El comando de campaƱa se encontraba repleto de personas, entre ellas comerciantes, periodistas, activistas y militantes del partido quienes esperaban con ansias el gran lanzamiento a la candidatura hacia la gobernación de Jhonny Garranchan. Al centro del escenario se ubicaba uno de los periodistas mĆ”s influyentes del estado que por alguna extraƱa razón habĆa decidido dejar de lado su sagrada imparcialidad polĆtica para tomar inclinación a la candidatura del lĆder partidista.
AnĆbal Ugas fue contratado como animador de la noche para sacar adelante la postulación a la gobernación. Era un periodista joven que no cruzaba los cuarenta aƱos. Tez morena, cuerpo delgado y esbelto con una corta barba que acentuaba rasgos simples, pero atractivos. Por aƱos se habĆa destacado como un alto crĆtico a las decisiones polĆticas en el estado mediante comentarios precisos y acompaƱados de sarcasmo desde su programa de radio y televisión. VestĆa esa noche con un ajustado traje de etiqueta y sonreĆa mientras conducĆa el evento.
Aunque no habĆa que ocultarlo, su animación en el evento estaba mĆ”s allĆ” del pago por su labor profesional. Estaba ahĆ porque reciĆ©n estaba ligado a una relación secreta y amorosa con el candidato.
Jhonny Garranchan era dueƱo de un cuerpo fuerte y grueso. Su simetrĆa se complementaba con altura y una tez morena. Su rostro era simpĆ”tico sin llegar a ser una belleza, siempre afeitado y con cabellera negra.
Todo comenzó un aƱo atrĆ”s cuando durante un evento de beneficencia, (como todas las que hacen los polĆticos que se aprovechan de cierta necesidad de la población para hacerse un nombre), sus ojos se toparon con la mirada de Jhonny Garranchan creando una intensa conexión que solo dos hombres con derivada inclinación homosexual conocen.
En aquĆ©l evento mientras AnĆbal hacĆa registros fotogrĆ”ficos y tomaba notas, en mĆ”s de una ocasión su mirada se topó con el hombre mĆ”s fuerte del partido polĆtico y futuro prospecto a la gobernación. AĆŗn asĆ no hubo intercambio de palabras entre ellos.
En cierta fecha que Jhonny compraba ropa en un centro comercial se consiguió con AnĆbal en un establecimiento. Este Ćŗltimo lo saludó con un simple āHolaā, los dos hombres intercambiaron miradas y sonrisas cordiales, nada, aparentemente nada fuera de lo comĆŗn. Jhonny continuó caminando con la vendedora y su mirada se despidió de AnĆbal, quien abandonaba el local, girando la cabeza de vez en cuando para despedirse en la espera de que sus ojos volvieran a coincidir.
Semanas despuĆ©s el periodista se encargó de entrevistar en su programa al candidato, asĆ fue un primer acercamiento entre ambos. Una entrevista amena con ciertos tintes del tĆpico sarcasmo burlón del crĆtico locutor en temas polĆticos. Finalizado el programa intercambiaron nĆŗmeros.
Se acercaba la Ć©poca de campaƱa y Jhonny Garranchan se interesó que el periodista fuese el encargado de la jefatura de prensa. Como buen polĆtico no se apersonó a ofrecer la relación laboral, envió un sĆ©quito con el mensaje para el periodista.
La respuesta de AnĆbal Ugas llegó como mensaje de texto al WhatsApp de Jhonny.
«Hubiera preferido que usted personalmente me hiciera la invitación para trabajar a su lado, candidato. Creà que estÔbamos en confianza».
Jhonny no dudó en hacerle una llamada telefónica. AnĆbal continuó:
āSi me lo permite, candidato. Prefiero tener esta conversación con usted en persona y no a travĆ©s de llamada telefónica.
Jhonny sonrió.
āCuando usted quiera podemos reunirnos. No hay problema.
En dos dĆas se citaron, AnĆbal negó toda participación a la candidatura, preferĆa mantenerse imparcial como periodista.
āAhora cambiando de tema ādijo Jhonny acomodĆ”ndose el cuello de la camisa. Estaban en un restaurante caroā, quiero que me expliques que significan esas miradas que nos hemos dado antesā¦
AnĆbal arqueó las cejas de sorpresa y se echó a reĆr Jhonny le devolvió la sonrisa acompaƱada de una mirada pĆcara y de exploración, como siempre.
ĀæPara quĆ© desviar la atención? Estaban ellos dos solos. AnĆbal dijo la verdad, sintió una conexión muy fuerte con Ć©l desde aquella primera mirada en el evento benĆ©fico, Jhonny tampoco negó sentir atracción por Ć©l. Ambos se describieron solteros.
Tres dĆas despuĆ©s AnĆbal citó a Jhonny en su departamento.
āDiseƱƩ estos flyer para tu campaƱa āle mostró unos bocetos digitales en la laptopā. Puedes mostrĆ”rselo a tu encargado de redes sociales y puede hacer uso de mi creación, quizĆ”s hasta adaptarlos.
āMe gustan āafirmó Jhonny sentĆ”ndose en la silla y contemplando la pantallaā, pero prefiero que seas tĆŗ mi encargado de redes y prensa.
Aprovechando la distracción, AnĆbal arregostó su erección al brazo de Jhonny. El candidato dobló el cuello y contempló la acción esbozando una sonrisa. AnĆbal le dirigĆa una mirada de cómplice. Jhonny se levantó, lo abrazó y besó en los labios por segunda vez. Porque la primera fue un beso fugaz en el automóvil a la salida del restaurante dĆas atrĆ”s.
Sin separarse fueron a la habitación de AnĆbal donde follaron por primera vez.
Como en la mayorĆa de las relaciones gay, despuĆ©s de la primera relación sexual y corroborar que se complementaban. Descubrieron que podĆan tener una relación mĆ”s Ćntima.
En la actualidad el pĆŗblico aplaudĆa con entusiasmo el discurso final del candidato. QuiĆ©n habĆa sido presentado con bombos y platillos. HabĆa llegado al evento caminando con gallardĆa, desbordando energĆa y juventud.
Jhonny Garranchan se despidió del pĆŗblico y se abrazó con sus pares del partido polĆtico alzando los brazos en medio de una lluvia de aplausos y confetis. VestĆa un ajustado traje azul que reforzaba sus grandes brazos y rodillas potentes.
AnĆbal Ugas retomaba el micrófono y presentaba a una banda musical para el cierre del evento.
Jhonny Garranchan regresó a su oficina y ahà se encontró con una visita que lo esperaba desde su propio asiento: Harold Clauss.
Harold era un hombre pasado los 45 aƱos, su tez era bronceada, con cara rectangular y rostro severo. Corta cabellera con tonos castaƱos que cedĆan al gris. Con un peso polĆtico en el partido y en la ciudad de bastante trayectoria.
āĀ”Estabas aquĆ! āexclamó Jhonnyā. No te vi durante todo el discurso. ĀæQuĆ© tanto hacĆas aquĆ?
Harold dejó de jugar con el lapicero en su mano, lo depósito sobre la mesa y se levantó del asiento. Caminó unos pasos con su traje formal ajustado de diseñador hasta llegar a Jhonny.
āSe confirma el loco rumor que hay entre algunos del partido ācomentó con voz graveā, Ć©se periodista es tu nuevo amante de turno.
āĀæPero quĆ© idiotez dices, Harold? āsonrió Johnnyā. Nunca he escuchado tal rumor. ĀæCómo puedes creer que un profesional como AnĆbal Ugas va a prestarse a eso? Ni siquiera creo que sea gay.
Harold tenĆa puesto sus ojos sobre el candidato, hizo una risa que denotó cinismo.
āSi tendrĆa que poner las grabaciones pasadas de ese mequetrefe lo destruirĆa por completo āHarold hizo un intento por imitar la voz del periodistaā. Mi condición de prensa me prohĆbe hacer parte del juego polĆtico del estado. AsĆ decĆa siempre en su programa de radio. Y ahĆ estĆ”, conduciendo tu lanzamiento a la gobernación. Desde un primer momento se te metió entre ceja y ceja, lo recuerdo muy bien.
āSon tonterĆas, Harold.
āĀæSon amantes? āquiso saber el hombre.
āEs algo que no te debe interesar.
āPor sentado que sĆ. Todo lo que a ti ocurra me concierne a mĆ. Yo te preparĆ© polĆticamente, lo que eres es gracias a mĆ. Soy tu jefe de campaƱa.
Jhonny hizo una mueca de disgusto.
āĀ”Con que esa vamos! Ā”Echarme en cara todo lo que has hecho por mĆ! Ā”Nunca actĆŗas de buen corazón!
āUna vez mĆ”s, Āæson amantes?
āĀ”No es tu problema!
āTengo que estar al tanto de todo lo que le ocurra a mi candidato.
āEsto no es del interĆ©s de nadie. AdemĆ”s, aquĆ ningĆŗn periodista se atreverĆ” a meterse contra AnĆbal, bien sabes su poder dentro del gremio.
āEntonces, Āæme estĆ”s confirmando que son amantes?
āĀ”Que no es tu problema, Harold!
Harold disparó su brazo hacia adelante atrapando entre sus dedos la entrepierna de Jhonny, adueƱƔndose de sus dos testĆculos carnosos y aplastĆ”ndolos con toda la fuerza que pudo reunir.
āGrrrrr āsonaron los labios de Jhonny abriendo los ojos como platos.
Sus dos grandes esferas masculinas dentro de su pantalón fueron presionadas por la palma de firmes dedos. Jhonny chilló y luchó, finalmente pudo liberarse y colapsar en el suelo arrodillÔndose.
āNo se te olvide que tu carrera polĆtica se impulsó gracias a mĆ. No voy a permitir que daƱes tu oficio por una calentura pasajera con ese periodista de mierda. Hoy estĆ”n felices follando, pero debes proyectar a futuro. Cuando se odien a muerte y Ć©l sea tu detractor en todos los medios.
Harold se le quedó mirando marcando un relieve en su pantalón con su propia erección mientras Jhonny gemĆa de dolor, meciĆ©ndose en el suelo y agarrando sus testĆculos.
La musculatura del candidato guardada dentro de su ropa de etiqueta se habĆa ido a cero por un simple dolor en sus genitales. Jhonny se mecĆa y mecĆa tratando de aliviar el dolor que irradiaban sus dos bolas carnosas y palpitantes.
āNo tenĆas que hacer eso āle reclamó a Harold.
El seƱor sonrió y respondió de manera frĆa.
āSi esas pelotas no son para mĆ, menos lo serĆ”n para ese periodista de mierda.
Johnny se quiso levantar y Harold echó la pierna hacia atrĆ”s chocĆ”ndola contra las bolas de Jhonny, golpeando sus dos gordos testĆculos con la punta de su zapato, estrellĆ”ndolos contra la pelvis del candidato.
Jhonny gritó a todo pulmón, dando un salto, cayó al sueo acurrucÔndose en el suelo como un ovillo, gimiendo de dolor y lidiando con él.
Harold lo observaba con el rostro doblado en un gesto furioso. Tres meses atrĆ”s la relación amorosa entre ambos habĆa terminado. Todo fue cuando Harold tuvo un pequeƱo devaneo con uno de sus ex y traicionó la confianza y relación que tenĆa con Jhonny. El candidato nunca se lo perdonó y aunque no pudo alejarse de Ć©l siguieron frecuentĆ”ndose por el partido polĆtico, Jhonny seguirĆa siendo su protegido y proyecto a la Gobernación, era una campaƱa que auguraba Ć©xito a puertas del gobierno.
Actualmente Jhonny se quejaba de dolor y el pantalón de Harold estaba tenso con una erección que intentaba atravesar la tela endeble.
La polla de Harold se retorció dentro de su pantalón. HabĆa aparecido una pequeƱa mancha hĆŗmeda donde se veĆa el contorno de la cabeza de su pene.
El señor se inclinó y terminó arrodillado ante Jhonny, trasladó su mano a la entrepierna del candidato, apartando sus manos protectoras de los cojones y se apoderó de ellos una vez mÔs, mirÔndolo a los ojos torció la mano, amasando y triturÔndolos, haciendo que Jhonny gimiera.
āNo es justo que despuĆ©s de todo lo que he hecho por ti, Jhonny GarranchĆ”n, me pagues con esto. Ā”No es justo! ĀæQuĆ© puede tener ese periodista de mierda que yo no tenga? ĀæEs su juventud?
Jhonny jadeaba pesadamente mientras Harold continuaba apretando sus testĆculos en la mano.
āNo es justo para mĆ ācontinuó Harold concluyendo de torturar las pelotas del candidato. Tan pronto lo hizo el hombre dejó escapar un gemido agonizante, se agarró la entrepierna y se acurrucó en el sueloā. No es justo ārepitióā, durante todos estas semanas te has estado burlando de mi, aceptando mi cortejo, burlĆ”ndote y tu silencio confirma el rumor de tu acercamiento con ese periodista. Ā”Un periodista lame botas que se arrima a cualquier polĆtico para vivir de Ć©l! No se te olvide nunca quiĆ©n es. Ā”Todo! Ā”Todo lo que ese AnĆbal Ugas tiene es gracias porque saca provecho a los polĆticos de cada municipio! Tiene beneficios de alcaldes y consejales. Ahora va por ti, el premio gordo. AnĆbal Ugas es un mafioso del periodismo.
āNo tenĆas que golpearme las bolas para eso āsusurró Jhonny golpeando la quijada de AnĆbal y liberĆ”ndose de su tortura testicular.
āSi esas pelotas no son para mi, no serĆ”n para nadie āafirmó Harold acariciando su rostro. HabĆa determinación en su mirada.
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