CONTIENE:
-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
-SEXO HOMOSEXUAL
Desde que Pablo contó la verdad a
Alfredo, éste muy a su pesar decidió darle su apoyo aunque detestaba la idea de
tener que volver a compartir su pareja, le ordenó que encontrarĆa la manera de
ayudarle a concluir su contrato y acabar con el chantaje del que era objeto.
El dĆa de la batalla decidió acompaƱarlo
a la empresa y mientras iniciaba el combate estaban en el camerino.
āQuiero que sepas ādecĆa Pablo agarrĆ”ndolo de la caraā, que en mi vida no hay nadie que me guste mĆ”s que tĆŗ.
Eres mi pareja... no quiero que te descontroles con lo que veas allĆ” fuera.
āIntentarĆ© serenarme āanunció Alfredoā,
si estoy aquĆ es porque te quiero apoyar, repruebo esto y quiero que soluciones
esta situación pronto.
Pablo suspiro, la cuestión no era tan
fĆ”cil como Alfredo pedĆa. El dueƱo de aquel lugar era un dĆ©spota y lo peor era
que tenĆa una obsesión con Ć©l.
āTe acompaƱarĆ© a la arena.
āDescuida, Pablo. SĆ© llegar. Te espero.
Debes ganar.
Alfredo rió con gracia, salió de la sala
y caminó por el pasillo con retratos de las estrellas reconocidas de la
empresa, aunque Pablo pertenecĆa a una categorĆa inferior y no estaba ahĆ retratado. Llegó
a la puerta del estudio donde lo requisaron y le recordaron que estaba
prohibido hacer grabaciones de la lucha. Ocupó un asiento donde verĆa la lucha
desde buen angulo.
āĀ”Joder! āmurmuró Alfredo, se cruzó de
brazos adoptando pose de poco humor.
Enseguida se presentó el rival de Pablo
a la estrada, un sujeto rubio de estatura alta y cuerpo atlƩtico.
Allà llegó Pablo luciendo su cuerpo y un
bóxer a negro, se veĆa tan estupendo que Alfredo se excitó en silencio.
āLa batalla culminarĆ” cuando el ganador
penetre al perdedor.
āĀ”Por la mierda! ārezongó Alfredo
apretando el puƱo.
Pablo y su rival llamado TobĆas daban
vueltas en circulo dirigiƩndose insultos mientras se preparaban para la
lucha.
RÔpidamente Pablo deslizó el pie en la entrepierna de
TobĆas. Sus dedos conectaron con el paquete del rubio hundiĆ©ndose en sus bolas.
TobĆas rugió y se dobló con
las manos en su grosera virilidad.
Pablo se colocó tras TobĆas y metió la
mano en los calzoncillos agarrando las bolas desde el trasero.
TobĆas emitió un largo grito que hizo
que Alfredo arqueara las cejas y se llevara las manos a sus propios huevos,
parecĆa ser el Ćŗnico que no disfrutaba aquello.
El puƱo de Pablo visiblemente temblaba
matando los espermas de TobĆas, que estaba a cuatro patas con el culo levantado mientras Chacón le torturaba los cojones.
āĀ”Hijo de perra! āgritó TobĆas subiendo
el talón izquierdo directo a las bolas de Pablo, chocando el duro hueso en la
parte mƔs blanda del hombre.
āĀ”AAAAAAAAARRRRRRRRRGGGGGG!
Pablo retrocedió y se de espalda al piso.
TobĆas se agarró las pelotas que se
sentĆan pesadas como limones.
Ya de pie TobĆas se acercó al tembloroso
Pablo. Alfredo cerró los ojos para no ver el ataque. TobĆas subió el pie y pisó
el pecho de su enemigo, Pablo enseguida reventó a rugir, de nuevo TobĆas pisó
esta vez la costilla del muchacho. Pablo emitió un alarido y logró moverse boca abajo. TobĆas se subió a Ć©l pisando cada parte de la espalda.
TobĆas pisó a drede los riƱones de Pablo. Luego se agachó colocando las rodillas en Ć©l, Pablo subió la
cara como reacción frente al dolor. Allà agarró el boxer de
Pablo y comenzó a quitarlo. El público aplaudió mirando las carnosas nalgas del
muchacho. Alfredo tenĆa verdadera cara de pocos amigos. TobĆas dio una
palmada en el culo tres veces dejando la mano marcada.
Con cara sĆ”dica TobĆas metió las
manos entre las piernas de Pablo y agarró sus huevos
hermosos, grandes, robustos y vulnerables, muy vulnerables.
TobĆas suspiró y dio a
las bolas de Pablo un fuerte apretón.
Pablo gritó de dolor.
TobĆas continuó apretando las pelotas de Pablo, lo hacĆa sin
piedad al fin y al cabo no eran las suyas, aquellos testĆculos se sentĆan bien,
se asegurarĆa de dejar sin caminar por largas semanas a ese tonto muchacho.
āĀ”AAARRRG! Ā”AAARRRGG!
"¿Pero que clase de diversión le
pueden ver a eso?" Se preguntó Alfredo mirando como un grupo de hombres
del pĆŗblico se frotaban los genitales.
TobĆas soltó las bolas de Pablo pero
cerró el puƱo y golpeó los testĆculos como si su mano fuera
un martillo.
Pablo enseguida se quedó sin
aliento.
TobĆas repitió el
movimiento golpeando las pelotas del desdichado Pablo.
āĀ”UUGGHHH! āSe lamentaba el hombre.
TobĆas hizo una mueca malĆ©vola, no
se detuvo y continuó golpeando las gónadas de Pablo.
Se levantó y agarró a Pablo de
los tobillos, extendiendo sus piernas en forma de "V".
Pablo arrugó el rostro con miedo.
Alfredo deseó meterse en la lucha y ayudar a su pareja, pero no podĆa.
TobĆas bajó el pie entre las
piernas de Pablo y aplastó sus huevos como cucarachas, de hecho sonaron como cascaras.
Pablo rugió.
Hubo otro aplastamiento y otro rugido
lleno de agonĆa. TobĆas repitió el golpe, estrellando los huevos contra la
pelvis de Pablo.
Otro grito ensordecedor indicó
que aquella batalla Pablo la perderĆa. Alfredo tenĆa los puƱos apretados.
Tres pisotones seguidos hicieron que
Pablo se acurrucara en el piso con las manos entre sus testĆculos. TobĆas se
acarició el pene que indicaba estar excitado mientras miraba el trasero
de su rival. Pronto el calzón de TobĆas bajó por sus piernas, hubo gritos y
aplausos. Su pene gordo, duro y brillante con lĆquido
preseminal se asomó al público. Se acercó a Pablo y se inclinó sobre él.
Alfredo sintió odio, jamĆ”s verĆa esa
escena. Salió de la arena con una rabia mezclada con celos, al salir oyó un
gemido de TobĆas. Salió por el pasillo y fue directo al
estacionamiento, estaba hecho una furia.
āĀæPor que nos tiene que pasar esto? Āæpor quĆ©?
”la dura!
Mientras tanto en la arena Tobias empujaba su dura polla en el agujero de Pablo.
El hombre gemĆa.
TobĆas embestĆa su verga
hasta el fondo, no hablaba y su rostro duro rebelaba su fuerza sexual. Pablo se contorsionaba de dolor ĀæquĆ© dirĆa Alfredo de aquello? preferĆa no mirar al pĆŗblico.
Llegado un momento TobĆas aumentó el ritmo de sus embestidas, el sudor le resbalaba por la frente. Echó la cabeza echada hacia
atrÔs y soltó un
largo gemido, de su pene escapó un disparo de leche que chocó contra
el condón.
Pablo lanzó un suspiro y relajó la
cabeza en el suelo, aquel fornido rubio le agarró el pene y le apretó de nuevo las bolas.
...
Minutos mƔs tarde Pablo regresaba a su
camerino, todavĆa se sobaba los testĆculos. En la puerta se encontró con Esteban el dueƱo de aquel emporio.
āEstuvo magnifica tu pelea de esta
noche.
āNo quiero hablar de eso.
āQuieres un rato conmigo en mi
departamento.
āLa Ćŗnica manera de que estĆ© contigo es
para terminar mi contrato... burdo contrato.
āĀæQuien era el hombre que te acompaƱaba?
āNo te importa.
Sin oĆrlo mĆ”s Pablo se encerró en el
camerino, Esteban desde el pasillo le dijo:
āTus bolas volverĆ”n a estar en mi boca. Te
doblegarƩ.
Pablo dobló la boca con asco. Y sintió una terrible molestia al leer un mensaje de Alfredo es su
celular:
"Discúlpame, me tuve que ir. Tomé un taxi. Te amo".
Pablo se preocupó, ojala no estuviera
rabioso por el combate... decidió escribirle:
"Recuerda lo que te dije antes del combate... Te amo, Alfredo"
No hubo respuesta.
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