Parte 3/3
CONTIENE:
BALLBUSTING MUJER/HOMBRE
Víctor salía del baño y penetraba a su habitación después de tomar una ducha de aquel extenuante día de trabajo.
El policía usaba su celular mientras leía que el hijo de Iván había aparecido después de ser atacado. Víctor negó con la cabeza aquel muchacho cabeza hueca siempre estaba metido en problemas. Aún quedaba en su musculoso cuerpo restos de agua.
Escuchó un pequeño ruido que provino de la sala que hizo que alzara una de sus pobladas cejas, despacio cerró la puerta de su habitación y después buscó su pistola en una gaveta.
Fuera de esa habitación estaba Akire, la pelirroja Ky que semanas atrás había robado el semen del policía y aquella noche ingresaba al departamento del oficial buscando su cuota de alimento. Todavía podía olfatear el olor al jugo caliente guardado en las bolas del macho. El aroma se hacía más fuerte a medida que se acercaba a la habitación, sin mayor problema hizo girar la puerta e ingresó.
Pero no había nadie ahí pese a que el fuerte olor a esperma llegaba a la nariz de la Ky hasta que de repente…
¡BAM!
Ackire había recibido un fuerte golpe por la espalda con una tabla, cayó al suelo dolorida mientras el policía liberaba sus manos.
—¿Qué buscas aquí, maldita?
La Ky respiró profundo procesando el asalto.
—Buscando tu leche, papi, dámela y nadie saldrá herido.
—Tendrás que pedirla a Lucifer porque yo no te la daré.
Víctor sacó del cinto de la toalla su pistola y apuntó a la pelirroja mirándola a la cara y cometiendo un error al dejarse hechizar. La toalla se desprendio de su cintura y dejo desnuda su carnosa polla y sus grandes bolas. El oficial la vio a los ojos y... se cautivo con su belleza.
Abrió la boca mientras arrojaba su arma lejos, ¿como carajos iba a matar a esa deliciosa mujer? Pensaba, lo que tenía era follarla.
—Te voy a coger de lo lindo, mami.
De pronto la emoción de Víctor se convirtió en dolor cuando la mujer retorció con sus suaves manos los testículos haciéndolo emitir un ronco gruñido. Ackire le retorcía las pelotas en señal de venganza por el golpe con una sonrisa maliciosa en su hermoso rostro.
La fuerte voz de Víctor se redujo a gritos de niña cuando los dedos de Ackire torturaban sus sensibles testículos.
—¡Te lo mereces! —indicó la Ky con los ojos en un tono rojo.
El atormentado Víctor gemía jadeando y gritando de dolor cuando el pulgar de la Ky presionó profundamente en el corazón de sus delicadas huevas.
—¡Esto te lo mereces por golpearme, policía!
El dominado Víctor soltó un grito y su polla comenzó a temblar.
Ackire continuó amenazando la vida de sus testículos. Y así, el guevo del oficial entró en erupción. Semen voló por todas partes brotando como crema.
Ackire se echó a reír mientras se empapaba de la leche salada. Todavía tenía un agarre firme en los genitales del policía, y continuó cogiéndole con fuerza. Su polla seguía chorreando, bañando a la Ky en semen.
La alimaña soltó al oficial permitiendo que este se acurrucara en el suelo en posición fetal mientras ella se echó en el suelo probando generosos lotes de semen con su lengua.
Finalmente cuando ya estaba harta del jugo de macho, Ackire se comenzó a desnudar.
—¿Quieres probar, papi?
Víctor se quedó mirando aquellos senos rosados, seguía cautivado y así se ofreció a la Ky. Ella se le acercó y gritó cuando el miembro del policía la penetró.
Esa noche la Ky calmó su apetito y decidió dejar con vida al hombre para un posible tercer encuentro. Sabía como gobernarlo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario