Pablo en Guerreros de la Arena (4,5/15): roshambo - Las Bolas de Pablo

Lo mƔs nuevo

23 abr 2015

demo-image

Pablo en Guerreros de la Arena (4,5/15): roshambo

CONTIENE:
-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
.com/blogger_img_proxy/
   Pablo habĆ­a llegado temprano a la oficina de Esteban, lo consiguiĆ³ sentado tras su escritorio.
   ā€”Āæpara que demonios me mandaste a llamar? Aceptaras mi renuncia Āæmodificaras mĆ­ contrato?
   ā€”nada de eso, linduraā€” negĆ³ el hombreā€”. Si te solicitĆ© es porque alguien me pidiĆ³ que te contactara. Y como eres inteligente, sabrĆ”s que tĆŗ me fascinas, eres tan caliente y ardiente que no me pude negar a verte desnudo y luchar por tus pelotas.
   ā€”Āæde quien se trata? Āæque quieres? Ā”me puedo negar!
   ā€”no serĆ­a correcto ni ortodoxo de tu parte, recuerda el contrato y, ademĆ”s estas dispuesto a ejercer la lucha que se te presente.
   ā€”Āæque demonios quieres, Esteban? Eres un dictador.
.com/blogger_img_proxy/
   ā€”Me excitas cuando te ves asĆ­. Al fondo quieres que te cercenen las bolas como a una perra ā€”tomĆ³ el telĆ©fono y marcĆ³ comunicaciĆ³nā€”... Exactamente hazlo pasar ā€”dirigiĆ³ una mirada a Pablo, ricas piernas, jugoso paquete y un pecho para lamer.
   ā€”ĀæMe explicaras la urgencia para la que tenĆ­a que venir?
   A continuaciĆ³n en la oficina se presentĆ³ Jorge, un muchacho que Pablo habĆ­a derrotado en su cuarta pelea en la empresa.
   ā€”como verĆ”s, Jorge se siente humillado por la derrota obtenida en la ultima pelea frente a ti, alega que ganaste con trampa. Entonces evaluĆ© la situaciĆ³n y presentarĆ© la revancha.
   ā€”Āærevancha? Nunca hice trampa, te derrotĆ© limpiamente.
.com/blogger_img_proxy/
   ā€”Ā”MENTIRA! YO TE ESTABA JODIENDO. Pero vino ese tipo, me metiĆ³ ese patadĆ³n de improviso y quedĆ© fulminado, pero yo tenĆ­a las de ganar.
 ā€”lo siento, pero ganĆ© limpiamente y no aceptarĆ© revanchas ridĆ­culas.
   ā€”espera Pablo ChacĆ³n ā€”lo detuvo Esteban cuando Ć©l daba media vueltaā€”, tienes un contrato que cumplir...
   ā€”tu contrato te lo puedes meter por el orto, no tengo tiempo para revanchas y este sĆ”bado es libre para mĆ­.
   ā€”Pablo ChacĆ³n tĆŗ no me conoces ā€”dijo en tono de burla Estebanā€”, Āæquieres escoger nuevamente entre una demanda por incumplimiento de contrato? O Āæprefieres poner en juego tu nombre en tu limpia carrera como profesional?
   Pablo lo miro con odio, tuvo que ceder.
   ā€”no tengo tiempo para revanchas.
   ā€”pero la revancha es ahora, aquĆ­, en la oficina, con mis reglas, Jorge estĆ” preparado. Y tĆŗ ĀætambiĆ©n?
   Pablo trago saliva
   ā€”Āæque debo hacer?
   Esteban sonriĆ³ satisfecho, serĆ­a un excite ver esos musculosos luchar por sus huevos frente a Ć©l.
   ā€”esta revancha serĆ” especial. Dejemos el combate para la arena, y juguemos al roshambo, ustedes son hombres fuertes y viriles y sĆ© que resistirĆ”n las reglas de este juego.
   Pablo tragĆ³ saliva, sabia que en el roshambo cada participante se pegaba por turno en los testĆ­culos y perdĆ­a quien se llevara las manos a los huevos o quien cayera al piso.
   ā€”adelante, pueden empezar cuando lo deseen. 
   ā€”Āædebemos cambiar de ropa? ā€”preguntĆ³ Pablo a Esteban, y valiĆ©ndose de una sucia artimaƱa, Jorge pateĆ³ al muchacho en los huevos. Pablo se quedĆ³ petrificado y se llevĆ³ las manos a las rodillas para no tocarse los genitales. 
   Esteban esbozĆ³ una agradable sonrisa sintiendo el gĆ¼evo endurecer.
.com/blogger_img_proxy/
   Jorge le sonriĆ³ al viejo, dio un paso al frente y se quitĆ³ la camiseta, zapatos y jeans, revelando el torneado cuerpo musculoso y las bolas metidas en el bĆ³xers azul bajo la polla flĆ”cida.
   Pablo lo mirĆ³ con pesar era su turno y empezĆ³ por enderezarse, temblando se desnudĆ³ dejando cubierta la polla completamente dura y los testĆ­culos carnosos bailando entre las piernas.
   Se escuchĆ³ un suspiro de Esteban
   Pablo lanzĆ³ una ruda patada entre las piernas de Jorge, la punta del pie aplastĆ³ los cojones del hombre estrellĆ”ndolos contra la pelvis rotundamente.
   ā€”Ā”AAAAAAAAAAAYYYYYYYYYYYYY! ā€”aullĆ³ Jorge del sorprendente dolor, tambiĆ©n se apoyĆ³ en las rodillas para no caer.
   Pablo tragĆ³ saliva, cerrĆ³ los ojos y abriĆ³ las piernas.
   ā€”Ā”que le duela! ā€”comentĆ³ Esteban masajeando su bulto.
.com/blogger_img_proxy/
   Jorge levantĆ³ la pierna casi a la altura de los glĆŗteos y pateĆ³ las pelotas de Pablo, levantĆ”ndolo en el aire, Pablo chillĆ³ al recibir el golpe, al tocar el piso se tambaleĆ³ para no caer, si lo hacĆ­a perdĆ­a, asĆ­ que pudo apoyarse en una silla mientras dejaba que el dolor menguase.
   ā€”Āæte rindes Pablo ChacĆ³n?
   ā€”............ Ā”NO!
   Jorge mirĆ³ con desprecio al guapo rubio, abriĆ³ las piernas que todavĆ­a temblaban por el dolor en su cuerpo, sus gĆ³nadas inundadas de semen empezaban a hinchar.
   Pablo dio un rĆ­gido impacto entre las piernas de Jorge, hiriĆ©ndole los huevos con el golpe.
   Jorge soltĆ³ un grito desaforado sintiendo a sus pobres huevos vulnerables ser estampados contra la pelvis.
   Esteban frotĆ³ la verga en el pantalĆ³n con mĆ”s fuerza.
   ā€”es tu turno, Jorge.
   ā€”Oh por dios, espera.
   ā€”esperaremos el tiempo necesario, pero no te agarres las bolas.
   Jorge arrugĆ³ la boca, iniciĆ³ a saltar esperando que el dolor de sus testĆ­culos se relajara. Rato despuĆ©s se plantĆ³ frente a Pablo y le propinĆ³ una tremenda patada interponiendo los dedos de los pies en las pelotas repletas de lefa de Pablo ChacĆ³n.
   Pablo gritĆ³ y se arrodillĆ³ intentando mantener el equilibrio para no llegar al piso.
   ā€”Ayyyy, ay, mis bolas, ay Oooh.
   Jorge abriĆ³ las piernas asustado, sus testĆ­culos comenzaban a arder, no resistirĆ­a por mucho, pero querĆ­a destruir a Pablo. Y demostrarle a Esteban que era bueno.
   Cojeando, Pablo se encaminĆ³ a Jorge, puso las manos sobre el hombro robusto del hombre y levantĆ³ la rĆ³tula entre sus piernas, plantando las delicadas bolas al huevo pĆ©lvico, ese golpe era eficaz.
   Jorge gimiĆ³ con fuerza uniĆ³ las piernas y se encorvĆ³..
   Pablo sonriĆ³ con satisfacciĆ³n estaba a punto de hacer franquear a su rival, le ganĆ³ el combate y ahora la revancha, sus testĆ­culos todavĆ­a resistirĆ­an, asĆ­ que le clavĆ³ una fuerte patada a Jorge en los genitales que se fue directo al piso.
   El hombre lanzĆ³ un fuerte grito y se agarrĆ³ los testĆ­culos.
   ā€”Creo que te partĆ­ los huevos. Ahora tienes cuatro... Lo siento, Jorge, vuelvo a ganar ā€”asegurĆ³ Pablo sentĆ”ndose en una silla para sobar sus pelotas.
   Mirando a Jorge, Ć©ste estaba tendido en el piso sudando frĆ­o, con las manos en los huevos y con una mancha considerable y mojada en el calzĆ³n.
   Esteban se levantĆ³ de su asiento, caminĆ³ hacia Pablo,  claramente tenĆ­a la polla dura.
   ā€”pĆ”rate ā€”le ordenĆ³.
   Pablo lo hizo, y Esteban comenzĆ³ a besarlo en el cuello, lo agarraba del pecho e hizo que le tocarĆ” el pene duro.
   ā€”quiero que me chupes la polla.
   ā€”Ā”no!ā€” se negĆ³ Pablo.
   ā€”aquella vez lo hiciste feliz con Otto.
   Pablo nada contestĆ³ y Esteban volviĆ³ a besarlo, esta vez Pablo aceptĆ³ el beso, pero no le gustaba. El hombre lo invitĆ³ a una habitaciĆ³n en el cuarto de al lado, el muchacho volviĆ³ a negarse, consiguiendo que el jefe se enfadara, rĆ”pidamente lo agarrĆ³ del hombro y le clavĆ³ un rodillazo en la entrepierna.
   Pablo lanzo un chillido y cayĆ³ sobre la silla agarrĆ”ndose los maltratados testĆ­culos.
   Esteban tuvo que salir del despacho malhumorado y con el pene excitadĆ­simo, dejando a dos jĆ³venes ahogados en el dolor testicular.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Pages

undefined