La navidad para 4 parejas - Las Bolas de Pablo

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23 dic 2018

La navidad para 4 parejas

ESCRITO POR: ZATN
CONTIENE BALLBUSTING F/M y M/M. AdemĆ”s SEXO HOMOSEXUAL  Y HETEROSEXUAL. 



Es 24 de diciembre y sucesos diversos ocurren en la vida de VerĆ³nica y Miguel, AsĆ­ como a otros personajes asociados a esa pareja.
     
VerĆ³nica estaba somnolienta en el laboratorio, una alarma del telĆ©fono le avisaba que recibĆ­a un mensaje de parte de Miguel, mientras su novio subĆ­a hasta el lugar la joven introdujo dos dedos en su boca, sentĆ­a una molestia desde que despertĆ³, los dedos salen con un leve tinte rojo, es sangre!. La CientĆ­fica se nota extraƱada.

"Que tal VerĆ³nica". Miguel saludaba con una maleta en su mano, por lo que la CientĆ­fica ocultĆ³ sus dedos, limpiĆ”ndolos con un paƱuelo.

"ExtraƱƔndote Miguel". Miguel habĆ­a ido a otra ciudad por motivos de prĆ”cticas en su carrera de odontologĆ­a; Desde su partida habĆ­an pasado mĆ”s de tres semanas y vaya que se habĆ­a distanciado de su novia VerĆ³nica, ahora terminado su periodo de clases, regresaba a su hogar y esperaba pasar unas felices fiestas de fin de aƱo con su chica.
Tras un beso la pareja comienza a charlar, es entonces, cuando Miguel le hace ver algo:

"Te encuentras bien mi amor?".

"Claro, porque lo preguntas?".

 Miguel le hace ver que se le notan ojeras, enseguida VerĆ³nica se explica.

"No he podido dormir bien estos dĆ­as, incluso con medicaciĆ³n duermo a intervalos".

"Y cuƔl es la causa?, y por quƩ no me contaste por telƩfono?".

"NO querĆ­a preocuparte, AdemĆ”s todo es culpa del decano PĆ©rez Ayola, me va a quitar el mando del laboratorio". VerĆ³nica se mostraba enojada, el manejar las instalaciones habĆ­a sido una de sus metas, y ahora todo terminaba.

"Te peleaste con Ć©l?". Miguel conocĆ­a a su novia y aquel temperamento que le traĆ­a muchos lĆ­os.

"Algo asĆ­, dice que debe haber recortes presupuestales en el laboratorio, pero eso afectarĆ­a el funcionamiento bĆ”sico, y denigrĆ³ mi labor al frente de este lugar, todo es mentira, se por buena fuente que la parte econĆ³mica no estĆ” tan afectada este aƱo, PĆ©rez Ayola tiene simplemente celos profesionales, mi rendimiento teĆ³rico-prĆ”ctico es muy prometedor y tema ser relegado, incluso alguien ha pensado en que podrĆ­a tener algĆŗn cargo directivo en la universidad, y este sujeto no desea eso, por eso me quiere fuera". Miguel veĆ­a atento las reacciones de su pareja.

"Y le reclamaste todo eso, no de muy buena manera, verdad?".

"No hubo nada anĆ³malo, porque piensas eso?".

"Porque te conozco VerĆ³nica!, que hiciste?".

"Bueno, tal vez yo… no fui muy amable con Ć©l". VerĆ³nica bajĆ³ la mirada.

"Que le hiciste?...".

"De acuerdo confesarĆ©!, le agarrĆ© las gĆ³nadas, pero no le apretĆ©, recuerda que aun respeto la promesa de no agredir los genitales masculinos".

Miguel quedĆ³ boquiabierto, "Le agarraste los....estas demente!!!".

"NO te pongas asƭ, ya te dije que no apretƩ".

"Y que dijo despuƩs de tu -agarradita-".

"Me dio hasta el 31 de diciembre para dejar el laboratorio".

El joven lamentĆ³ la actual situaciĆ³n de su novia, dirigir el laboratorio era demasiado importante para ella, decidiĆ³ callar un rato; ComenzĆ³ a hurgar en los gabinetes del escritorio solo por pasar el tiempo, querĆ­a darle tiempo a VerĆ³nica para que retomara el Ć”nimo. Al abrir uno encontrĆ³ una abundante cantidad de libros, y de un tema peculiar.

"Y estos libros?". Miguel extrajo de un gaviete 3 libros y un par de revistas: "Defensa personal femenina, todo sobre el arte de la defensa personal, defiĆ©ndete a ti misma… y estas lecturas?".
   
"Eso no me pertenece!".

"EstƔn en tu gabinete".

"Debe pertenecer a algĆŗn practicante, pero como se atreven a guardar su bibliografĆ­a barata e inĆŗtil en el espacio que me corresponde, aĆŗn sigo a cargo de este laboratorio, asĆ­ sea hasta el dĆ­a 31".

"Bueno cĆ”lmate, recuerda que es 24 de diciembre, luego averiguas de quien son". 

Miguel devolviĆ³ los libros al lugar y se colocĆ³ tras VerĆ³nica.

"Deja mejor que te dƩ un masaje en los hombros...estas muy tensa mi amor".

El masaje surtiĆ³ efecto y la CientĆ­fica se relajĆ³.

"...En fin, tengo un plan inmejorable para esta noche navideƱa".

"Copularemos verdad?". VerĆ³nica lo dijo con total frialdad, pero a la vez algo de rubor asomĆ³ en sus mejillas, hacĆ­a tiempo no tenĆ­a intimidad y ansiaba yacer con su querido Miguel.

"Siempre tan directa, de acuerdo, te extraƱo en la cama, pero eso serĆ” lo Ćŗltimo de esta noche, vamos a una fiesta de Navidad-Halloween!".

"Eso es una incongruencia y una aberraciĆ³n".

"No es asĆ­, me encontrĆ© con un vecino de mi antiguo barrio y mientras charlĆ”bamos me hablĆ³ de una fiesta de disfraces que celebran en navidad, y me planteĆ³ que asistiera, el irĆ” con su pareja...vamos tambiĆ©n".

VerĆ³nica dudaba en aceptar.

"Vamos!, la fiesta te harĆ” olvidar los problemas con el laboratorio, hasta tĆŗ debes admitir que una distracciĆ³n es buena para bajar el estrĆ©s, seguro esta noche dormirĆ”s plĆ”cidamente, ademĆ”s ya tengo el disfraz perfecto".

VerĆ³nica tratĆ³ de negarse, pero la insistencia de Miguel terminĆ³ imponiĆ©ndose y la CientĆ­fica aceptĆ³.

Para el medio dĆ­a la pareja aprovechĆ³ la hora del almuerzo para comer en el restaurante de la universidad.

El ambiente se vio interrumpido cuando una muchacha de cabellos alborotados y vestida de blanco, se acercĆ³ a la pareja.

"Vaya vaya, ya se mejorĆ³ tu familiar?".

"Que quieres Rebeca?". Miguel conocĆ­a perfectamente a Rebeca Artigas, una estudiante de arquitectura quien tenĆ­a fama de bruja en la universidad, literalmente se le veĆ­a leyendo la mano  de las personas, asĆ­ como las cartas del tarot; Hace un tiempo fueron novios, pero la relaciĆ³n no duro mucho, si bien las cosas terminaron bien y siguieron siendo amigos.

"TĆŗ no te metas Miguel, es con tu noviecita la loca del laboratorio". Miguel no entendĆ­a bien que sucedĆ­a, VerĆ³nica solo ignoraba a la "bruja". Rebeca camino alrededor de VerĆ³nica, quien no se inmutaba.

"Es cierto! todo es cierto!, TODO ES CIERTO!". Rebeca parecĆ­a una loca, de repente extendiĆ³ una mano y le arrancĆ³ sin dolor un cabello de la cabeza a VerĆ³nica.

VerĆ³nica tuvo suficiente y se levantĆ³: "Ya basta!, no sĆ© quĆ© arte ridĆ­cula prĆ”cticas, pero dedĆ­cate a estudiar en vez de perder el tiempo con tales muestras de improvisaciĆ³n y desatino, Ah y por cierto tu dictamen previo no fue cierto, te fallaron las cartas o la bola de cristal necesita ajuste... o tal vez que le retiren las telaraƱas que debe tener".

Miguel trato de calmar a VerĆ³nica que parecĆ­a enojada.

"No seas tan crƩdula, loca del laboratorio, ayer mismo leƭ de nuevo las cartas y una sombra de oscuridad se nota alrededor tuyo".

"Ya fue suficiente Rebeca, deja el teatro, sabes que VerĆ³nica no cree en esas cosas". Miguel le pidiĆ³ a Rebeca marcharse.

"Como gustes Miguelito, pero yo que tĆŗ tendrĆ­a cuidado, esa -cientifiloca- tiene este fin de aƱo y el inicio del prĆ³ximo, la mala suerte a su alrededor, no se te vaya a pegar".

Por fin se marchĆ³ la joven, dejando a la pareja continuar su almuerzo. No pasĆ³ mucho antes de que Miguel quisiera saber que pasĆ³ antes: "Que te dijo que pasarĆ­a?".

"DesvarĆ­os de una mente inestable".

"Dime, por favor". Miguel se tomaba cualquier cosa en serio sobre su novia, asĆ­ fuera Rebeca quien lo dijera.

"De acuerdo, predijo segĆŗn sus cartas o su bola de cristal, que un familiar cercano a mĆ­, tendrĆ­a un gran dolor, eso fue hace mĆ”s de dos semanas y nada ha pasado, nadie que conozca ha sufrido un gran dolor, y menos en el pecho como mencionĆ³, ademĆ”s mi padre que sufre del corazĆ³n no ha tenido sĆ­ntomas desde hace aƱos".

"Te dijo que alguien cercano a ti sufrirĆ­a un infarto?".

"Los problemas cardiacos son los mĆ”s frecuentes en el dolor de pecho, por lo menos lo mĆ”s serio, y supuestamente ya sucediĆ³, nada pasĆ³ en mi familia cercana, esa bruja de tercera es un fraude... si hubiese mencionado un dolor testicular en alguien cercano a mĆ­, serĆ­a mĆ”s creĆ­ble no crees?, tĆŗ mismo entrarĆ­as en esa baraja de posibles candidatos a sentir el dolor".

"Pues que graciosa!, aun asĆ­ es un alivio, pero porque Rebeca habrĆ­a dicho esas cosas?".

"Supersticiones inĆŗtiles e impropias, mĆ”s que acordes a una persona bajo un severo trastorno psicopatolĆ³gico".

"Rebeca es rara pero nunca es malintencionada, siempre se preocupa por la gente que tiene mala suerte, ademĆ”s en algo tiene razĆ³n, con esto del laboratorio te ha ido mal".

VerĆ³nica abriĆ³ los ojos y replicĆ³: "Es una simple coincidencia, no creerĆ”s tĆŗ en eso de artes oscuras, por favor Miguel, eso es para mentes subnormales!".

"Solo es un decir, no te enojes, mejor dejemos el tema ahĆ­". 

Por la noche Miguel fue al laboratorio en busca de VerĆ³nica, eran las 7, desde la tarde ella le habĆ­a dicho que fuera a recogerla allĆ­, al llegar VerĆ³nica se sorprendiĆ³ al verle.

"Pero que significa este aspecto Miguel?".

"Te gusta mi disfraz, sƩ que te agradan desde niƱa los osos de felpa".

"Eso es cierto, pero disfraz?, Rayos!!, olvide por completo eso, la falta de sueƱo me debe estar afectando mƔs de lo que yo pensaba".

"No tienes tu disfraz?". VerĆ³nica negĆ³ algo apenada.

"Ni modo, te informo que no lo hice a propĆ³sito, pero debemos cancelar la salida... ademĆ”s el utilizar disfraces, es solo una forma de satisfacer alguna prehistĆ³rica conducta social humana, nunca he tenido mayor atractivo por disfrazarme, ni siquiera en la infancia". Miguel sonreĆ­a por este imprevisto. La CientĆ­fica al verle tratĆ³ de justificarse.

"Te juro que no fue un olvido a propĆ³sito, pero ya no se puede hacer nada, evitemos la ida a esa susodicha fiesta y copulemos en tu casa, te compensarĆ© por haber alquilado el disfraz en vano, que te parece con un mayor estĆ­mulo a tu miembro viril, eso no permitirĆ” quejas de tu parte o si Miguel?".

Pero el novio seguĆ­a riendo, si VerĆ³nica habĆ­a olvidado a propĆ³sito o por falta de sueƱo el tema de usar disfraz, no le daƱarĆ­a la noche, irĆ­an a la fiesta y la soluciĆ³n era muy simple.

"AlĆ­state VerĆ³nica porque iremos a la fiesta!".

"Pero no tengo disfraz".

"Claro que tiene uno, y ni siquiera tienes que colocƔrtelo".

"No entiendo?".

Media hora despuĆ©s, llegaban a la fiesta de Navidad/Halloween un enorme oso de felpa blanco, y una chica "disfrazada" de CientĆ­fica, el atuendo diario de VerĆ³nica (lentes gruesos, bata blanca y cabello recogido) era un perfecto disfraz.

"Esto es economĆ­a ahorrativa llevado al extremo Miguel".

"AlƩgrate te ahorraste el disfraz, nadie te conoce y por ello todos piensan que estas disfrazada de Cientƭfica".

Como sabrĆ”n en el relato NAVIDAD CON TRUMP, un adinerado del vecindario realizaba una enorme fiesta en Halloween, pero el aƱo pasado la realizĆ³ el dĆ­a de navidad; Pues el evento fue tan exitoso, que decidiĆ³ mantener la celebraciĆ³n de disfraces para el dĆ­a 24 de diciembre en adelante, y los invitados eran muchos.

Tras interactuar en la fiesta, VerĆ³nica se encuentra inesperadamente con una joven que va acompaƱada de un chico moreno, tras una conversaciĆ³n la CientĆ­fica regresa con Miguel, quien le interroga sobre la pareja que saludaba.

"Es Adriana Coronado, una amiga de la universidad, nunca te la habĆ­a presentado, y el sujeto de color es su actual pareja heterosexual, su nombre es Francisco".

Unos segundos de charla y VerĆ³nica le cuenta algo peculiar sobre Adriana.

"Sabes algo Miguel, Adriana anteriormente laboraba en oficios varios para pagar sus estudios, pero ahora se ha vuelto luchadora de club erĆ³tico". La duda asalta a Miguel quien pide mĆ”s datos, La CientĆ­fica le complace: 

"En dicho club participa en peleas, pero de carĆ”cter erĆ³tico, lo que implica combates con escasa o sin prenda alguna".

"DeberĆ­amos ir un dĆ­a de estos a un club de esos, como es que se llama?".

"Fight Two, tambiƩn tiene un hermano que participa en peleas".

"DeberĆ­amos ir, es en serio Vero".

VerĆ³nica palpo la entrepierna del oso de felpa. "No iremos, y por el bien de tus Ć³rganos reproductores, no insistirĆ”s".

Tenido de los testĆ­culos, Miguel cediĆ³, sabĆ­a que no le apretarĆ­a, VerĆ³nica tenĆ­a una promesa que cumplir. "Ok, no iremos, eres una aguafiestas VerĆ³nica".

"Es lo correcto, ademĆ”s, jamĆ”s frecuentarĆ­a un sitio de tal reputaciĆ³n, serĆ­a indigno de alguien con mis responsabilidades profesionales, que dirĆ­an en la universidad, y mis colegas de saber que fui vista allĆ­...serĆ­a vergonzoso!". 

La conversaciĆ³n acabĆ³, pues Miguel observo a una pareja de conocidos y le pidiĆ³ a VerĆ³nica les conociera.

La pareja no era ni mĆ”s ni menos que Daniel Roberto y su pareja Adriano, Daniel era amigo de Miguel y le habĆ­a comentado de la fiesta, y el poder invitar a quienes quisiera, mientras mĆ”s gente hubiese era mejor. El dĆŗo estaba disfrazado, Daniel usaba su tĆ­pico vestir de rubia, que tanto gustaba a su novio Adriano, quien llevaba la mĆ”scara da Trump, y solo se la quitĆ³ para saludar.
            
Daniel mirĆ³ a VerĆ³nica y expresĆ³:

"Ah!, que interesante disfraz...de CientĆ­fica". La joven siempre perspicaz y quejumbrosa replicĆ³: "No estoy disfrazada, esa retrograda e infantil conducta no es de mi...".

"Si!, esta disfrazada de CientĆ­fica!, y que bien le quedan esos lentes". Miguel la interrumpiĆ³, no querĆ­a que su pareja desentonara en el ambiente de la celebraciĆ³n.

Las dos parejas charlaron unos minutos, en donde VerĆ³nica se enterĆ³ que  ambos tenĆ­an una relaciĆ³n firme y su romance se estableciĆ³ en la fiesta navideƱa del aƱo pasado. VerĆ³nica mostro un persistente interĆ©s en la mĆ”scara de Adriano, por algĆŗn motivo que no podĆ­a recordar, la mĆ”scara le traĆ­a algĆŗn tipo de recuerdo, se rindiĆ³ y no pensĆ³ mĆ”s en el tema, pero pasarĆ­a el resto de la noche observando a distancia a "Trump". Una vez estuvieron a solas VerĆ³nica dio su opiniĆ³n a Miguel sobre aquella pareja:

"Miguel, son homosexuales".

"Eso no es ningĆŗn problema VerĆ³nica".

"No dije que fuera un problema, tu reacciĆ³n es incorrecta, malinterpretas que tengo alguna resistencia a las parejas gays, sĆ³lo indique es la primera amistad que te conozco de ese gusto sexual".

Miguel vio a distancia, al parecer sus otros invitados parecĆ­an haber venido tambiĆ©n. 

"VerĆ³nica no te contĆ© nada de esto, porque sabĆ­a que te negarĆ­as a venir, pero algo importante de la navidad es congraciarse con las personas y perdonar disgustos".

"Ese es un carĆ”cter impuesto por el componente comercial en estas fiestas, no tiene ninguna base histĆ³rica en el tema de navidad... ". VerĆ³nica continuĆ³ explicando su idea cuando al ver acercarse a dos parejas quedĆ³ sin habla.

Eran IvĆ”n Mosquera y su actual pareja Yuki Takahashi vistiendo sus disfraces de Gorila y Chica SamurĆ”i, se hallaban frente a la pareja de Taro Takahashi y Vanessa Mosquera, quienes vestĆ­an de JasĆ³n (Viernes 13) y Bruja mala del mago de Oz.
       
               
  
   
VerĆ³nica quedĆ³ atĆ³nita, al acercarse las dos parejas.

"Que hacen ellas aquĆ­?, sabes que tanto Yuki como Vanessa demostraron un injustificado enojo conmigo, y todo por tener relaciones sexuales con sus respectivos hermanos durante mi investigaciĆ³n, esto afectar la cordialidad en la fiesta...".

"Todo lo contrario, tanto IvĆ”n como Taro estuvieron de acuerdo en venir, y hacĆ­a ti no tiene ningĆŗn enojo, solo gratitud pues gracias a ti tienen unas inmejorables parejas, y quieren que ustedes 3 se arreglen".

"Eso dependerĆ” de la petulante de Yuki y la retrograda de Vanessa".

"Por favor Vero, solo sƩ un poco mƔs abierta, y trata de arreglar las cosas, ademƔs tu misma has dicho que peleas verbales o fƭsicas son cosas de bƔrbaros y no de gente racional".

"Eso es verdad, y bien usado para evitar que discuta con esas dos".

Al saludarse las 3 parejas, Yuki mirĆ³ a VerĆ³nica con ojos gĆ©lidos: "Vaya, la traidora que se acuesta con los hermanos de sus amigas".

"Que bajeza de su parte, no lo crees Yuki?". Vanessa tambiĆ©n estaba tirante en sus maneras. VerĆ³nica no pudo contenerse y dejĆ³ salir su lado BĆ”rbaro: "Pero si es el dĆŗo de enojadas...la japonesa vestida de SamurĆ”i, muy original, y la bruja de Oz, que no te hubiera quedado mejor el disfraz de espantapĆ”jaros, por lo menos coincidirĆ­a en que desean tener un cerebro...".

Yuki replicĆ³: "Mira quien habla, la seƱorita "me disfrazo de VerĆ³nica", ridĆ­culo!".

Vanessa echaba chispas y respondiĆ³: "Que te pasa VerĆ³nica?, tan muerta de hambre estĆ”s que no puede ni alquilar un disfraz?".

Yuki que estaba enterada del problema de la CientĆ­fica con el decano, volviĆ³ al ataque: "Parece que la cerebro de ballena dejĆ³ quebrado el laboratorio, con razĆ³n no tiene dinero para nada".

VerĆ³nica sitiĆ³ realmente ese Ćŗltimo comentario: "Ah!, ese fue un golpe bajo!".

Miguel miro a VerĆ³nica con ojos de decepciĆ³n, a lo que la pareja suspiro resignada.

"EstĆ” bien!".

"Yuki, Vanessa, me disculpo por no pedir su permiso al usar a sus hermanos en la investigaciĆ³n que tuve...debĆ­ avisarle que les permitirĆ­a penetrarme para obtener su contenido gonadal pre y post trauma en dicha Ć”rea masculina".

Yuki y Vanessa quedaron de muerte, VerĆ³nica se estaba disculpando, renunciar a su orgullo era mucho de pedir para alguien como ella, Taro e IvĆ”n hicieron su aporte empujando a cada una de sus parejas a arreglar las cosas...no tardĆ³ el trio en darse disculpas mutuas y hasta sonreĆ­r, por todas las cosas que se dijeron.

Miguel y VerĆ³nica charlaron un rato, el novio le agradeciĆ³ por hacer las pase con 

Yuki y Vanessa, pero fue muy raro su conflictivo actuar.

"Yo tambiƩn estoy sorprendida por como reaccionƩ, la falta de sueƱo debe ser la causante de un comportamiento tan primitivo de mi parte"

"Pero esta noche dormirƔs como bebƩ". Miguel arreglarƭa las cosas.

La fiesta continuĆ³ y cerca de las 12 muchos comenzaron a retirarse, la pareja conformada por Daniel y Adriano se mostraba muy acaramelada, mĆ”s de una persona creyĆ³ que era un hombre y su rubia novia, VerĆ³nica siente tuvo un ojo sobre ellos, la mĆ”scara de Trump le parecĆ­a familiar de alguna forma y se rompĆ­a la cabeza sin recordar nada.

Pronto Trump y la rubia se marchaban, se despidieron de Miguel y la CientĆ­fica, y ya alejados VerĆ³nica expresĆ³: "CopularĆ”n!". 

Miguel sorprendido replicĆ³ a su novia, pero la CientĆ­fica se limitĆ³ a decir: "Es cierto, se dirigen a un motel que queda a una cuadra, lo vi al llegar, he analizado que en la Ćŗltima media hora un 13% de las parejas en la fiesta se han retirado, y de ellas el 7.5 % han tomado en aquella direcciĆ³n".

Miguel estaba sonrojado ante las estadĆ­sticas escuchadas.

"Me parecerƭa interesante saber el porcentaje de ganancias de ese motel esta noche de navidad, ademƔs tambiƩn no serƭa menos atractivo el presenciar el acto sexual homosexual".

Miguel le callĆ³ la boca, VerĆ³nica libero sus labios y complementĆ³: "No te pongas asĆ­ Miguel, sĆ³lo es una comĆŗn curiosidad, ademĆ”s te informo que Yuki y Vanessa ya han tomado rumbo al motel con sus parejas".

Miguel moviĆ³ la cabeza de un lado a otro intentando buscarlos, de repente vio de reojo a VerĆ³nica y le dijo en voz baja: "...Y si nos volvemos tambiĆ©n clientes de ese motel?". 

"Entiendo, prefieres lo morboso de ese lugar de seguro insalubre a la comodidad de tu casa o la mĆ­a".

"Tal vez el cambio de ambiente te ayude con el sueƱo, claro que luego de que nos divirtamos". VerĆ³nica quedĆ³ pensativa un instante y respondiĆ³: "De acuerdo, me encuentro excitada y quiero satisfacer este calor lo mĆ”s pronto posible".

Y asĆ­ Miguel y VerĆ³nica fueron al motel...el sitio estaba casi lleno por la cantidad de parejas que habĆ­an tomado ese sitio para desfogar sus pasiones tras la fiesta, todas planeaban dar el mejor regalo de navidad a su ser amado...una maravillosa relaciĆ³n sexual; En adelante sucederĆ”n diversas cosas en 4 habitaciones especĆ­ficas.

En la habitaciĆ³n 203.

Ya desnudos Yuki gozaba con los besos y caricias de un IvƔn que estaba tras ella.

"Y cĆ³mo es que ese tipejo te toqueteĆ³?". TRAMA DEL RELATO "A LAVARSE BIEN LAS MANOS".

"Agarra mi cadera y te mostrarƩ como fue el asunto".

"AsĆ­?". El moreno se aferraba con gusto a la cadera y retaguardia de la oriental
"AsĆ­, justo asĆ­".

"Y que hiciste mi amor".

"Pues nada, solo esto!, YYYAAAAAA!!!!".Yuki lanzĆ³ su grito de guerra mientras lanzaba un manotazo a los desprotegidos huevos de IvĆ”n, la pequeƱa mano casi afilada como un machete golpeaba los negros cojones de su novio, cual si fueran cocos, emulando perfectamente el ataque a su superior en el restaurante.

"AAAAAAAHHHHHHHHHHH!!!!!!". Grito IvƔn luego de sentir sus huevos casi abrirse en dos, tras el impacto.

La oriental sonreĆ­a, y mientras el moreno yacĆ­a de rodillas cubriendo su masculinidad, le decĆ­a entre risas: "Me encanta ver como caes, lo que te debe dolor, para que un hombrote como tĆŗ termine a nivel del suelo".

IvĆ”n protestĆ³: "TenĆ­as que pegarme con toda tu fuerza?...pobre de ese tipo...Auuuu!".
"Claro querido, lo realista antes que todo".

En la habitaciĆ³n 301.

Taro besaba sin pausa a Vanessa, la pareja estaba desnuda y ya querĆ­an intimar, de repente Taro se levantĆ³ en la cama y colocĆ³ su pene semi erecto a la altura de la boca de Vanessa. "Vamos chĆŗpamela esta vez"

"Que no, eso es asqueroso Taro!". El oriental una vez mĆ”s pretendĆ­a que su pareja se iniciase en el sexo oral, pero la morena siempre se habĆ­a negado, para Vanessa era algo repulsivo y temĆ­a trasbocar del asco. 

Un brusco intento de Taro por acercarle la verga terminĆ³ en un palmoteo en los testĆ­culos "Que no!", el golpe de mano en las pelotas le arrancĆ³ una queja al oriental "AAAuuuu!!!!".

Taro cayĆ³ acostado en la cama, tomando posiciĆ³n fetal.

"Que mala eres Vanessa...".

"Oh perdĆ³n Taro". La morena enseguida se mostrĆ³ arrepentida de tal agresiĆ³n a esa delicada zona "DĆ©jame besĆ”rtelos". Tras un rato de sobarse, finalmente el oriental le abrĆ­a campo a los dulces labios de su novia, quien con dedicaciĆ³n y delicadeza le acariciĆ³ sin fin las gĆ³nadas...Todo fue un plan de Taro, hacerse la vĆ­ctima para que Vanessa le complaciera sin fin por el dolor causado.

En la habitaciĆ³n 407.

"Entonces una Ćŗltima secciĆ³n para este aƱo que casi se acaba?". Expresaba Daniel, mientras miraba con entusiasmo la ya erecta entrepierna de Adriano.

"Mi rubiecita...cuando estƩs lista".

"Hoy tolerarƩ que me llames asƭ, Trump".

"QuĆ© lindo, entonces.... AAAHHHHHHHH!!". Adriano fue interrumpido cuando la rodilla de la "rubia" se hundiĆ³ con brusquedad en los calzoncillos negros del macho.

"Trump" se agarrĆ³ las bolas y cayĆ³ de rodillas ante Daniel. 

Completamente exhausto del dolor, Adriano permaneciĆ³ acostado en el suelo, mientras Daniel se agachaba sobre su cara, exponiendo su verga erecta, Trump, comenzĆ³ a lamĆ©rsela...

..."Ayyyy!!!!". Se quejĆ³ Daniel ante un leve palmoteo en sus bolas.

"PerdĆ³n, sĆ© que no compartes el gusto conmigo en el ballbusting, pero era la Ćŗnica forma de tomar la iniciativa".

El dolor era fuerte, pero el impacto no habĆ­a sido tan rudo, simplemente Ć©l no estaba acostumbrado a tales dolores, ahora arrodillado en el piso, no podĆ­a moverse y Trump se colocĆ³ tras Ć©l, se inclinĆ³ y se dispuso a besarle el cuello, Daniel lanzĆ³ un codo hacia atrĆ”s, dĆ”ndole en el bulto testicular.

"OOOgggggg!!!". ExpresĆ³ y escupiĆ³ saliva Trump, yĆ©ndose al suelo.

En la habitaciĆ³n 506.

VerĆ³nica se abalanzĆ³ sobre el desnudo Miguel quien la esperĆ³ y cargĆ³ en sus brazos, los amantes se besaron con locura, La CientĆ­fica extraƱaba la intimidad con su novio y se notaba ansiosa, enrojecida de cara y pecho, devoraba a Miguel con lamidas y chupadas.

Miguel la colocĆ³ en la cama, y la joven de inmediato abriĆ³ las piernas.

"Vaya que anhelas esto mi amor". El novio enseƱaba su erecto falo, resaltando gotas de pre semen que corrƭan por el gordo glande en forma de hongo nuclear.

La gorda cabeza se ubicĆ³ en la entrada vaginal y se dejĆ³ caer con fuerza, haciendo gemir de placer a la alborotada VerĆ³nica, quien clavaba sus uƱas en la dura espalda de Miguel.

ComenzĆ³ el bombeo al coƱo de la CientĆ­fica que arrojĆ³ sus lentes a un lado y mordisqueaba las orejas de quien la hacĆ­a ver el cielo...era sĆ³lo el inicio pues mucho disfrute recibirĆ­a de ese duro miembro viril.

...Muy avanzada la madrugada...

En la habitaciĆ³n 203.

IvĆ”n penetraba con potencia total el coƱo de Yuki quien desencadenaba su 4to orgasmo de la noche, El moreno con los huevos pegados a la base de la pelvis eyaculaba por tercera vez dentro de la oriental, fuertes chorros de esperma la inundaban, y por fin el macho decidĆ­a descansar un poco, dejĆ”ndose caer sobre la pequeƱa chica, seguido se ubicĆ³ a un lado en la cama, y comenzaron a besarse sin pausa, mĆ”s abajo Yuki acariciaba las pelotas del joven. 


En la habitaciĆ³n 301.

Taro suplicaba que Vanessa se detuviera, su pene no soportaba mĆ”s el estĆ­mulo de la morena quien le cabalgaba el pene desde hacĆ­a 10 minutos, pero no se detuvo para nada y el oriental derramĆ³ una vez mĆ”s sus fluidos viriles, Vanessa continuĆ³ un poco, logrando que lo eyaculado se volviese espumoso ante la fricciĆ³n...

…por fin tuvo un nuevo orgasmo y aun con el pene adentro, se inclinĆ³ para besar a un Taro extasiado.

En la habitaciĆ³n 407.
Adriano embestĆ­a por detrĆ”s a Daniel, quien arrodillado sobre la cama gozaba de la entrada y salida de aquel grueso pene en su ano. 

Los testƭculos de "Trump" ahora estaban a medio vaciar tras repetidas eyaculaciones, y se acercaba una mƔs, las manos del hombre tomaban con fuerza suprema la cadera de Daniel y apoyaba lo mƔs posible su pelvis a esa retaguardia, seguidamente vivieron los potentes chorros de sustancia pegajosa al interior del ano de su pareja...
...mientras continuaba el drenaje de fluidos, no notĆ³ que una mano de "La rubia", se deslizaba entre sus piernas y le agarraba el colgante saco de huevos...enseguida la mano cerrĆ³ sus dedos y apretĆ³ con violencia las bolas de su pareja como si se tratase de agredir a un enemigo.

"AAAHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!".Adriano quedĆ³ sin aliento tras el alarido, Daniel comenzĆ³ a torturar sus cojones, haciĆ©ndole moverse por todos lados y suplicar.

Tras ser liberado, “Trump” se retorciĆ³ en la cama de un lado a otro, con los ojos y mandĆ­bula apretados; Daniel sonriente lo veĆ­a morirse de dolor.

"Mi querido Trump, hasta cuando vas a cuidarte en tu momento mƔs vulnerable... siempre terminas dando lastima despuƩs de correrte".

Adriano buscĆ³ fuerzas para hablar: "Me tomaste por sorpresa mi rubia, hacĆ­a tiempo que no me pegabas en este preciso momento".

"HacĆ­a tiempo no usaba este disfraz de rubia... pobre Trump!".

Adriano continuĆ³ sobando sus gĆ³nadas mientras la "rubia" se refrescaba con una bebida.

En la habitaciĆ³n 506.

Tras eyacular por cuarta vez, Miguel se fue al baƱo... La complacida VerĆ³nica se pasĆ³ el dorso de la mano por la cara como una gata aseĆ”ndose, cuando el joven regresĆ³ le dijo:

"Miguel quisiera que complacieras un gusto de mi parte".

"Lo que quieras Vero".

La CientĆ­fica se acercĆ³ a su oĆ­do y le dijo su intenciĆ³n.

Miguel sonriĆ³ al escucharla: "Vaya! y dices que disfrazarse es algo infantil, te complacerĆ©!".

Unos minutos despuĆ©s, Miguel salĆ­a del baƱo vistiendo el traje de oso de felpa... Se acostĆ³ a un lado de la cama e invitĆ³ a acercarse a VerĆ³nica quien estaba en una ligera ropa interior, mĆ”s que cĆ³moda para dormir.

"Pues ven entonces, ven a dormir junto a este osito".

VerĆ³nica abrazĆ³ al oso con ternura, la pareja procediĆ³ a acostarse de medio lado, y abrazados descansaron... La CientĆ­fica tomĆ³ rĆ”pidamente el tan necesario sueƱo. 

...Cerca del amanecer...

En la habitaciĆ³n 203.

IvĆ”n roncaba con fuerza, pero el sueƱo de Yuki era profundo, aun asĆ­ en cierto momento despertĆ³ ligeramente, ante los soplidos de lobo de IvĆ”n, Yuki sabĆ­a quĆ© hacer, lanzĆ³ un ligero golpe de mano contra los huevos del moreno, quien sin despertar demostrĆ³ una leve queja en los labios, abriendo antinaturalmente la boca... el movimiento bucal de alguna forma disminuyĆ³ la intensidad de los ronquidos, ante lo cual, Yuki pudo retomar el sueƱo.

En la habitaciĆ³n 301.

Vanessa y Taro dormĆ­an en ropa interior, el oriental la daba el frente a los pies de la morena y viceversa, se habĆ­an quedado dormidos besando los pies de su pareja, sobre todo Taro, experto con su lengua en dar placer a los pies de su amada.

En la habitaciĆ³n 407.

Daniel y Adriano dormƭan plƔcidamente, "Trump" mantenƭa ambas manos cubriendo sus testƭculos, estos se hallaban enrojecidos y algo aumentados de tamaƱo, habƭa sido una de aquellas deliciosas y memorables jornadas de ballbusting con Daniel.

En la habitaciĆ³n 506.

VerĆ³nica y Miguel dormĆ­an deliciosamente, abrazaditos, repentinamente se escuchĆ³:

"AAAAAahhh!!...... AAAAggghhhh!!!". Eran gritos de Miguel, que despertaron a VerĆ³nica.

"Que escĆ”ndalo Miguel, ten consideraciĆ³n, por fin habĆ­a tenido un buen sueƱo en varios dĆ­as".

La CientĆ­fica observĆ³ al enorme oso de felpa revoloteando en la cama con las manos entre las piernas, y quejĆ”ndose sin pausa.

"Quien te ha golpeado en la hombrĆ­a?".

"TĆŗ!, cerebro gigante! Aaauuuuu!!!".

Totalmente extraƱada VerĆ³nica buscĆ³ una explicaciĆ³n a lo dicho, y sintiĆ³ una leve molestia en la rodilla.

"Acaso te di un rodillazo?, de ser asĆ­ fue sin culpa estaba dormida".

"Fueron dos!".

"Dos golpes?, lo siento Miguel, estƔs bien?".

"Claro que no!, me golpeaste en las pelotas y dormido, no puedo estar mƔs desprevenido... AAyyyy!!".

"DĆ©jame sobarlos, te ruego me disculpes, estando dormida no soy consciente de mis acciones".

Miguel muy necesitado dio acceso a sus huevos, VerĆ³nica comenzĆ³ a sobar el Ć”rea, aun sobre el pelaje del disfraz, "Ahora que lo pienso recuerdo algo de aquello en que soƱaba, rememoraba la discusiĆ³n que tuve con el decano PĆ©rez Ayola, podĆ­a sentir sus huevos de poco tamaƱo en mis manos y tenĆ­a un severo enojo, y...".

"Y quƩ?".

"...Y le soltĆ© las gĆ³nadas para darle un rodillazo en los testĆ­culos, querĆ­a realmente hacerle daƱo...".

"Me lo hiciste a mĆ­, fueron mis huevos".

"Oh Miguel, debiĆ³ ser una expresiĆ³n de mi enojo interno, pero fue durante el sueƱo, la falta de este me debiĆ³ exponer a esta alteraciĆ³n en la quĆ­mica cerebral, lo lamento una vez mĆ”s".

"Ok, Ok, no fue intencional, no te puedo culpar, ahora dormido me tengo que cuidar de ti".

VerĆ³nica no dijo nada mĆ”s, se sentĆ­a terrible, Miguel ya mĆ”s recuperado gracias al masaje, le quiso animar: "Por lo menos este golpe no afecta tu promesa de cero golpes bajos, estabas dormida despuĆ©s de todo".

Una leve sonrisa apareciĆ³ en la confundida cara de VerĆ³nica, la pareja pasarĆ­a besĆ”ndose y acariciĆ”ndose los minutos faltantes para el amanecer.

Para cuando saliĆ³ el sol del dĆ­a de navidad, cada pareja abandonaba el Motel, Yuki e IvĆ”n salieron primero, seguidos de Taro y Vanessa, incluso alcanzaron a encontrarse en la entrada, rememorando aquel encuentro inicial la noche en que se conocieron y donde tuvieron un pleito, esta vez todo fue risas y bromas.

Minutos despuĆ©s Daniel y Adriano salĆ­an tropezĆ”ndose con VerĆ³nica y Miguel. Cada quien se deseĆ³ feliz navidad y venturosos aƱo nuevo.

VerĆ³nica volviĆ³ a observar a Adriano, especialmente la mĆ”scara de Trump que ahora llevaba en la mano.

"Que tienes VerĆ³nica?".

"No lo puedo explicar, pero esa mascara de Trump me parece familiar, mĆ”s no recuerdo porquĆ©, ya serĆ” hasta el prĆ³ximo aƱo en que tal vez llegue recordar".


Fin.

Gracias.
Comentarios a  zatniktiel@hotmail.com

NOTA 1: Este relato es vital para varias historias en el aƱo que entra, entre otras:
- ASALTO AL CLUB FIGHT TWO.
- ATAQUE A "TRUMP".

NOTA 2: Feliz navidad y Feliz 2019 para todos los lectores del blog.

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