LA EXPEDICIÓN, Parte 3.1
Aventura en territorio Zulú.(Relato Corto).
CONTIENE BALLBUSTING F/M y M/M.
NOTA: Al final ANUNCIOS PARA SEPTIEMBRE y más.
ÁFRICA DEL SUR 1890.
Durante gran parte del siglo XIX, la tribu de los zulúes dominaron gran parte del sur del continente africano, eran guerreros temibles y sometieron a otras naciones tribales, pero su suerte cambió cuando se toparon con el avance británico y su deseo de dominar todo el sur de África.
Tras la guerra Anglo-Zulú de 1879, el reino de los Zulúes se disolvió, repartiéndose el poder entre once jefes tribales, ocupaban la zona de Zululandia, cada jefe por su cuenta comerciaban y mantenían relaciones con los británicos en la vecina zona de NATAL, la cual intervenía en los asuntos de los zulúes con intenciones de colocarlos bajo su influencia y gobierno directo.
De la colonia del cabo partió una improvisada expedición. 5 expedicionarios entre británicos, estadounidenses y belgas, junto a ellos 10 ayudantes, y sorpresivamente una mujer,
El líder del equipo, Daniel Wilson de origen estadounidense pero que residía en las islas británicas desde hacía 10 años.
La mujer irlandesa de nacimiento, se llama Roxana O’Neill y es la prometida de Daniel, la dama insistió tanto a su prometido para venir a África que el futuro esposo debió aceptar.
A Roxana le gusta la aventura y quiere ir, ella ya estuvo por esas zonas, (aunque no tan lejos de la zona controlada por los británicos), pues ayudaba a las misiones cristianas que tenían asentamientos en el sur de áfrica, incluso hablaba el idioma Zulú, por lo que podría ser útil para comunicarse con los nativos, aunque entre los ayudantes hay siervos de la colonia del cabo, quienes hablan el inglés fluidamente y sirven de enlace con los más salvajes zulúes.
El otro importante en la expedición es Pierre Petit belga de nacimiento pero vive en Londres desde hace unos años, dónde hizo amistad con Wilson.
Pero cuál es el objetivo de la expedición? No es otra que el descubrir el nacimiento del rio Zambewa (ficticio) y así obtener la enorme recompensa que la academia de ciencias británica ha destinado para quien logre ese importante descubrimiento geográfico.
Pasan a la región de Natal, dónde se les une un aventurero francés, Ferdinand Maurice, el hombre es físicamente musculoso y famoso en la zona por sus recorridos por la región, aunque se le acusa de comercio ilegal de esclavos y de saquear haciendas, todo infundado según la defensa del propio Maurice.
Daniel y Pierre supieron de la reputación del francés y fueron a reclutarlo para su viaje…Necesitan de Ferdinand, pues éste sabe cómo obtener dinero y recursos en esas zonas de África del sur, lo cual necesitan para completar con éxito su expedición.
La forma en la que conocieron a Ferdinand fue totalmente fuera de lo común.
En la región de Natal y en plena callejuela de un pueblo se desarrollaba una pelea por apuestas, los dos varones se daban puñetazos sin misericordia, Roxana se sintió atraída por el rudo espectáculo, aunque su prometido Daniel no quería que presenciara aquello.
Petit identificó a uno de los contendientes como Ferdinand Maurice, sabían que estaba allí y por eso venían a proponerle negocios.
El francés tenía la ventaja, tomó a su rival de la cintura y le aplicaba un abrazo de oso, las costilla del sujeto, —de origen holandés —parecían a punto de romperse…
…El ánimo entre el público estaba fuera de control.
—ACABALO! —Exigía la multitud.
Ferdinand soltó al sujeto, y este apenas se mantenía en pie, fue entonces cuando el francés se agachó un poco y con los puños cerrados atacó a su oponente por debajo.
Sonaron dos puños en la entrepierna del holandés.
El varón quedo con los ojos torcidos y la boca abierta, parecía paralizado, y en verdad lo estaba, el dolor desde sus cojones le dejó sin fuerzas y casi a punto del desvanecimiento.
—AAAaiii!! — el holandés apretaba los dientes tratando se soportar el sufrimiento.
Ferdinand sonrió al ver a su oponente cerca del fin y le remató con un puño en la quijada, algunos dientes del sujeto volaron y éste cayó al piso.
Victorioso, Ferdinand de inmediato fue por su parte de las apuestas. El hombre estaba siempre necesitado de dinero y no era raro que usara su acuerpado físico y fuerza para obtener algunas monedas.
Mientras Petit convencía a Maurice de unírseles, Roxana charlaba con su prometido…A la mujer no le daba buena espina que hiciera alianza con aquel francés.
—Es un hombre sin honor alguno, Daniel, atacó a su rival en sus partes nobles.
—Pero Roxana, en las peleas de calle se vale todo. —Daniel trataba de justificar a su futuro aliado.
—Pues no acepto eso, en Londres no se ve tal cosa.
Al prometido le parecía extraño la afirmación de su futura esposa…que acaso ella presenciaba peleas en Londres?, siguió empeñado en defender al francés.
—Esto es África mi amor…
La dama no pudo discutir ante ese argumento, era cierto!, lejos de casa las leyes y comportamientos podrían llegar a rayar en lo salvaje, aun así no le caía bien el francés…
…Era un hombre sin escrúpulos y se le notaba más a medida que trataba con él.
Tras reclutar al sexto expedicionario, la expedición llega a una misión cristiana, allí les acogen los religiosos, y será el lugar ideal para planear su partida en busca del mencionado Zambewa.
Pero el rechazo de Roxana por Ferdinand se hace aún más intenso, allí mismo en la misión, el francés la miraba con descaro y probó una vez más ser un patán cuando sin que su prometido escuchara el aventurero le dijo al oído.
—Si un día te cansas de ese tipo, estoy disponible para recibir tus encantos, querida.
Roxana se sintió ultrajada ante tal expresión, pero guardó silencio y no contó nada a Daniel; Maurice sólo sonreía ante la indisposición de la dama.
En la misión cristiana los expedicionarios permanecieron dos días, Ferdinand era hábil en los negocios y cuadraba todo para iniciar una nueva aventura exploratoria.
Habidos de dinero el pequeño grupo expedicionario parte rumbo a los límites de las tierras de los zulúes, allí esperan obtener una fuente de dinero, pero antes Daniel debía resolver un pequeño problema…
—Pero porque no, Daniel?, yo quiero ir!—Roxana se mostraba indignada.
—Pero entiende mi amor—Trata de calmarla el prometido—Eres una mujer, es muy peligroso que nos acompañes al territorio de los zulúes, no quiero que te pase algo.
La mujer no estaba al tanto de que iban a hacer al territorio zulú, pero ella podría ayudarles a negociar con los nativos, y si de alguna manera allí podrían obtener dinero para continuar su expedición, ella quería aportar.
—Sólo porque no tengo un pene, ni uso pantalones?, por eso me hacen a un lado, como si fuera una inútil—La mujer es muy abierta en sus ideales de igualdad, ama demasiado la aventura.
Las mujeres de la misión cristiana—que presenciaban la discusión— estaban escandalizadas por la forma de hablar de Roxana, no estaban acostumbradas a una actitud tan desafiante por parte de una dama británica.
Daniel se tomó la frente, Roxana en ocasiones era un dolor de cabeza, se casaría con ella por su belleza y energía, pero aún no se acostumbra a lo valiente y conflictiva que resultaba su futura esposa.
—Sé que temes que me viole algún aborigen, pero para eso estás tú o no?, tú me defenderás de algún bárbaro…Aunque la verdad la mayoría de ellos son pacíficos, créeme Daniel, si los zulúes han peleado con nuestra gente es porque no les hemos dejado alternativa.
Ahora era la visión política de la liberal mujer la que se exponía. Daniel no permitiría más la insolencia de su futura esposa, ella era mujer y debía someterse a su debido lugar en la sociedad victoriana.
—Lo lamento Roxana, PERO TE QUEDAS AQUÍ!—Daniel subió el tono de voz, queriendo cohibir los anhelos de su novia.
Roxana se quedó en silencio un instante, pareció retomar sus argumentos, pero intervinieron las otras mujeres, tratando de exponerle que era muy peligroso para una mujer esa clase de aventuras, el territorio zulú era peligroso.
—Haz caso a ellas—Añadió Daniel, y Roxana por fin pareció resignarse.
Sin la insistente prometida, el grupo partió…Daniel sabía que no podía llevar a Roxana, pues lo que iban a hacer no era nada legal ni bien visto socialmente.
Maurice les guía hábilmente a una aldea algo alejada de las demás de población zulú, los occidentales entran furtivamente mientras los hombres de la aldea están de cacería, el francés conoce bien esa estrategia…
…Pronto el caos reina en la aldea, las mujeres más jóvenes son atrapadas por los hombres invasores…Ellas son su objetivo!
Faltos de recursos económicos, raptarán mujeres zulúes y pedirán un rescate por ellas, un rescate que los varones aborígenes pagarán, sea en especies o en oro, así podrán financiar su exploración.
Una canallada desde todo punto de vista, pero para Ferdinand Maurice es casi una rutina.
Con disparos al aire, los habitantes de la aldea no pueden usar las pocas lanzas, flechas y demás armas de madera, no son rivales y conocen bien lo que las armas de fuego pueden hacer; Aunque los mismos zulúes han usado rifles, pero son los guerreros (ausentes por el momento), los que portan las armas y saben cómo disparar.
Ferdinand incapacita en persona a los hombres viejos mientras los demás atrapan y atan a las mujeres que aún no han escapado. Cualquier intento de los ancianos por intervenir son finalizados por el francés quien les golpea y a más de uno le aplica una llave para desmayarle...Ferdinand es bastante musculado y le es fácil imponerse a todos.
—No maten a nadie—Recalca Ferdinand al ver que los otros aliados golpean a otros ancianos que se entrometen, el aventurero sabe que de haber muertos las posibilidades de negociar con los guerreros zulúes serían remotas.
Un adolescente les ataca, el joven es valiente y al igual que los ancianos quiere darles tiempo a las mujeres para que puedan huir por la llanura.
Ferdinand se burla de éste por aun no ser un hombre pleno, el chico no debe tener más de 15 años. El joven ataca con sus puños al francés, pero este lo rechaza de un puño en el estómago, el impacto le deja sin aliento, pero no tarda el muchacho en volver a la carga.
—Es valiente, será buen guerrero de grande…—Admite el invasor—Pero no te metas en mi camino, mocoso!
Ferdinand observa el taparrabos del adolescente y le clava una patada en las bolas…a propósito el occidental le dio con plena fuerza.
—AAaauuuuuu!—Aúlla el joven aborigen, cuando sus bolas siente la fuerza del pie del francés.
El joven queda en posición fetal sobando su masculinidad.
—Valiente pero imprudente el muchacho—Se jacta Maurice, colocando un pie encima del adolorido joven— A ver si con eso aprendes a comportarte, aun te falta para ser un hombre de verdad.
Con el joven incapacitado, Ferdinand le deja allí y va a una choza, pues algo le ha llamado la atención…
Por un instante voltea la mirada y observa los ojos del chico en blanco, para jocosidad del francés el adolescente ha perdido el sentido.
Su interés ahora está en aquella choza…
…En la entrada, Petit intenta lleva a una mujer zulú al interior de la choza, la ha visto y le ha gustado bastante…Es de linda cara y voluptuosa…
…El belga ya le está apretando las tetas, se degusta, Ferdinand sabe lo que pretende su aliado, él mismo ha abusado de bastantes mujeres aborígenes, son una tentación difícil de resistir.
La mujer grita desesperada, quiere escapar pero Petit le tiene bien sujeta de las muñecas y la obliga a entrar a la choza.
El francés no hará nada por evitar el abuso sexual…Sólo se limita a ver por la ventana, así alimentará su perversión.
El belga tira a la mujer sobre una cama y de inmediato se saca los pantalones, le importa poco que Ferdinand les mire por la ventana.
—Vas a ser mía, negra…—El varón se saboreaba, su pene ya esta erecto.
El varón rasga las ropas de la aborigen, quien se cubre los dotados pechos, justo cuando el occidental se le monta, cubriéndola ya listo a penetrarla; Unos besos antes al vientre de la mujer, y después le retira las manos para saborearle las mamas…La mujer parece ya no resistirse, seguramente es la resignación.
—IIIIAAAaaaaa!!!! —grita de dolor Petit cuando desde sus partes nobles siente un terrible dolor!
La aborigen le agarró los testículos mientras el belga estaba concentrado en sus tetas, los dedos de la mujer exprimen con todas sus fuerzas las gónadas de su atacante.
Pierre arruga el rostro, desesperado por el castigo, los dedos de la mujer podrán ser pequeños pero ajustan perfectamente en la circunferencia testicular, el apretón comprime con efectividad todos los jugos viriles del belga.
La mujer le suelta las bolas y el macho se cae del lecho y se retuerce por el suelo, la aborigen no duda en abandonar la choza.
—Jajajajaja—Se ríe Ferdinand—Amigo Pierre, se te escapó la liebre—El francés sólo reía mientras la desnuda mujer corría alejándose de la aldea, se ha salvado de la violación.
Pierre se tomaba las bolas sobándolas y no dejaba de recorrer el piso de tierra de la choza.
—Un consejo amigo mío, —El francés le hablaba a su adolorido aliado—si vas a violar a una de estas negras, mejor amárrale las manos, así es más fácil lidiar con ellas, y de paso te ahorras un sufrimiento como ese, Jajajaja— Ferdinand no dejaba de reírse.
Petit se quejaba de forma desesperada, la mujer le había lastimado bastante las pelotas.
—Maldita zorra…Me cogió descuidado.
Ferdinand otra vez soltó una carcajada.
—Y tú deja de burlarte, condenado—Expresaba Petit, quien sentado en el suelo, se sobaba y soplaba en dirección a sus ardientes pelotas.
—No te enojes conmigo, yo no te pegué en las bolas, sino esa puta.
Petit por fin pudo levantarse, comenzando a cojear, sacándole más risas al francés.
Mientras tanto Daniel tenía sometida a una mujer, la colocó en la arena y le ató las manos.
Un anciano se vino contra él y le sorprendió con un fuerte golpe en la mandíbula. Wilson retrocedió, y el anciano levantó los puños, en su juventud el viejo fue buen cazador y fue a la guerra…Aunque ya estaba en los 70´s no se amilanó y quería defender a su gente.
Daniel se tomó la boca, le supo a sangre.
—No está nada mal viejo, golpeas fuerte para tu edad.
Pero Daniel no se iba a poner a pelar con el anciano, quería neutralizarlo de un solo golpe y recordó aquella pelea en la que conoció a Ferdinand.
El estadounidense lanzó un puñetazo alto, y el viejo se preparó para recibir el impacto, pero era una finta, a último momento Daniel se agachó y enterró un fuerte puño en las veteranas pelotas del anciano Zulú.
—UUuuuuggg!! — Se quejó en viejo, quien arrugó aun más su anciano rostro, cruzó los muslos y se tomó sus muy colgantes pelotas, Daniel aprovechó la abertura en su guardia y de un gancho en la quijada dejó al viejo tendido con las piernas abiertas…
…Sus genitales asomaban por el taparrabo, el anciano tenía el escroto muy largo, natural para esa avanzada edad.
Daniel tuvo piedad del viejo y no se atrevió a patearle los testículos, a pesar de estar más que expuestos…
…Además los dos impactos fueron demasiados para el anciano, quién solamente pudo recoger las piernas al fin y quedarse en posición fetal.
El grupo invasor continuó atrapando mujeres hasta quedar satisfechos con su botín.
Con las mujeres raptadas, el grupo parte de la aldea zulú, obtendrán dinero por su rescate, saben bien que los zulúes no se atreverán a un ataque en contra un grupo de expedicionarios occidentales, pues sería la excusa perfecta que tendrían los británicos para atacarlos de nuevo, vencerles y someterlos por fin a su yugo…así su pequeña nación sería anexada.
Dejan el botín en las afueras de la misión cristiana y a buen resguardo con algunos ayudantes, pero una sorpresa les espera al llegar.
El sitio es todo confusión, les informan que un grupo de guerreros zulúes atacaron la misión cristiana raptando a todas las mujeres blancas, entre religiosas y visitantes.
—Oh! no! Roxana! —Se preocupó Daniel —La tienen esos bárbaros!
De lo que se enterarían después, es que algunas mujeres que escaparon de la aldea atacada se encontraron con algunos guerreros zulúes, no los de su propia aldea, pero si aliados, éstos decidieron pagar a los occidentales con la misma moneda…
…Ya sabía que en la misión cristiana siempre había un buen número de mujeres, así que en vez de atacar a los secuestradores, raptaron a sus mujeres para pedir un intercambio…
…Dada la tensión con los británicos, no atacaron con violencia la misión cristiana, y dejaron claro las condiciones para regresar sanas y salvas a las damas blancas.
Instigados por los religiosos, el grupo de Wilson debía ceder a sus planes y acordar un intercambio de mujeres. Aquello no agradó a Ferdinand y éste se marchó por su cuenta, para él no había ganancia y ya nada le convenía a sus intereses.
CONTINUARÁ...
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Continuará en LA EXPEDICIÓN, Parte 3.2. Un duelo por Roxana.
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ANUNCIOS DE ZATN PARA EL MES DE SEPTIEMBRE.
En el mes de Septiembre me tomaré una pausa en escribir, así que lamentablemente no habrá relatos...
...Esa era la idea inicial, pero decidí finalmente escribir un relato corto pero sin ballbusting, titulado:
*UNA HISTORIA ZULÚ. (21 de Septiembre).
Esta historia tiene una ligera relación con la que acaban de leer e introducirá un personaje nuevo para un futuro relato.
A continuación les adelanto el anuncio para Octubre.
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ANUNCIOS DE ZATN PARA EL MES DE OCTUBRE.
En el mes de Octubre se publicará un relato cada Miércoles:
*LA EXPEDICION, Parte 1.2 (Octubre 5).
* LAS CHISMOSAS Y SUS MARIDOS. (Octubre 12).
* LA COCINA DEL INFIERNO, Parte 3 de 3. (Octubre 19).
*LA EXPEDICIÓN Parte 3.2/ANUNCIOS PARA NOVIEMBRE. (Octubre 26).
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