Escrito por: FerchoMX
¡Muero de aburrimiento! Desde, que quedé expuesto en Blüdhaven, hace seis semanas, me he visto en la necesidad de resguardarme, la familia se hizo con el control de Oráculo y anda tras mis huesitos. No puedo aparecer en público, dirijo a los Capuchas Rojas a puerta cerrada, esto ya no es divertido. Ha llegado el momento de enfrentar a Bruce Wayne, hacerle saber sus crímenes y ejecutar su sentencia.
David Vergara es mi mano derecha en la organización, es uno de los dos mercenarios que me acompañó en mi primer acto público, fue quien me cubrió con el arsenal del helicóptero para poder secuestrar al Guasón y compañía. James “Tino” Williams, mi mano izquierda, es un ex militar de la fuerza aérea, experto piloto y veterano de guerra, fue quien piloteó la aeronave durante la misma misión. Por su edad, cualquiera de los dos podría ser mi padre, son extraordinarios, verdadera élite, mejores aliados no pude haber elegido, gracias al apoyo y experiencia de estos dos hombres maduros, construí mi imperio criminal en tiempo récord.
Debido a mi situación, todos los días me reúno con esos cabrones, ellos me actualizan sobre lo que ocurre en mi ciudad. Ambos ríen cuando me cuentan que Damian Wayne fue secuestrado por la famosa ladrona Gatúbela y Bruce lo quiere mantener en secreto. No he tenido un encuentro con ella en este tiempo, se ha mantenido al margen, independiente como son los gatos. No me preocupa que haya raptado al mocoso, él tiene a toda la familia a su disposición para rescatarlo. Me llama la atención las intenciones que puede tener al hacerlo.
Selina es la amante número uno del patrón, ¿estará celosa de Talia al Ghul? es probable que le molestara el hecho de que su macho tuviera un hijo con otra hembra. La gata también es una ladrona compulsiva de objetos valiosos, podría haber visto en el heredero Wayne una gran oportunidad para pedir un jugosísimo rescate.
Tengo curiosidad por saber cómo es que la perra… mejor dicho, la gata, logró secuestrar a ese maldito desgraciado, Damian no es un indefenso ratón ¿la habrá lastimado? ¿intentó matarla? muero de ganas por ver las grabaciones si es que existen. No puedo hackear a la baticueva, es muy arriesgado, pero puedo infiltrarme en la computadora del comisionado Gordon, aún es peligroso, ignoro qué trampas haya puesto Bárbara ahí, a pesar de todo, el riesgo es menor.
Me dirijo a una locación desechable junto con mi raquítica versión de Oráculo en una laptop, si Bárbara llega a rastrear algo, será esta ubicación, nada más. Necesito averiguar sobre lo ocurrido con Damian. Accedo a la computadora de Jim Gordon, localizo la carpeta de investigación, fue secuestrado ayer ¡si hay videos! ¡cómo vergas no iba a haber! si la mansión Wayne lo graba todo, los drones insecto que la rodean, hicieron bien su trabajo.
Así que lo hizo a media noche, el morrito estaba dormido, lucharon en su habitación, jajaja se le escapó. Por suerte, traje botanita, tengo mis Pringles y mi Dr. Pepper. El niño salió por la ventana y trepó al techo, la gata lo persiguió, una vez arriba con su látigo lo sujetó de un pie, haciéndolo caer y lo atrajo hacia ella. Apoyándose en el piso, el chamaco se impulsó con los brazos para darle unas patadas en las chichis con las plantas de sus pies, jajaja, jajaja, Selina se dobla del dolor, muero de risa, nunca he golpeado en los pechos a ninguna chica, debió doler, se le trepa y le aplica una llave para ahorcarla, la mujer se libera, pero el niño termina usando su propio látigo para intentar nuevamente asfixiarla, jajaja, jajaja, “extrangular a Gatúbela con su látigo”, debo tomar nota de eso, es muy buena idea.
Damian tiene un talento especial para ridiculizar a todo el que se atreve a enfrentarlo, el chico baja por la pared y corre hasta adentrarse en el bosque, trepa y comienza a moverse por entre las copas de los árboles, es súper ágil, desafortunadamente, Selina lo es más, ella tiene una agilidad, resistencia, fortaleza y factor de recuperación sobre humano. La mujer lo sujeta de una pierna y lo derriba haciendo que azote contra el suelo, como era de esperarse, la gata cae parada, el morro quedó aturdido, fue una caída de diez metros. La felina amarra al niño, justo cuando lo va a cargar, las ataduras se rompen ¡el mocoso trae un cuchillo! ¡lo sabía! ¡bien Damian! Aplaudo y señalo emocionado a la pantalla, es un habito de asesino adquirido, siempre traer un arma oculta. No solo se libera, sino que la ataca y la corta, son heridas profundas, la hirió en el muslo, en un brazo y en la cara, Gatúbela está sangrando. Con su látigo golpea la mano del infante, provocando que suelte la navaja, pero el maldito guarda más sorpresas, lleva oculto un kunai con una cuerda ¡vamos Damian! tú puedes, soy tu fan, ¡Damian! ¡Damian! ¡Damian!
El niño lanza el kunai apuntando a su cabeza, este termina clavado en su antebrazo, ya que ella se cubrió, él jala con fuerza desgarrando la piel y los músculos de Selina. Damian hace otro par de lanzamientos exitosos, pero la mayoría son esquivados por la gata, su kunai se clava en un árbol, antes de que Damian tire de este, ella intercepta el lazo y jala rápidamente para atraelo, él suelta la cuerda y comienza a correr nuevamente intentando huir. La mujer lo alcanza, él saca un par de kunais más que sujeta de los mangos como navajas y se pone en guardia, estoy seguro de que ya es todo lo que le queda, no cuenta con otras armas. El valiente mocoso se lanza a pelar, con cada golpe busca rebanarla. Tal vez las cosas serían diferentes si él tuviera consigo una espada, mi pequeño hermano es un maestro de la espada, era su arma predilecta en la Liga de Asesinos. Talia incrustó en su ADN, un talento natural para blandirla.
Tras pelear en el bosque, Gatúbela logra hacer que suelte sus armas, lo sujeta del cuello con su látigo y lo hace caer, lo está ahorcando, no se puede liberar, ella pone su pie sobre su pequeño cuerpo ¡pobre!, es como ver a una víbora constrictora asfixiar a un indefenso ratón para devorarlo. El niño lucha, pero la batalla ya se terminó, “Game Over” para Damian, se acabó el show. Aplaudiendo digo para mí mismo:
–Lo hiciste bien chico, al chile no tienes nada de que avergonzarte, Selina pertenece a las grande ligas, te tomó por sorpresa, aún así, tú lograste dejarla como Santo Cristo”.
Damian queda inconsciente debido a la asfixia, de todas formas, ella le inyecta una droga, ¡lógico! yo haría lo mismo, lo carga y escapa por el acantilado del lado oeste, conozco bien ese lugar, por ahí me infiltré a la mansión por primera vez cuando tenía quince, antes de que Batman me aceptara como Robin. ¡Qué osada la gata! Mira que introducirse en la residencia Wayne para robar su más grande tesoro. Estoy muy impresionado.
Seguramente Bruce y Tim andaban patrullando, igual Kate; Bárbara y Dick en Blüdhaven y esa chica Stephanie ¿por qué nunca está en la casa? habiendo tantos superhéroes en la familia, ninguno pudo evitarlo, chale, les dejé al morrillo, según yo, para que estuviera a salvo, protegido y ¿me salen con estas mamadas familia? ¡debería darles vergüenza! ¡Shame on you!
Al indagar en la carpeta de investigación, descubro que no han averiguado la ubicación de Selina, ¿no saben en verdad dónde se encuentra? ya que estoy aquí me voy a arriesgar, accederé remotamente al viejo Oráculo para tratar de rastrearla, Bárbara ha puesto protecciones, sé que en cuanto entre, ella lo sabrá, tendré que hacerlo rápido, entrecruzo los dedos de ambas manos y estiro mis brazos, en seguida, comienzo a teclear. Hago correr varios códigos y comandos para intentar localizarla con la potencia de Oráculo. Nada, no hay rastro, ¡no lo creo! es como la vez en que secuestré al gobernador, lo llevé a una locación que ni Bárbara pudo encontrar ¿habrá hecho lo mismo esta gata? de ser así, eso significa, que ni la familia sabe cómo rescatar a Damian. Varias alertas y mensajes saltan en mi pantalla, es Barbie, ya me descubrió. Ejecuto un código que borra todo el contenido de esta computadora, la apago, la destruyo a balazos, huyo del lugar a gran velocidad y lo vuelo en pedazos.
Yo tengo algo que la familia no tiene: miles de hombres bajo mi mando, si Gatúbela está en algún lugar del noreste del país, yo voy a encontrarla. Esta es la oportunidad que estaba esperando, voy a rescatar a Damian y nuevamente lo voy a llevar a la mansión, obviamente, voy a reprender a esos idiotas por no haberlo protegido y aprovecharé el momento para enfrentar a Batman de una vez por todas, le haré saber sus crímenes y ejecutaré su sentencia.
Mis chicos son geniales, en apenas unas horas han dado con lo que podría ser el escondite de la gata, ya envié a unos hombres con el fin de averiguar más y confirmarlo. David me informa que efectivamente esa es su guarida, la información ha sido verificada. Iré yo mismo, no pienso arriesgarme, es una misión muy importante. David insiste en acompañarme, yo me niego, ya he hecho los arreglos necesarios, pase lo que pase, es seguro que antes del siguiente amanecer estaré en Blackgate o en Arkham, él es quien quedará a cargo de los Capuchas Rojas. Es algo temporal, eventualmente, él y James me ayudarán a escapar para volver a las andadas.
Antes de partir, me detengo unos minutos para ponderar las posibilidades, contrario a lo que les pueda parecer mi carácter, no llegué hasta donde estoy por ser impulsivo y descuidado. ¿Podría ser este asunto del secuestro de Damian una treta de la familia para atraparme? honestamente no me lo parece, no huele como una trampa, la información vino de mi gente de confianza, no de Oráculo, estos chicos no me traicionarían… a menos que las pistas que recibieron ellos hayan sido sembradas de alguna forma, no, eso requeriría semanas o meses de planificación, además el secuestro fue real, no fue un montaje, conozco perfectamente a mi teniente y el niño se defendió con todo…¿y si no fue prevenido? eso significa que por lo menos Gatúbela es cómplice de la familia y fue contratada por Bruce. Creo que estoy siendo paranoico, las probabilidades de que esto sea un engaño, son casi irreales, se requeriría un nivel soberbio de anticipación y planeación.
Definitivamente iré al rescate de Damian, eso ya está decidido, la única manera de asegurarme de que esto no sea una trampa, es revelarle mi identidad a Selina, dependiendo de su reacción, sabré si es cómplice en este plan o si ha obrado por su cuenta, es decir, que el secuestro es legítimo… a menos que le hayan ocultado mi identidad. "¡Basta Jason! deja de cuestionarte todo, entre más lo piensas, más absurdas se vuelven tus sospechas". Si mi instinto me indica que la gata es cómplice, abortaré la misión y huiré. Por supuesto, que de todas formas me presentaré en la mansión Wayne, pero será bajo mis propios términos, cuando yo lo deseé, no porque unos idiotas me aprehendan con artimañas.
El lugar donde se encuentra Gatúbela es un pequeño hospital abandonado, un cascaron construido por administraciones pasadas para justificar el robo del erario público, edificios como este que jamás fueron utilizados abundan por toda la ciudad, el anterior gobernador fue un corrupto ladrón. Ella es una mujer de 1.80 de estatura que además usa tacones, es una mujerona de gran tamaño, de cabello oscuro, piel clara y ojos azules.
Una vez ubicada su posición, entro con todo, veloz y directo a atacar, no vine a platicar, ella intenta ahorcarme con su látigo, pero Red crea un cerco protector alrededor de mi cuello. Le disparo con mis armas de fuego, su agilidad le permite esquivar mis balas, acorta la distancia conmigo y patea mis manos para que las armas caigan, estas vuelven a mi traje, esto la sorprende. De mis mangas creo unas espadas, comienzo a atacarla, me evade y mantiene su distancia, trepa por una columna hacia un barandal superior, la persigo, le doy alcance, continuamos intercambiando golpes, ella me ha golpeado ya en siete ocasiones en los testículos, sin embargo, Red me protege, mi superioridad es abrumadora, su fortaleza y velocidad no son rivales para mi traje.
Logro someterla en el piso y sujetarla con unas esposas electrónicas, aún así, ella hace un último intento por ahorcarme con sus poderosas piernas, nuevamente Red crea una protección alrededor de mi cuello. Para terminar, le coloco un collar similar al que le hizo explotar la cabeza al Guasón, no pienso asesinarla, solamente quiero que esta gatita entienda quien manda.
–¿Dónde está el niño? –le pregunto poniendo mi pie sobre ella.
–Nunca te lo voy a decir.
–¿Sabes lo que es el dispositivo que te coloqué en el cuello?
–Una bomba para volarme los sesos –ella responde.
–¿Aun así no me lo vas a decir perra? –la amenazó.
–Jamás le entregaría ese niño a un criminal como tú –expresa con firmeza– puedes matarme, pero no te lo voy a entregar Capucha Roja.
–¿Lo estas protegiendo de mí? ¡qué tierna gatita!¿Por qué lo secuestraste entonces?
–Eso no es de tu incumbencia.
–¿Entonces es por celos? –le digo– no toleras la idea de que Bruce Wayne tenga un hijo con Talia al Ghul.
–No voy a discutir nada contigo maldito, no te lo voy a entregar, no lo secuestré para ti.
Noto en su mirada un poco de temor, ella no sabe quien soy realmente, cree que soy el despiadado Capucha Roja y que existe una posibilidad de que le haga explotar la cabeza como lo hice con el Guasón, genuinamente teme por su vida, al parecer, esto no es una trampa.
–¡Yo soy su familia! si te quieres meter con él, te metes conmigo.
–Entonces eres un al Ghul ¿de eso se trata todo esto? –ella pregunta– ¿eres hermano de Talia? ¿eres hijo de Ra’s al Ghul?
Creo que este es el momento ideal para revelar mi identidad y comprobar su reacción. Me quito el casco, remuevo mi antifaz y la máscara de mi mentón.
–No pendeja, yo soy hijo de Bruce Wayne.
Esta revelación la ha tomado desprevenida, sus ojos se han desorbitado, ella no tenía idea de que yo estaba vivo y que ahora soy el criminal Capucha Roja, su mente ha hecho cortocircuito, no puede ni articular una palabra. Esta reacción de desconcierto, es la que me hubiera gustado ver en el rostro de Dick.
–Te lo voy a preguntar una vez más ¿dónde está mi hermano Damian?
–Jason, el jodido Jason Todd, entonces tú… poético… sublime –dice ella sonriendo– tú asesinaste al Guasón y a Harley Quinn, ¿cómo fue? ¿cómo se sintió asesinar a tus asesinos?
–No vine a socializar Selina, entrégame al niño –le respondo.
–¿Cuánto me vas a pagar por él? –ella me pregunta.
–¿No entiendes tu situación?
–Entiendo que tú no te atreverías a asesinarme, no tienes nada en mi contra, ahora que conozco tu identidad, tus amenazas son vacías. Podemos negociar, te entregaré al niño, pero a cambio quiero mil millones de dólares, por los inconvenientes y el susto que me has hecho pasar creyendo que podías matarme, creo que en verdad perdí una de mis nueve vidas.
–Eres increíble, no estas en posición de negociar.
–No pretendo socavar tu autoridad mi Rey, tú eres el jefe, podrías concederme esta petición, ¿por favor amo?... miau.
–Mil millones, ¿eso es todo? –le pregunto.
–Y quisiera poder divertirme contigo –me dice de forma lasciva– de hecho ya me estoy mojando con la idea, toca mi entrepierna, siente como ya está húmeda.
Decido hacerle caso y coloco mis dedos en su vagina, ella se estremece y emite un incitante gemido, el área está húmeda.
–Mírate papi, con esa barbita que te dejas en el mentón, al ver en lo que te has convertido, me he puesto cachonda, tu carita hermosa, tus preciosos ojos, tu cuerpo de macho, eres todo un hombre ¿qué edad tienes ya?
–Cumplí veintiocho en febrero –le respondo.
–¡Veintiocho! –grita mordiéndose los labios– estás en tu punto, de los veintiocho a los treinta y cuatro es la mejor etapa de un hombre, cógeme por favor y permíteme dominarte, ¡tan rudo! ¡tan viril! Con tu musculoso cuerpo que ha sido esculpido, no por el gimnasio, sino por una vida difícil, te has hecho a ti mismo a base de esfuerzo y sufrimiento, no eres como esos niños bonitos y atléticos, no eres como tu incipiente hermanastro Richard, tú si eres un hombre de verdad ¡dominar a un macho como tú! ¡Ay! –ella gime agudamente– La última vez que jugamos eras un bebecito, estabas tiernito y te deje ir sin coger, pero ahora Jason ¡cógeme! ¡quiero que me folle el criminal más grande que ha tenido este país!
Sus comentarios, que exaltan mi hombría, me han excitado, aún no retiro mi mano de su vulva, esta mujer de 42 años tiene mejor cuerpo que Kate Kane, le falta la clase, pero su belleza de rostro casi iguala a Batwoman, ¡por Dios! ¡qué pechos! ¡qué nalgas! ¡qué piernotas! ella se retuerce en el piso como una lombriz y hace una respiración entre cortada y sugerente que me hace imposible negarme a su petición. Retiro mis dedos de su entrepierna y los llevo a mi boca para chupar sus jugos, con las pupilas dilatadas le digo.
–Trato hecho.
He jugado con la gatita en dos ocasiones previas, cuando todavía era Robin, para jugar, ella demanda que el hombre esté completamente desnudo, así que me desvisto. Desactivo las esposas y le retiro la bomba del cuello, la mujer permanece en el piso, me monto sobre ella apoyando una sola rodilla, esto deja abierto mi compás, comienzo a ahorcarla, eleva su rodilla para golpearme en las bolas, yo me cimbro con cada impacto, pero no dejo de extrangularla, esto es real, o la llevo a la inconsciencia o me golpea lo suficientemente fuerte para evitarlo. Continúa golpeándome en los huevos con fuerza, Selina gana, sometido, me derrumbo encima de ella. Gatúbela frota y toca mi debilitado cuerpo, me acuesta en el piso, se levanta y empieza a caminar y saltar sobre mí, sus tacones causan rasguños y heridas en mi torso, posa su pie sobre mi verga y comienza a pisarla, luego, a patearme las bolas, yo gimo y tiemblo. Aprisiona con la punta de su bota mis testículos contra mi pubis para aplastarlos y apoya todo su peso, yo grito de dolor, eso la excita, siento que las bolas me van a explotar. Luego, con su tacón, ejerce una deliciosa presión en mi testículo derecho, el dolor es paralizante, hace lo mismo con el izquierdo.
Tiene piedad de mí y deja de aplicar el castigo. Saca un collar de perro y me lo coloca en el cuello junto con una cadena, comienza a caminar por los pasillos del hospital, yo voy a gatas a su lado, me hace una seña para que me adelante, yo gateo frente a ella, es cuando aprovecha para patearme en las bolas por detrás, siento como mis testículos son aplastados y chillo cual perrito herido.
Continuo andando a gatas, ella continua pateando mis gónadas. De pronto jala de la cadena, eso quiere decir que debo detenerme, la miro, hace una señal de pistola con la mano desnuda y me dispara, yo me hago el muertito quedando boca arriba con mis brazos y piernas encogidos a 90 grados. Esta mujersota posa su pie sobre mis testículos y los aplasta contra el helado piso del hospital, yo nuevamente chillo como perrito. Mantengo esta misma postura mientras me patea las bolas sin descanso.
–Estoy tan exhausta, me quiero sentar –dice ella.
Yo me coloco cual si fuera un banco para que tome asiento, lo hago en posición de cangrejo, es decir, boca arriba elevando mi cadera, ella se sienta sobre mi abdomen, posa su divina mano en mi entrepierna, sujeta mis testículos y los comienza a apretar fuertemente. Debo mantener la postura de banco para que mi ama descanse, no puedo permitirme caer, no importa cuanto dolor me haga sentir, tengo que aguantar. La mujer no se mide, yo comienzo a gritar y respirar agitadamente, siento que me los va a deshacer, grito en agonía, pero no cedo y logro mantenerme, ella me suelta y se pone de pie. Al instante caigo en posición fetal sobándome las bolas y llorando como perrito herido. Jala de la cadena para indicarme que debemos seguir caminando, no puedo, debo reponerme, como no la obedezco, inmediatamente Selina me patea con mucha más fuerza.
–¡Quita las manos perro! –me ordena gritando con desprecio– yo remuevo mis manos y ella me golpea con sus puños sin descanso. Momentos después vuelve a indicarme que caminemos, a pesar del intenso dolor que siento en mis bolas, comienzo a gatear, yo al frente, ella me patea por detrás, regresamos al punto de partida donde dejé mi traje. Gatúbela coloca su pie sobre mi cabeza y la baja al piso.
–¡Dame los mil millones perro inmundo! –me ordena.
–¡Si ama! –le digo, me coloco el casco y le ordeno a Red que transfiera mil millones de dólares a la cuenta de Selina. Red hace todas las gestiones y me confirma la transacción, me retiro el casco– Ya está hecho ama.
Ella saca de entre sus pechos un aparato para revisar su cuenta bancaria, arquea las cejas sorprendida por la velocidad con la que lo he hecho.
–¡Tardaste mucho perro! –la mujer comienza a patearme repetidamente en los huevos.
–Ah, ah, ah –gimo– Perdón ama, perdóneme, no va a volver a suceder.
Me da un par de fuertes cachetadas y me dice:
–Los perros no hablan.
Yo comienzo a llorar como perrito.
Me acaricia la cabeza, yo jadeo feliz, recorro con mi lengua su cuello y su rostro. Le gusta que con la punta, lama su oreja.
–¿Quién es un perro bravo? –ella pregunta con cariño mientras me acaricia los cachetes, yo empiezo a ladrar– ¿Quién es un perro bravo? Tú eres un perro bravo ¿verdad? –me acaricia la cabeza y comienzo a gruñirle.
Esa es mi señal, debo atacarla y penetrarla, ella continuará golpeándome en las bolas, pero yo tengo que perseverar hasta follar con ella. Me levanto y la coloco de espaldas contra la pared, bajo el cierre de su traje, ella levanta su talón y me golpea en las bolas, se gira para quedar frente a frente, yo sujeto su ropa y tiro de ella para desgarrarla, he logrado liberar sus gigantescos senos, nunca usa sostén, empiezo a lamerlos, esta mujer me da rodillazos continuos, pero yo no deseo parar, no deseo alejarme de los pechos de esta Diosa, finalmente me hace caer de rodillas, en esta posición puedo olisquear su entrepierna, excitado, tiro de su pantalón hasta rasgarlo, ella se coloca de espaldas, puedo poner mi cara sobre su culo, la forma en que se sacuden sus preciosas nalgas al ser liberadas de la presión de su vestimenta, me excita, soy un perro salvaje, como tal, hago a un lado su tanga y le mamo el culo durante un par de minutos, ella gime de placer. Se voltea de frente y me patea repetidamente en los huevos, aprovecho para retirar por completo su pantalón. Conforme la desvisto logro ver las cicatrices que Damian le causó, seguramente mañana esas cicatrices ya no estarán, gracias a su factor acelerado de recuperación.
Selina se recuesta en el suelo, yo me coloco a gatas sobre ella de forma tal que mis testículos queden a la altura de su cara, con mis dientes sujeto su tanga y tiro de ella para arrancársela mientras gruño como el animal salvaje que soy. Mientras tanto, la gata me sujeta de las bolas y las aprieta, yo no puedo soltar su ropa interior, la tengo que deshacer con mi boca, no puedo fracasar, froto mis dientes para cortar y lo consigo, entonces comienzo a lamer su vulva, ella excita mi falo con su mano como si fuera una ubre y quisiera ordeñarme, comienza a mamarme la verga como becerro hambriento. Nunca nadie, me la ha mamado tan rico, es a–gre–siva–mente deli–cioso, ni Bár–bie es tan… hábil, tiemblo y me agito ante el placer que esta mujer me está dando, tengo la piel chinita, deseo retribuírselo de igual medida lamiendo su clítoris. Después de algunos minutos ella consigue hacer fluir toda mi leche y la bebe, al final chupa y exprime mi glande para extraer hasta la última gota de mi viril néctar.
Se relame los bigotes como si fuera una gata que fue alimentada. Me giro y continúo excitando su vulva con mi boca. Ella aún no se ha venido.
–¡Penétrame! –demanda la Diosa. Mi pene acaba de eyacular, no creo aguantar penetrarla en este preciso momento. Me lo jalo para que se vuelva a poner duro– ¡Qué me penetres perro!
Mi pene está sensible y probablemente no vuelva a eyacular con potencia, consigo que se me vuelva a parar, lo introduzco en su vagina y comienzo a mover mi pelvis al frente y atrás, yo le muerdo los pezones como el perro que soy, ella gime de placer, es muy, muy escandalosa. La sujeto de las manos y se las coloco contra el piso mientras lamo su cuello gruñendo, ella comienza a gritar más agudo y más constante.
–Penétrame duro –me dice.
Yo retiro mi pene, la coloco bocabajo, remuevo su máscara, la vuelvo a penetrar y la sujeto del cabello, agresivamente meto y saco mi verga, cubro su boca con mi mano y la aprisiono contra el piso, como si ella fuera de mi propiedad. Con mis fuertes brazos levanto su cuerpo y lo estrujo contra el mío, mientras continuo con el agresivo movimiento de penetración. Incluso presiono su cuello con mi brazo como si la quisiera estrangularla.
–Ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ay, ay, ay ¡AY!
Ella por fin se viene y queda respirando agitada debajo de mi. Yo me recuesto de tal forma que puedo descansar mi rostro, utilizando sus nalgas como almohadas.
–¿Me quieres culiar? –ella pregunta, yo asiento. Gatúbela levanta las nalgas dejando su rostro pegado al piso, como cuando un gato se estira.
Esta Diosa se me está entregando completita, mi verga se me alza, de tan solo ver ese culazo parado, esta vez la penetro por el ano, mientras la trato de la misma forma agresiva, me doy el lujo de extender mi pie para pisar su cabeza al mismo tiempo que le hago el delicioso. Le doy nalgadas con todas mis fuerzas, ella grita de placer.
Al hacerlo, me gusta pensar que soy un vaquero y así me muevo, no lo puedo evitar, tengo que flexionar mis brazos para hacer saltar mis bíceps, montar a un hembrón de esta categoría me hace sentir poderoso y victorioso, después de un tiempo termino y quedamos recostados en el piso. Descansamos unos minutos.
Selina me da la ubicación de donde se encuentra Damian, me coloco mi traje y salgo para allá. Antes de irme me dice:
–Tal vez no lo creas Jason, yo realmente lamenté tu muerte… me da mucho gusto verte convertido en un hombre.
Yo no le respondo, simplemente me voy. Selina me ha hecho el día, este encuentro con ella fue muy agradable, ¡wow! es una gran mujer.
Llego a la ubicación que me dio, es un terreno baldío, bajo un árbol, hay una caja de hierro grueso con una pequeña rendija para que entre el aire. Alcanzo a escuchar que Damian pregunta: “¿Quién anda ahí?” pido a Red que cree un artefacto para traspasar el metal, tengo el rostro descubierto, quiero que me vea. Apenas libero al niño, grita emocionado.
–¡Jason! sabía que vendrías –extiende sus brazos hacia mí, para abrazarme, pero es una finta, en vez de eso me da dos fuertes puñetazos en la entrepierna y se ríe “jajaja jaja” nuevamente me ha tomado por sorpresa, tengo mi traje puesto, sus golpes no me duelen, pero finjo que si y caigo de rodillas ante él sujetando mis bolas. Es entonces que lo veo, una jeringa se dirige a mi cuello, siento el piquete y veo como el niño hunde su pulgar para inyectar el contenido en mi cuerpo.
–¿Por qué? pequeño traidor, después de todo lo que hice para resca… – siento como si un agujero negro se abriera debajo mío y me tragara. Inconsciente, me estrello de bruces contra el piso.
Despierto en un sofá en el despacho principal de la mansión Wayne, la cabeza me pesa y duele, no tengo mi casco, pero si el resto de mi traje, miro alrededor, toda la familia me rodea formando un círculo, llevan ropa casual. Me siento estúpido, resultó que si era una trampa y caí en ella. Tim es el primero en aproximarse, se sienta frente a mí en una mesa de centro.
–¿Cómo te sientes? –me pregunta, no le respondo– bienvenido a casa – me dice, yo ruedo mis ojos hacia arriba, cruzo mis brazos y me hundo en el respaldo.
–No digas mamadas, Tim.
–¿Sabes por qué estas aquí? –me pregunta.
–¿Por qué caí como pendejo en tus engaños?
–Te quería hablar del motivo, pero ya que lo mencionas, quiero decirte como hice el plan para tu captura. Batman siempre vence a sus enemigos aprovechando sus debilidades…
–Al grano Tim, regodéate rápido –lo interrumpo– seguramente tu patrón quiere hablar conmigo.
–Tus tres debilidades más importantes son –Tim comienza su monólogo de victoria– número uno, nosotros, tu familia, aunque digas que nos odias, tus acciones demuestran lo contrario, tú harías lo que fuera por nosotros, si alguna vez necesitamos tu ayuda, tú acudirías sin dudarlo y sin esperar nada a cambio, por que la verdad ya no esperas mucho. Tú nos ayudarías simplemente por que te nace y por que puedes hacerlo.
–Si, si, ya, a la chingada –le respondo. Me siento burlado, derrotado, algo humillado, pero al mismo tiempo estoy satisfecho de que fuera Tim y no alguien más quien me venciera.
–Número dos, eres un lujurioso, podrás tener un plan elaborado y ser muy meticuloso y disciplinado, pero si una mujer te ofrece unas patadas en los huevos y sexo, tú dejas todo de lado, pausas tus planes y te vuelves descuidado e impulsivo. Es lo que te pasó con Katy, lo que te pasó con Bárbara y lo que te ocurrió hoy con Selina.
–Es lo que te ocurre conmigo también –comenta Dick detrás de Tim.
–¡Tu culo pendejo! –le respondo.
–Admítelo, me deseas cabrón –comenta Dick.
–¿En serio quieres tener esta conversación aquí y ahora perro? tú abusaste de mí, me mamaste la verga cuando era menor de edad, muchas veces –le digo.
–¿Te gustó o no? dijiste que ni Bárbara te la mamaba con tanto amor como yo ¿acaso no me devolviste el favor? muchas veces –Dick contrataca.
–¡Oh por Dios! –digo llevándome las manos a la cara de forma burlona y abriendo la boca sorprendido– ¿No habrás hecho lo mismo con el pobre de Tim? Tim, ¿ya te mamó la verga el mama vergas ese? Apuesto a que la de Tim, ni siquiera te cabe.
–¿Qué es mamar vergas? –pregunta Damian, es un niño muy listo, estoy casi seguro de que sabe de lo que hablamos y se está haciendo pendejo, pero también puede ser que en realidad lo desconozca.
–¡Señores por favor! no es momento de discutir esos detalles –exclama escandalizada Kate tapándole las orejas a Damian con las manos. La escena me hace reír y Dick también se ríe, por un breve instante, nos miramos con complicidad.
–No decías lo mismo cuando abriste las piernas y… –comienzo a responder a la hipócrita de Kate Kane.
¡Verga! Tras un silencio incomodo, le digo “perdón”.
Noto como la niña Stephanie cuchichea con Bárbara, seguramente le pregunta si ya sabía lo de Dick, yo se lo conté en cuanto ocurrió, éramos novios y entre nosotros nunca hubo secretos, Barbie es un espíritu libre de mente abierta, sabe que soy bisexual, es más, ella también lo es. He evitado pensar al respecto, pero el hecho de haberle disparado a Dick me preocupa enormemente, algo anda mal conmigo, no entiendo qué pueda ser, algo dentro de mí no funciona correctamente. De repente tengo ataques de furia que enceguecen mi juicio, por ese motivo le dije a Tim que yo si era un monstruo y que salvarme era un error, yo mismo, no sé en qué momento puedo matar, incluso a las personas que más amo.
–Tu tercera debilidad es tu tendencia a ser narcisista –Tim continua con su monólogo– aunque eres extremadamente competente, tiendes a sobrestimar tus habilidades y tu inteligencia, en contraste subestimas a los demás. Seguramente cruzó por tu cabeza, que esto podía ser una trampa, pero descartaste la idea por que para ti, nadie es más inteligente que tú, apuesto a que fantaseaste con traer a Damian a casa nuevamente, regañarnos por haber permitido que lo secuestraran y burlarte de nosotros.
–Tal vez –le respondo desviando la mirada. Tim es aterrador, no conocía su faceta como mentalista, me leyó completamente– No subestimo a todas las personas, a ti te lo dije ¿lo recuerdas? “tú eres el mejor Robin”, lo decía enserio Tim, desde que tenías nueve años te lo dije también “eres un puto genio”.
Él sonríe apenado y lo toma como un cumplido. Qué predecible eres Tim Drake, no eres el único que sabe leer a las personas. En su momento te dije que eras el mejor Robin, pero no lo pienso así, solamente quiero rescatar algo de mi dignidad en este momento. El mejor Robin, la mezcla perfecta entre inteligencia y combate, por supuesto soy yo ¿de qué te sirve ser tan batinteligente, si todos te batiparten tu batimadre?
–¡Tú eres el puto amo! –exclama con una amplia sonrisa y con sus ojitos brillantes. ¡Ay Tim! ¡cómo no amarte!
–Pues el puto amo, fue vencido por el puto genio –le digo con una pequeña sonrisa.
Tim se levanta y se va hacia atrás con su chica. Bruce se coloca de pie frente a mí, al otro lado de la mesa de centro, hace años que no lo veo así, lleva un pantalón de vestir moderno y una camisa arremangada que se ciñe a su musculoso cuerpo, ha envejecido, su rostro ya pinta algunas arrugas y su pelo comienza a vestirse de blanco. Es inevitable, después de todo, tiene 54 años, aún así, su presencia es avasalladora.
–Quiero agradecer el que hayas traído a Damian aquí –me dice con su voz gentil y varonil– y por acudir en su rescate nuevamente el día de hoy.
–Lo traje para que te enterarás de que tienes un hijo asesino, Bruce “código moral” Wayne, tiene un hijo que ha matado. Mis intenciones no fueron buenas como tú lo supones, yo te quería lastimar –le digo mientras me pongo también de pie.
Bruce Wayne |
–Te equivocas, yo no los odio, solamente te odio a ti –le respondo– el secreto que condujo a mi muerte, fue tu secreto, el código moral por el que yo morí, fue tu código. ¿Sabes qué es lo que voy a hacer? ya que asesiné al Guasón, yo me voy a convertir en tu nuevo archienemigo, comenzando desde ya. Tú, Bruce Wayne, eres culpable por dejar que los delincuentes sigan causando daño y provocando la muerte de mucha gente inocente. Blackgate o Arkham, a alguno de estos lugares iré a parar el día de hoy, ya sea que ustedes llamen a Jim Gordon o que me lleven ustedes mismos, como sea, aún si no lo hacen, yo me entregaré en cuanto salga de aquí. Iré preso por los crímenes que he cometido como Capucha Roja y pasado algún tiempo, escaparé, no va a ser difícil para alguien como yo, causaré problemas de nuevo y volverás a capturarme y yo, me fugaré de nuevo, ese es el juego que te gusta jugar ¿cierto? Ya estás viejo Bruce Wayne, en pocos años, deberás colgar la capa, o tal vez le cedas el manto a tu hijo consentido Dick Grayson, cuando él se convierta en el nuevo Batman, yo seguiré ahí, siendo su archienemigo, soy más joven que él, así que tenemos muchos años para divertirnos. Esa es la sentencia que te espera por tus crímenes ¡tú Bruce Wayne eres el mayor criminal de esta jodida ciudad! tu pecado es la omisión y yo voy a ser tu eterno rival, tu eterna condena.
Al terminar mi monólogo, noto que todos me observan de una forma peculiar, me miran con… ¿lástima? ¿se atreven a sentir lástima por mí?
–Soy culpable de lo que me acusas y lo acepto, es verdad todo lo que dices, entiendo tu perspectiva, si esa es la sentencia que has planeado para mí, también la acepto –dice Bruce rodeando la mesa y acercándose hacia mí– pero se me desgarra el alma al ver cómo te haces daño a ti mismo, Jason, en vez de vivir tu propia vida, tú mismo te condenas y te atas a este círculo vicioso que describes, eso realmente me duele.
–Pues así las cosas –le digo acomodándome la chaqueta y levantando el mentón– ¿van a llamar a Jim o me entrego yo mismo?
–Jason –Tim nos interrumpe– hay algo que tienes que saber– extiende hacia mí un folder con papeles que su elfa le entregó.
–¿Qué es esto? –le pregunto, en seguida leo el contenido y no lo creo. Tiene que ser una puta broma, esto no es posible, ¡no puede ser! rompo el folder a la mitad– No pensé que tú cayeras tan bajo Tim, fabricar esta clase de mentiras.
–Es la verdad Jason –me replica Tim con el rostro descompuesto– tú no eres hijo del Guasón, tú no naciste el 02 de febrero, naciste el 22 de abril, naciste un día como hoy, hoy Jason, es tu cumpleaños, hoy cumples veintiocho.
¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda! mil veces mierda, ¡no puede ser! me dejo caer en el sofá, esto significa que toda mi vida ha estado basada en una mentira, no solo mi vida, también mi muerte. Crecí en un orfanato por que Bruce quiso ponerme a salvo de mi supuesto padre, morí por que el Guasón, creyendo que yo era su hijo, preparó todo para que yo lo asesinara y tomara su lugar, en ese entonces me negué, como consecuencia él me asesinó. Lo peor de todo, es que yo lo asesiné años después, aceptando mi destino y su legado, al creer que compartíamos la misma sangre. Toda la rabia, todo el odio que he sentido este tiempo, toda mi puta vida ha sido una puta mentira. Alzo la mirada y veo que todavía me miran con lástima, quiero llorar de coraje, no, no es cierto, no es coraje, es dolor, esto me duele, no lo voy a negar, me lastima, no puedo… en verdad, no puedo seguir haciéndome el duro, esto… esto me ha destruido, mejor hubiera sido permanecer muerto. Cubro mi rostro con mis manos y comienzo a llorar, trato de no emitir ningún sonido, pero todo mi cuerpo tiembla debido al llanto, cada cierto tiempo me sacudo sollozando para recuperar el aire. Tim se me acerca para consolarme.
Alfred Pennyworth |
–Yo era joven e inexperto –dice Bruce.
–¡Eres un hijo de puta Bruce Wayne! –le grito.
Estoy totalmente descompuesto, Bruce también está llorando, no como yo, él apenas derrama unas lágrimas, a mí, me tiembla la boca, me escurren los mocos y ¡con un demonio, todo mi maldito cuerpo no deja de temblar! y lo peor, es que ellos me están viendo, ya no aguanto ¡me voy de aquí! Al dirigirme a la puerta, la familia me cierra el paso ¿por qué me hacen esto? Bruce me toma de un brazo e intenta abrazarme, yo trato de zafarme, pero él no me deja libre, comienzo a luchar contra él, trata de someterme, forcejeamos durante un minuto hasta que me aprisiona en un tipo abrazo de oso que envuelve todo mi cuerpo, estoy inmóvil entre sus fuertes y poderosos brazos, mi pierna rosa su entrepierna, incluso puedo oler su colonia, curiosamente, he dejado de temblar. Podría ordenarle a Red que me libere, que cree cuchillas o algo para hacerle daño o darle cabezazos para que me suelte. Alguien me sujeta del hombro, es Alfred.
–Amo Jason, cuando el amo Bruce lo separó de su loca madre, no lo metió inmediatamente a un orfanato, usted vivió en esta casa durante catorce meses, cuando era un bebé.
¿Catorce meses? debe ser una puta broma.
–Yo le preparaba el biberón y le cambiaba los pañales, el amo Bruce le daba sus papillas y lo bañaba, en esta casa, usted dio sus primeros pasos y su primera palabra, fue Bruce, mal pronunciada, por supuesto, “Bus” decía usted. Dejarlo en el orfanato ha sido de las cosas más difíciles que ha hecho el amo Bruce, él quería adoptarlo, pero no lo consideró seguro. Lo que quiero decirle, es que, aunque usted no lo supiera, siempre tuvo un padre que estuvo pendiente de usted, aunque usted no lo supiera, siempre ha tenido en este hogar a su familia, su puta vida, no ha sido jodida como usted dice, incluso hoy, en este preciso momento, usted tiene un padre que lo quiere y que daría lo que fuera por corregir todos sus errores y posee una familia que lo amamos, siempre lo hemos amado amo Jason, desde que nació, usted ha sido muy amado.
Alfred Pennyworth, astuto mayordomo, me has desarmado, yo aún sollozo, miro a Bruce y puedo ver que me mira con tristeza, pero también con ternura y amor, al contemplarlo, sin poder evitarlo mi boca escupe una palabra.
–Papá
El sonríe y me libera, me sujeta de los cachetes, me mira, seca mis lágrimas con sus pulgares y me abraza fuertemente, yo mantengo mis brazos a los costados, no le devuelvo el abrazo, ha pasado casi un minuto y no deja de apretarme con fuerza contra su cuerpo. Cuando finalmente cesa su abrazo, coloca sus manos sobre mis hombros y me mira sonriendo. Un disparo se escucha en la habitación, Bruce comienza a tambalearse, me mira desconcertado, su pecho está sangrando, yo le disparé, cae de rodillas ante mí, lo remato con un tiro en la cabeza, su cuerpo sin vida azota en el piso, un charco de sangre se forma a su alrededor.
A mi izquierda, algo blando ha caído ¡un jodido pastel! ¿en qué momento fue Damian a la cocina para traer un puto pastel de cumpleaños? al ver a su padre muerto, lo soltó, todos miran al niño, Kate corre hacia él, yo aprovecho la distracción para escapar. No entiendo lo que ha pasado o por qué lo hice, él era mi padre y yo lo amaba muchísimo, no comprendo nada, huyo por instinto. Esta mierda es real, Bruce Wayne está muerto, yo lo asesiné y eso me destroza el corazón.
Corro hacia el bosque, creo que nadie me persigue, mi intención es llegar al acantilado, mis ojos no paran de derramar lágrimas. Escucho algo detrás de mí ¡a la verga! ¡es un perrotote negro! ladra y gruñe mientras pretende darme alcance, debería dejar que me destroce con su colmillos y garras, lo merezco, pero mi instinto de supervivencia me impide detenerme y la adrenalina me mantiene corriendo. Al llegar al acantilado el perro me alcanza, caigo al suelo, estoy bocarriba con el perrazo encima de mí, lo sujeto del cuello con ambas manos para alejar su mordida de mi cara, con mis piernas lo pateo hacia arriba y lo arrojo hacia el filo del acantilado. El perro está por caer, solo se detiene con sus inútiles garras, los canes no son hábiles trepadores, comienza a gemir y me mira suplicante. Sujeto sus patas, lo jalo hacia mí, termino cargándolo y caigo al piso debido al peso del animalazo, yo ya no me defiendo. El perro me mira, me olisquea y me lame las mejillas para limpiar mis lágrimas. Como si recordara que dejó algo valioso en la mansión, el animal corre de vuelta a toda velocidad. Después de todo, ya cumplió su misión, me impidió escapar.
Frente a mí, de entre los árboles, aparece Tim, tiene el rostro deformado por la ira y la tristeza, apenas lo reconozco. El chico que creyó en mí y me defendió a capa y espada, el mismo que me dio la bienvenida y me dijo que me había extrañado, quien es todo amor, bondad y gentileza, me mira con verdadero odio y dolor. ¡Soy una mierda!
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