-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
Leo había tenido una mañana ajetreada entre sus clases y la evaluación práctica que tendría en la academia de La Legión. En la tarde de ese día debía prestar servicio de apoyo en la ciudad de Dolmen que había sido invadida y azotada por miembros del grupo Altamira, la organización terrorista de la nueva era que tenía por objetivo aniquilar una gran porción de la raza humana. Su misión sería combatir a los enemigos. Iba a ser una evaluación importante para su ascenso como héroe.
Al finalizar su clase el entrenador Queran le indicó que quería hacerle una evaluación especial antes de partir al distrito por lo que le iba a esperar en la Zona de entrenamiento para evaluarlo.
Leo estaba en su blanca habitación, ya se había quitado el uniforme de la institución por lo que iba a seleccionar su traje de héroe. Sus ojos vagaron por el guardaropa, ¿qué escoger? Finalmente tomó la decisión, calzoncillos, ¿si superman y batman lo usaban por fuera por qué él no podría usarlo de forma normal como muchos de los agentes oficiales de la Legión de Protección?
Se desnudó para poder colocarse el calzoncillo color blanco, su piel era tan blanca que marcaba un bonito contraste con cualquier tipo de vestuario que usase.
La academia de la Legión era una amplia y moderna estructura, con tecnología de punta que en ocasiones ponía en duda su misión ecologista. La inmensa infraestructura consistía en tres niveles, contanto con la superior donde estaba la dirección, en descenso estaban las aulas y en el primer nivel prácticamente se desarrollaba toda la vida social de la institución formadora de los héroes del planeta, entre sus alas estaban la biblioteca, el comedor, zona de entrenamientos, enfermería, el patio y otras divisiones.
Leo se apresuró en llegar al citado lugar y se encontró con el profesor Queran quien vestía con un calzoncillo vinotinto dejando al descubierto un amplio y fuerte torso. En muchas ocasiones el experimentado héroe había derrotado al grupo Altamira con aquel vestuario.
—Bienvenido, Leo, pensé que ya no ibas a venir.
—Acá estoy.
La zona de entrenamiento no era más que un lugar vacío que proyectaba a través de máquinas cualquier lugar de realidad virtual. Con un chasquido de dedos del instructor la espaciosa sala se transformó en la azotea de un edificio rodeada de otros rascacielos, incluso un poco de brisa empezó a batir los cabellos de Leo.
El instructor Queran comenzó a hablar:
—Con la contaminación mundial del ambiente en el siglo XX y XXI diferentes fueron las personas que quisieron recuperar nuestro planeta. Con la crísis de la desaparición de los países en el año 2624 el conflicto se agravó, tras la aparición del grupo Altamira y sus ataques a la humanidad se decidió con un grupo de experto emplear una técnica milenaria, el uso de la magia. No todas las personas son capaces de emplear los poderes de la naturaleza, agregando que la mayoría solo consigue dominar un solo tipo de magia. La institución de la Legión es la encargada de velar por los defensores del planeta y de enseñarles a dominar por lo menos un tipo de magia, en ti, Leo, veo el potencial para controlar más de un tipo… me voy a encargar de eso.
Queran apretó el puño y éste se envolvió en un bloque de hielo, seguidamente su mano consiguió moverse dentro del bloque logrando partirlo, posterior a eso el profesor quiso golpear el puño contra el suelo y en el trayecto su mano se convirtió en una pelota de piedra que se partió al contacto con el piso. El profesor podía dominar más de una magia poderosa.
—En cuestión de horas, Leo, tendrás tu misión de ascenso a héroe nivel 4 de La Legión. Tienes el deber de aprobar y cumplir con los objetivos propuestos, sin desviarte. Vas a enfrentarte con enemigos reales, Leo, puedes morir en plena misión y quiero que estés alerta ante todo. Prepara tu mejor ataque de magia contra mi.
Leo dudó y Queran lo miró fijamente.
—Lanza tu ataque contra mi. Sin dudarlo.
Leo se preparó para atacar al profesor Queran abrió la palma de la mano donde comenzó a centellar corriente eléctrica lo que nunca esperó fue un traicionero puñetazo en la entrepierna de parte del entrenador haciéndolo caer.
El sonido del impacto hizo eco en aquella azotea artificial, Leo gritó, su rostro se arrugo en una mueca de agonía mientras el dolor explotaba en su cuerpo. Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras miraba al profesor. Su voz se quebró y dejó escapar un aullido agudo cuando sus enormes albóndigas fueron aplastadas con otra patada.
—Leo, te he dicho que en el campo de batalla y en medio de una misión especial tienes que estar muy alerta. El enemigo te puede atacar por cualquier medio. Nunca descuides las bolas, tu punto más vulnerable de todos. ¿Entendido?
Leo afirmó con la cabeza y el profesor le tendió la mano para ayudarlo a levantar, la cual aceptó aunque con las piernas temblando prefirio quedarse de rodillas sobando sus bolas.
—Quiero que te concentres, Leo, vas a tener una misión especial. Por cierto, tus compañeros de equipo son Zeta y Salomón.
—¿Salomón? ¿Por qué tuvo que ser con él?
—Fueron las normas establecidas por la institución.
Leo soltó un suspiro de pesar y se quedó acariciando sus doloridas pelotas.
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