Erick Malverde y Jonathan Castillo fueron trasladados a una habitación con poca iluminación donde estaban sujetos con cuerdas a las muñecas. Sus brazos quedaron levantados hacia un soporte en el techo.
āEres un hijo de puta, Quiroga āhabló Erickā, juro que te vas a arrepentir.
Reinaldo Quiroga simplemente se echó a reĆr.
āCĆ”llate, Malverde, que apenas comenzamos. JosĆ©, ve y busca a Rauli, veamos quĆ© tipo de salchicha le gusta a nuestro perro favorito. ĀæSerĆ” la salchicha negra y arrogante⦠o la salchicha blanca y ladrona? Ja, ja, ja.
āĀ”SuĆ©ltame, maricón! ārugió Erick cuando Reinaldo puso una mano en el cinturón de su pantalón. Intentó resistirse y pateó las piernas, en su lugar recibió un terrible apretón en sus ya hinchadas bolasā. ”””AAAAAAAAAAAAAAH!!!
āSerĆ” mejor que cooperes, Malverde. AquĆ ya no vale tu arrogancia, cabrón.
Reinaldo dio un Ćŗltimo apretón a los testĆculos de Erick que le hizo salivar y poner los ojos en blanco. Lo soltó de los huevos y le quitó el pantalón. Enseguida saltó la hermosa polla morena del hombre de la ley, flĆ”cida y gruesa, con dos negras pelotas en extremo grandes e hinchadas. Sus testĆculos eran peludos, pero el vello de su pubis estaba recortado.
āAhora es tu turno, Castillo āsonrió Reinaldoā. ĀæQuĆ© ocurre? ĀæEl quedarse sin pito ha hecho que te calles? Ja, ja, ja.
Jonathan aspiró bruscamente, mordiĆ©ndose el labio inferior. Sus posesiones mĆ”s preciadas quedaron expuestas de un solo golpe. Su polla era pequeƱa y sus testĆculos recogidos y arrugados. Sus genitales estaban completamente rasurados.
Reinaldo Quiroga regresó con Erick.
āNo te preocupes, Erick āsonrió manipulando con una mano la polla de su compaƱero de trabajoā. Ya veremos quĆ© polla se encarga de arrancar Rauli, esta puede ser tu Ćŗltima erección, ja, ja, ja āen cuestión de segundos el inmenso pene de Reinaldo se llenó de sangre y apuntaba al techo, revelando una hermosa erección con una brillante cabeza en forma de hongo. Debajo, sus gordas pelotas hinchadas palpitaban de dolor.
āAquĆ abajo parece que estĆ”n bien llenos āsonrió Reinaldo, agarrando los huevos de Erick y amasĆ”ndolos con los dedos.
Erick gimió y se retorció, era un contacto grotesco y doloroso.
āĀæCuĆ”ndo fue la Ćŗltima vez que eyaculaste? āpreguntó Reinaldo, con una sonrisa malvada mientras apretaba los huevos de Erick.
āTe⦠tengo varias semanas⦠”Aaaaah! āmurmuró Erick, mordiĆ©ndose el labio inferior. LucĆa exhausto, y agónico. Cabeceaba en medio del dolor.
Reinaldo soltó una carcajada. āLleno hasta los topes, Āæeh? āpresionó sus pulgares profundamente en el carnoso escroto torturando las jugosas ciruelas de Erick.
ā”””AAAAAAAAAAH!!! āgimió Erick, con la polla crispada y palpitante.
Por un momento, pareció que iba a eyacular allĆ mismo, lo que no habrĆa sido del todo inesperado por la cantidad de semen acumulado en sus huevos, pero Reinaldo evitó que Erick llegara al orgasmo retorciĆ©ndole bruscamente los huevos.
āA partir de hoy no volverĆ”s a ser aquel hombre arrogante āafirmó Reinaldo mientras los ojos de Erick se desorbitaron y su mandĆbula caĆa con un gemido ronco y angustiado.
El pene de Erick seguĆa fuertemente apuntando al techo, grande, precioso, adornado con venas.
āEres un bastardo cachondo āse burló Reinaldo acariciando suavemente la gorda erección de Erickā. Por eso mereces quedarte sin polla, sin orgullo, sin ganas de andar por allĆ pavoneĆ”ndote en el comando de seguridad āla polla de Erick empezó a retorcerse violentamente, Reinaldo le dio un par de puƱetazos en los huevos, haciĆ©ndole gemir de dolor, con la polla todavĆa dura como una piedra.
La puerta se abrió y José entró sujetando un rottweiler con una fuerte y metÔlica cadena. Al ver a los dos condenados sujetados, el perro comenzó a ladrar con mal humor.
āĀæPreparado? āpreguntó Reinaldo retrocediendo hasta su cómplice.
āSĆ ārespondió JosĆ©.
āDeja que los vea, para que seleccione su polla favorita.
Rauli olfateó el aire, detallando a Erick y Jonathan. El oficial JosĆ© lo liberó de sus cadenas. El perro emprendió una rĆ”pida carrera. Los dos hombres gritaron al unĆsono. El animal corrĆa y ladraba, escogió uno. El moreno, el guapo, el hombre de la ley.
Erick lanzó un potente grito cuando Rauli saltó hacia sus piernas y puso sus colmillos en su verga.
”Guau! Me encanta tu descripción de la polla y los huevos de Malverde. Gracias por convertirlo en un tipo peludo.
ResponderBorrarEste capĆtulo terminó con mucho suspenso. ĀæCómo concluirĆ” la historia? ĀæEscaparĆ” Malverde? ĀæSeguirĆ” siendo torturado? ĀæPodrĆ”n sus grandes y peludas bolas disparar su carga (Āæfinal?)?
¿AprenderÔ la lección o Malverde se mantendrÔ orgulloso? ¿Casi escaparÔ, pero se jactarÔ demasiado al final, y de alguna manera arruinarÔ aún mÔs su polla y sus bolas?
ĀæSe quedarĆ” Malverde con la policĆa? ĀæO escaparĆ” y elegirĆ” una vida de crimen (Āæy venganza?)?
ĀæQuĆ© mĆ”s tiene planeado para los balones de Malverde? Taser? ĀæBaterĆas de coche? ĀæReinaldo sacarĆ” el semen de las bolas de Malverde?
Si Malverde escapa, es posible que se quede con un par de huevos fritos y una salchicha blanda masticada.
No puedo esperar para el próximo capĆtulo (: