Sobre la mesa reposaba un montón de instrumentos horribles para tortura testicular. Era un nuevo día en el proyecto Bastian y los concursantes iban a ser Jean e Ignacio. Los miembros del equipo contrario aplicarían tortura al otro participante hasta que uno de ellos se rindiera.
Durante el primer turno, Erick derritió una buena cantidad de cera de vela en el inmenso escroto de Jean, luego le golpeó y exprimió las bolas hasta que el residuo se rompió. Lenin usó su turno para golpear a Jean con los puños en las bolas. Camilo utilizó un alicate y apretó el testículo derecho de Jean, que gritó y gritó pero nunca se rindió, su testículo era fuerte a pesar del dolor que experimentaba su cuerpo. Pablo Chacón golpeó con fuerza un bate en el escroto de Ignacio que lo dejó temporalmente en shock, Farid se agarró las bolas por reflejo.
Pablo se mantuvo el bate alternando sus golpes en cada bola de Ignacio.
Horacio Chacón no utilizó ningún instrumento pero sus piernas tonificadas entregaron patadas al responsable del árbol genealógico del rubio.
Puñetazos, patadas, rodillas, tenazas y batazos llovieron sobre la hombría hinchada de Jean e Ignacio,
—Estos huevos se sienten bastante jodidos —comentó Román cuando su mano se adueñaba de las pesadas bolas de Ignacio.
El resto de los muchachos con el apellido Chacón se rieron entre dientes cuando Román hizo rebotar suavemente los fuertes órganos en sus manos.
Román no rompió el contacto visual con Ignacio cuando su suave sondeo se convirtió en un devastador apretón. Los ojos del guapo rubio se cruzaron y Román sintió que sus jeans se apretaron después de sentir su pulgar presionar profundamente la gónada derecha de Ignacio. El bíceps de Román se hinchó apretando cruelmente siendo apoyado por sus primos.
Ignacio emitió graciosos chillidos agudos mientras su cuerpo se retorcía desesperadamente bajo la tortura, pero Román se mantenía concentrado apretando las huevas de Ignacio.
—Me siento caliente —declaró Jaime acariciando su polla metida en sus jeans.
Igual que él, varios de los hombres lucían bultos en sus pantalones y algunos como Jaime se tocaban la entrepierna mientras esperaban su turno.
—Ya terminó tu ronda, Román —anunció Farid siguiendo el cronómetro.
A Ignacio le saltaron los ojos cuando vio aparecer al cruel Dereck sosteniendo unas pinzas en su mano. Dereck atrapó con cautela una de las gónadas de Ignacio con los dientes del alicates y apretó ligeramente.
—¿Quién quiere que rompa esta bola?
Hubo un grito de aprobación en la multitud Chacón.
Enseguida comenzó el momento de tortura.
Dereck apretó los dientes cuando sintió que la mitad de la virilidad de Ignacio se comprimía peligrosamente dentro de las mandíbulas de la pinza.
—¡AAAAAAAAY, AAAAAAAAY!
Ignacio negó con la cabeza violentamente y cada cresta de sus abdominales se flexionó cuando Dereck aplastó su testículo. La mitad de la bola de Ignacio se volvía más y más plana, Farid no se percató que el tiempo de Dereck se había consumido, estaba atrapado en el espectáculo de tortura.
Derrotado, Dereck abrió lentamente los alicates y se alejó dejando el huevito de Ignacio casi destruido y rápidamente hinchado.
Ignacio gritó y se desmayó. Jean miró con horror cómo Gaston clavaba el bate en las indefensas y pesadas bolas de Ignacio haciendo volar enfermizas salpicaduras de agua de su polla.
Camilo también tomó el alicate y se quedó paralizado evaluando cual de las huevas extra largas de Jean torturar. Se decidió por el testículo derecho, le enterró los dientes del alicate y comenzó a apretar.
—¡Nmmmph!
A pesar de la fuerte tortura Jean pudo susperarlo.
Jaime Lizarraga Chacón cogió un pequeño mazo y arrasó con las bolas de Ignacio. La cabeza del rubio saltaba salvajemente cada vez que sus bolas chocaban bajo la fuerza del impacto entre el objeto y su pelvis.
Milton no cogió ningún objeto, en su lugar utilizó sus grandes y pesadas botas para patear los inmensos testículos de Jean.
Los ojos del hombre Chacón se agrandaron cuando sintió que sus joyas se comprimían bajo la fuerza aplastante de la bota.
Milton retrocedió algunos metros y se preparó para correr.
A Jean el sudor le corrió por la frente, sus inmensas gónadas le pesaban y palpitaban irradiando dolor.
—¡Me rindo! —declaró cobardemente.
—¿Qué?
—¿Cómo te atreves?
—¿Por qué?
Hubo muchas mezclas interrogantes desde los Chacón.
Y Milton, triunfante y vencedor, fue a celebrar con el grupo de los comunes.
—El reto lo ganan los hombres comunes —declaró Bastian haciendo la anotación.
Gracias por poner las imagenes con los nombres de los personajes, tengo muy mala memoria y se me olvida como se ven los personajes y como ya no estan en la esquina de las pagina pues se me dificulta recordar,asi que, gracias,excelente historia, ojala alla mas venidas en las proximas entregas, amo el aspecto competitivo de estas historias muchisimo
ResponderBorrarMuchísimas gracias por tu tiempo de lectura además por la recomendación de los nombres debajo de las fotos :D
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