Contiene
Sexo homosexual
Ballbusting hombre/hombre
Pablo y David se encontraban en la privacidad de una habitaciĆ³n del hotel resort. El sonido del mar acentuaba el ambiente romĆ”ntico de la secreta situaciĆ³n en la pareja.
David estaba acariciando a Pablo, pasaba su larga mano por cada centĆmetro de cuerpo del rubio. Apretaba sus nalgas y lo miraba directamente al rostro. Pablo besĆ³ su cuello y pasĆ³ la boca a lo largo de su pecho dejando un pequeƱo hilo de saliva hasta llegar al Ć”rea de la entrepierna donde se metiĆ³ la grande y gruesa pija en su boca.
ComenzĆ³ a chupar el pene a placer, mientras David echĆ³ la cabeza hacia atrĆ”s, suspirĆ³ y jadeĆ³. En poco tiempo comenzĆ³ a mover la cadera follando a ritmo la boca de Pablo.
Pablo tambiĆ©n acariciaba con sus manos aquellas gordas bolas cargadas de semen para Ć©l. TragĆ³ la verga hasta el fondo de la garganta. AhogĆ”ndose. Chorreando saliva sobre la polla, pero mamando con gusto.
—Quiero… penetrarte —confesĆ³ David en medio de su respiraciĆ³n alterada—. Sube… ah… sube.
Pablo obedeciĆ³ y se alzĆ³. No le gustaba la penetraciĆ³n, ¿por quĆ©? Porque nunca habĆa sentido placer dejĆ”ndose penetrar pero tampoco penetrando a otro hombre.
David procediĆ³ a masturbarlo con pasiĆ³n y velocidad, Pablo respondiĆ³ con un gruƱido de placer. Su pene estaba cada vez mĆ”s duro. Cada vez mĆ”s inflamado. Sus bolas estaban muy gordas. David le acariciĆ³ las pelotas redondas y sĆŗbitamente las apretĆ³.
—¡Aaargh me vas a hacer acabar! —dijo Pablo cuando se levitĆ³ un momento en el aire alzando la punta de los pies.
—Quiero penetrarte —dijo David.
—No —respondiĆ³ Pablo no muy firme en su respuesta.
—Por favor.
—Hemos hablado de esto con anterioridad.
Pablo suspirĆ³, se echĆ³ en la cama a merced de David.
David se subiĆ³ encima de Ć©l, mordiendo sus hombros y chupando su cuello; jadeando en sus oĆdos de forma caliente.
—Tengo muchas ganas de hacĆ©rtelo —le confesĆ³ a Pablo—. Te gustarĆ” —rozĆ³ su pene en las nalgas del rubio.
Le aplicĆ³ al hijo de Marcos ChacĆ³n una crema gelatinosa mientras seguĆa encima de Ć©l.
La gruesa polla de David fue resbalando lentamente dentro de Pablo, el muchacho gruĆ±Ć³ sintiendo dolor.
SentĆa que lo abrĆa y desgarraba, era una sensaciĆ³n potente de llenura. David continuĆ³ penetrĆ”ndole con insistencia.
—Ah, ah… aaah… —decĆa David—, nunca pensĆ© que estarĆas tan cerrado… mmmhhh… aaaaah… oooh… relĆ”jate, Pablo, no… no te pongas tenso —le pedĆa hundiendo su miembro dentro de Ć©l, sus bolas chocaban con las nalgas.
En ese momento acariciaba y apretaba con esmero y lujuria sus tetillas erectas.
SacĆ³ su pene dentro de Ć©l y lo girĆ³, subiĆ³ sus piernas a los hombros.
Pablo torciĆ³ la boca.
El pene de David volviĆ³ a penetrarlo. Entrando y saliendo. El ano estaba dilatado, ensanchado.
—Para, para —pidiĆ³ Pablo.
—No puedo… falta poco.
BesĆ³ a Pablo en los labios. Las bolas de David chocaban con las nalgas de Pablo. La polla del rubio comenzĆ³ a derramar leche sobre su abdomen. David apurĆ³ sus embestidas. Sus movimientos se volvieron mĆ”s rĆ”pidos, ambos gritaron y David empezĆ³ a largar su semen.
Lo besĆ³ en los labios mientras inundaba a Pablo por dentro. Su lĆquido masculino era caliente, aĆŗn asĆ siguieron besĆ”ndose mientras sacaba su pene del interior de Pablo. Sus cuerpos permanecieron abrazados.
—¿Te gustĆ³? —susurrĆ³ David a Pablo.
Pablo lo mirĆ³ al rostro.
—No —dijo—. No me gusta la penetraciĆ³n. De ningĆŗn tipo.
David suspirĆ³.
—Pero podemos seguir asĆ de juntos –afirmĆ³ Pablo.
Continuaron abrazados por minutos. David colocĆ³ la cabeza en el pecho de Pablo. TocĆ”ndolo haciendo cĆrculos en una de sus tetillas. En esa pose estuvieron durante casi una hora. Abrazados, dormitando, queriĆ©ndose.
Posteriormente salieron de la cama y comenzaron a vestirse, cada uno tomando distancia del otro.
—Pablo —dijo David cuando se colocaba la playera. El rubio solamente se ajustaba el cinturĆ³n, tras eso lo observĆ³—. ¿Sabes lo mucho que te quiero?
—SĆ, ¿por quĆ© me haces esa pregunta?
—Pues —David mirĆ³ al suelo y despuĆ©s dirigiĆ³ la vista al rostro de Pablo—. Necesito decirte algo.
—¿SĆ?
—Eh —David tragĆ³ saliva, dudando—. Se trata de Gladys.
Pablo sonriĆ³ con emociĆ³n.
—¿A caso vas a terminar tu noviazgo con ella?
—No… eh… es que ella y yo…
—¿QuĆ©? —Pablo tenĆa sus ojos verdes fijos en su moreno rostro.
—Gladys estĆ” embarazada de mĆ.
—¿Que? ¿Y estĆ”s seguro que es de ti?
—Obvio que sĆ, ¿quĆ© te crees? La conoces no es ninguna zorra.
—Porque —David se encogiĆ³ de hombros intentando conseguir una explicaciĆ³n—. No lo sĆ©, es algo que tienes que saber y…
No pudo seguir dando una excusa porque recibiĆ³ el pie de Pablo entre sus muslos, directamente en las bolas.
—¡AAAAAAAY! —gritĆ³ David abriendo los ojos como platos. Se agarrĆ³ los testĆculos con ambas manos y cayĆ³ al suelo.
—Nunca mĆ”s deberĆa de pararse tu pito —rugiĆ³ Pablo—. OjalĆ” las bolas tambiĆ©n se te hayan roto asĆ no embarazas a nadie mĆ”s. ¿Por quĆ© darme esa noticia despuĆ©s de hacerme tu perra? ¿EH? Bastardo.
David nada respondiĆ³, en cambio estaba paralizado en el suelo con las manos en las gĆ³nadas.
—¿Por quĆ©? —Pablo se acercĆ³ a Ć©l, hizo acomodar su postura y tomĆ³ su barbilla, obligĆ”ndolo a levantar la mirada hacia Ć©l—. ¿Por quĆ© hacerme esto? ¿A caso quieres que esto sea una despedida?
David negĆ³ con el rostro.
—¡¿Entonces quĆ©, carajo?!
No hubo respuesta, pero David le dio un puƱetazo en las bolas. El joven grito de sorpresa y retrocediĆ³.
—¡Ay, mis bolas!
David sonriĆ³, pero su felicidad fue momentĆ”nea cuando Pablo le dio un golpe en la cara. David dio un rugido y sus manos fueron al pĆ³mulo; fue en ese momento en el que Pablo le pisĆ³ las gĆ³nadas.
—¡AAAAAAAAAAAAAAH!
Fue el salvaje grito de David, seguramente habĆa alertado a medio club resort.
Pablo se quedĆ³ encorvado e inmĆ³vil como estatua mientras David se retorcĆa. Seguramente le dolĆan las bolas muchĆsimo, despuĆ©s de todo las habĆa vaciado.
—¿EstĆ”s bien? —se limitĆ³ a preguntar.
David no dijo nada, continuaba ahĆ retorciĆ©ndose y agarrando sus testĆculos.
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