REBELDE (3/?): Superboy

      ¡Hey! ¿Qué tal? ¿Qué cuentan? Yo, llegué a este mundo hace unos cinco años, como parte de un experimento de ingeniería genética en los laboratorios Cadmus, tengo 18 años, y siempre aparentaré esta edad, no creceré. Soy un clon de Superman, pero en mi ADN existe parte del material genético de Lex Luthor.

¡Ups! No me he presentado todavía, ¡qué grosería! Je, je. Mi nombre es Conner, soy Superboy, los padres de Clark decidieron otorgarme su apellido, así que también soy un Kent. Mi atuendo para luchar contra el crimen, es una licra de cuerpo completo color azul con rojo, unas botas negras, con una chamarra de piel y un cinturón que le hace juego. Aunque no son muy prácticos y no me sirven para nada, utilizo unos lentes oscuros, porque el estilo es primero. Digo, si voy a derrotar villanos, no lo voy a hacer vistiendo un mero calzón ¿o sí? Ni que fuera un Robin ja, ja, ja ¿Saben? Aquello es tan anticuado, ni Superman usa ya un calzón por fuera.

      Clark ha sido para mí como un hermano mayor, una gran mentor, yo era un insolente rebelde hace unos años. Solemos reunirnos en una llanura, en un lugar remoto del mundo para entrenar. La mitad de las ocasiones, nuestros encuentros terminan en algo más íntimo. Cuando aquello sucede, una de cada cuatro veces, él me deja golpearlo en las bolas para debilitarlo, y finalmente, follarlo. Hoy fue uno de esos días afortunados para mí. 

       Por la mañana realizamos un combate amistoso, el vencedor se cogería al perdedor. Al inicio de este, él abrió una ranura en su traje exponiendo su par de testículos y su gruesa verga. Se acercó hacia mí, tomó mi mano, con ella envolvió su bolas y presionó mi agarre con sus manos, forzándome a aplastarle las bolas, estrujó con mucha fuerza, hasta que no pudo tolerar y cayó de rodillas ante mí. Este noble gesto me permite poder golpearlo en las bolas durante nuestra pelea. 

Superman

      Al ser un eterno adolescente, yo jamás seré un adulto. Por lo mismo, jamás lograré tener una energía sexual superior a la suya. Clark es un magnífico y portentoso espécimen de macho kryptoniano, en todo su esplendor y bravura, es un alfa. Pero es generoso y bondadoso conmigo, y con todos. El gesto de humildad que tuvo hoy, es una muestra de su gran corazón, no cualquier alfa le permite a su protegido pegarle en las bolas, y mucho menos penetrarlo, soy afortunado. De forma natural yo simplemente no podría dañar su hombría.

      Me ha platicado, que antes él hacía esto con Bruce Wayne, ambos eran mejores amigos, las relaciones sexuales entre ambos eran cordiales y consensuadas. Un día, de la nada, Batman cambió, se tornó agresivo y violento. Clark no me cuenta los detalles, pero por la mirada en su rostro, sé que el murciélago lo trata sexualmente de una forma muy cruel. Superman jamás se atrevería a vengarse o a hacer daño a Bruce, a pesar de todo, todavía lo aprecia demasiado. Eso es algo que admiro de él, yo trato de seguir su ejemplo. 

     La pelea transcurrió sin contratiempos, como era de esperarse, él me venció, me tenía en el suelo, casi noqueado, él estaba parado con las piernas abiertas a cada uno de mis costados, desde esa posición tomaba impulso para golpear mi cara con fuerza, hundiéndola más en la tierra. No se preocupen, éramos dos kryptonianos peleando bajo un sol amarillo que ilumina este bello planeta. Aunque aparatoso, no nos hacemos un daño severo. 

     Su traje azul, ceñido a su gran musculatura relucía con los rayos de sol y el viento hacía ondear su capa, aquí y ahora les digo que poder admirar al imponente Superman, desde el suelo y tenerlo encima de ti, es algo intimidante y abrumador por sí solo. Pero si Clark me había dado permiso para atacar sus bolas, eso es lo que él esperaba de mí. 

      Yo reuní mis fuerzas restantes para levantar mi torso con potencia y con mi puño cerrado, aplasté las bolas de mi mentor. Superman gritó, se agachó cerrando los muslos, protegió con las manos su entrepierna, velozmente me levanté y lo golpeé en el mentón con un uppercut que literalmente lo lanzó a volar por los aires. Yo no puedo volar, aún, pero puedo saltar, tomando impulso, me elevé cien metros en el aire para interceptarlo al tiempo que él sacudía su cabeza, para espabilarse. En el momento en que yo ascendía con potencia, mientras él ya caía, estrellé mi rodilla entre sus piernas, provocando una onda expansiva de energía. 

     Clark emitió un sonido gutural, llevando nuevamente sus manos hacia sus testículos, yo golpeé su cabeza cerrando mis palmas en una especie de aplauso que lo aturdió y lo confundió. Enseguida, lo tomé de los testículos, me aseguré de tener un buen agarre y sujetándolo solo de su escroto y bolas, lo hice girar en el aire para proyectarlo contra el suelo. Formando un cráter. Superman gritaba de dolor, antes de que pudiera colocarse en posición fetal, yo aterricé de lleno con mis dos pies en su pecho. Hundiendo su cuerpo en el terreno.

      Apoyé una rodilla en el suelo, para poder sujetar nuevamente sus testículos, en cuanto tuve un buen agarre, yo lo miré. Con el rostro crispado, él me guiñó un ojo y se elevó, volando por el cielo a toda velocidad, conmigo colgando, agarrado de su saco escrotal. Superman gritaba, y yo, aplastaba con mucha más fuerza, como si quisiera literalmente exprimirlos o reventarlos. Superman resistió el castigo, no es la primera vez que hacíamos esto, para él es una dolorosa y al mismo tiempo placentera prueba de resistencia. Consiguió dar una vuelta completa a la tierra antes de caer estrepitosamente en el mismo lugar de donde partimos.

 

     Clark se revolcaba en el suelo y gritaba con mucho dolor. Aprovechando su debilitamiento, yo lo volteé bocabajo y lo arrodillé frente a mí. Con la cara en el suelo, las manos sobando desesperadamente sus bolas y su trasero levantado. Yo le retiré la capa y abrí un cierre en la espalda que baja hasta su entre pierna, expuse sus trasero. Escupí en mi mano y froté mi miembro viril, para asegurarme que estuviera erecto. Lo penetré con suavidad, no me gusta ser agresivo, el hombre más poderoso del universo se entregaba a mí por propia voluntad. Follarlo es algo que haría para corresponder su amabilidad.

Clark Kent

Agité mi pelvis con ímpetu, pero con cuidado durante casi una hora. En este tiempo, él pudo recuperarse. Gracias a la constante radiación del sol amarillo, sus bolas ya no dolían, ambos nos encontrábamos en nuestro máximo vigor.

     Superman gemía de placer, él incluso comenzó a estimularse a sí mismo mientras mi trozo de carne se deleitaba al interior de su trasero. De pronto, su pene escupió unos diez litros de semen, creando un charco en el suelo. Segundo después, yo hice lo mismo, aunque mi carga no era tan abundante, también eran varios litros, mi leche se desbordaba por el trasero de Superman. En un par de segundos, me encontré completamente empapado del pecho a las rodillas con mi propio jugo masculino.

Ambos nos quedamos unos momentos, tendidos en el suelo, respirando con agitación. Me llevó volando a un lago cercano, donde nadamos desnudos para asearnos. El lugar era muy agradable, nos dimos el lujo de relajarnos. Yo realmente me sentía pleno y poderoso, ¿cómo no hacerlo, si absorbí la energía sexual del ser más fuerte del universo? Recostado yo en la hierba, a orillas del lago, lo vi emerger, musculoso y apuesto, con su par de enormes bolas y su larga y gruesa verga dormida. Misma que en varias ocasiones me ha atravesado deliciosamente. Me puse de pie, tomando ventaja de mi actual posición, sujeté mi hombría al frente, mirándolo de forma coqueta. 

     No fue necesario ordenárselo, yo jamás lo haría, sí, soy algo grosero y altanero, pero jamás con Clark. Superman de inmediato se arrodilló y comenzó a chuparme el pene, hasta hacerlo levantar, succionando como un cachorro hambriento por mi leche, en media hora, extrajo nuevamente mi semen, mismo que bebió, nuevamente mi carga fue abundante y sus rostro se empapó. Él tomó con mucha gentileza mis testículos y con dulzura besó cada uno. Antes de ponerse en pie y lanzarse al lago para asearse nuevamente. 

     Con nuestra vista calórica moderada, secamos nuestra ropa y me llevó volando sobre su espalda, de regreso a Metrópolis. Heme aquí, descansando en mi departamento. La luz anaranjada del atardecer se cuela por las ventanas. Me encuentro recostado en un sofá mirando mi celular, cuando súbitamente mi oído capta un sonido único, imperceptible para cualquier ser humano, una frecuencia que solo yo conozco y a la cual respondo, producida por un aparato que yo mismo creé. Es un llamado de emergencia de uno de mis mejores amigos: Dick Grayson. 

      Con mi super velocidad, en pocos segundos me encuentro en la fuente de origen en Blüdhaven, vistiendo mi traje de superhéroe, listo para enfrentar lo que sea y rescatar a mi amigo. Lo encuentro en ropa interior blanca, descansando en su sofá al interior de su departamento.

        —Habíamos quedado que lo utilizarías solo para emergencias —comento a Dick.

        —Esto es una emergencia, Conner. Perdí mi energía sexual. Robin me la robó hace unas horas, antes del amanecer. 

        Yo bajo mi pantalón y ropa interior con una mano para exponer mi miembro viril, lo sacudo un poco y digo de forma imperativa a mi amigo:

        —¡Arrodíllate! 

        Al instante, él deja su cómoda posición para postrarse frente a mí y dirigir, sin dudarlo, su boca a mi pene. Yo guardo mi virilidad, él en vano intenta forzarme a sacar mi falo para chuparlo, está desesperado por probar mi hombría. He comprobado el estado de vulnerabilidad en el que se encuentra Nightwing. Él es un joven alfa, aunque yo acabo de follar con Superman en este mismo día, alguien como él debería tener la suficiente energía sexual para resistirse a mí y no doblegarse de una forma tan miserable.

         —Dick, ¡tranquilízate! Siéntate en el sofá — El joven hombre me obedece, lo que sea que yo le diga, él lo hará.

         —No puedo salir así a patrullar esta noche, Conner, por favor, necesito que compartas conmigo tu energía sexual, follar con un kryptoniano equivale a follar con decenas de hombres. Mírame cómo estoy —dice arrodillándose nuevamente, colocando sus manos en mis muslos, frotando su rostro contra mi abultada entrepierna. 

        —Muy bien, lo haré. Pero, ya sabes cómo es que tienes que hacerlo. ¿Todavía tienes la kryptonita? —pregunto.

        —Por supuesto —responde Dick y se da la media vuelta para ir a su habitación, yo mientras me desvisto.

        Bueno, supongo que no podía durar, esta energía en mí. Clark gentilmente me la otorgó, ahora es turno de seguir su ejemplo y retribuir el gesto, entregando toda mi energía sexual a Dick. Él la necesita, porque es un simple humano. Yo, al ser kryptoniano, como quiera que sea tengo cierta energía sexual de base, además de superpoderes.

 

       Desde que nos conocimos hace unos años, cuando él fundó los Jóvenes Titanes, todavía siendo Robin, él era dos años más joven que yo, aún así, supe que era diferente, especial, al igual que Superman, un verdadero líder y una buena persona. Sé que él haría por mí, sin dudar, lo que yo estoy por hacer. Aunque aún desconozco los detalles, estoy convencido de que cuál villano, ese nuevo Robin sacó ventaja de la amabilidad de mi amigo, debe de ser igual de ruin que su mentor, el murciélago. 

       Súbitamente, siento un terrible agotamiento, malestar general en el cuerpo y mucho dolor. No puedo mantenerme en pie, así que caigo al suelo de rodillas, apoyando también mis puños cerrados en el suelo. Por detrás, siento el fuerte agarre de un hombre aprisionando con su brazo mi cuello. Él baja su otra mano hasta mi entrepierna para hacerse con mi par de bolas. Yo no puedo hacer nada para evitarlo, estoy tan vulnerable que apenas y puedo moverme. 

 

        Al cabo de unos minutos, me libera y me deja tendido bocarriba en el suelo, abre mis piernas y sujetando la roca verde en su mano, cierra su puño para golpear mis testículos. Es un experto artista marcial, yo grito y gimo de dolor. Él levanta mis piernas, mi trasero y todo mi cuerpo, hasta forzarme a descansar sobre mi espalda alta y hombros. Una vez que mis nalgas quedan mirando hacia el techo, él abre las piernas, baja con la mano su pene erecto y lo inserta en mi trasero, al tiempo que toma asiento en mi culo, como si yo fuese un banco.

Ejemplo de postura que hice en Magic Poser

      Así debe hacerlo, para poder obtener toda mi energía sexual, él no debe ser gentil o amable, debe ser dominante y agresivo. Tampoco debo dársela por voluntad propia, esta debe ser tomada por la fuerza. Por eso es importante lastimar previamente las bolas del macho en cuestión.

      Durante algunos minutos, él da sentones sobre mis nalgas clavando su largo miembro en mi trasero, hasta que me impregna con su semen. Al hacerlo, él exclama virilmente hacia el techo, se pone de pie, y mis piernas y cuerpo azotan contra el suelo como un pesado costal. Él guarda la kryptonita en una caja de plomo y posa su cabeza sobre mi abdomen, como si fuera un almohada. Yo siento el vigor regresar a mi cuerpo, nuevamente soy tan poderoso e invulnerable como siempre. Solo que ya no poseo la energía sexual que recién hoy había adquirido, esta ahora le pertenece a él.

      —¡Woa! ¡Qué es este poder que siento! ¿Follaste con Superman?

      —Hace un rato

      —Se nota, me siento vigoroso, y poderoso —dice cerrando los puños y flexionando los brazos. 

      —¿Cómo fue que Robin pudo robar tu energía sexual? Eres Dick Grayson, eres Nightwing, él es… ni siquiera sé su nombre.

      —No lo sé, es algo muy extraño, no quise abusar de él. Simplemente, pisé sus bolas hasta hacerlo eyacular.

 

       —¡Qué rico! —comento.

       —No lo obligué a chupármela, ni forcé mi entrada en su culo. Solamente quise mostrarle cuál era su lugar, pero él… pudo apretarme las bolas y someterme, ¿puedes creerlo?

       —Nadie puede tocar las bolas de un alfa.

       —Jason es diferente, es rebelde, y no debería serlo, él debería ser dócil. Tiene muchas cosas que aprender, no sabe nada del sexo, ni de cómo funciona todo.

       —Déjame adivinar: tú quieres enseñarle y ser su mentor —comento a mi amigo. 

        —Ese muchacho necesita un guía. Él solo conoce lo que Bruce me había enseñado a mí, ósea, nada. Estuve investigando notas de prensa durante la mañana, a ese chico lo han violado todos los villanos y Batman, obviamente. Lo único que conoce es la violencia, ha sido muy maltratado, ojalá él supiera las posibilidades sexuales que existen, no todo es ser un juguete y un abusador, ese es solo el principio básico por el cual se rige Batman. Si Jason supiera que no tiene que abusar de nadie para obtener energía sexual, que la mayoría de superhéroes follamos por puro placer y con gusto, y al hacerlo nuestra energía se equilibra.

       —Bruce es el único que toma energía sexual, sin darla a cambio. 

       —¡Exacto! Eso Jason no lo sabe. Bruce se aseguró de aislarlo, no tiene contacto con otros superhéroes, ni de la Liga de la Justicia, ni de su edad, nosotros nos conocimos como Jóvenes Titanes. 

      —Batman la acumula con desesperación. Clark está triste, por ver en lo que su amigo se ha convertido.

       —Le he dado vueltas en la cabeza todo el día y no entiendo: ¿Por qué lo hizo? ¿Por qué se aseguró de tener a Jason solo para él? Eso es algo que tengo que investigar.

       —Modo detective, activado.

       —¿Qué tiene de especial el nuevo Robin que no quiso presentarlo a los demás?, ¿por qué él es diferente? ¿Por qué lo quiere solo para él?

       —¿Por qué dices que es diferente? —pregunto. Sí, es raro que pudiera someter a Nightwing, siendo un mero Robin, pero pudo ser solo una casualidad.

      —¿Sabes con qué me salió? Dice que se va a follar a Batman —Dick suelta una enorme carcajada al contármelo. Yo también lo hago. Aquello es algo imposible, ni Superman puede hacerlo, ¿cómo un simple Robin podría lograrlo?

Conner Kent

        Durante un par de minutos, ambos nos desternillamos de risa y hacemos bromas al respecto. Comentando algunas formas eróticas en las que podría hacerlo, todas ellas incluyen golpes en las bolas. La plática provoca que frotemos nuestros propios genitales con una leve excitación. Dick sujeta mis bolas, pero no las aplasta, solo deja su mano ahí mientras recarga su mejilla en mi abdomen, yo acaricio su cabello.

       —Deberías de ser tú —digo a mi amigo.

       —¿Yo qué? 

       —El que se folle a Batman. Eres el primer Robin, si alguien va a hacerlo, ese deberías de ser tú, no él —comento mirando a los ojos a mi mejor amigo.

       —Nooo, no, no puedo hacerlo… ¿O sí? —dice con una sonrisa pensativa—. La verdad es que si Jason no sale con ese disparate, la idea no habría cruzado por mi cabeza jamás. 

 

       —Yo digo que mejor tú que él.

       —Para empezar eso es algo imposible, no creo ni que Jason lo logre. Pero no estaría nada mal convertir a ese hijo de puta en mi perra. Aunque sí se me encogen los huevos de miedo, de solo pensarlo. Pero estaría bueno, ¿a que sí? —pregunta mi amigo con una sonrisa pícara y un brillo en su mirada. 

       Creo que he sembrado en su mente una idea. Es que, ese tal Jason no me cae nada bien, yo apoyo cien por ciento al primer Robin. Dick es quien tendría que penetrar a Bruce Wayne. Deberé buscar a ese cabrón y ajustar cuentas con él, nadie se mete con mis amigos y se sale con la suya. Robin, yo te voy a hacer pagar, dudo que puedas hacer algo contra el poder de un macho kryptoniano. Lo que le robaste a Richard, con mi verga lo recuperaré y con mi culo se lo devolveré, tal y como hice hoy.

Dudo que puedas hacer algo contra el poder 
de un macho kryptoniano.

¡Listo! Ya se han presentado los tres protagonistas de esta historia: Conner, quien buscará follar con súper-humanos para fortalecerse y enfrentar a Jason; Jason, quien follará villanos de Gótica para cumplir su meta de follar al murciélago; y Dick, quien copulará con otros héroes para cogerse a Batman antes de que Jason lo haga. Tres jóvenes machos alfa, rebeldes, buscando cada uno por su lado, demostrar quien es el más dominante.

Por último. Si siguieron el universo de The Sidekick, notarán que Superman en este universo se parece al joven Jonathan Kent, novio de Damian. Esto es porque es el mismo modelo, realmente no es un muchacho, lo rejuvenecí utilizando FaceApp, para que luciera como adolescente.