ORIGINAL DE: ZATN
CONTIENE: BALLBUSTING M/M Y SEXO HETEROSEXUAL.
EL MOMENTO MĆS DESEADO DE IVAN.
Tras recibir un par de rodillazos en las pelotas por parte de Taro, el chico de tez morena tardo unos 10 minutos en poder levantarse y tomar asiento, Verónica, palpó sus testĆculos en busca de saber de primera mano su estado.
āLa integridad testicular esta conservada, y no evidencio seƱales de anormalidad, los cambios en la epidermis son esperables ante el choque de una estructura ósea como el hueso rotuliano de Taroā.
IvĆ”n no entendió lo dicho por la cientĆfica, y no podĆa pedirle traducción a Taro, pues se hallaba molesto con Ć©l por faulearloā¦Aunque era algo que tarde o temprano habĆa aceptado recibir, pero no le gustó que le golpeara sin advertirleā¦y dos rodillazos en los cojones!, tenĆa ganas de regresarle los golpes en sus bolas, pero debĆa centrarse en hacerle el amor a Verónica, quien parecĆa ansiosa por tener la muestra de esperma del hombre moreno.
Verónica debe cumplir lo que le prometió, Una vez mÔs le baja los calzoncillos, y de inmediato se arrodilla ante IvÔn, el moreno se saborea los labios ante lo que le viene.
Verónica cumple parte de lo prometido, y planta dos ricos besos en las colgantes bolas del moreno. āSĆĆĆ nenitaā¦ahora chĆŗpame la verga antes de que te la metaā.
āNo puedo darte estĆmulos linguales, contaminarĆa una futura eyaculación con las cĆ©lulas en los fluidos de mi cavidad oralā.
āQue dijiste nena?, Solo tienes que chupĆ”rmela, algo rĆ”pido, no soy exigenteā.
Verónica intentó explicarlo como Taro lo harĆa: āTe la chuparĆ© luego de venirteā¦ā.
ā¦El pene de IvĆ”n se mostraba a plena erección, y la joven se incorporaba, es hora de cambiar de lugar para iniciar la acción; Sin el menor recato, Verónica tomó a IvĆ”n del largo falo y tirando un poco de este le condujo hacia la mesa donde se halla el microscopio, junto a este estaba un paquete de condones, y la chica procedió a cubrir el ya hĆŗmedo miembro viril.
Verónica subió su bata hasta la cintura, fijĆ”ndola con un cordón, dejaba de esta manera su entrepierna desnuda, No deseaba que su preciada bata se manchase con algĆŗn fluido propio, pues los lĆquidos masculinos se recolectarĆan en el condónā¦A continuación se recostó sobre la mesa, y separó las piernas, invitando a IvĆ”n a penetrar de pies y por detrĆ”s...El moreno colocó su verga erecta sobre el trasero de la cientĆfica.
IvĆ”n no esperó mĆ”s y con decisión entró en Verónicaā¦un leve jadeo en la mujer le indico que le era muy grato el que ingresara su pene⦠el moreno continuó introduciendo su falo, hasta que los huevos hicieron contacto con la vulva de la jovenā¦Verónica percibió en toda su longitud aquel negro pene.
āIvĆ”n⦠tienes el miembro largo!ā. La cientĆfica hacĆa tiempo no era penetrada por un miembro de tales proporciones.
El jactancioso hombre respondĆa: āTe gusta que te la meta verdad?...te gusta algo grande adentroā.
āAdmito que es placentero tener un miembro asĆ en mi interiorā.
La reacción de Verónica en el sexo siempre fue muy peculiar, su mente cientĆfica se imponĆa en todos los aspectos de su vida, incuso a la hora del sexoā¦siempre parecĆa calmada limitĆ”ndose en su seriedad a disfrutar del acto sexualā¦Tanto asĆ que a la vez que sentĆa placer fĆsico, se dedicó a analizar en el microscopio mĆ”s de las primeras muestras de semen.
Pero IvĆ”n resultarĆ” un individuo difĆcil de comprender para la mujer de mente cientĆfica.
En medio de sus movimientos de cadera y exhalaciones, el moreno, olĆa vulgarmente el cabello y cuello de Verónica para luego besarlo y lamerlo, ocasionalmente le daba leves mordidas en los hombros, y cuando escupió a propósito la desnuda baja espalda de la joven, esta reaccionó en su forma analĆtica:
āIvĆ”n, no entiendo tu comportamiento⦠Por favor limĆtate a la estimulación de mi vaginaā.
āOh no nenita!, te voy a gozar toda, y los besos y lengüetazos, y todo lo demĆ”s son parte de lo que a este negro le gusta, no seas mala y dĆ©jate quererā¦ā.
āPero tus patrones conductuales son irracionalesā¦solo puedo asimilarlos a un hombre prehistórico, o su sinónimo⦠un trogloditaā.
āQue? No entiendoā.
āHago referencia a un hombre de las cavernasā.
āNena no entiendo mucho de lo que dices, sólo dĆ©jame culiarte a mi manera, si!ā¦.colabórame por favorā.
āEsta bien, aceptare por ahora tus peculiares y muy primitivos gustos masculinosā.
IvĆ”n estaba fuera de sĆ degustando el coƱo de Verónica, sus movimientos de cadera eran fuertes y constantes, sus adoloridas pelotas no paraban de causarle molestias, Verónica notó los gruƱidos del joven moreno cada vez que por su Ćmpetu chocaba sus bolas contra ella... Pero eso no detenĆa al excitado hombre.
Verónica tomo una decisión y apretó la vagina causando una sensación de leve dolor en el pene de IvÔn, pero seguido de un placer mayor.
āAauuu!!!, que haces nenita?ā.
āAumento el tono muscular en mi vagina para acelerar tus sensaciones placenteras, la compresión fuerte y constante a los receptores nerviosos en tu glande te harĆ”n eyacular mĆ”s rĆ”pidoā.
āQuĆ©?, porque? nenitaā¦oh que rico!ā. Un nuevo apretón al glande le hizo babear del gusto.
āSĆ© que les gusta demasiado, la presión muscular acelerarĆ” tu eyaculaciónā
āNo espera nenitaā¦yo no quiero...no!ā. A cada penetrada, Verónica apretaba el glande del moreno.
āNo!, es necesario!, no querĆa intervenir acelerando la expulsión espermĆ”tica, y que esta fuese lo mĆ”s normal posible⦠Pero IvĆ”n, debo admitir que tus expresiones Ć”lgidas me generan cierto malestar emocional, fue mi idea que aceptaras recibir un trauma genital, no estoy de acuerdo con mĆ”s lesiones⦠debo acelerar la eyaculación para evitar mĆ”s tu sufrirā.
A pesar de no entender bien lo dicho por Verónica, IvĆ”n dedujo buena parte de lo que ella querĆa decirā¦
āNo nena, yo no quiero esoā¦quiero cogerte todo lo que puedaā¦ā.
āLo siento debes eyacular prontoā. Otro fuerte apretón al glande, y el moreno sentĆa que casi se venĆaā¦En su desesperación por no eyacular, por primera vez dijo algo parcialmente inteligente.
āPero nenita, tu querĆas un golpe en las bolas, chocarlas contra tu coƱo ayudara a tu estudio no?, son mĆ”s golpes!ā.
āEs cierto que son mĆ”s traumas testiculares, aunque seas tus mismo quien lo ocasiona, pero son innecesarios para la investigación, ya recibiste un fuerte trauma por parte de Taro, no deberĆas castigar intencionalmente tus Ć”reas virilesā.
āDĆ©jame pĆ©garme. Yo asĆ lo quieroā.
āLo siento me he decididoā.
El apretón a su glande eran intenso, pero IvĆ”n movió una mano y se dio una solución. Apretó sobre la bata el pezón izquierdo de Verónicaā¦de inmediato y por la sorpresa la cientĆfica aflojo su apretón vaginal.
āQue haces!?ā,
āNo eres la Ćŗnica que sabe trucos nenitaā¦enseguida aflojaste mi vergaā.
Verónica estaba confundida, la acción de IvĆ”n anuló su intento por hacerle eyacular, y gustoso el moreno enlentecĆa su penetración, ahora era a su propio ritmo, y muy aliviado de no venirse tan pronto.
Verónica reclamo: āIvĆ”n no te di permiso de tocar mis glĆ”ndulas mamarias. Suelta mi pezón!ā.
āTe gusta?ā. Manoseo un poco el pezón de la cientĆfica.
āBasta!, Eres un atrevido!ā.
IvĆ”n le obedeció: āNo te enojes nenita, es que no vi otra para que pararas de apretarme la verga, no te lo vuelvo a coger si prometes no apretĆ”rmela de nuevoā¦EntiĆ©ndeme, quiero durar todo lo que puedaā. IvĆ”n estaba temeroso de la reacción de Verónica, pues Ć©sta se mostró muy intensa, realmente estaba enfadada!, pero una vez le liberó, la mujer retomo su actitud pasiva, al parecer fingió un enfado solo para obtener la libertad de su pezón, pues seguĆa con la cara seria y calmada.
Verónica se resignó: āEsta bien, hazlo a tu ritmoā¦Son tus glĆ”ndulas sexuales las que reciben el trauma, y eres tu quien siente el dolorā.
El moreno introdujo su pene hasta el fondo estrellando la punta de su glande contra el fondo vaginal y el cuello uterino de Verónica, sin importarle el choque de sus huevosā¦El profundo contacto alarmó a la mujer.
āQue haces ahora tan de repente IvĆ”n!!ā
āDĆ”ndote una gran sorpresa nenitaā¦sĆ© que esto te gustarĆ”, Es mi As bajo la mangaā¦ā.
āBasta, estas golpeando mi cuello uterino, tu miembro viril es largoā¦muy largoā.
āNenita es a lo que llaman un beso uterino!, solo con esta verga larga te beso la matrizā.
Los bombeos y golpes contra el cuello uterino hacĆan gemir a Verónica que trataba de mantener la compostura.
āAhhhā¦detente⦠llegas muy profundoā¦tómalo con calmaā¦ā.
āNo nenaā¦como se ve que disfrutas estoā¦y este negro tiene mĆ”s de lo mismo⦠ā.
Llegar mĆ”s profundo maltrataba mĆ”s sus dolidas pelotas, pero era inevitable para IvĆ”n el penetrar el coƱo de la cientĆfica con todo lo que tenĆa.
Verónica se mordĆa los labios disimulando apenas su placer.
Pero su cuerpo temblaba, no tardarĆa en llegarle un orgasmo, pero no lo alcanzó, pues IvĆ”n aceleraba su bombeo a la vez que le palpitaba la punta de su miembroā¦el moreno estaba por venirseā¦
ā¦Verónica se calmó cuando el pene de IvĆ”n expulsaba una corrida abundante y caliente, que inflaba la punta del preservativo.
āOh me vengoooo!!!ā. El moreno exclamó en voz alta, sin importar que se enteraran los otros presentes en el laboratorio.
Alegre por controlar sus impulsos a tiempo la joven se prestó a reiniciar su labor cientĆfica: āTe Felicito IvĆ”n, tu miembro hace cosas que me sorprenden, y esta segunda vez expulsaste una mayor carga espermĆ”ticaā¦Ahora dame el preservativo, estoy impaciente por ver la muestraā¦ā.
Verónica retiro el preservativo con cuidado para mantener la mayor cantidad de semen dentro, de inmediato dio la espalda a IvÔn para procesar la muestra.
El joven le protestó: āEjemm, cariƱo no se te olvida algo?ā.
Ante la extraƱeza de Verónica, IvĆ”n le recordó: āAun me la tienes que chuparā¦ā.
āPero tiene restos de la eyaculaciónā¦Ahora no!ā¦Eh, lo hare en otro momentoā. La verdad Verónica nunca hablo de limpiarle el pene a IvĆ”nā¦fue Ć©l quien lo asocio asĆ.
No pudiendo negar el argumento del hombre, Verónica se inclinó un poco y lamió el pene, por todos lados, en su lengua se adherĆan los espesos restos del semen blancuzco y olorosoā¦
ā¦desempeƱƔndose con eficiencia, la cientĆfica pronto dejó el Ć”rea impecableā¦.e IvĆ”n le agradecĆa sus atenciones.
Durante todo el tiempo que ocurrĆa este acto sexual, entre Taro y Miguel tenĆan lugar sus propios asuntos.
EL MOMENTO MENOS DESEADO DE TARO.
Durante el inicio del acto sexual entre IvĆ”n y Verónica, el chico moreno alcanzo a proponer que Miguel fuera pateado por Taro, eso significaba que mientras Miguel le hacia el amor a Verónica, era deber de IvĆ”n patear las bolas del chico de origen orientalā¦AhĆ tendrĆa su desquite, le dejarĆa las bolas en la garganta.
Pero intervino Verónica, y aun siendo puyada por detrĆ”s dio la pauta⦠DebĆa ser Miguel quien pateara a Taro, e IvĆ”n patearĆa a Miguel, asĆ no habrĆa sentido de venganza, en donde el que fue pateado no pateara a quien le golpeo.
El asunto estaba decidido, Miguel debĆa golpear los testĆculos de Taro, quien serĆa el próximo en hacerle el amor a Verónica.
Resignado a soportar el dolor, Taro colocó las manos en la espalda, trago saliva y expuso su entrepierna cubierta sólo por un delgado calzoncillo. Miguel estaba decidido a hacerlo, pero tenĆa sus reservas en cómo dar el golpeā¦un golpe bajo era horrible, alguna vez le habĆan dado en las pelotas, y vaya que habĆa sufrido!, Pero no deseaba ese mal en Taro a quien apenas conocĆa, pero que al igual que Ć©l e IvĆ”n, eran solo piezas usables en esta enferma investigación de Verónica.
De pronto pensó que luego serĆa Ć©l a quien golpearĆan bajo, y tal vez IvĆ”n no se andarĆa con dudas, despuĆ©s de todo lo habĆan fauleado y sin duda querĆa desquite con alguien mĆ”sā¦Pensó:
- Entonces para que contenerme, si con mis bolas no se van a contener?.
āAl diablo!ā.
Miguel corrió hacia el āpreparadoā Taro, quien al verlo venir se asustó e inĆŗtilmente expresó un desesperado: āEsperaā¦.ā.
Fue muy tarde para arrepentirse ahoraā¦el pie derecho de Miguel se elevó con plena potencia y su empeine chocó con el indefenso escroto del chico oriental.
Los huevos de Taro Takahashi crujieron como nueces āCRACKKKKā.
El pie de Miguel descendió rÔpidamente observÔndose los cojones rebotar violentamente dentro del calzoncillo.
āAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!!!!!ā. Gritó Taro con acento algo agudo.
Taro apretó los dientes, unas Ćŗnicas y grandes lĆ”grimas resbalaron por sus mejillas mientras corrĆa a cubrir su Ć”rea lastimada.
Verónica observaba su microscopio y exhalaba un poco ante lo que sentĆa en sus partes Ćntimas, por un instante separó los ojos del instrumento para tomar notas, es ahĆ cuando la carrera de Miguel le llamo la atención, y observo al detalle como su amigo golpeaba sin misericordia los testĆculos de Taro.
Impresionada por lo visto la cientĆfica analizó:
- Vaya patada Miguel!, ha sido un severo trauma a las gónadas de Taroā¦sĆ© que era necesario, pero siento algo de pena por Ć©l, fue un impacto realmente brutal!ā¦patear de esa manera, es como si estuviera en un partido de ā¦Oh, es cierto Miguel!, no solo eres fanĆ”tico del fĆŗtbol, tambiĆ©n lo practicasā¦
āLe has visto IvĆ”n?, Miguel liberó una gran cantidad de energĆa cinĆ©tica con ese golpeā. Si bien lo dijo para que el moreno respondiera, este no dijo nada⦠por lo concentrado en su acto no prestaba la menor atención.
Luego de observar un instante las fuertes piernas de Miguel, desvió la mira hacia el afectadoā¦allĆ estaba con las manos entre las piernas y brincaba de un lado a otro.
Miguel se asustó por la velocidad en los movimientos de Taro, brincaba como un canguro, quejÔndose.
āAayyy, Aayy, ayyy ayy misā¦.ā, El aparentemente siempre calmado Taro se comportaba de una forma inusual y hasta graciosa⦠pero poco a poco fueron bajando sus brincos, y terminó de pieā¦Miguel frente a Ć©l sabĆa lo que sucederĆaā¦Taro cayó de improviso al piso y se acurrucó como una orugaā¦.procediendo a toser, al parecer intentaba trasbocar.
Verónica seguĆa hablando para IvĆ”n: āSu reacción fue diferente a la tuya IvĆ”n, pero por fin la debilidad en sus miembros inferiores le hace imposible sostenerseā.
La cientĆfica se extrañó ante la falta de reacción por parte de IvĆ”nā¦hace unos minutos deseaba vengarse del chico oriental y ahora no expresa nada.
āTaro ha recibió un fuerte trauma, quĆ© opinas sobreā¦ā, Verónica consideró innecesario preguntar al moreno, no se inmuto para nada ante el grito y quejas de Taro, estaba concentrado solo en penetrarla.
La mujer le hablo a distancia al derribado chico oriental:
āPobre Taro, lo siento querido, pero no me es posible ayudarte a recuperar pronto la vitalidad genitalā¦IvĆ”n me mantiene ocupada con el coito, deberĆ”s por propia cuenta mejorar y retomar tu erección, pues eres el siguiente en penetrar mi vaginaā.
Miguel trato de ayudar al adolorido Taro, pero el oriental seguĆa retorciĆ©ndose sin saber que pasaba a su alrededor, para Ć©l su universo ahora no era mĆ”s que acunar y sobar sus huevos.
Verónica expresó: āMiguel, has propinado un fuerte trauma gonadal a Taro, que golpe de pie!ā.
āPues no fue grato para mĆ, pero era necesario para tu estĆŗpida investigaciónā.
āNo digas eso, solo faltas tĆŗ por recibir el traumaā.
āNo me lo recuerdes, serĆ” horrible sin dudaā¦como quisiera irme de aquĆā.
āEso no, ya aceptaste, y tendrĆ”s una buena recompensa, tanto fĆsica como con esa tarea tuya que me obligaste a realizar en tu nombreā.
āPero volviendo a esoā¦te excediste un poco contra el buen Taroā¦me preguntoā¦si te gusta el futbol, no habrĆ”s confundido sus gónadas con un balón?...Es jocoso pensarloā.
āOh callaā¦.eres una perversa mujer burlĆ”ndote asĆ del dolor ajenoā.
āEso es falso!ā¦es solo un pensamiento curiosoā.
Miguel se alejó y calló, le era molesto la conversación sobre aquello con Verónica, quien analizó:
- Ahora que recuerdo se suponĆa que esta noche habĆa un partido que querĆas ver y al venir aquĆ te perdisteā¦
ā¦Que interesanteā¦No dejo de pensar si el que no poder ver el juego ha tenido relación alguna en tu desmedida patada contra Taro. SerĆa una forma de desquite?...bueno algo asĆ nunca lo creĆ de ti Miguel, no eres esa clase de personaā¦
⦠Aunque sigues siendo un hombre, y en ustedes siempre es esperable un comportamiento primitivo.
LA INSISTENCIA DE IVAN.
Tras eyacular IvÔn, Verónica observaba al microscopio lo expulsado por este.
āUmm que interesante!...presencia de hematĆesā¦neutrófilosā¦ā.
De pronto Verónica sintió que le tocaban la vulva, por detrÔs unos dedos intrusos se empapaban con los restos de sus fluidos; Tras la sorpresa se voltea para saber de quién se trata.
āBasta IvĆ”nā. Verónica le retiro la mano.
āNenita, hagĆ”moslo otra vezā. La cientĆfica se plantó frente a Ć©l con una cara seria.
āNo, el acuerdo era realizar el acto sexual en una ocasión, y con preservativo, ademĆ”s hice todo lo prometido⦠Ahora es el turno de Taro para la penetraciónā.
IvƔn observaba a Taro, con cara de dolor, las piernas algo abiertas y ocultando sus bolas.
āPero ese chico no puede con el almaā¦no puede hacĆ©rtelo aunā¦vamos!ā. IvĆ”n estiro su mano tratando de tocar la vulva de Verónica, pero ella se la detuvo.
āPor favor IvĆ”n, controla tus impulsos reproductoresā. El pene de IvĆ”n yacĆa semi erecto, goteando una vez mĆ”s pre semen.
āVamosā¦ademĆ”s tĆŗ me buscasteā¦ā.
āIvĆ”n acepte intimar contigo para obtener tu muestra espermĆ”tica, te deje muy claro a ti y a los otros dos mis motivos.ā.
āPiĆ©nsalo mejor nenitaā. IvĆ”n se acercó mĆ”s a Verónica, y trató nuevamente de tocarle la vulva; La chica le dio una leve palmada en el dorso de la mano haciĆ©ndole ver que no insistieraā.
āIvĆ”n es un no definitivoā.
āDi que sĆā. Ahora el moreno la intentó agarrar de las caderas, ante lo que Verónica dio un paso atrĆ”s encontrĆ”ndose con la mesa del microscopioā¦ya no tenĆa donde alejarse, e IvĆ”n avanzó hacia ella.
āAlto IvĆ”n, retrocede!⦠acepta mi negativaā¦.Si insistes en no entender razones, me obligaras a romper la promesa que por un aƱo me he propuestoā.
IvĆ”n se preocupó al recordar el tema de la promesa: āHablas de no pegar en las bolas a los hombres?ā¦me quieres pegar en las pelotas?ā. IvĆ”n se cubrió un poco con una mano, en seƱal de prevención.
āSi te niegas a actuar de forma civilizada, tendrĆ© que hacerlo y lastimarteā.
āNo digas esoā. IvĆ”n mantenĆa ocultos sus testĆculos con una mano, mientras Verónica lo miraba seriamente a los ojos.
āEso depende de ti IvĆ”n, si insistes en el coito sin mi autorización, tendrĆ© que golpear tus glĆ”ndulas reproductorasā¦ya hoy has padecido el intenso dolor que en ustedes eso generaā. Pensando que tal vez no entenderĆa bien, seƱaló la entrepierna oculta de IvĆ”n, haciĆ©ndole ver claramente que se referĆa a sus todavĆa adoloridas bolas.
āNo hables asĆ nenita, no serias capaz de hacerme ese peor malā.
āSi lo hago es porque no me dejas alternativa IvĆ”n, eres hombre, y en fuerza muscular no puedo competir contigoā, la chica recalcaba con la palma de la mano que se alejara de ella.
āTe lo advierto IvĆ”n, retrocede o recibirĆ”s un trauma testicular⦠Y ahĆ acabarĆ” todo, porque asĆ sea temporalmente, no tendrĆ”s ni la fuerza para someterme, ni la erección para consumar la penetraciónā.
PERDIDA DE ERECCION.
IvÔn temeroso retrocedió.
āYo nunca te someterĆa ni obligarĆa a nada nenitaā¦No pienses tan mal de mĆā.
āMe alegra oĆr esoā¦entones no eres tan mal chico como pensĆ© por un momento; AĆŗn asĆ ya no hay nada mĆ”s de que hablar, esta noche no aceptarĆ© un nuevo coito contigoā.
āPor favorā¦ā. IvĆ”n se rindió y con el rostro cabizbajo, retiro las manos de su entrepiernaā¦
ā¦Verónica se sintió mal por pensar en IvĆ”n como alguien capaz de obligarla al sexo, y arrepentida quiso animarlo; Decidió usar una estrategia que sabĆa funcionaria⦠estiró una mano y acaricio la punta del pene del moreno.
āUffffffā.
āDije que no lo harĆa esta noche contigo, pero te prometo que lo pensare para otra ocasiónā.
āPero no he aceptada nada, solo lo pensareā¦ademĆ”s a tu favor tienes queā¦ā. Verónica masajeo por completo el glande de IvĆ”n, haciĆ©ndole jadear un poco.
ā⦠tu miembro viril es bastante grande, y esta noche me ha sido muy agradableā.
āSabĆa que te quedo gustando!!!ā¦SabĆa que te gustó que te la metiera hasta el fondo!...Nenita, entĆ©rate que sin condón te va a gustar mĆ”sā¦ten en mente eso, te lo garantiza ese negro ā.
āYa veremos hombre de pene largoā¦MĆ”s por otro lado⦠aĆŗn no ha terminado tu función en esta investigaciónā¦ā. Verónica movió sus dedos masajeando las bolas el moreno, haciĆ©ndole sonreĆr con todos sus blancos dientes.
āā¦aun debes causar un trauma testicular a Miguelā¦ā. La cientĆfica una vez mĆ”s usaba la debilidad sexual de IvĆ”n.
āā¦Por favor queridoā¦cumple con lo que acordasteā. Un suave masaje a las bolas, y el moreno ya estaba a sus órdenes.
āLo hare, VOY A DESHUEVAR A MIGUEL!...Ya lo verĆ”s, hare lo que acorde contigoā.
Miguel se enteró de que hablaban al escuchar el tono mĆ”s alto del moreno diciendo: DESHUEVAR A MIGUEL, IvĆ”n lo habĆa dicho con decisión y Miguel se asustó hasta la medula.
Verónica observo a Miguel y le expresó:
āMiguel eres el próximo, y parece que IvĆ”n estĆ” muy entusiasmado en cumplir su parte del acuerdoā¦temo no te gustarĆ” lo que vendrĆ” a continuaciónā¦pero es necesario para terminar la investigación.ā.
Miguel sudaba litros y litrosā¦sus bolas estaban a punto de sentir mucho dolorā¦era algo inevitable.
EL MOMENTO MĆS DESEADO DE TARO.
Mientras IvĆ”n se alejaba de Verónica, Taro algo mĆ”s recuperado se le acercaba y la besaba en el cuello, la cientĆfica permitió las caricias, Miguel habĆa golpeado muy fuerte al chico oriental, y por estar ella ocupada recibiendo el pene de IvĆ”n, no habĆa podido ayudarle en su intenso dolor, por lo que le dejarĆa hacer cuanto quisiera como una forma de hacerle sentir mejor.
āEs mi turno al fin...he sufrido bastante y ahora quiero tener tu coƱoā.
āTus partes viriles se encuentran bien?...Miguel te golpeó muy fuerteā¦en mi opinión se excedió en fuerzaā.
āMe dolió como nunca creĆ posible, aun me duelen las bolas, pero el dolor tendrĆ” que esperar, te hare mĆa ahoraā. Taro le besaba las mejillas, y pudo finalmente darle un beso en los labios a la ahora cooperativa CientĆfica.
āEs buena forma para dejar atrĆ”s los malo momentosā¦veamos que hay aquĆā.
Verónica rĆ”pidamente le bajó la ropa interior observĆ”ndose un pene en crecimiento y unos colgantes testĆculos, en cuyo escroto se notaba un fuerte tono rojizo.
āPuedo ver claramente la evidencia fĆsica del trauma testicular, sin duda tendrĆ”s un edema escrotal de mediana proporción, ya se puede observar un poco de Ć©steā¦estas seguro que puedes intimar tan pronto?...deberĆas reposar un poco mĆ”sā-
Taro la calló con un beso de lengua, y como respuesta recibĆa un leve toque en su glande, que hizo reaccionar el pene con velocidad.
āUna vez mĆ”s las ansias reproductivas son el mejor remedio para los hombres; Como me sorprende el gĆ©nero masculino⦠Teniendo dolor genital, pero con el estĆmulo adecuado, no tardarĆ”n mucho en recuperar la erecciónā.
Sin mĆ”s que decir, la cientĆfica se arrodilló ante el chico oriental, y tras un suave beso en el escroto le coloco el preservativo, durante el contacto del miembro con las manos de la chica se llegó a la completa erecciónā¦
ā¦Enseguida Verónica se apoyó en la mesa, separó las piernas y no tuvo que esperar.
El pene endurecido de Taro entró con rapidez y decisión.
Taro comenzó un rÔpido bombeo al coño de Verónica, el oriental tenia gran agilidad y sus movimientos eran repetidos y frecuentes.
El placer en las Ć”reas intima de la cientĆfica apareció mĆ”s rĆ”pido, dada la previa estimulación recibida por IvĆ”nā¦.El moreno habĆa hecho mucho en su excitación, casi llevĆ”ndola al orgasmoā¦y eso facilitarĆa la labor del chico de origen orientalā¦Verónica sabĆa que con Taro podrĆa mĆ”s pronto perder el control y llegar a un orgasmo.
āOOOOHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!ā. Se escuchó un largo grito de Miguel, que los involucrados en el sexo ignoraron.
En cierto momento Verónica sintió como Taro le sacaba el miembroā¦Pero en vez de volver a introducirlo, se arrodilló tras la chica y le metió la lengua: āTaro!ā¦cesa tus estĆmulos lingualesā¦esoā¦eso no fue lo que acordamosā.
āMmmmm, como te gusta Verónicaā¦tu prohibiste el chupĆ”rmela, para no contaminar la muestra de tu investigación, pero comerme tu coƱo en nada afecta el resultado de este experimentoā.
āBasta..ā. El estĆmulo a sus paredes vaginales, generaban goce intenso en Verónica.
āPor favor detenteā¦ā.Taro se aferró a las caderas de la joven, y usó la lengua ahora contra el clĆtorisā¦algo que hizo gemir por sorpresa a Verónica.
āAAhhhh!....Aā¦Alto!, o te darĆ© una patada!ā. Desesperada ante las sensaciones sin control, la joven buscó parar al chicoā¦Con la pierna levantada levemente hacĆa atrĆ”s, amenazaba con golpear el rostro de Taro.
āWow, me patearĆas?, como una yegua?...eso me excita mĆ”sā.
āLo hare si no te detienesā. Taro se aferró mĆ”s a las caderas de la cientĆfica.
āHazlo!, No me importa, mientras no me des en las pelotas, no me detendrĆ”sā¦y tienes una promesa que cumplir, asĆ que estarĆ© bienā.
āOh, te aprovechas de mi promesa⦠eso es muy bajo!ā.
āTan bajo cómo el lugar que estoy devorando con mi lengua, Jajajaaā.
Verónica estaba muy excitada: āAahhhā¦.basta!, cesa de estimular mi clĆtorisā.
āEso nunca, ademĆ”s no te queda fingir decencia, se nota que lo disfrutasā¦o porque otro motivo no me has pateado ya, o por lo menos no te has movidoā.
ContinĆŗa el estĆmulo y pronto Verónica esta por correrse, Taro nota el temblor en el Ć”rea intima de la cientĆfica, quien se aferra al microscopio apenas in hablar⦠Intempestivamente cesa su estimulación, Verónica reacciona pues creĆa estar en el cieloā¦Por un momento quiso quejarse ante Taro por detener el placer, pero calló, De prontoā¦.
ā¦sintió como el oriental la penetraba con su miembro.
āNooo!, ahora no!ā.
Era lo que querĆa Taro, llevarla casi al orgasmo con su lengua para finalmente hacerla venir con su pene.
Taro se pegó a la espalda de Verónica, dĆ”ndole duro por detrĆ”s; Aprovecho la cercanĆa para voltearle un poco el rostro y besarla...fue un beso lleno de los muchos jugos vaginales de Verónica, quien no dudo en saborear todo de los labios y lengua de Taro Takahashi.
Solo unos 15 segundos de bombeo y Verónica se vino, inundando su coƱo con jugos, que escurrĆan por sus muslosā¦Taro se mostró feliz y siguió empujando su miembro.
Verónica jadeaba y le pedĆa se detuviera, pero cada penetrada le daba una nueva oleada de placer. Taro por su parte no tardo mucho en correrse, el oriental eyaculó como nunca, llenando la punta del preservativo⦠mientras Verónica con sus contracciones vaginales nunca ceso de apretarle el miembro que expulsaba liquido blanco.
Tras sacĆ”rsela, Taro se arrodillo con intención de lamerle de nuevo, pero al primer contacto con el clĆtoris, la cientĆfica esta volteó y como un rayo le dio un rodillazo en la cara, haciĆ©ndole cae de espaldas.
āBasta!, ya te viniste, no aceptarĆ© mas intimidad contigoā.
SobĆ”ndose la nariz, Taro sonrió: āAuch!, Que agresiva, pero te gusto, no lo puedes negarā.
Verónica se mostró seria, se quedó observado a Taro derribado y abierto de piernas, el condón aun estaba fijo en el miembro semi erecto del muchacho y con la punta repleta de esperma.
āDeberĆa patear tus testĆculos como reprimenda por tu osadĆaā¦hacer cosas sin mi permisoā¦eres un desvergonzado!ā.
Taro sabĆa que no lo harĆa, sólo eran amenazas vacĆas por su impotencia a admitir que disfrutó con Ć©l; AsĆ que solo se quedó quieto mientras Verónica se inclinaba entre sus piernas y le retiraba el repleto preservativo.
Ahora la cientĆfica tenĆa una segunda muestra postrauma y faltaba una tercera.
āVeĆ”monos otro dĆa Verónicaā¦ā. Expuso Taro sentĆ”ndose en el suelo.
āOlvĆdalo!ā.
āAdmite que te gusto mi lamida, y acepta una salida conmigoā.
Tras un tenso silencio, la mujer expresó: āYa veremosā¦ā.
āOh, nada de ideas vagas, eres una mujer inteligente que puede decidir de una vezā.
Por un instante Verónica observó a Taro de arriba a abajo, miro su miembro ahora flĆ”cido y volviendo a sus ojos respondió: āDe acuerdo Taro, aceptarĆ© salir contigo, pero por ahora estarĆ© ocupada, asĆ que tendrĆ” que esperarā¦Admito que recibĆ bastante placer fĆsico de tiā¦eres hĆ”bil para los estĆmulos al clĆtoris con tu musculo lingualā¦ā.
Taro saco su traviesa lengua exponiĆ©ndola en todo su esplendor a la cientĆfica.
āY hoy supiste que domino mejor esta lenguaā. El movimiento de su lengua fue mĆ”s rĆ”pido y pervertido.
āOh basta!ā.
Tras regresar Verónica a procesar la muestra de semen nĆŗmero 2, el oriental daba brinco de alegrĆaā¦.algo que le trajo consecuencias pues sus bolas aun le dolĆan.
āAyy, ayyā.
Sin voltear Verónica le aconsejó: āSerĆ” mejor que tomes las cosas con calma Takahashiā¦pasarĆ”n horas para que superes esa inflamación gonadalā.
El chico se alejó de la cientĆfica caminando con las piernas abiertas y sosteniendo sus bolas inflamadas.
IvĆ”n y Taro habĆan recibido golpes en los testĆculos y entregado su semen; Faltaba conocer como Miguel habĆa sido castigado por IvĆ”n⦠Y su próximo encuentro sexual con Verónica.
ContinuarĆ”ā¦
Gracias
Comentarios a zatniktiel@hotmail.com
Que la siguiente parte sea hetero
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