Durante el viaje de Israel - Las Bolas de Pablo

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17 abr 2015

Durante el viaje de Israel

CONTIENE:
-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
   Luego de una ardua preparaciĆ³n Israel pudo ganarse el segundo lugar como representante a una competencia internacional de nataciĆ³n. Por ello viajĆ³ acompaƱado de Adam (su peor enemigo) y otro deportista hacia Alemania.
   El trĆ­o de hombres compartirĆ­an habitaciĆ³n, un salĆ³n pequeƱo dividido por una sala, una habitaciĆ³n con tres camas separadas y un baƱo para todos.
   Llegaron en horas del mediodĆ­a, conocieron la ciudad y la sede de la piscina donde iban a realizar las 5 pruebas en las siguientes semanas.
   Descansaban exhaustos en aquella temprana hora de la noche. Adam leĆ­a un libro de polĆ­tica en su cama, el otro muchacho, Francisco, se mostraba soƱoliento sobre la cama, e Israel...
   —¡JA,JA,JA! —estallĆ³ en risas Adam al ver a semejante dios griego con un licra ajustada a la parte inferior del cuerpo.
   No en vano le hacĆ­a notar muy bien pues se pegaba a sus muslos grandes de nadador y se abultaba a la entrepierna formando un exuberante relieve carnoso. El trasero lucĆ­a redondo y parado. El pecho desnudo y olĆ­a a jabĆ³n de ducha.
   —que ridĆ­culo —catalogĆ³ Adam
   —¿ridĆ­culo? Tu novia no decĆ­a lo mismo cada vez que me la pegaba al pene.

  —¡eres un hijo de perra! —Adam dejĆ³ el libro a un lado para salir de la cama e ir a golpear a Israel, pero Francisco pudo evitarlo al sostenerlo de brazos.
   —tranquilos muchachos, no debemos pelear. Tenemos que concentrarnos para ganar a partir de maƱana.
   —pero este perro violĆ³ a mi novia —casi lloraba Adam, mientras Israel lo provocaba haciendo movimientos sugestivos con la cadera—. Eres un malnacido.
   —tu novia me fascina. ¿Te contĆ© que me encanta el lunar que tiene cerca de la vagina? Siempre se lo lamo.
   Adam se batiĆ³ en el aire y Francisco luchaba para sostenerlo:
   —calmate Adam ¿no sientes que lo dice para fastidiarte?
   Adam lo mirĆ³ con odio, mientras Israel bostezaba, entonces el hombre moreno relajĆ³ el cuerpo.
   —OjalĆ” te mueras, Israel.
   El nadador riĆ³ y se metiĆ³ en la cama.
   —¿te puedo soltar? ¿estarĆ”s quieto? No vengo de tan lejos para verlos pelear o para perder.
   —suĆ©ltame. EstarĆ© bien.
   Adam se quedĆ³ tranquilo, mientras Israel ya envuelto en las colchas se quitaba el ajustado atuendo y muy probablemente desnudo girĆ³ hacia la pared para intentar dormir. Francisco se alejĆ³ de Adam y regresĆ³ a su cama, en poco tiempo se durmiĆ³. Adam se vio obligado a apagar la lampara, pero demorĆ³ horas en olvidar su ira y dormirse.
...
   A la maƱana siguiente Israel dormĆ­a plĆ”cidamente, pues, el viaje del dĆ­a anterior agotĆ³ todas sus energĆ­as, pero, una mano furtiva le quitĆ³ de manera lenta la cobija, hasta que bajĆ³ a sus muslos.
   "AsĆ­ que duermes desnudo desgraciado" pensĆ³ Adam.
   Israel dormĆ­a boca arriba, con las piernas muy abiertas... su pene estaba flĆ”cido pero largo como una salchicha alemana, blanca y con unas venas que ornamentaban su desnudes. Sus cojones llenos de esperma reposaban caĆ­dos entre sus muslos, envueltos en un escroto de piel arrugada y vulnerable. Se habĆ­a depilado para la competiciĆ³n.
   Adam rabioso estrellĆ³ los nudillos en aquellas orbes parecidas a 2 huevos de gallinas.
   —¡AAAARRGGGG! —gritĆ³ Israel despertando sobresaltado de un tranquilo sueƱo, sintiendo el contundente golpe sobre sus testĆ­culos—. Fran, Fran... ayu... ayudame.
   —Francisco no estĆ” aquĆ­, pelotudo. AsĆ­ que ya veras que te sucede cuando se meten conmigo. Pero creo que eres un maricotas, porque te gusta que yo te joda —enseguida lo agarrĆ³ de las pelotas y empezĆ³ a retorcer las manos.
   —¡No, por favor no! AAAAAAARRRRGGG —Israel se retorcĆ­a como lombriz en la cama agarrando de las muƱecas a Adam.
   —Mala elecciĆ³n meterte conmigo. Y haberte acostado con mi novia. La muy perra, siempre pagĆ³ por esa traiciĆ³n —relataba apretando duro el escroto y girĆ”ndolo como un pomo, Israel se asfixiaba.
   El nadador hijo de Marcos ChacĆ³n gritĆ³, mientras Adam continuaba aplastando las gĆ³nadas, sin importarle los aullidos dolorosos. El rubio arqueĆ³ la espalda localizando en la mesa de noche un adorno de madera, que no dudĆ³ en coger y estampar en la frente de Adam que retrocediĆ³ con el impacto. Enseguida se doblĆ³ agarrĆ”ndose las bolas heridas, mientras que Adam surgiĆ³ sobre su espalda como un monstruo. TomĆ”ndolo del hombro para tirarlo al suelo. Israel cayĆ³ pesadamente y se golpeĆ³ la cabeza, soltĆ³ un quejido agarrĆ”ndose la nuca, pero Adam volviĆ³ a adueƱarse de sus pelotas arrancĆ”ndole otro grito lastimero.
   —¡ADAM POR FAVOR! —suplicĆ³, cada mĆŗsculo de su cuerpo estaba tenso intentando desesperadamente de alejar la mano aplastante de los testĆ­culos—, Aaagh Aaaaarrrrgggggg AAAAARRRTGGGHHHHHH.
   —no te ha quedado en tu cerebro lleno de mierda que conmigo nadie se mete. Y menos tĆŗ. Pelotudo hijo de perra —se burlaba Adam retorciĆ©ndole los huevos, que en sus manos tronaban.
   —aaaaayyyyy, COBARDE.
   —el cobarde eres tĆŗ. Que por creer que por tener una carita bonita, cojeras a cualquiera. MaricĆ³n. Tus bolas son endebles —dijo y dejĆ³ en libertad a Israel.
   El rubio rodĆ³ por el suelo, agarrĆ”ndose la entrepierna mientras sollozaba.
   —juro, por Dios que si te vuelves a meter conmigo, pensarĆ© que eres un maldito pervertido al que le gusta que le toquen las bolas. ¡MaricĆ³n!
   —la maricona eres tĆŗ —alegĆ³ Israel sentĆ”ndose lentamente para estar en guardia, pero su pene empezaba a hincharse con una repentina erecciĆ³n.
   —¿que me dijiste, idiota? —preguntĆ³ Adam caminando hacia Ć©l.
   Pero alguien tocĆ³ la puerta.
   —amigos —era la voz de Fernando—, deben bajar a desayunar para irnos a entrenar. Los estoy esperando. Tienen 10 minutos.
   —irĆ© enseguida —asegurĆ³ Adam.
   —despierta de inmediato a Israel.
   Adam e Israel se miraron con odio, por Ćŗltimo Adam lo volviĆ³ a amenazar y lo escupiĆ³ antes de salir de aquella habitaciĆ³n.

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