Azul caribe (3/5): El celular - Las Bolas de Pablo

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4 may 2021

Azul caribe (3/5): El celular

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Ballbusting hombre/hombre


ā€”Esos dos locos me recuerdan a ti y a mi hermano Regulo ā€”dijo Bastian cuando observaba por la ventana de la sala de conferencias del hotel con vista a la piscina. 

 

ā€”SĆ­, asĆ­ de unidos Ć©ramos ā€”afirmĆ³ Marcos ChacĆ³n mirando tambiĆ©n a Pablo junto a SimĆ³n en una de las mesas. SimĆ³n 3 aƱos mayor que Pablo, era un chico musculoso con cabello corto y negro, sus ojos de un color avellana atraĆ­a la atenciĆ³n de muchas personas. Llevaba pantalones cortos y el torso desnudo.

 

ā€”Cuando muriĆ³ con su esposa te doliĆ³ tanto. Lo recuerdo muy bien. ĀæPor la uniĆ³n de ustedes te quisiste hacer cargo de sus hijos, cierto? 

 

ā€”SĆ­, Regulo y yo Ć©ramos como uno. Pascual apenas entraba en la adolescencia y el pobre Enzo un bebĆ©, no podĆ­a dejarlos asĆ­. Me los traje conmigo. 

 

ā€”SĆ­ y la abuela materna no pudo negarse que sus nietos se criaran con un rico hotelero. Vieja arribista.

 

Marcos se encogiĆ³ de hombros. 

 

ā€”Al fin y al cabo son los hijos de mi querido hermano. 

 

ā€”SĆ­, mĆ­ralos allĆ­ estĆ”n los nuevos Marcos y Regulo como perros y gatos y despuĆ©s como siameses. 

 

Se quedaron mirando un rato mĆ”s a Pablo que recibĆ­a algunas palmadas en la cabeza de SimĆ³n, despuĆ©s se retiraron a las labores del hotel. 

 

En la planta baja los dos hermanos estaban en el Ć”rea de la piscina de niƱos mientras el Ćŗnico hijo de SimĆ³n jugaba en la alberca. Pablo de 20 aƱos, cursaba estudios en la escuela nĆ”utica. Su cabello era largo y negro y el aire lo movĆ­a. TenĆ­a pantalĆ³n y franela negra, estaba llegando de la calle cuando se encontrĆ³ a su hermano y su sobrino en el lobby del hotel. 

 

ā€”Juro que si no me dices a quien le escribes tanto por el celular con esa cara de idiota te vuelvo a dar otra tunda de lepes. 

 

ā€”No te lo voy a decir ā€”negĆ³ Pablo. 

 

ā€”Ā”Carajo! ĀæPor quĆ©? ĀæNo se supone que soy tu hermano favorito? ĀæO me has cambiado por el huevo sin sal de Israel? 

 

ā€”Obvio que no. Ja, ja, ja. 

 

ā€”ĀæEntonces, gusano? Siempre me dices quienes son los tipos que te meten la carne por detrĆ”s. 

 

ā€”DespuĆ©s de lo que hiciste con mi Ćŗltimo novio no lo harĆ© mĆ”s. 

 

ā€”Esa princesa se lo tenĆ­a merecido. Se burlaba de ti ā€”SimĆ³n tomĆ³ el celular de Pablo y escribiĆ³ en la pantalla. DespuĆ©s lo arrojĆ³ con fuerza contra la mesaā€”. Ā”Carajo! Siempre me sĆ© tus claves y esta vez no sĆ© que demonios has puesto en tu celular. Eres una mierda, Pablo. ĀæPor quĆ© desconfĆ­as asĆ­ de mĆ­? ĀæQuĆ© he hecho yo para merecer esto? Ā”Ja, ja, ja!

 

ā€”SimĆ³n, no tengo que contarte todo. 

 

ā€”Yo siempre te he contado todo, cabrĆ³n. Entre nosotros nunca ha existido privacidad. Hasta te contĆ© como procree a mi hijo.

 

ā€”CĆ”llate, idiota ā€”el celular de Pablo se activĆ³ con una notificaciĆ³n de mensaje y los dos hermanos se miraron a los ojos. 

 

ā€”Carajo, Pablo. ĀæQuiĆ©n es tu nuevo amante?ā€¦ hermanito, dime, solo algo, Āæes un tipo prohibido? ĀæEstĆ” casado? ĀæPor quĆ© tan secreto que no me quieres contar? ĀæEs un sacerdote? 

 

ā€”Shhhh, perro. Pero, no, soquete. Es mĆ”s, no es ni una relaciĆ³n ā€”afirmĆ³ Pablo usando su celular para leer los mensajesā€”. Solo la estamos pasando bien. Sin compromiso. 

 

ā€”Pero siempre en eso, uno de los dos se enamora. 

 

ā€”ā€¦ ā€”Pablo guardĆ³ silencio concentrado en responder el mensaje. Esa fue la distracciĆ³n que aprovechĆ³ su hermano para arrebatarle el dispositivoā€”. Ā”SimĆ³n, mamaguevo! Ā”Dame mi mierda! Ā”Devuelve mi celular! 

 

SimĆ³n utilizĆ³ la tĆ©cnica de un armadillo, aunque en realidad parecĆ­a una tortuga sin caparazĆ³n. Se enroscĆ³ de una manera tal, que su espalda quedĆ³ expuesta mientras acurrucado revisaba el equipo desbloqueado de Pablo. Su hermano comenzĆ³ a forcejear con Ć©l y golpearlo. Atrayendo encima la mirada de padres y niƱos en el Ć”rea. 

 

Finalmente SimĆ³n levantĆ³ la cabeza, dejĆ³ el mĆ³vil entre sus piernas y se llevĆ³ las manos a la boca adoptando un gesto teatral y femenino de asombro.

 

 

ā€”Ā”O sea, que mi padrino Otto y tĆŗ! Ā”Oh, my god

 

ā€”Ā”Eres un maldito abusador, SimĆ³n! Esta no te la perdono. 

 

Pablo estaba furioso agarrĆ³ su celular y no conforme regalĆ³ un puƱetazo a los testĆ­culos de su hermano. SimĆ³n saltĆ³ en su asiento cuando el puƱo chocĆ³ contra sus gordas papas.

 

El rostro de SimĆ³n se contrajo de dolor. ā€”Ughgh ā€”pudo gemir cuando su cuerpo se lleno de agonĆ­a.

 

Una seƱora que estaba en la mesa de al lado se llevĆ³ la mano a la boca como verdadera expresiĆ³n de asombro. 

 

ā€”Y esto es por metiche ā€”reclamĆ³ Pablo impulsando otro fuerte puƱetazo entre los muslos de SimĆ³n que lo hizo doblarse y caer al suelo apoyĆ”ndose en una nalga.

 

ā€”Ay, ay, los hermanos de mi Vicente se murieron ā€”se lamentĆ³ SimĆ³n agarrĆ”ndose los genitales mientras retorcĆ­a la boca con dolor.

 

ā€”Ā”Metiche! ā€”dijo Pablo dio media vuelta poniendo rumbo al hotel. 

 

ā€”Hermano, hermanito, espera ā€”lo llamĆ³ SimĆ³n. 

 

Pablo no se tomĆ³ la molestia en girar la cabeza. Iba con paso firme a la edificaciĆ³n. 

 

ā€”Ay, puto seas ā€”dijo SimĆ³n empezando a levantarse. Se agarraba la entrepierna con una mano y doblaba la boca con pesar. Cuando pudo ponerse de pie observĆ³ que su hijo jugaba con otros niƱos en la piscinaā€”.Ā”Julio, eh, Julio! ā€”pero el aburrido salvavidas en la tumbona no lo escuchaba y su dolor de bolas no le permitĆ­a gritar tan fuerte. Sintiendo que sus golpeados huevos se elevaban tuvo que subir la vozā€”. Ā”EH, JULIO!ā€¦ā€¦ā€¦ Ā”Eh, hombre, al fin! Ā”En un momento vuelvo te encargo a mi hijo, eh! 

 

Y dejando al niƱo como una especie de caja de encargo en la alberca. SimĆ³n fue cojeando y encorvado detrĆ”s de su hermano menor. Se veĆ­a muy gracioso apresurando el paso y agarrĆ”ndose la entrepierna. 

 

ā€”Ā”Pablo, hey, Pablo! 

 

LogrĆ³ alcanzarlo cerca de las escaleras que daban acceso al Neptuno Palace. 

 

ā€”Pablo, cabrĆ³n. En verdad me sorprende que tĆŗ y Otto se cojan. Pero ya sabes que siempre te dije que tenĆ­a mi sospecha que al padrino le gustaba la carne por detrĆ”s. 

 

ā€”Ā”No me hables, SimĆ³n! 

 

ā€”Ā”Pablito! 

 

SimĆ³n le dio un pesado abrazo fraternal a un obstinado Pablo que se resistĆ­a. Comenzando una nueva lucha sin intervenciĆ³n de violentos golpes, simplemente forcejeaban. Pablo cayĆ³ al suelo y SimĆ³n estaba de cuclillas.

 

ā€”ĀæPeleando como niƱos,eh? Ustedes nunca cambian. 

 

Era Otto y estaba en el balcĆ³n superior mirĆ”ndolos. TenĆ­a lentes de sol, camisa blanca, un saco de color vino y pantalĆ³n azul que se abrazaba a sus musculosas piernas dejando ver un prominente paquete. 

 

ā€”ĀæPor quĆ© estĆ”n asĆ­? Voy con ustedes ā€”dijo, y se apartĆ³ caminando hacia las escaleras. 

 

SimĆ³n se rio y le susurrĆ³ a su hermano. 

 

ā€”AhĆ­ viene el que te gusta, actĆŗa normal. GalĆ”n de verano, Ā”que no sirves pa' un carajo!

 

SimĆ³n se irguiĆ³ mientras Pablo quedĆ³ en el suelo sin saber quĆ© hacer. Estaba seguro que su hermano no dirĆ­a nada pero podĆ­a comportarse bastante burlĆ³n.

 

ā€”ĀæPor quĆ© estĆ”n peleando como niƱos? ā€”preguntĆ³ Otto cuando bajĆ³ las escaleras y se uniĆ³ a ellos. 

 

ā€”Ah, padrino. Es que Pablo es bastante pervertido ā€”afirmĆ³ SimĆ³n colocando la planta del pie sobre la entrepierna de su hermano. 

 

Los ojos de Pablo se cruzaron y dejĆ³ escapar un silencioso ā€”Oooh.

 

ā€”ĀæPerver, quĆ©? ĀæPervertido? ā€”preguntĆ³ Otto atĆ³nito. Se quedĆ³ observando el zapato de SimĆ³n en la hombrĆ­a del jovenzuelo y tragĆ³ saliva. 

 

ā€”SĆ­, un pervertidazo de baja categorĆ­a ā€”afirmĆ³ SimĆ³n riendo con malicia. 

 

ā€”ĀæPor quĆ©, por quĆ©? ā€”preguntĆ³ Otto experimentando una mezcla de emociones. 

 

ā€”A Pablito le gusta que le haga esto ā€”el zapato de SimĆ³n se afincĆ³ en el paquete abultado de su hermano, aplastando sus bolas.

 

Pablo abriĆ³ los ojos y dejĆ³ escapar un sonido doloroso. 

 

ā€”Ā”Hombre, no le hagas eso a tu hermano! ā€”regaĆ±Ć³ Otto, sin embargo una sonrisa de diversiĆ³n se pintaba en su rostro. 

 

ā€”SĆ­, padrino, te harĆ© caso para que veas que sigo siendo un niƱo bueno ā€”afirmĆ³ SimĆ³n apartando su pieā€”. Vamos, hermanito, te ayudarĆ© a levantar ā€”extendiĆ³ la mano a Pablo al mismo tiempo que levantaba las cejas y mostraba los dientes como una mueca de picardĆ­a y complicidad. 

 

Pablo le dirigiĆ³ una mirada brutal y brusca. AceptĆ³ la mano de su hermano y comenzĆ³ a levantarse, en el proceso de doblar las rodillas y alzarse dirigiĆ³ un puƱetazo en los testĆ­culos de SimĆ³n tomĆ”ndolo por sorpresa.

 

ā€”Ā”Aaaaaaay! ā€”gritĆ³ el guapo muchacho. DespuĆ©s se derrumbĆ³ en el suelo.

 

ā€”Carajo, no se hagan eso ā€”pidiĆ³ Otto pareciendo preocupado, mientras que sus genitales indicaban todo lo contrario abultĆ”ndose en su pantalĆ³n. SiguiĆ³ a Pablo que se iba con las manos en las bolas. 

 

ā€”En este momento no estoy de humor para hablar ā€”afirmĆ³ Pablo yĆ©ndose solo. 

 

Otto regresĆ³ con el pobre SimĆ³n que seguĆ­a sobando sus huevos. 

 

ā€¦

 

ExtracciĆ³n de una conversaciĆ³n por WhatsApp horas despuĆ©s:

 

SimĆ³n: ā€”Hermanito, no quiero discutir contigo. Ni que estemos enojados. Puedo estar meses sin hablarle al tonto de Israel o a Enzo. Pero no a ti. ā¤ā¤. PeeeeerdĆ³name. 

 

Pablo: ā€”Te comportaste como un cretino quitĆ”ndome el celular, no tenĆ­as derecho.

 

SimĆ³n: ā€”ĀæDerecho? Es mi derecho protegerte. MamĆ” siempre lo decĆ­a: Ā«cuida a tu hermano menorĀ». Ella sabĆ­a que eras una reina.

 

Pablo: ā€”Vete a la mierda.

 

SimĆ³n: ā€”En mi siempre puedes confiar. Te quiero. Me debes un golpe en los bajos.

 

Pablo: ā€”PĆŗdrete.

 

SimĆ³n: ā€”Otto estĆ” seguro que lo de esta tarde fue un simple juego de hermanos. AsĆ­ le hice creer.  Pablo y Otto sentados en un Ć”rbol, besĆ”ndose y agarrĆ”ndose las manos.

 

Pablo:ā€” eres insoportable.



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