Viviendo en trio (4/5): La perra de la manada - Las Bolas de Pablo

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26 mar 2019

Viviendo en trio (4/5): La perra de la manada

CONTIENE:
SEXO HOMOSEXUAL
BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE

   David estaba sentado en el mueble de la sala de estar, sus piernas estaban abiertas marcando un delicioso relieve en el Ć”rea genital, su ropa era negra. Se rascĆ³ la cabeza y bostezĆ³. Era soberanamente insĆ³lito que los dĆ­as fueran aburridos junto a su marido Pablo y el amante que decidieron invitar a la relaciĆ³n, Eddy, a quien David tenĆ­a deseos de follar desde hacĆ­a mucho tiempo y su deseo no se habĆ­a materializado.


   EstirĆ³ las extremidades.



   MirĆ³ al joven rubio parado en el otro extremo de la habitaciĆ³n. Era Pablo que estaba llegando despuĆ©s de llevar al sobrino Vicente a casa de sus padres.



   —Es un diablillo Vicente —le comentĆ³—, pensĆ© que al estar mĆ”s grande iba a comportarse como los Ć”ngeles pero sigue siendo un monstruito.



   Pablo riĆ³ con ternura puesto que Vicente era su sobrino favorito aunado al gran parecido entre ellos.



   David hizo una pregunta que girĆ³ toda la conversaciĆ³n:



   —Pablo, amor, ¿por quĆ© no vienes y me chupas un poco la polla?



   Eddy que descansaba en un sofĆ” bajĆ³ el volumen a la mĆŗsica que sonaba en el auricular. Pablo en cambio se lamiĆ³ los labios y mirĆ³ a David con picardĆ­a.



   —¿Chuparte la polla? ¿Y por quĆ© yo?



   David sonriĆ³ por lo bajo y declarĆ³:



   —Porque yo soy el macho alfa de este trĆ­o y lo ordeno.



   —El macho alfa —repitiĆ³ Pablo con tono pensativo. CaminĆ³ en direcciĆ³n a su esposo decidido a chuparle el grueso miembro pero Eddy lo detuvo.



   —Espera, Pablo, serĆ© yo quien le dĆ© la mamada del siglo a este troglodita alfa. ¿Es eso lo que deseas, eh, David?



   El guapo hombre con sonrisa cĆ­nica afirmĆ³ con la cabeza mientras el pantalĆ³n se le agrandaba por la creciente erecciĆ³n.



   Sin decir una palabra, Eddy estrellĆ³ un puƱetazo entre las piernas de David, apretando las gĆ³nadas del musculoso en su cuerpo y haciĆ©ndolo doblarse y gemir de dolor. 



   —¡¿QuĆ© demonios?! —gimiĆ³ David agarrando su entrepierna.



   Eddy lo mirĆ³, con expresiĆ³n divertida en su rostro.



   —Ahora yo un simple profesor de matematica y fisica —alegaba Eddy con falsa molestia— te voy a enseƱar lo que es un macho alfa.



   Pablo se quedĆ³ sin aliento cuando Eddy noqueĆ³ a David con un fuerte golpe en la cara.



   David se desplomĆ³, inconsciente.



   —Pero, ¿estĆ”s loco, quĆ© has hecho?



   —Shhh —David silenciĆ³ a Pablo con un beso en los labios—. Hay que enseƱarle a este macho alfa que sĆ³lo es la perra de la manada junto a nosotros.



   Cuando David despertĆ³, se encontrĆ³ en el cuarto donde practicaban gimnasio. IntentĆ³ moverse pero sus manos y brazos estaban atados contra un marco de madera. Estaba completamente desnudo y sus piernas estaban muy separadas.



   —¿QuĆ© han hecho? —bramĆ³ luchando contra sus restricciones—. ¿Pablo quĆ© es esto? ¿Eddy? Les ordeno que me desaten.



   Pablo se riĆ³ y dio un paso adelante. AgarrĆ³ las pelotas de David y apretĆ³ con fuerza su virilidad. Retorciendo el par de testĆ­culos.



   El sexy moreno dejĆ³ escapar un grito desgarrador.



   —Uf, el macho alfa no tiene un poco de aguante —se riĆ³ Eddy.



   Pablo afirmĆ³ y soltĆ³ las bolas de David.



   David fulminĆ³ a Eddy con la mirada.



   —Aunque les duela yo soy el macho alfa de este trĆ­o —asegurĆ³.



   Eddy afirmĆ³ con la cabeza como entendiĆ©ndolo pero hizo un gesto con el puƱo y lo enviĆ³ hacia abajo como un martillo,chocando las huevas de David contra su cuerpo y haciĆ©ndolo chillar de dolor.



   Lo dejaron normalizar su respiraciĆ³n unos segundos y despuĆ©s fue el turno de Pablo de hacerle papilla los huevos con un fuerte apretĆ³n.



   David gritĆ³ mientras el dolor le recorrĆ­a el cuerpo.



   Tomando un pequeƱo descanso, Pablo le guiĆ±Ć³ un ojo a David, inspeccionando el daƱo que habĆ­a hecho hasta ahora. Rodando cada testĆ­culo entre sus dedos. Resultando un ligero crecimiento entre ellos.



   —¡Pablo, mi amor no me puedes hacer esto!



   Pablo se riĆ³ entre dientes. AgarrĆ³ los cojones de nuevo y los apretĆ³.



   David dejĆ³ escapar un grito desgarrador, su delicioso y bien torneado cuerpo desnudo estaba brillante de sudor. David tenĆ­a perfectos mĆŗsculos colocados en cada buen lugar.



   Pablo sonriĆ³ sintiĆ©ndose excitado. Su dura polla levantaba como un mĆ”stil su ropa interior de color rojo. GolpeĆ³ una de las hinchadas bolas con la palma de su mano.



   David jadeĆ³ pesadamente. EmitiĆ³ un gemido lamentable.



   Pablo le dio un beso en los labios y seguido recorriĆ³ su delicioso y sudado torso con su boca, besando su pecho, tetillas y abdomen.



   Los ojos de David se cerraron cuando Pablo agarrĆ³ su polla gorda y comenzĆ³ a sacudirla. DejĆ³ escapar un suave gemido.



   Pablo escupiĆ³ en su mano y continuĆ³ sacudiendo el pene de David



   El hermoso moreno gimiĆ³ de placer mientras el dolor pasaba a segundo plano.



   Eddy estaba deleitado mirĆ”ndolos y se acariciaba el pene por dentro de la tanga blanca que usaba.



   David gimiĆ³.



   SintiĆ©ndose hambriento Pablo metiĆ³ la tiesa verga de David en su boca y comenzĆ³ a chupar la barra carnosa.



   David gimiĆ³ de manera profunda mientras Pablo le daba placer a su polla.



   —Ahhhhh, tu boca se siente bien. ¡AAAAAHHHHHH! Sigue asĆ­, amor, soy tu macho, tu macho alfa.



   Menos de un minuto despuĆ©s, Pablo dejĆ³ que la dura polla saliera de su boca. ApretĆ³ la cabeza de hongo gordo de aquel pene que derramĆ³ una gota de lĆ­quido pre seminal.



   Eddy sonriĆ³ y sacudiĆ³ su pene carnoso, oyendo los suaves gemidos de placer de David. 


   La respiraciĆ³n de David se acelerĆ³, y sus testĆ­culos se elevaron en su escroto anunciando un inminente orgasmo.



   Cuando el primer chorro de semen saliĆ³ de la polla de David, Ć©l abriĆ³ los ojos de par en par.



   Su polla palpitĆ³ liberando considerables y cremosos disparos de deliciosa lefa salada.



   —La perra de la manada multiorgĆ”smica —se riĆ³ Eddy.



   David se retorcĆ­a contra sus restricciones, gimiendo sin dar crĆ©dito a lo que escuchaba.



   Pablo recogiĆ³ un poco del esperma cremoso de David y lo regĆ³ por sus labios para despuĆ©s entregarle un romĆ”ntico beso de amor.



   —¿CĆ³mo sabe? —Pablo se riĆ³ entre dientes.



   David se lamiĆ³ los labios mientras probaba su esperma.



   —No me gusta —concluyĆ³.



   —¡Ah! —exclamĆ³ Eddy con falsa molestia— ¡No te gustan los besos de Pablo!



   —No, no me referĆ­a a eso.



   Eddy no lo escuchĆ³ y otra vez agarrĆ³ a David de las pelotas. Se sentĆ­an cĆ”lidas.



   —¡Por favor, no! —David dejĆ³ escapar un gemido ronco cuando los dedos de Eddy se apretaron alrededor de sus bolas.



   Eddy se mordiĆ³ el labio inferior. ApretĆ³ cada vez mĆ”s fuerte, presionando sus pulgares en la carne tierna. Sus nudillos se blanquearon cuando aplastĆ³ las gĆ³nadas con toda la fuerza que pudo reunir.



   Una gota de sudor corriĆ³ por la frente de Eddy mientras su verga se empalmaba con mucho Ć”nimo.



   David gritĆ³ en agonĆ­a.



   Se podĆ­a sentir que una de las bolas del moreno ya no estaba tan redonda. Se sentĆ­a mĆ”s plana, como si empezara a someterse a la fuerza brutal que lo estaba reprimiendo.



   Davis gritaba con los ojos cerrados, su cara estaba blanca como una sĆ”bana.



   La respiraciĆ³n de Eddy se acelerĆ³. ApretĆ³ tan fuerte como pudo, aplastando la hueva de David, aplastĆ”ndola con sus propias manos.



   David soltĆ³ un chillido agudo.



   Pablo preocupado lanzĆ³ un manotazo al bĆ­ceps de Eddy.



   —¡No lo pensarĆ”s malograr, cierto!



   —¡Caray que es duro el cojĆ³n de tu esposo!



   Con eso lo soltĆ³ el escroto.



   Pablo tambiĆ©n le acariciĆ³ del pecho como queriendo animarle para que dejara de quejarse del dolor de bolas. DespuĆ©s lo desatĆ³. David se quedĆ³ un rato doblado acariciĆ”ndose las bolas mientras Eddy acariciaba a Pablo y lo besaba. Fue asĆ­ como Ć©l se enderezĆ³ y se uniĆ³ a ellos para tocar a su hermoso rubio de ojos azules.



   Los tres se abrazaron y comenzaron a tocarse. Pablo acariciaba el paquete de Eddy, deseoso de quitarle la ropa interior y comerle la polla. David despojĆ³ a su esposo de la ropa interior a tiempo que Pablo metĆ­a la mano en la polla de Eddy mientras miraba con lujuria a David. Le sacĆ³ el pene y lo acariciĆ³ con sus dedos era largo y grueso lleno de hermosas venas.



   Sin dejar de menearsela a Eddy, Pablo manipulĆ³ tambiĆ©n el miembro de David a tiempo que lo besaba en la boca. De forma sorpresiva Eddy se agachĆ³ y comenzĆ³ a hacerle sexo oral a David. Pablo se quedĆ³ mirando cĆ³mo Eddy lo hacĆ­a mientras David gemĆ­a de placer. Deleitado le acariciĆ³ la cabeza a Eddy mientras se la chupaba a su esposo.



   Pablo volviĆ³ a besar a David mientras Ć©l le acariciaba el duro pene y los cargados huevos que le pesaban llenos de leche. En ese tiempo Eddy tardĆ³ poco en meterse la barra de Pablo en su boca mientras masturbaba a David.



   —Deja tambiĆ©n para los demĆ”s —dijo Pablo riendo.



   AsĆ­ que Eddy obedeciĆ³ y dejĆ³ de chupĆ”rsela, se levantĆ³ y Pablo bajĆ³ poco a poco hasta llegar a su polla. Le dio dos lengĆ¼etazos al glande y me la metiĆ³ en la boca. Mientras engullĆ­a aquel pene, oĆ­a como aquellos dos se comĆ­an a besos y que Eddy pajeaba a David. De repente, Pablo se percatĆ³ que Eddy  comenzaba a dar pequeƱas contracciones, asĆ­ que se la sacĆ³ de la boca y justo en ese momento su leche comenzĆ³ a salpicarle en la cara.



   Pablo se secĆ³ los ojos y las mejillas mientras Eddy se reĆ­a y le invitaba con la mano en su cabeza a probar la verga de David.



   —No, yo quiero algo mejor —indicĆ³ David alzando a Pablo y tumbĆ”ndolo boca abajo en la cama, le lubricĆ³ el ano y lo penetrĆ³.



   Pablo gimiĆ³ con dolencia, apenas tenĆ­a el culo dilatado y esa polla habĆ­a entrado hasta el fondo abriĆ©ndose paso a la fuerza.



   David empezĆ³ a embestirlo cada vez con mĆ”s fuerza, Pablo mordĆ­a la almohada intentando contener los gritos de daƱo y de dolor que le provocaba la gruesa polla. En ese momento, Eddy se puso en un extremo de la cama, de rodillas, lo agarrĆ³ del cabello y le metiĆ³ de nuevo su pene en la boca.



   AsĆ­ sintiĆ³ que David eyaculaba mojĆ”ndole las entraƱas. Se la sacĆ³ tras unos segundos y se tumbĆ³ a su lado. Por su parte, Eddy seguĆ­a follĆ”ndole la boca, no habĆ­a perdido erecciĆ³n tras su corrida.



   Tras un profundo gemido Eddy derramĆ³ su lefa en el rostro de Pablo tras sacar el pene de su boca y masturbarse ante Ć©l, mojĆ”ndole los labios, mejillas y cabellos.



   Entre David y Eddy limpiaron a Pablo. DespuĆ©s se abrazaron y besaron.



   —Ha sido un gran polvo, ¿verdad? —dijo Eddy.



   —Absolutamente —certificĆ³ Pablo.



   —Todo estuvo genial despuĆ©s que me soltaron —riĆ³ David—, nunca mĆ”s atenten contra mi, el jefe de la manada.



   Pablo y Eddy se miraron y rieron bromeando con la situaciĆ³n. Los tres resolvieron ducharse juntos.

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