unos segundos, cuando vuelvo en mĆ­, noto que el hombre estĆ” gritando lastimeramente, instantes despuĆ©s queda completamente inconsciente. 


    Yo lo suelto y Ć©l se desploma por la pared hasta caer de costado con los calzones y el pantalĆ³n en los tobillos. Lo coloco bocabajo y tiro de su escroto con ambas manos para levantar su trasero. ExtraƱamente, su polla continua gruesa y venosa, al igual que la mĆ­a. Yo bajo mi calzĆ³n verde y saco mis genitales, froto un poco mi pene. Con la cara en el piso, sin saberlo, el criminal es penetrado por mĆ­. 


    En el momento en que siente mi enorme miembro erecto de 22 cm entrar, Ć©l comienza a recobrar la consciencia, pero ya es tarde, yo lo pesco de su par de bolas y extiendo mi pierna para pisar su cabeza y mantenerlo en aquella posiciĆ³n. Agresivamente, sacudo mi pelvis hacia el frente y hacia atrĆ”s. El hombre gruƱe y gime, es mi presa, mi recompensa. Es el primero en sentir mi virilidad en su interior, y no serĆ” el Ćŗltimo. 


   Cierro los ojos e imagino que a quiĆ©n tengo debajo de mĆ­ es Bruce. Al igual que Ć©l, entre mĆ”s crece mi excitaciĆ³n, mĆ”s aumenta la presiĆ³n sobre los testĆ­culos que sostengo en mis manos. Como un reflejo, antes de venirme, tiro de ellos como si quisiera arrancarlos con mi mano, el hombre grita y yo siento mi pene palpitar en las paredes del recto de este criminal de bajo nivel.

    Nos separamos, me pongo en pie y su cadera cae al piso, quedando acurrucado frente a mĆ­, sobando sus bolas. Yo pateo fuertemente su mentĆ³n para noquearlo por segunda vez y lo amarro, para proceder a llamar a las autoridades. SĆ© que Ć©l no dirĆ” nada acerca de que lo violĆ©, no le harĆ­a bien a la reputaciĆ³n de nadie, el ser cogido por alguien como yo: un juguete, un adorno, el hazmerreĆ­r de la ciudad. No es por ser machista, pero serĆ­a el equivalente de ser follado por una mujer, eso avergĆ¼enza a cualquier macho. 


    Resulta ser que el hombre era un asaltante, violador serial, prĆ³fugo de Blackgate, escapĆ³ hace tres meses de prisiĆ³n en una revuelta orquestada por el PingĆ¼ino. Aunque fue una presa de poco valor, Batman me felicitĆ³ aquella misma noche en la baticueva. Dijo que me merecĆ­a un regalo. Por primera vez, Ć©l estaba dispuesto a excitar mi verga con su boca. Yo me neguĆ©, si lo hacĆ­a se darĆ­a cuenta por la cantidad expulsada de semen que ya habĆ­a usado mi miembro viril aquella noche, ademĆ”s este podrĆ­a tener un sabor extraƱo, como a culo.


      Le dije que no tenĆ­a que hacerlo, que era mi amo y que el premio que yo podrĆ­a querer era su verga. Le mentĆ­. Me arrodillĆ© frente a Ć©l y chupĆ© con mucho asco su polla hasta llevarlo al placer y me traguĆ© por segunda vez, en la misma noche, su semen. 

Bruce y la mansiĆ³n Wayne

    No es el momento aĆŗn, para que el murciĆ©lago sepa que yo ya no soy el juguete de nadie, por ahora voy a fingir, hasta reunir el valor y la experiencia suficiente para cogĆ©rmelo. No sĆ© cĆ³mo o cuando, pero al final, Batman serĆ” mi perra, y ese estĆŗpido mayordomo tambiĆ©n. 


_________________________




NOTA: Esta serie por el momento serĆ” quincenal. Tengo muchas ganas de hacerla y muchas ideas en la cabeza, pero no tengo en este momento el tiempo para dedicarme a tener listo un capĆ­tulo semanal. En el prĆ³ximo capĆ­tulo, Jason conocerĆ” a Dick Grayson.

Tengo pensado que sea muy larga y explorar sexualmente a gran parte del "roster" de DC (hombres y mujeres, hĆ©roes y villanos), antes de llegar a la conclusiĆ³n el prĆ³ximo aƱo. No hay una trama compleja como las que suelo elaborar para mis relatos.

La historia es muy simple: Robin tiene que reunir la suficiente experiencia sexual para atreverse a intentar follar a Batman, ¡y ya! Este es un universo cien por ciento porno de superhĆ©roes, espero les guste el concepto.

9 comentarios:

  1. Buena historia, supongo, pero mucha exaltaciĆ³n de la violaciĆ³n no crees? Se que es ficciĆ³n pero tal vez otro tono te ayude a tener mĆ”s variedad de lectores

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    1. Jason tiene muchas cosas por aprender. Si deseas acompaƱarlo en sus aventuras, bienvenido. TambiƩn puedes encontrar en el blog, gran variedad de historias y tonos.

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    2. Ya siƩntese seƱor si se va a estar espantando quƩ hace en un blog de este tipo, vayase a persinar a la iglesia, deje de estar juzgando a otros lectores.

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  2. Gracias por tu historia, me ha gustado bastante! Pero ojalƔ Robin acabe pateƔndole bien las bolas a Batman y dƔndole rodillazos mientras estƔ de arrogante llevando su traje, hasta que eyacule varias veces en sus bat-calzoncillos jajaja

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  3. A mi si me gustĆ³, es excitante y cĆ³mico.

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  4. Me gustĆ³ mucho tu relato, sobre todo porque el flujo de pensamiento de Robin es consistente con las escenas que vas describiendo. Ya ansĆ­o leer el siguiente.

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    1. Hola, muchas gracias. Espero te guste el capƭtulo de este sƔbado.

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