Guerreros: El Patrón vs Carlos Troconis - Las Bolas de Pablo

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6 ene 2023

Guerreros: El Patrón vs Carlos Troconis



 El patrón ingresó al cuadrilátero con unos calzoncillos de color azul muy ajustados. Dobló sus enormes músculos y calentó mientras esperaba a su oponente.


Era un evento privado para ser emitido previo pago por Internet.

 

Carlos llegó a la sala, vistiendo calzoncillos tan azules como los de su rival. Se quedó observándolo ajustando su creciente bulto. Subió al cuadrilátero y esperó el inicio del combate. Una vez sonó la campana tomó la delantera colocándose detrás del Patrón metiendo los brazos debajo de as axilas para ejecutar una full nelson.

 

—¡No tan rápido, cara de muñeca! —gritó el Patrón moviendo los brazos y liberándose del agarre. Se dio la vuelta, pero recibió una rápida bofetada en la cara.

 

¡PAAF!

 

Carlos se agachó y rodeó con los brazos la parte baja de la espalda del Patrón sujetándolo con un abrazo de oso. Pegó su cuerpo con el del Patrón haciéndole sentir su grueso bulto.Tenía la intención de debilitarlo rápido.

 

—Vamos, grandote. Ríndete —dijo Carlos, se inclinó y le chupó el pezón derecho.

 

Ooooh —jadeó el Patrón—. ¿Qué estás haciendo? —cerró las manos y le dio un doble golpe en la parte superior de la cabeza que fue potente dejándolo aturdido.

 

Carlos aflojó el abrazo de oso y se desplomó sobre su cuerpo, pero su lengua siguió chupando el pezón.

 

El Patrón lo levantó con el brazo derecho entre las piernas. Sintió su pene erecto contra su antebrazo. Luego golpeó su cuerpo frente a la lona haciéndolo gritar por el fuerte impacto. El patrón decidió hacer alarde de su cuerpo posando para el público.

 

Carlos al ser siempre rápido, recuperó enseguida la compostura, sacudió la cabeza. Alargó la mano y lo agarro de las bolas apretándolas tan fuerte como pudo, usándolas como palanca para levantarse.

 

¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAH!!!

 

El patrón lo agarró de la muñeca con ambas manos e intentó apartar su mano de los huevos. Su cara estaba marcada por el dolor sintiendo que le fulminaban las pelotas.

 

Carlos continuó apretando el par de pomelos, con la mano libre le sostuvo un brazo, impidiendo que le apartase la mano. Luego pasó su lengua por el pezón del patrón, chupando de nuevo.

 

El patrón lo agarró del cabello, tirando del rostro de Carlos hacia atrás. Después le dio un cabezazo.

 

—¡No me vuelvas a tocar las bolas! —gimió El patrón empujándolo hacia atrás.

 

Carlos sacudió la cabeza, dispuesto a derrotar al jefe de la compañía. Se abalanzó de nuevo sobre él, y lo agarró de los pezones, apretándolos.

 

—¡Estas tetas están jugosas! —se burló. Sintiendo que su polla estaba más tiesa que nunca.

 

—Aaaaaay —el patrón echó la cabeza hacia atrás y gritó de agonía. Lo agarró de las muñecas e intentó apartar sus manos—. ¡¡¡Nooo!!!

 

Carlos lo empujó hacia atrás todavía retorciendo sus pezones. Escuchar grujir al patrón era algo que le estaba excitando. Lo llevó hasta las cuerdas.

 

—¡Prepárate, patrón! —liberó una mano y lo agarró por la nuca, de un cabezazo lo golpeó con la frente.

 

—¡¡Uuugghh!! —El patrón estaba aturdido y sus brazos cayeron a los lados.

 

Carlos se aprovechó de eso y lo hizo girar para que su espalda estuviera de frente a él, lo agarró del hombro y le aplicó un rompe-espalda con la rodilla.

 


—¡¡¡AAAAHHH!!! —gritó el patrón. Su columna vertebral se arqueó y los abdominales se estiraron. Intentó escapar del rompe espaldas.

 

Pero Carlos mantuvo su magnífico y voluminoso cuerpo musculoso sobre la rodilla, inclinándose y pasando la lengua por los gruesos pectorales. Eventualmente se detuvo en un pezón y empujó la barbilla del patrón hacia abajo tanto como pudo. Al mismo tiempo su otra mano le apretó las bolas.

 

—¿Listo para rendirte, grandote?

 

¡¡¡AAAARRRGHHH!!! ¡¡¡¡No!!!!

 

El patrón se retorció débilmente tratando de aguantar. Sentía mucho dolor en las bolas y también en la espalda. Su calzoncillo estaba completamente abultado.

 

—Será mejor que me des un poco de leche, grandullón —introdujo la mano en el calzoncillo y sacó la polla totalmente dura de El Patrón. De manera lenta su mano comenzó a frotarla.

 

—¡¡¡OOOOHHH!!! —jodeó el patrón—, ¡vaya! no… —su pene comenzaba a palpitar y a gotear presemen sobre sus abdominales—. Detente.

 

Carlos escupió sobre los pectorales del jefe de la compañía y chupó su pezón.

 

—Dame tu leche grandote —agarró el presemen, lo recogió con el dedo y lo saboreó—. Sabe a perdedor.

 

El patrón sacudió la cabeza de izquierda a derecha. —¡No! ¡No vas a hacer que me corra!

 

—¡Parece que estás equivocado! —de repente lo soltó, y empujó el pesado y musculoso cuerpo fuera de su rodilla, y lo dejó caer sobre la lona boca abajo. Se sentó sobre el culo, y lo agarro de los tobillos, conduciéndolos hacia arriba y atrás, en un agarre de cangrejo.

 

—¿Por qué no te rindes, grandullón, no vas a sobrevivir a esto. —se inclinó y lo besó a lo largo de la gruesa pierna

 

—¡Jódete! —gritó El patrón utilizando sus últimas reservas de fuerza para liberar la llave usando sus enormes piernas para empujar a Carlos.

 

Carlos salió embestido, pero tuvo destreza para levantarse rápido.

 

El patrón con el cuerpo magullado intentó ponerse de pie, mientras estaba de rodillas, Carlos se abalanzó rápidamente sobre él colocando sus brazos alrededor de la parte baja de la espalda, ejerciendo un abrazo de oso. Apretó desviando la lengua al gordo pezón.

 

—¡Eres mío, semental!

 

El patrón gimió arqueando la espalda. Empujando sus enormes pectorales contra la cara de Carlos. Su polla seguía dura como una roca. La lengua de su rival lo ponía erótico. Agarró a Carlos de la barbilla y empujó su cabeza hacia atrás.

 

—¡Suéltame, grandote! —inclinó la cabeza hacia atrás para coger impulso y luego le dio un cabezazo en el guapo rostro.

 

—¡¡¡AAAAYY!!! ¡Me rindo! ¡Me rindo!

 

Carlos sonrió, pero siguió apretándolo. —Así es grandote, llegó el momento de hacerte gozar como una perra —se inclinó y chupó sus gordos pectorales—. ¡Dios! Malditos pectorales con gordos pezones —su pene palpitaba con ansias de eyacular—. ¿Tus tetas dan leche, grandote?

 

—¡¡¡Nooo!!! —la punta de la polla del patrón sobresalió con sus 20 cm de músculos por la cintura de su ropa interior. Palpitaba y le dolía—. Tú ganas… ¡Me rindo! Suéltame —gruñó y unos segundos después empezó a eyacular. Disparando gruesas cuerdas de semen. La corrida salpicó sus pectorales y abdominales

 

Marlos se burló, viendo como salían volando los cañones de esperma. Soltó a El Patrón, dejando que su grueso y musculoso cuerpo rodara por la lona. Se levantó y pisó sus pectorales cubiertos de semen.

 

—Eres un perdedor, patrón —concluyó flexionando los brazos en señal de victoria—. He querido follar contigo desde que vi estos grandes músculos —agarró y apretó salvajemente los gruesos pectorales de El Patrón como una bestia hambrienta—. Tus pectorales son enormes, deben producir leche, ¿no?

 

—Detente… has ganado. Por favor.. no más —gimoteó El Patrón mientras le acariciaban con rudeza los carnosos pectorales.

 

Carlos se puso a horcajadas sobre los gruesos pectorales, y empujo su polla entre ellos, moviéndose hacia adelante y atrás. Agarró la cabeza de El Patrón y la empujó hacia adelante:

 

—Abre la boca, maldito perdedor.

 

El patrón intentó apartar la cara, resistiéndose débilmente. Pero la fuerza de Carlos hizo que su polla entrara en la boca.

 

—OOOOOooooooh, sí —Carlos empujó y empujó hasta que su pene exploto rociando los dientes y lengua de El Patrón.

 

Cuánta humillación se vio el jefe de la compañía a soportar. Estaba seguro de que las cosas no se iban a quedar así.

 

—Eres tan patético, patrón —afirmó Carlos. Le propinó una palmada en la cara, y se inclinó para besarlo. Su lengua se movió tragándose su propia esperma en la boca de El Patrón.

 

Carlos se puso de pie mirándolo, con la leche goteando por la comisura de sus labios.

 

—¡Perdedor!

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