Mi combate contra el chico de los huevitos (1/2) - Las Bolas de Pablo

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8 dic 2018

Mi combate contra el chico de los huevitos (1/2)

Hola mi nombre es Rosa Arango, tengo 24 aƱos, mido 167 cm y peso 51 Kg, Participo en peleas en un club nocturno llamado FIGHT TWO, un club para eventos erĆ³ticos y pervertidos.

Los combates son con poca ropa, hombres y mujeres pueden luchar tanto en vestido de baƱo, como en ropa interior, pero en ocasiones se cuadran combates mixtos, es decir con el gĆ©nero opuesto, en cuyo caso la pelea es desnudos. Por supuesto el pĆŗblico enloquece en estos eventos, simplemente la desnudez en una mujer u hombre siempre llamarĆ”n la atenciĆ³n del observante.

Llevo poco mĆ”s de un aƱo en esta actividad, me he destacado en las peleas y el pĆŗblico me ha tomado reconocimiento, he participado en 19 combates si no me equivoco, de los cuales 12 ha sido contra mujeres y 7 fueron luchas mixtas...me ha ido bien, con 17 victorias y 2 derrotas, ambas estas contra hombres.

Me comenzĆ³ a interesar esto de las peleas, luego de enterarme sobre este club y lo que sucedĆ­a aquĆ­, me sentĆ­ capaz de resaltar y me gustĆ³…
…nunca fui a la universidad y vivĆ­a atrapada en un mal empleo de camarera, asĆ­ que teniendo necesidades de dinero, me pareciĆ³ las peleas erĆ³ticas un empleo inmejorable.

En este trabajo se necesitan dos cualidades, tener algĆŗn conocimiento de pelea, y un aspecto fĆ­sico agraciado.
NO soy experta en artes marciales, y no es necesario serlo, solo hay que tener lo esencial en habilidades, y yo las tengo…
…hace unos aƱos tuve un amigo que practicaba kickboxing, Ć©l me entrenĆ³ en lo bĆ”sico para poder defenderme de cualquier problema en la calle; Luego fuimos novios, pero la relaciĆ³n no durĆ³ ni un mes…era estupendo amigo, pero no fue lo mismo como pareja, asĆ­ que cada quien continuĆ³ su vida y encontramos nuevos amores, Pero gracias a dios mantuvimos la amistad… Hace tiempo no lo veo, pues se fue al extranjero por sus estudios.

El otro componente en este trabajo, sobre todo en la rama femenina, es tener buen aspecto fĆ­sico, si bien no tengo el cuerpo lleno de curvas y medidas de sex simbol, soy bastante agraciada, y tengo el gancho de tener bastante busto, herencia materna que me resulta Ćŗtil.
Claramente apenas me vieron los pechos, sabĆ­an que agradarĆ­an al pĆŗblico masculino, y a los 30 minutos de pedir el empleo ya estaba contratada.
Las tetas grandes siempre atraerĆ”n al pĆŗblico masculino, y mĆ”s si luchas con escasa ropa...y quien no pagarĆ­a todo lo que le pidan por ver a una mujer peleando desnuda; Sobre eso nunca le vi problema, el pudor de que un centenar de tipos me vean las tetas y el coƱo, me resulta irrelevante cuando a cambio te dan una buena paga, y es que en las luchas mixtas recibes el doble del dinero que en una pelea vestida…. El dinero que necesito opaca la vergĆ¼enza, ademĆ”s en este club he llegado a tener camaraderĆ­a con las otras luchadoras, y sin mencionar el gusto que le tomĆ© a ser admirada y casi endiosada por el pĆŗblico, incluso me piden autĆ³grafos luego de una victoria. 
Caso aparte es mi estilo de maquillaje y vestir, soy una devota del aspecto gĆ³tico, desde hace aƱos me identifique con este estilo y ha definido mi vida; Los tatuajes, piercing y accesorios son bĆ”sicos para mĆ­, ademĆ”s los colores negro y purpura estĆ”n siempre presentes y de manera excesiva en mi aspecto fĆ­sico…

…Para los directivos del club, mi aspecto “diferente”, es una forma mĆ”s para atraer al adinerado pĆŗblico.

En otro aspecto deben saber que el club te facilita todo, vestimenta, transporte y demĆ”s, TambiĆ©n te asignan un entrenador…Emilio YƔƱez es el mĆ­o, un cubano de 55 aƱos, ha entrenado a participantes por mĆ”s de 3 aƱos, y se encarga de entrenar a 4 luchadores en este club, dos mujeres incluyĆ©ndome, y dos hombres... Por supuesto a cada entrenador le adjudican luchadores de diferentes pesos para que sus pupilos nunca se enfrenten.
A Emilio solo le tengo gratitud, me ha enseƱado mucho y siempre me aconseja lo mejor, tambiĆ©n me cuida, no quiere que termine lastimada seriamente en un combate, le debo mucho a ese cubano. 

Sobre los combates, sepan que hay menos reglas que en los deportes de contacto, por supuesto que aquĆ­ el punto no es causar un daƱo serio, es claro el objetivo erĆ³tico en estos pleitos, demostrar la superioridad sobre tu rival, y forzar su rendiciĆ³n … TambiĆ©n hay un rĆ©feri que pone ciertos lĆ­mites, y es lo mĆ”s sano en mi opiniĆ³n.

En los enfrentamientos mixtos se puede recurrir a uno de mis ataques favoritos, golpear en los testĆ­culos… En las peleas normales se puede hacer uso de protectores, para nosotras en el busto y para ellos entre las piernas…Pero aquĆ­ estĆ”n desnuditos, y sus cosas cuelgan mĆ”s que vulnerables.

Los golpes bajos siempre son un buen recurso en el enfrentamiento contra un hombre; Si bien los rivales varones en el ring son de un peso similar al nuestro, el hombres siempre tendrĆ”n mĆ”s fuerza fĆ­sica…Y he leĆ­do que es por tener ellos mĆ”s masa muscular comparado con nosotras, porque en nuestros cuerpos el porcentaje de grasa es mayor al tener caderas mĆ”s anchas y busto del que ellos carecen… Pero volviendo al tema, los golpes en los huevos son la mejor forma de anular la ventaja fĆ­sica del macho sobre la hembra, porque les causa dolor y les resta fuerzas…No es culpa nuestra que la naturaleza les haya provisto de un severo punto dĆ©bil.

En cuanto a mĆ­, estos golpes me han sido muy Ćŗtiles, nunca estĆ” de mĆ”s el golpearle en las bolas para provocarle un grito al hombre y sacar ventaja…Incluso ya es conocida por el pĆŗblico la reputaciĆ³n que tengo de golpearles justo en las pelotas, mĆ”s de una vez he logrado ganar en los combates con ese golpe anti-varĆ³n, porque simplemente quedan muertos de dolor.

Me viene a la memoria una pelea hace unos 6 meses, mi oponente era un hombre de unos 25 aƱos, me dio buena pelea, realmente me puso en dificultades, pero logrĆ© imponerme luego de una patada en los huevos…
…Todo fue gracias a un ligero engaƱo de mi parte… FingĆ­ estar muy dolida luego de recibir un golpe, y como esperaba de Ć©l, actuĆ³ caballerosamente cesando su ataque…el tonto cayĆ³ en la trampa!... Se descuidĆ³ un instante, grave error!, AhĆ­ centrĆ© la atenciĆ³n en sus colgantes debilidades, y cĆ³mo un rayo se las ataquĆ©!...
…Para cuando se dio cuenta de la treta, le habĆ­a hundido el botĆ­n entre las piernas…le pateĆ© con todo! 
Claramente le habĆ­a peleado sucio, pero en estos combates casi no hay reglas, no es mi culpa que me tuviera consideraciĆ³n.
GritĆ³ a pesar de habĆ©rselos dejado en la garganta, y seguido se fue al piso…

…A pesar del dolor y de no parar un segundo de sobĆ”rselos, intentĆ³ reponerse!... Pero a diferencia de Ć©l, no le darĆ­a el tiempo de recuperarse… Le rematĆ© literalmente a punta de botĆ­n… hasta le dejĆ© marcado la suela del calzado en la mejilla, el tipo de seguro sĆ³lo veĆ­a luces. Definitivamente adoro mis botines!.   El rĆ©feri tuvo que intervenir, y me dio la victoria.

Pero a veces los hombres se cubren bien, y he visto la derrota si haber tenido oportunidad de golpearles bajo el cinturĆ³n...Claro que aquĆ­ no hay un cinturĆ³n como tal, aunque a veces les piden a los hombres usen un ancho cinturĆ³n de cuero para que parezcan guerreros de la antigĆ¼edad. Pero no siempre golpeo bajo, he vencido a varones sin pegarles entre las piernas, mi habilidad es mĆ”s que suficiente para que me vean con prevenciĆ³n si se enfrenta a mĆ­.


Pero ya es hora de mĆ­ combate 20 y el 8vo enfrentamiento mixto en el que participo, se escucha al anunciador presentarnos al pĆŗblico…
…Mi oponente se llama AndrĆ©s Miraban, parece tener apenas 19 aƱos, es solo un muchachito, pero no estĆ” nada mal…tiene lindos ojos cafĆ©s, cabello castaƱo y un fĆ­sico atlĆ©tico  a pesar de su bajo peso…Como les dije en estos combates se enfrentan luchadores de pesos similares, tan Ć©l como yo andamos entre los 50 y 55 Kg…
…Como vestimenta lo Ćŗnico que lleva son unas botas de lucha, las cuales sobresalen por no ser muy rĆ­gidas...son mĆ”s bien de lujo, pues no hacen gran diferencia en impacto.

Es mi turno de ser presentada en el micrĆ³fono…soy la Rosa Negra!, vaya! se me olvido contarles que mi nombre artĆ­stico deriva de mi nombre real y del gran tatuaje de una rosa negra que llevo en la espalda.

Mi “vestimenta” consta de piezas de cuero y tela, llevo un collar oscuro, asĆ­ como muƱequeras de cuero, y mis muy amados botines de punta ancha, que nada tiene de blandos.
Observaba a Emilio y al entrenador rival charlando con el juez, al parecer querĆ­an retrasar el inicio unos minutos por asuntos de logĆ­stica, desviĆ© la mirada al pĆŗblico…habĆ­a una barra que me daba Ć”nimos…en verdad me aman!.
 
Repentinamente desviĆ© la vista mi oponente y le sorprendĆ­ observĆ”ndome…no lo hacĆ­a con ojos profesionales, se notaba lo lujurioso de su “inspecciĆ³n a mi cuerpo”…
…No era raro que viera mi cuerpo, parecĆ­a disimular, pero era demasiado obvio sus ojos puestos en mis pechos, como todos los hombres, pierde la cabeza con un par de tetas grandes. 

Sentƭ que era hora de mostrarle todo lo que querƭa ver...Le di el frente, mostrado en todo su esplendor mis Ɣreas intimas, tanto pecho, como mi coƱo.

"Que pasa? Nunca habĆ­as visto a una mujer desnuda?".
Se mostrĆ³ incĆ³modo y me respondiĆ³: "No en el ring, ni vistiendo asĆ­ tan…tipo satanĆ”s!".
ParecĆ­a que le molestaba mi estilo gĆ³tico, pues de malas para Ć©l, me maquillo y visto como me plazca.
"Pues sĆ© que eres novato, y tu primer combate con una mujer serĆ” una derrota". Mi sentencia lo hizo voltear la vista y no le prestĆ© mĆ”s atenciĆ³n.

Mientras nuestros entrenadores hablaban con el Ć”rbitro decidĆ­ calentar, pero habĆ­a algo que tenĆ­a que ver, bueno en realidad dos cosas, bueno tres, una arriba y dos mĆ”s abajo, eche un vistazo a lo mĆ”s llamativo, su miembro, el pene de este chico era bastante largo, llamĆ³ mi atenciĆ³n, si lo tenĆ­a asĆ­ de largo relajado, como serĆ­a despierto...
...Pero pronto cambie de objetivo visual, sus huevos se movĆ­an levemente ante los movimientos de calentamiento de Ć©l.
Me pareciĆ³ muy extraƱo, eran muy pequeƱos, la verdad no habĆ­a visto unos testĆ­culos de ese tamaƱo,  serĆ­a poco hombre?, tal vez gay?, En realidad eso no tiene nada que ver, he visto gays desnudos y de bolas estaban bien dotados...Pero el asunto era contradictorio, pues teniendo una verga larga, la acompaƱaba de unos huevitos.

"Te gusta lo que ves?". SonreĆ­ al verme ahora descubierta, pose la mirada en sus ojos y le fui en parte sincera: "Tienes un buen pene, aĆŗn dormido es bastante largo, felicidades".

"No soy tonto, veĆ­as mis pelotas!”. 

Entonces si se habĆ­a dado cuenta que observaba mis principales objetivos, pero la verdad los veĆ­a por curiosidad dado su tamaƱo, ya en la pelea les pondrĆ­a atenciĆ³n como blanco para mis botines...pero decidĆ­ defenderme de su "acusaciĆ³n".
“Y quĆ©?, AquĆ­ se vale pegarles en las bolas… o tienes miedo?".
Lo provocarĆ­a al mĆ”ximo, asĆ­ se enojarĆ­a, y eso tarde o temprano me podrĆ­a dar ventaja en el combate, porque el enfado desmedido te hace perder la concentraciĆ³n.
"Al seƱor “Don Macho” le da miedo pelear sin su protector en los huevos?, pero aquĆ­ es peleando desnudos, es la concha y las tetas de la mujer contra la verga y las bolas del hombre… AquĆ­ no puedes usar protectores, seƱor asustado!”. Estaba segura de haberle “sacado la piedra” como se dice popularmente.

“No tengo miedo!!”.

“Eres como todos los hombres en este club de pelea, se mueren de miedo si les toca pelear desnudos…no quieren que les peguen en sus cositas”. 

“Di lo que quieras, pero no dejarĆ© que me faulees!".

HabĆ­a llegado el momento de meter el tema de las proporciones de sus orbes.
"Ya veremos si te logro pegar en esas canicas, Jajaja…Y hablando de cosas diminutas, no puedo creer lo pequeƱas que las tienes!..Jajaja, la verdad no puedo dejar de verlas". Ɖl de seguro ofendido, se ladeĆ³ escondiendo sus bolitas, su actitud me saco una carcajada. Para mi ese chico es bastante ingenuo, se notaba en la vergĆ¼enza que demuestra...Estaba segura que la pelea serĆ­a mĆ”s fĆ”cil de lo que esperaba.

DecidĆ­ volver a la carga burlĆ”ndome de sus pelotas: "Nunca vi a un hombre con los huevos tan pequeƱos, Jajaja…Pero la verdad me gustarĆ­a que las tuvieras mĆ”s grandes que un toro…harĆ­a mĆ”s fĆ”cil el pateĆ”rtelas, Jajajaja…Pero no te preocupes, igual te pegarĆ© en esas canicas…".

"No me dejare!, IntƩntalo y te ira mal". Su respuesta no me hizo mƔs que reƭr, le hice un ademƔn con los hombros y retomƩ el calentamiento...Una vez mƔs notƩ su mirada en mis pechos: "No te distraigas con mis tetas cariƱo, o patearƩ tus huevitos...Jajaja... y eso serƔ todo en este combate".

No podĆ­a culparlo por ver mis tetas, en la adolescencia crecieron de mĆ”s, y desde entonces siempre han llamado excesivamente la atenciĆ³n de los varones…Y ahora desnuda, un hombre tan joven como Ć©l no se resistirĆ­a a verlas.

El rĆ©feri nos hizo seƱas de que era hora de comenzar con el espectĆ”culo, fuimos al centro del ring donde nos recordĆ³ el hacerle caso cuando diera una orden, y mĆ”s cosas que siempre dicen los jueces y creo que nadie atiende.
Por fin empezarĆ­a nuestro combate!...y le tenĆ­a una sorpresita!.
Justo antes de iniciar, di una nueva mirada a esos huevitos y decidĆ­ como actuarĆ­a; Apenas el juez se quitĆ³ de en medio y dio orden de comenzar, tome impulso y le lancĆ© una fuerte patada a las bolas...con mis duros botines lo acabarĆ­a enseguida!

Pero no resultĆ³ ser tan ingenuo, realmente estaba prevenido conmigo y escapĆ³ de mi puntapiĆ© dando un brinco hacĆ­a atrĆ”s...pero de seguro sintiĆ³ algo de viento en las bolas cuando mi pierna abanicaba al fallar sus huevos.

Como esperaba Ć©l pĆŗblico estallĆ³ de jĆŗbilo con mi ataque sorpresa, a los fanĆ”ticos les es agradable presenciar golpes bajos. Las mujeres lo ven como un desquite contra todos los hombres, y los machos de las tribunas tambiĆ©n lo celebran...Es cierto que se escuchan algunos quejidos, pues les recuerdan cuando se han dado en los cojones, pero muchos estĆ”n hasta riendo, despuĆ©s de todo no son los suyos los golpeados…incluso pienso que serĆ”n masoquistas y disfrutan del dolor de su congĆ©nere.

Tras alejarse prudentemente por fin se lanzĆ³ contra mĆ­, en serio querĆ­a lastimarme por intentar patear sus cositas privadas.
Dos golpes dirigidos a mi rostro se estrellaron en mis manos, me defendĆ­a apropiadamente, insistiĆ³ en sus ataques y de pronto atacĆ³ por abajo...sentĆ­ un par de puƱos en mi estĆ³mago, me dolieron en verdad pero no me sacaron de balance, contraataquĆ©  lanzando ladeados rodillazos a sus caderas, pero los recibiĆ³ bien, y a su vez me devolviĆ³ los golpes de rodilla.
Poco a poco me iba arrinconando con su incesante golpeteo, la verdad estaba siendo sometida por su bombardeo de puƱos y rodillazos.
Se acercaba el final del primer asalto y decidĆ­ atacar, mis golpes no lograban penetrar su guardia, pero en un movimiento torpe de su parte, vi una apertura en su defensa y logrĆ© conectarle un puƱo en el costado… lo sintiĆ³ y seguĆ­ atacando allĆ­, le daba duro en las costillas para quitarle el aliento y restarle las fuerzas.
Me lanzĆ³ en respuesta un puƱo a la quijada, pero fui Ć”gil de piernas y retrocedĆ­ salvando mi barbilla, lo volviĆ³ a intentar pero lograba alejarme de Ć©l, ahora que tenĆ­a dominada la pelea, pensĆ© contraatacar pero sonĆ³ la campana.

En la esquina, Emilio mi entrenador me daba indicaciones, pero no le hacĆ­a caso, y respondiĆ©ndole con un "Lo tengo ya analizado, se cĆ³mo entrar en su guardia", Emilio dejĆ³ de dar estrategias, tomo mis puƱos y le dijo: "Entonces acabalo!, no es nada para ti...pero ya sabes, protĆ©gete bien...". Me dio una leve bofetada para que me concentrara… “Alerta mi niƱa, ya sabe, puƱos arriba y guardia cerrada, protĆ©jase ahĆ­!”.
Su consejo estaba de mƔs, ese tonto huevos de canario no me darƭa problemas, este segundo asalto seria definitivo en el combate.

Fui con todo contra Ć©l, propinĆ”ndole toda clase de golpes, no eran muy efectivos pero esperaba abrir su guardia, y asĆ­ sucediĆ³!... En cierto momento perdiĆ³ el equilibrio y buscĆ³ retroceder, le acertĆ© una fuerte patada en las costillas, que le saque algo mĆ”s que baba, jajaja...

…Con la ventaja le golpeaba y me reĆ­a en su cara al no poder evitar mis ataques.
Pero de repente me sorprendiĆ³, se repuso y termine recibiendo un fuerte puƱo en la boca del estĆ³mago, el golpe me dejĆ³ sin aire!...RetrocedĆ­ para  recuperarme, Ć©l de inmediato se me vino encima, pero astutamente le tirĆ© una patada a las pelotas, sabĆ­a que no le darĆ­a, pero como esperĆ© se asustĆ³ y dio unos pasos atrĆ”s...por unos segundos se quedĆ³ estĆ”tico, no sabĆ­a cĆ³mo reaccionar, como todo hombre por nada del mundo querĆ­a ser golpeado en sus joyas familiares...con el tiempo que obtuve pude retomar el aliento.

Su ataque me enojĆ³, pero no le darĆ­a el gusto de hacĆ©rselo saber, decidĆ­ acabarlo de una vez por todas, aplicarĆ­a la estrategia que desde el primer round ya habĆ­a planeado.

Me acerquĆ© a Ć©l golpeĆ”ndolo en el cuerpo a corta distancia, el chico se defendiĆ³ bien, pero el moverse por el ring evadiendo mis golpes me dio la abertura que necesitaba...durante toda la pelea notĆ© que sus pies no tenĆ­an una buena estabilidad, asĆ­ que ahora mĆ”s distraĆ­do y retrocediendo, pude usar mis botas y darle un fuerte taconazo. Mi calzado era mĆ”s duro que el suyo, por lo que sintiĆ³ dolor en su pie, el primero de mis golpes combinados hizo su efecto, haciĆ©ndole descuidar su guardia alta...Con mĆ”s espacio lancĆ© mi mano a su cuello y con los dedos extendidos le impactĆ© en la garganta como una certera lanza…

…Lo aturdĆ­ y retrocediĆ³ cubriendo con las manos la zona lastimada...AhĆ­ logrĆ© mi objetivo principal, hacer que quedara sin guardia...El chico estaba con las manos arriba y las piernas entre abierta, sus huevitos estaban sin ninguna protecciĆ³n.
"Con la guardia baja?, toma!". SonreĆ­ complacida ante mi clara oportunidad, con todo el tiempo tomĆ© impulso con la pierna derecha y le descarguĆ© un duro puntapiĆ© en los huevos… Con mis botines le di tan fuerte que lo levante unos centĆ­metros, y estoy segura que se los escuche crujir!...A sus pequeƱas nueces les di con todo, querĆ­a acabarlo con ese Ćŗnico golpe.

El chico se agarrĆ³ enseguida sus huevitos y lo escuche aullar:
"AAAAAUUUUUUUUUUU!!!!!!!!!!". ParecĆ­a un lobo aullando al ver la luna, su largo grito de seguro le dejĆ³ sin aire.

El pĆŗblico reaccionĆ³ ante mi ataque, era delicioso escuchar todas esas expresiones de la gente...me sentĆ­a respaldada y la protagonista del espectĆ”culo, para darles gusto me burle de Ć©l a voluntad: “Eres muy joven, pero espero que ya seas padre, porque despuĆ©s de esa patada, quien sabe si podrĆ”s tener hijos, Jajajajaja”. La verdad no le deseaba eso al pobre chico, ojala perdiera la pelea, pero que pudiera tener descendencia…Si el chico quiere tener un par de hijitos con huevitos, que pueda tenerlos.

Volviendo a la reacciĆ³n del joven, le habĆ­a dejado bastante mal; A este chico le habĆ­a pegado con fuerza y con la punta de mi botĆ­n, la cual es muy dura…De hecho es mi mejor arma contra un varĆ³n, mi AS bajo la manga por asĆ­ decirlo…un objeto contundente en mi poder, cuando ellos no poseen nada similar al usar un calzado mĆ”s blando…
…Casi parecerĆ­a hacer trampa, pero las reglas no impiden que use mis propios botines…AsĆ­ es que si llego a tener dificultades contra un hombre, un sĆ³lido puntazo en los cojones, le aturdirĆ” lo suficiente para darme una ventaja decisiva en el combate…como dije antes, adoro mis botines!

Pero en ningĆŗn momento este chico fue una amenaza para mĆ­, estaba segura de vencerlo con mi habilidad, el pegarle en sus cositas solo fue una manera de acortar el pleito y en cierta forma complacer al morboso pĆŗblico. 
Pude rematarle de inmediato, pero me tomarĆ­a mi tiempo, la gente querĆ­a mĆ”s diversiĆ³n y se la darĆ­a.

IntentĆ³ alejarse de mĆ­, pero no le dejarĆ­a escapar, avance hacĆ­a el sin misericordia, ver su rostro arrugado y el cĆ³mo apretaba los dientes me causĆ³ gracia, me acerque un poco a su rostro y le dije: "Te dije que te darĆ­a en las canicas". Era despuĆ©s de todo un pendiente que le habĆ­a hecho, Jajajaja.

Se cubrĆ­a los huevos, pero habĆ­a dejado libre su larga polla, me quede un instante viĆ©ndola...era demasiado larga, y no pudo evitar que se la agarrara...en mis manos la sentĆ­a toda, me gustĆ³ cogĆ©rsela… Pero enseguida ante el estallido de jĆŗbilo de la gente, me concentrĆ© en la pelea, le jalĆ© con fuerza del pene, haciĆ©ndole venirse casi de frente.

"Que pipĆ­ tan largo!...mala suerte para ti en este momento...Ahora tengo de dĆ³nde agarrarte cariƱo…". Le dije jactĆ”ndome de su mal rato.
Era demasiado divertido jalĆ”rsela, decidĆ­ jugar mĆ”s con Ć©l y le conduje por todo el ring tirando de ella...era mi juguete, la polla la tenĆ­a bastante caliente y sudada...en cierto momento decidĆ­ renovar el castigo, asĆ­ que reunĆ­ fuerzas y le apretuje la polla....intentĆ³ quejarse con mi castigo, pero la verdad con el dolor en las bolitas no hubo mucho cambio en sus expresiones de queja...DecidĆ­ rematarle con un golpe de puƱo en plena cara que lo terminĆ³ llevando a una esquina...entonces me seguĆ­ riendo de Ć©l:

“LĆ”stima, ese pipĆ­ lo debes meter en muchos coƱos, pero con el dolorcito de ahora y el de tus huevitos, no creo que puedas estar con alguna mujer en un buen tiempo”.
SabĆ­a que decirle a un hombre que es incapaz sexualmente siempre los enoja, asĆ­ que esperaba se lanzase contra mĆ­ para poder acabarlo de una vez…

… Pero el chico no podĆ­a reaccionar, estaba realmente mal, pero no dejarĆ­a que el pĆŗblico se aburriera con su falta de acciĆ³n: "Lo siento de nuevo, te duelen mucho las bolitas?, que acaso tu entrenador no te enseĆ±Ć³ a siempre cubrĆ­rtelas?".

En mi interior no paraba de carcajear, hasta tuve que morderme los labios para no parecer una loca riendo…

Tras tomar un poco de aire calmĆ© mi jocosidad, y me centrarĆ­a ahora en destruirlo por completo…mi victoria en este combate estaba cada vez mĆ”s cerca.


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