El gato en la arena de pelea (4/4): lucha de parejas - Las Bolas de Pablo

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21 abr 2018

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El gato en la arena de pelea (4/4): lucha de parejas

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CONTIENE:
-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE

   Pablo habĆ­a aceptado una revancha contra "El baby face" que lo venció en el Ćŗltimo combate que tuvieron en guerreros de la arena. Pero a petición del dueƱo de la empresa esta se iba a hacer en parejas. David indicó que ayudarĆ­a a Pablo en el encuentro y llegado el momento de dar su nombre en la empresa Sebastian negó:



   ā€”Lo siento, Pablo, pero soy yo quien te asigne un compaƱero. Y hay uno que quiere luchar a tu lado desde hace mucho tiempo.

   ā€”ĀæPero quĆ© dices, SebastĆ­an? Hay libre elección.

   ā€”Pablo, hay un joven que es tu fan y me propuso que la pelea se hiciese en parejas por eso te quiere acompaƱar es una idea divertida.

   ā€”ĀæDe quien se trata?

   ā€”Pues es… —Sebastian comenzó a hojear entre sus papeles—. AquĆ­ estĆ” su nombre es Erick.

   Pablo dobló la cara sin apreciarse si su gesto era de sorpresa o fastidio.
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   Cuando llegó el dĆ­a de la pelea Pablo asistió a la arena con el musculoso cuerpo al aire y una ropa interior naranja que se adherĆ­a a Ć©l como una segunda piel que hacĆ­a muy poco por ocultar sus genitales.

   David estaba entre el pĆŗblico vitoreando y aplaudiendo. En un principio se molestó de que otro hombre combatiera al lado de Pablo pero lo supo aceptar.

   ā€”Ganaremos —afirmó Erick con una sonrisa guiƱƔndole un ojo a Pablo—. Es un honor luchar al lado del gato. Tu esposo debe ser feliz de vivir contigo, ya me lo imagino besando tus bolotas.

   Pablo sonrió al guapo muchacho que era alto y de facciones atractivas y cabellos desaliƱados. Solo usaba un calzoncillo vinotinto que contrastaba con su tez clara.
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   Pablo contempló a su rival que lo derrotó la Ćŗltima al golpearle tan duro en los testĆ­culos que por primera vez pensó que se los habĆ­an roto. Su rubio y fornido enemigo comenzó a saltar en el aire con los puƱos apretados, con el movimiento sus bolas se movieron en su ropa interior azul.

   El acompaƱante de su rival era un grueso negro que tenĆ­a un speedo color, se apretaba el bulto con una mano parecĆ­a que su polla era tan gruesa como una lata de cerveza.

   Ā«Estamos jodidosĀ» pensó Pablo. Miró a Erick y Ć©ste se mostraba optimista aunque habĆ­a pensado algo parecido.

   ā€”Listos para comenzar? —preguntó el anfitrión de la pelea. Todos los oponentes dieron distintas afirmaciones.

   Los cuatro hombres semidesnudos se rodearon el uno con el otro, dirigiendose miradas con la esperanza de arruinar al oponente. Sus pollas estaban duras dentro de sus ropas: La polla de Pablo estaba estirando la tela de su ropa interior y la del Baby Face (FB desde ahora) alzaba su calzoncillo.

   Se dio el inicio del combate y cada uno fue por su seleccionado rival.

   Erick de inmediato fue inmovilizado por una dura patada en los huevos cuando el pie descalzo del negro chocó perfectamente con sus redondas gónadas haciendo que sus ojos se abultaran.

   Pablo lo miró preocupado mientras se doblaba lentamente con el rostro torcido de dolor. Decidió concentrarse en la pelea.

   FB se abalanzó sobre Ć©l, golpeando con su cabeza los testĆ­culos de Pablo, haciĆ©ndolo toser y gemir de dolor.

   Otra vez el enemigo levantó la cabeza contra las pelotas de Chacón.

   Pablo dejó escapar un largo gemido y levantó la rodilla, chocĆ”ndola contra la cabeza de FB y haciendo que tropezara hacia atrĆ”s.

   Pablo recuperó el equilibrio y lanzó una poderosa patada entre los muslos de FB, rebotando sus huevos con fuerza aplastĆ”ndolos contra su cuerpo.

   ā€”Ā”Owwwwwwww!

   Ambos se quedaron doblados, agarrando sus bolas.

   Las manos de Pablo estaban enterradas dentro de su ropa interior blanca.

   MĆ”s allĆ” de esa habitación resonó un fuerte grito cuando Erick recibió un rodillazo que crujió sus testĆ­culos.

   Cayó al suelo doblegado de dolor, su negro rival emitió una risa arrogante y se inclinó sobre Ć©l agarrĆ”ndolo de los pies, separando sus piernas.

   Los ojos de Erick se agrandaron cuando el negro levantó el pie y pisoteó sus cojones con su peso aniquilador y aplastante. Erick gimió lastĆ­meramente.

   El negro torció el pie pulverizando las gónadas de Erick.

   La cara de Erick estaba contorsionada del dolor, y gritaba como si lo estuvieran matando.

   El negro se detuvo y despuĆ©s se subió sobre un pie pisando las gónadas.

   La voz de Erick se quebró. Desesperado, intentó apartar el pie de sus huevos, gritando y chillando en agonĆ­a.

   El pie izquierdo del negro reposaba en el aire, y su peso corporal descansaba Ćŗnicamente sobre su pie derecho, con las pobres bolas de Erick aplastadas por debajo.

   Finalmente, el negro bajó de las pelotas del muchacho. Y echó el pie hacia atrĆ”s y lo envió aplastando las huevas indefensas de Erick, golpeĆ”ndolas con ​​precisión.

   Erick soltó un gemido angustiado acurrucĆ”ndose en posición fetal.

   Pablo que estaba absorto mirando la escena con el pito parado fue levantado por una dura y despiadada patada desde atrĆ”s. Cayó sobre sus pies congelado y con la cara pĆ”lida.

   FB estaba detrĆ”s de Ć©l agarrando todavĆ­a sus testĆ­culos, no perdió el tiempo y le dio una patada en sus huevos por detrĆ”s.

Pablo aulló de dolor, retorciéndose en el suelo. Rodó hacia adelante y hacia atrÔs, jadeando y gimiendo.

   DirigiĆ©ndonos a Erick Ć©ste vio su oportunidad de doblegar al negro cuando se limpiaba el sudor de la cara. Empujó ambos pies contra la entrepierna del negro. Sus talones levantaron las dos bolas aplastĆ”ndolas contra su cuerpo.

   Los ojos del negro se hincharon y dejó escapar una tos seca.

   Erick sonrió dĆ©bilmente a travĆ©s de su propio dolor antes de seguir con una fuerte patada que aterrizó justo en el blanco, golpeando las gónadas del negro haciĆ©ndole tropezar hacia atrĆ”s mientras gritaba de dolor, agarrando sus bolas maltratadas.

   Lentamente, Erick se levantó. Era obvio que los golpes contra sus bolas habĆ­an pasado factura. Fue cojeando hacia el negro agarrando sus bolas con una mano.

   El negro estaba saltando de arriba abajo, gimiendo de dolor. Y Erick envió una patada entre los muslos del rival. Su pie descalzo conectó con las manos que estaban agarrando los testĆ­culos.

   El negro dejó escapar un grito de angustia y se dobló de dolor.

   MĆ”s allĆ” tanto Pablo como FB estaban gritando de dolor. Las puntas de los dedos de FB se clavaban en los frĆ”giles huevos de Pablo. Estaba apretando fuerte, tan fuerte como si pudiera hacer pasta con sus huevos.

   Al mismo tiempo, Pablo estaba haciendo lo mismo con las bolas de FB.

   ā€”Ā”SuĆ©ltame, hijo de puta! —gritó Pablo, retorciendo el escroto de FB.

   FB carraspeó de dolor, y le devolvió a Pablo el mismo apretón retorciendo y aplastando sus bolas entre los dedos.

   Un minuto se convirtió en dos, luego tres, despues cuatro, ya que ninguno de los dos estaba dispuesto a darse por vencido. Continuaron aplastĆ”ndose los cojones con toda la fuerza que pudieron reunir, mientras que el dolor candente irradiaba a travĆ©s de sus cuerpos.

   Tanto la polla de FB como la de Pablo estaban duras como piedra, apretadas contra sus cuerpos, sus puntas brillaban con lĆ­quido preseminal.

   Pablo tiró con fuerza hacia abajo, causando que la polla de FB se contrajera mientras chillaba en agonĆ­a, tomando represalias con un cruel tirón que hizo palpitar su propio pene.

   Sus erecciones se movĆ­an violentamente, filtrando lĆ­quido preseminal que goteaba al suelo.

   De repente, sin previo aviso, Pablo y FB lloraron de dolor echando la cabeza hacia atrĆ”s, pero se aferraron a las bolas de su oponente y apretaron tan fuerte como pudieron mientras sus pollas disparaban enormes chorros de esperma que los salpicaban a ambos de pegajoso y cremoso semen.

   Chorro tras chorro cremoso estalló de las pollas mientras retorcĆ­an sus bolas como si estuvieran tratando de exprimir hasta la Ćŗltima gota de esperma de ellos. Con semen volando por todas partes, cubriendo sus cuerpos sudorosos.

   FB gritó.

   Pablo gruƱendo retorció el par de gónadas.

   FB chilló clavando la punta de los dedos en las bolas de Pablo.

   Pablo gritó de dolor y renovó la presión sobre las bolas drenadas de FB.

   Ambos se miraron a los ojos, con sus manos firmemente envueltas alrededor de los testĆ­culos vacĆ­os del otro.

   ā€”Ā”ME RINDO! —gritó eufórico FB.

   Los dos se soltaron y cayeron al suelo, sosteniĆ©ndose las bolas.

   FB gemĆ­a de dolor.

   Pablo pataleaba en el suelo con ambas manos enterradas en sus gónadas.

   Al otro lado del escenario el negro entregaba una poderosa patada a Erick que lo hizo volar por el aire y caer derrotado y chillando al suelo.

   DespuĆ©s de todo Pablo terminó su paseo por Gerreros de la arena de manera victoriosa.

   ā€”No creo que regrese —confesaba mĆ”s tarde a David cuando estaban en el camerino y tenĆ­a una bolsa de hielo en la entrepierna—. Aunque nunca se debe decir no.

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