Caua nace en la petición de un lector que deseaba un brasilero en las historias. Hoy llega este joven que llega a poner en aprieto y al borde del quiebre los huevos Chacón.
Rafael Chacón arrugó el ceƱo y murmuró palabras incoherentes, parpadeó un par de veces mientras se sentĆa fatigado. Estaba atado a una cama con el cuerpo desnudo. Lo Ćŗltimo que se le vino a la mente fue que estaba en una fiesta del resort comprado por su abuelo y que Ć©l celebraba con sus compaƱeros de la universidad, entre varios amigos decidieron darse una semana de descanso y disfrutar de los placeres de la vida y la flor de su juventud.
![]() |
Caua estudiante de EconomĆa |
El hijo de Israel Chacón recorrió con sus ojos la habitación, era la suya. Su respiración se detuvo cuando vio salir del baƱo a un semidesnudo Caua, uno de sus compaƱeros de la universidad. Por alguna razón era estudiante de la escueda de EconomĆa.
Caua era oriundo de Brasilia, todavĆa tenĆa un marcado acento portuguĆ©s dotado de la exhuberante belleza de los hombres de su paĆs. Su tez era bronceada sin un Ć”pice de grasa, el cabello negro abunsante y revuelto.
Sonrió a Rafael que asustado le devolvĆa la mirada. Lo saludó con su bello acento y enseguida se manipuló la polla provocĆ”ndose una inminente y palpitante erección.
āĀ”VocĆŖ finalmente despertou! Eu tenho vocĆŖ para mim, bonitĆ£o! ādijo con mucha emoción guiƱƔndole un ojo a Rafael.
El rubio tragó saliva aunque su pene tembló. La noche anterior en medio de una fiesta y bebidas Caua se habĆa confesado con Ć©l, diciĆ©ndole que se le hacĆa guapo y apetecible y que se conformaba con chuparle la polla, le suplicó tener una noche con Ć©l a lo que Rafael se negó explicĆ”ndole que era completamente heterosexual y que tenĆa novia.
Caua sonrió y golpeó la dura polla de Rafael con la palma de su mano, haciendo que el rubio huyera de sus pensamientos y soltara un gemido de dolor.
āĀæTem um pouco de leite no seu pau? āpreguntó con un brillo en la mirada enfocĆ”ndola en la hermosa verga caucĆ”sica de Rafaelā, quiero decir⦠¿tu novia no te ha ordeƱado en estos dĆas?
Rafael se aclaró la garganta. āApenas hoy es el tercer dĆa que llegó⦠anoche fue la fiesta y⦠SarahĆ tomó de mĆ”s y⦠no, no ha pasado nadaā¦
Caua se mojó los labios mirando al pene de Rafael. āHe oĆdo lo que se dice de ti y tu familia. GaranhƵes de alta qualidade āafirmó alegremente mientras agarraba la polla de Rafael por la raĆz y la deslizaba lentamente por la palma de su mano.
Rafael comenzó a jadear y gemir, gruñendo y gimiendo mientras le acariciaban el pene.
No tomó mÔs de cinco minutos de sensibles caricias para que el miembro de Rafael estallara en un baño de semen tal cual como un volcÔn. Caua soltó una carcajada y envolvió sus labios alrededor de la cabeza de la polla, tragando ansiosamente su cremosa corrida mientras masajeaba la larga vara de carne asegurÔndose de que se ordeñara hasta la última gota de su deliciosa leche viril.
![]() |
Rafael con su cara de dolor |
Cuando terminó de tragarse la lefa, Caua le sonrió a Rafael. āMmmm, Ć© o melhor leite que eu jĆ” provei, entiendo porque tu novia es tan celosa āse rió entre dientes y le dio una palmada juguetona a las gónadas vacĆas de Rafael, haciĆ©ndolo gemir de dolorā. Eu quero outra ração āse subió a la cama, sentĆ”ndose a horcajadas en el estómago de Rafael, frente a su entrepierna.
Le estaba dando la espalda al jovenzuelo rubio, haciƩndole saber que solo estaba interesado en su pene.
Caua agarró los huevos de Rafael y comenzó a apretarlos. Presionó sus dedos profundamente en la carne de los testĆculos, apretando y aplastando sus bolas mientras su propio pene palpitaba y se retorcĆa. Concentrado en la polla no prestó atención a los lamentos del rubio.
El segundo orgasmo de Rafael fue causado en su totalidad por las manos de Caua alrededor de su inmenso escroto. BaƱando a Caua con una serie de exuberantes chorros de leche pegajosa.
Sin embargo, Caua continuó su atención en la polla de Rafael masturbĆ”ndola fuerte y rĆ”pido, mientras golpeaba y abofeteaba sus bolas, empeƱado en sacarle un tercer orgasmo. Sonriendo felizmente, acarició la polla de Rafael mientras le daba puƱetazos, bofetadas y palmadas en los testĆculos.
Rafael gemĆa, retorciĆ©ndose bajo el peso de Caua, pero el brasilero simplemente lo ignoró. Estaba completamente absorto en la polla y las grandes bolas. QuerĆa sacarle otra carga y harĆa cualquier cosa por conseguirlo.
āVamos, solo una carga mĆ”s, garanhĆ£o āsuplicó Caua entre dientes mientras entregaba golpe tras golpe a los globos testiculares de Rafael.
Las gónadas de Rafael estaban rojas y casi hinchadas. ParecĆan un par de tomates demasiado maduros, y Caua estaba a punto de convertirlos en ketchup.
Con un gemido de angustia, Rafael soltó su tercera carga de semen y Caua envolvió sus labios alrededor de la cabeza de su polla, tragando cada gota y chupando la esencia salada de la virilidad de Rafael.
Caua recogió el exceso de semen cual golosinas saladas, sorbiéndolas con entusiasmo del pene de Rafael que continuaba duro apuntando al techo, mÔs grande que nunca. Caua lo aprovechó al mÔximo con la lengua lamiendo cada brote del jugo viril.
ParecĆa un orgasmo sin fin, y era como sacar la esencia de Rafael de las profundidades ocultas dentro de sus tanques de esperma. Era increĆble la cantidad de leche acumulada en sus bolas gordas, de haber estado ahĆ, el viejo BastiĆ”n Chacon hubiera deducido que Rafael heredó de su tĆo Simón el producir semen en cantidades industriales.
Caua jadeaba cuando chorro tras chorro de semen se disparó, golpeÔndolo en la boca y en la cara, siendo bañado en el semen de Rafael hasta las manos.
Caua agarró las bolas de Rafael y las apretó tan fuerte como pudo, apretando las dos tiernas pelotas mientras se vaciaban con fuerza y su contenido se salpicaba por todo el cuerpo.
Pareció una eternidad hasta que Rafael dejó de eyacular. Caua estaba en el cielo loco por las corridas, cubierto con una espesa pasta que era la leche de Rafael. Chorros goteaban de su cara y de su cabello, cubrĆan su pecho.
Rafael gemĆa y gruƱĆa, reducido a nada mĆ”s que un juguete sexual.
![]() |
Caua sacudió su polla |
Para colmo de males, Caua se bajó de él y sacudió su polla un par de veces, apuntando a la cara contorsionada por el dolor de Rafael.
No tomó mÔs de un par de minutos y la paja surtió efectos cuando los galones de semen pintaron la cara del joven ostensiblemente heterosexual con su semen.
āMe siento, satisfecho āindicó Caua con una sonrisa. Respiraba poco a poco y lucĆa feliz. Se acercó a los fuertes brazos de Rafael y empezó a desatarlos. El rubio se sentĆa tan dĆ©bil y drenado que no tuvo fuerzas de levantarse y luchar defendiendo lo que le quedaba de honor, liberado prefirió acurrucarse amasar sus testĆculos y limpiar el semen de su rostro con una almohada.
Caua recogió su ropa apilada en la esquina de la habitación, lo acompañaba una sonrisa que no desapareció de su rostro hasta muchas horas después.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario