-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
Lucas habĆa logrado desarrollar una buena relación con sus otros hermanos, seguramente porque tenĆan edades contemporĆ”neas o porque tenĆan mĆ”s de una cosa en comĆŗn.
Los tres hermanos (medio hermano en el caso de Lucas) estaban charlando y bromeando mientras tomaban cerveza en la entrada de la casa de Héctor y Sergio hasta que fue el último quien gritó:
āĀ”VehĆculo azul! āy golpeó con los puƱos las huevas de HĆ©ctor y Lucas al mismo tiempo.
Tanto Héctor como Lucas soltaron gritos de sorpresa, y se doblaron mientras Sergio se carcajeaba reduciendo los gemidos de los hijos de Gaspar Chacón.
āĀ”Ya! Deja āgruñó Lucas, agarrando sus pelotas y haciendo una mueca de dolor.
HĆ©ctor bebió cerveza mientras dejaba de reĆr el profundo dolor subĆa de sus regordetes cojones al abdomen.
āSi me sigues pegando no serĆ© capaz de darles sobrinos ādijo haciendo una mueca de dolor. Miró a Sergio.
āIgualmente no los vas a tener, marica āse rió Sergioā. EstĆ” comprobado que nuestros testes son resistentes aunque frĆ”giles como el cristal y Lucas nos explicó el por quĆ©. Esa falla rara en el ADN de los machos Chacón.
Héctor suspiró mientras masajeaba la protuberancia de su entrepierna con la mano.
āĀæConsultaste con el tĆo Marcos para saber si nos recibirĆ” en su casa una temporada? āpreguntó.
āBueno⦠aĆŗn no lo he hecho āconfesó Lucas rascĆ”ndose la cabezaā. Creo que el tĆo estĆ” teniendo problemas con su esposa segĆŗn lo que me han contado sin embargo estoy seguro que los recibirĆ” para conocerlos.
Sergio tomó un trago su lata de cerveza seguidamente ordenó a su hermano mayor que buscara la nueva ronda para ellos.
āĀ”Es tu turno, marica! Queremos mĆ”s cerveza.
Héctor gruñó y se levantó ajustÔndose la entrepierna. Se acercó a Sergio que estaba apoyado contra las escaleras de la casa, con una gran sonrisa en la cara.
Héctor se paró frente a Sergio, colocó sus manos detrÔs de su cabeza y abrió las piernas.
āSi soy capaz de no doblarme con una patada en las bolas irĆ”s tĆŗ a buscar la cerveza, tonto ādijoā, sino yo buscarĆ© las próximas tres veces.
āMe gusta tu propuesta āse rió entre dientes antes de llevar su pie contra la entrepierna de HĆ©ctor. Su bota conectó con las bolas de HĆ©ctor y las clavó en su cuerpo, haciĆ©ndolo toser y colapsar en el suelo, agarrĆ”ndose la entrepierna.
Sergio rugió de risa señalando a Héctor que estaba retorciéndose en el suelo, gimiendo de dolor.
āAhora ve a buscar todas las cervezas y una bolsa de hielo para tus horribles testes.
Héctor dejó escapar un gemido.
āVamos, tonto, Lucas y yo estamos resecos āSergio se rió, juguetonamente golpeando el trasero de HĆ©ctor con la punta de su bota.
Héctor gimió. Se levantó y salió de la entrada cojeando y con la cara arrugada sintiendo un punzante dolor a ambos lados de la cadera.
Regresó en poco tiempo entregando las bebidas a sus hermanos y colocó la frĆa botella en su entrepierna. TenĆa el rostro pĆ”lido.
Lucas y Sergio se estaban riendo a carcajadas.
Héctor lo miró de solasyo deseando una justa venganza.
Pero todo pareció que habĆa quedado en el olvido y siguieron bebiendo y charlando tonterĆas hasta que un automóvil pasó a toda velocidad por la calle.
āĀ”VehĆculo azul! āgritó Lucas con entusiasmo golpeando con los puƱos las entrepiernas de Lucas y HĆ©ctor.
Sergio fue bruscamente sobresaltado escupiendo un lote de cerveza por el dolor agudo en sus huevos y dejó escapar un gruñido molesto.
Héctor gritó de dolor.
Lucas se rió a carcajadas.
Una hora mƔs tarde, los tres estaban mƔs borrachos, bebiendo cerveza tras otra.
Sergio puso los ojos en blanco y abrió tres latas de cerveza, entregÔndoles a Lucas y Héctor.
Lucas tomó un gran trago. Divisó un vehĆculo que pasó acelerado en la esquina de la calle.
āĀ”VehĆculo azul! āgritó y golpeó duro las huevas de HĆ©ctor.
Héctor tosió y se dobló. Su cerveza cayó al suelo, derramando su contenido.
Sergio se rió acompañado de Lucas.
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