ORIGINAL DE: ZATN
CONTIENE BALLBUSTING VERBAL.
El siguiente relato lo escribà inspirado en un sueño que tuve hace poco, inclusive el improvisado dibujo que verÔn apareció en mi sueño.
Claudia es una mujer de 43 aƱos, quiĆ©n es vendedora de ropa deportiva en un pequeƱo local dentro de un popular centro comercial, es dada a ser buena negociante y no hay dĆa en el que tenga malas ventasā¦
Su secreto en los negocios?⦠La perseverancia ante los clientes, y en una que otra ocasión, el usar sus atributos fĆsicos para llamar la atención; Para Claudia nunca estĆ” de mĆ”s mostrar algo de piel, especialmente con un amplio escote, y es que ella sabe usar lo que hace algunos aƱos se colocó en exceso en sus mamas, y que tanto le ha ayudado en los negocios y en el amor.
Hoy ha visto entrar al centro comercial a una pareja de adolescentes tomados de la mano, un chico vistiendo uniforme de futbol y de seguro su novia, quien viste jeans y blusa⦠Ambos entre los 16-17 años, vienen de compras.
La pareja se separa, al parecer la novia toma rumbo a sitios de ropa Ćntima, mientras el novio quien sólo vino a hacerle compaƱĆa curiosea por allĆ. Claudia observa la entrepierna del joven⦠de inmediato toma papel y bolĆgrafo⦠se le ha ocurrido una idea de cómo venderle algĆŗn producto a ese joven.
āMuchacho acĆ©rcate!ā.
El joven de nombre Federico, intrigado por el llamado ingresa al pequeƱo local de la vendedora.
La vendedora habĆa sacado de su estanterĆa el mĆ”s costoso protector genital que tenĆa y lo ofrecĆa al joven.
āNo gracias seƱora⦠sólo estoy viendoā. El chico se mostró incomodo ante lo que le era ofrecido. Claudia de inmediato se percató que en realidad el chico āsolo estaba viendoā, pero viendo con disimulo su escote⦠Era muy obvio que como a todos los hombres, Claudia habĆa llamado la atención del joven con su busto⦠Pero como no lograrlo, si tenĆa demasiada silicona, y frente a este muchacho -fingiendo amabilidad- la mujer le exponĆa desvergonzadamente lo que deseaba fuera visto por Ć©l.
āVamos... se te nota que usas protectores... Pero de que marca usas?... CariƱo, compra este protector⦠es de un precio inmejorable!ā.
āNo seƱora, se ha equivocado yo no uso eso, de hecho nunca he usado unoā.
āEntonces no llevas uno puesto ahora mismo?ā. Claudia sabĆa que no estaba usando uno, pero si tenĆa un buen bulto entre las piernas, y eso fue lo que desde un inicio llamo la atención de la pervertida vendedora... ahora usarĆa ese aspecto para halagar al joven y conseguir la venta.
āYo no tengo puesto nadaā¦ā.
āWow!, Muchas felicidades... Entonces tienes el pene y las pelotas grandesā.
āSeƱora!ā. Federico estaba abrumado ante lo dicho; Ćl era un joven abierto socialmente y tenĆa buena experiencia con chicas, pero ante esta madura, descarada e imponente mujer, el muchacho se veĆa muy inseguro y apenado⦠Algo que notaba Claudia y que la impulsaba a seguir arrinconando al chico.
āOh me disculpo cariƱo, a veces soy muy indiscreta y hablo de mas, Jajajajaā. La mujer centro los ojos en el paquete del joven.
Con la mirada de Claudia casi desnudÔndolo, el muchacho se cubrió la entrepierna con las manos.
Federico se sonrojo⦠él era dueƱo de unos buenos genitales, pero si bien le hacĆan algo de bulto, no pensó que alguien se lo harĆa saber tan de frente.
āā¦SeƱoraā¦que dice, no hable asĆā¦ā.
āNo seas tĆmido, deberĆas estar feliz de que tengas algo que mostrar, Jajaja, pero ya en serio, debes comprar un protectorā¦. es algo indispensable para un joven como tĆŗā.
Claudia tomo una tarjeta y se prestó a leerā¦
āCariƱo, AdemĆ”s dĆ©jame contarte algo sobre este maravilloso producto:
Los protectores de este modelo, son mejores que los que se veĆan antes, cubren mĆ”s la superficie inferior de los testĆculos y se ajustan para bajar aĆŗn mĆ”s en el perineo, eso es una mejora con respecto a los modelos anteriores.
Este protector esta hecho de un polĆmero plĆ”stico de 5ta generación, el cual es bastante duro pero a la vez posee algo de elasticidad, lo que permite la absorción parcial del golpe, sin transferir impacto a la zona genital masculinaā.
El joven quedo sin palabras, pero seguĆa sin querer comprar nada, solo permanecĆa en el local por lo intrigante de la madura mujer y su descarado escote.
āAsĆ como oyes⦠es un producto de calidad y totalmente seguro para los genitales de los chicosā.
āGracias seƱora⦠pero⦠la verdad no estoy interesadoā.
āQuerido, por tu ropa practicas el futbol⦠y es un deporte de contacto, como el boxeo o el karate, puede haber lesiones en esa Ć”rea⦠que tal un balonazo o una patada que te den en las huevas⦠Dios no lo quiera te pueden hacer un daƱoā.
āEsas cosas a veces pasan seƱora y no creo necesitarlo⦠tampoco espero que me ocurra algo tan graveā.
āPero porque arriesgarte, son tus huevos, y eso para los chicos es muy importanteā¦sobre todo a tu edadā.
āA mi edad?ā.
āClaro, los jóvenes vaya que usan bastante āEn privadoā lo que guardan allĆ abajoā¦sobre todo si tienes una novia, y la vi cuando entrasteā.
Federico seguĆa avergonzado de oĆr a esa mujer, era cierto lo que decĆa⦠sobre todo eso Ćŗltimo sobre Ć©l y su novia, pero ya la situación era demasiado extraƱa e incómoda⦠AsĆ que dio media vuelta con intención de irse, pero Claudia le tomó del brazo.
āEspera⦠tambiĆ©n hay otro motivo para usarlo⦠y es que tienes una novia adolescente!, y no me refiero esta vez a la intimidadā.
Lo dicho por Claudia intrigó a Federico: āA quĆ© se refiere?, que tiene que ver que ella sea adolescente? Ambos lo somosā.
āVi a tu novia, y es linda, pero es de tu edad y eso es un problema para tus pelotasā.
Ahà le enseñó un dibujo, ante lo que Federico se muestra algo impresionado, pero a la vez confuso.
Claudia acababa de hacerlo apenas vio al chico, pero dijo que era un dibujo hecho por su sobrina adolescente. y que ella lo habĆa conservado pues representaba algo que ocurre comĆŗnmente entre chico de su edad.
NOTA: ESTE āmalā DIBUJO ES EXACTAMENTE COMO LO VI EN MI SUEĆO.
āAl parecer es lo que mi sobrina piensa a diario, Jajaja⦠Hasta el muƱequito se parece a tiā. Mentalmente se dijo:
- Se parece pero en lo grande que debes tener las bolas.
āSólo mira esas bolas que pintó, vaya muƱequito dotado, Jajajaā.
Federico dudo en preguntar, pero lo hizo: āNO entiendo que quiere decirme con este dibujoā.
āNo te hagas!, en la adolescencia muchas mujeres hemos golpeado las bolas de los chicos, de hecho, es la Ć©poca de nuestra vida donde mĆ”s intentamos pegarles allĆ abajo⦠es casi como una moda a esa edadā.
Lo narrado por la vendedora era intrigante, e incomodaba demasiado a Federicoā¦esa bustona mujer hablaba con el sobre golpes bajos, con una naturalidad impresionante.
āUstedā¦usted ha golpeado ahĆ abajo?ā.
āCariƱo, de adolescente pateĆ© muchas bolas⦠parecĆa futbolista!, Jajaja, los chicos me tenĆan miedo, Jajajaā.
Federico puso cara de dolor al pensar en lo que hizo sufrir a diversos varones en su Ʃpoca.
āā¦Pero despuĆ©s ya se vuelve una mĆ”s madura y deja de pegar allĆ⦠Por supuesto a menos que sea estrictamente necesario⦠como si te agreden y esas cosasā.
āEntiendoā.
āPero tu novia es adolescente, y seguro ya te ha pegado ahĆ, verdad?ā.
El chico se mostraba inseguro, Claudia lo veĆa desviar la mirada, al parecer era cierto lo que le preguntaba.
Federico finalmente respondió:
āUna vez sĆ lo hizoā.
āVez como por tener una novia adolescente estĆ”n en mayor riesgo tus pelotas⦠y cómo fue?, en que momento te pegóā.
Federico con la mirada baja respondió a esa excesivamente curiosa mujer.
āFue un rodillazo... estĆ”bamos en un sillón y en un jugueteo... ella me cayó encima y⦠me dio!, Pero la verdad esa vez fue sin culpaā.
āSin culpa?, eso no me lo creo⦠DĆ©jame adivinar, un dĆa antes o unas horas antes se habĆan peleado noā¦?
āSi⦠como supo?ā.
āā¦Y luego se arreglaron⦠seguro que te pareció raro que te perdonara tan rĆ”pidoā.
āEehhā¦siā.
āChico, ella se vengó con ese golpe bajo⦠esperó el momento indicado, y te hizo sufrir para castigarte por el pleito previoā.
Federico se evidenciaba sorprendido, nunca habĆa pensado en aquello de esa forma, pero la vendedora siendo mujer, entendĆa bien a su gĆ©nero y el cómo actuaban, asĆ que parecĆa ser cierto lo que su novia le habĆa hecho.
Ante el aparente letargo del muchacho, Claudia le dio palmada en los testĆculos, a pesar de no aplicar fuerza, los dedos de la mujer impactaron en la parte inferior del escroto del joven, con rapidez y precisión⦠el leve pero repentino dolor, hacen que el joven se doble por un instante:
āAAuuuuu!!... Porque hizo eso?ā.
Federico sentĆa algo de ardor en su escroto, Puso mĆ”s dedicación a cubrir su entrepierna.
āVaya... eres muy sensible, solo fue una palmadita y mira como reaccionaste⦠Lo vez!, necesitas el protector⦠Y mucho!ā.
āNo haga otra vez eso seƱoraā¦ā. Dijo casi suplicante el joven.
āCuando te pegó tu novia⦠Por Dios!, debiste sufrir mucho cariƱo⦠Los huevos han de haberte dolido bastante ratoā.
Federico se quedó mĆ”s de un minuto en la misma posición, y cubriendo su hombrĆa.
A pesar de los intentos de la vendedora, Federico no daba seƱas de acceder a la comprar, AsĆ que Claudia volvĆa a insistir:
Ante el acoso de la vendedora, que casi se lo querĆa colocar ella misma sobre la pantaloneta, Federico tomó el protector, alejó un poco a la mujer, y se lo puso sin mĆ”s demoras.
āEste es el de mayor talla que tengo, desde que te vi, sabĆa que la talla promedio te quedarĆa estrecha e incómodaā.
El chico una vez mƔs se sonrojaba.
āVamos pruĆ©balo⦠no se va a romperā.
Federico comenzó a golpear con su puño suavemente en el protector. Tac...Tac...Tac.
De repente Claudia le toma de los hombros, y el dio un fuerte rodillazo en la ingle.
Con gran fuerza la rodilla de Claudia se hundĆa en la entrepierna masculina, su rotula chocó con energĆa contra el duro plĆ”stico protector; El dispositivo rechazaba la rodilla de la mujer, mientras una vibración intensa se propagaba por todos lados, pero manteniendo a salvo el delicado contenido gonadal.
Federico retrocedió y se encorvó un poco.
āNo me digas que te dolió, porque no te creoā.
āNo, no me dolió, solo sentĆ el impacto⦠me protegió bienā.
āVez!, este es un buen producto!⦠De no haberlo tenido puesto, estarĆas en el suelo Readoloridoā.
āEso sĆā.
Federico se retiraba el protector y a la distancia pudo ver a su novia, azorado se prestó a salir para encontrarse con ella.
Claudia logro darse cuenta de la chica a lo lejos, Eso significaba que se le acababa el tiempo para convencer al comprador⦠Una última y desesperada idea le vino a la cabeza.
āVeo que ya viene tu chica... pero compra el protector, si lo usas bien tus bolas estarĆ”n sanas, y a futuro podrĆ”s embarazarla⦠A ella, o a la chica con la que estĆ©s y decidas tener familiaā.
El tema tomo una vez mƔs por sorpresa al joven.
āE⦠Embarazarla! ā¦ā
āClaro que no a esta edad, pero algĆŗn dĆa⦠Por que con estos!...ā.
Claudia estiro la palma y con sus dedos palpó los testĆculos de Federico, quien quedó inmóvil de la impresión⦠la mujer con suavidad acaricio los huevos del joven sobre la pantaloneta⦠En su mente se sorprendió, confirmaba lo que a simple vista dedujoā¦
Este chico tenĆa grandes los testĆculos. Le continuó diciendo:
ā⦠Porque con estos!⦠puedes embarazar con seguridad a cualquier mujerā¦ā.
El pene de Federico reaccionó, notÔndose su importante tamaño en la pantaloneta.
āVaya muchacho!, la tienes grande!ā. Expresó Claudia algo asombrada.
La vendedora se vio tentada a tocarle el miembro, pero la voz del joven la detuvo:
āAhĆ viene mi novia⦠Por favorā¦ā. Fue casi una sĆŗplica del chico para que la mujer le dejase de tocar las bolas.
Claudia retiró la mano y se alejó de Federico, la novia habĆa reconocido a su novio a distancia y venia hacia el localā¦
ā¦El muchacho viĆ©ndola tan cerca, entrecruzo las piernas escondiendo la erección, su mente estaba confundida⦠el que esa mujer le tocara las bolas lo dejó caliente, pero su novia estaba a unos metros, y reaccionó⦠Agitado salĆa del lugar a encontrarse con ellaā¦
Justo en la entrada volteó y con la cara sonrojada se despidió de la vendedora:
āAdiós seƱoraā¦ā.
La novia y Federico tomaron rumbo a la salida; Claudia se sintió un poco mal por la no venta, pero algo le decĆa que no todo estaba perdidoā¦
Por un instante, se miró la mano y recordó lo que toco con ella⦠expresó entre dientes:
āUhmmmā¦Vaya par de huevotesā¦ā.
A cierta distancia Federico se detuvo, le hablo a su novia al parecer para que le esperara un momento, y regresó a toda prisa al puesto de Claudia.
Apenas ingresó el chico dijo: āSeƱora⦠llevarĆ© el protector!ā.
Una nueva venta realizó la sonriente Claudia, para quien aquel no fue un negocio cualquiera⦠Con el producto empacado, la mujer le daba una tarjeta publicitaria del local, pero con su número telefónico privado escrito en esta.
El chico se despedĆa y Claudia le hacĆa un guiƱo con el ojo: āLlĆ”mameā¦ā.
Fin.
Gracias.
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