Se descubren

CONTIENE:

-SEXO HOMOSEXUAL
-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE 

I

   Luego de la huida de Israel y Diana del departamento de ella después de ser descubiertos como amantes por el esposo de la mujer ellos ya vivían juntos. Se habían mudado al departamento de la playa que el señor Marcos Chacón le prestó a su hijo mientras pasaban los momentos de tensión. Pero los problemas se extendían pues el ex-novio de la actriz apareció en televisión argumentando que su esposa lo había engañado y había huido con el amante, la insultó y dijo que la habían despedido del canal de televisión y que se encargaría que ninguna otra empresa la contratase. Así que su carrera como actriz ya había caducado.

II

   Pablo Chacón en aquel momento estaba en el departamento de Otto Salinas, su ballbusting partner.

   Otto miró a Pablo, se veía exquisito con un calzoncillo que le quedaba apretado, sujetándole la verga por un lado y colgándole los huevos por el otro. Las piernas duras y el pecho liso. Amaba a ese jovenzuelo.

   Otto acarició con la mano los pectorales de Pablo, le frotó el rico muslo y bajó a sus genitales, Pablo respiraba pesadamente. Agarró el par de robustos cojones del hijo de su jefe y los depositó en la palma de su mano, enseguida la gruesa y gran polla de Pablo comenzó a rectarse presa del estímulo.

   Instantáneamente la mano de Otto empezó a cerrarse sobre los ovalado testículos del joven, que abrió los ojos y dobló las piernas exhalando el aire de sus pulmones.

   Agarrado de las bolas por una mano, Otto usó la mano libre para bajar el calzón de Pablo sacando su pene furiosamente empalmado, blanco y hermoso. Empezó a masturbarlo.

   Pablo inició un jadeo, tenia una mano en la muñeca de Otto, y dentro de todo el dolor que sentía su polla estaba enormemente erecta.

   Sabiendo su fuerte necesidad, Otto lo masturbó con la mano mientras le apretaba también los huevos. Pablo cerraba los ojos, gemía, se quejaba, echando la cabeza hacia atrás por fin su pene salpicó una chorrada de semen, que se estampó en la italiana camisa de Otto.

   Así fue como Otto soltó las pelotas de Pablo y él sin fuerzas y con las piernas temblorosas retrocedió al piso agarrándose los palpitantes testículos. Otto se quitó la camisa y se sentó en una silla contemplándolo.

   —¿te he dicho que me gusta tu pene? —le preguntó con un brillo en los ojos—. ¿Ya te dije que tenía hambre? Quiero... ¡leche!

   Otto sonrió y abrió la boca dedicándose a el grueso falo de Pablo, el muchacho abrió la boca sintiendo una rica sensación a pesar del dolor palpitante de sus colgantes testículos, con una mano en ellos y la otra en la nuca del viejo lentamente empezó a bombearle la boca.

   Otto hizo una pausa para decir.

   —avisame cuando vayas a acabar. No quiero que lo hagas en mi boca.

   Y continuó con la excitante faena subiendo y bajando por el falo de Pablo.

   Al pasar unos minutos Pablo Chacón dijo entre jadeos.

   —ya... ya casi...

   Otto uso la punta de la lengua en la sonrosada polla, separó la boca y agarró con firmeza al falo, apretó el puño y lo estrelló con fuerza en las bolas de Pablo, que chilló descontrolado intentando agarrarse las gónadas entre tanto Otto lo masturbaba rápidamente.

   —¡AJAAAAAAAHHHHHAAAAAA!

   Otra vez Otto le clavó un puñetazo en las bolas provocando un agudo dolor a pesar del placer.

   Sintiendo el familiar cosquilleo a través de su pene, su semen fue expulsado, bañando los pómulos de Otto con su leche agrídulce. Las bolas de Pablo se veían hermosas ascendidas expulsando lotes de espermas.

   Otto continuó succionando la verga, después de recapacitar se tragó su semen, caliente y espeso. Mientras más probaba la verga mas néctar se acumulaba en su lengua, eso le hacía un malestar en la garganta. Otto seguía subiendo y bajando por el falo, le apretó los cojones y, Pablo convulsionó expulsando otro mar de lefa. Recibió un jalón en las bolas y brincó de sorpresa. Sus bolas fueron liberadas y Pablo dio un gemido de alivio.

   Otto se apartó del pene de Pablo, lo miró a la cara y le mostró la boca llena de semen, a Pablo aquello le encantó.

   Y Otto tragó mas néctar masculino.

   —gracias —dijo el cuarentos con un tono raro de voz.

...

   Después de un rato de descanso y sueño al celular de Pablo llegó un mensaje.

   —¿quien es? —quiso saber Otto—. Veo que le pusiste mucha atención.

   —es mi pareja. Me dice que llegó un grupo de amigos a su casa y van a compartir un rato, que le gustaría que fuera.

   —¿vas a ir?

   —no, le dije que estaba en la sesión ballbusting.

   —que tipo tan idiota. Yo siendo él no te compartiría y te sacaría de donde estuvieras metido a como dé lugar. Quien te ama no te comparte.

   —tú me compartiste con Esteban, ¿recuerdas?

   Otto guardó silencio.

   —y no creas, Otto, él se molesta cada vez que le digo que estoy en una sesión ballbusting contigo.

   —¿quien es? ¿como se llama? ¿sabe que soy yo tu pareja? ¿Me conoce?

   —ninguno de ustedes se sabe el nombre del otro, es mejor así. Aquí me respondió con una pedantería por decirle en que andaba.

   Transcurrido un tiempo ambos se vistieron, Pablo tenía el vehículo dañado, así que Otto lo llevaría hasta cerca de su casa. Unas cuadras antes de entrar llegar a la urbanización el hombre mayor recalcó:

   —acompañame a cenar aquí.

   Y entraron a un establecimiento de venta de hamburguesas. Pablo se negó a comer. Otto se sentó en a comer una suculenta hamburguesa 4 quesos.

   —¡Está riquísima!

   —creo que ya comí la suficiente grasa por estos días —negó Pablo bebiendo un refresco, de repente abrió los ojos y la boca formó una O. Otto captó la mirada y giró la cabeza. En la entrada del local estaba Alfredo junto a un grupo de jóvenes.

   Alfredo los miró y frunció el ceño e hizo una sonrisa forzada.

   —¿qué pasa Pablo? No entiendo.

   —llegó Alfredo, y siguió, seguro ató cabos.

   —¿qué?

   —a la verga, ya Alfredo se dio cuenta que tu eres mi ballbusting partner y él es mí pareja.