—Te estuve esperando toda la noche, ¿dónde estuviste? —dice una voz juvenil que hace que mi polla salte de emoción. Es Jason, se encuentra con los brazos cruzados, apoyando un pie en el marco de la puerta. Sé lo que esto significa. Él volvió para abusar de mí nuevamente, quiere tomar la energía sexual que he acumulado y sumarla a la que tiene, al parecer, puede hacerlo.
Han pasado quince días desde aquella vez que lo vi, no imagino lo que habrá hecho en ese tiempo, pero luce diferente, mucho más guapo y arrasador, seguro de sí mismo, ya no es un muchacho, ahora es todo un hombre. Viste un traje mejorado de Robin y hasta el cabello se cortó.
Él camina lentamente hacia mí y expone sus genitales. Con solo mirarlos, mi polla expulsa semen, por tercera vez en esta noche y me vuelvo totalmente sumiso.
—Tú y yo, nos vamos a divertir mucho —asegura el muchacho, volteándome bocabajo en la cama, y ensartándome agresivamente.
Yo gimo y cierro los ojos, entregándome plenamente a él. Esta quizá sea, la mejor Navidad que he pasado en toda mi vida. Hace menos de una hora fui abusado por un grupo de chicas. Jason taladra mi culo con un verdadero macho alfa.
— "Shhh... shhh..." —dice Jason mientras con su mano silencia mi boca y con la otra se hace con mis testículos.
—"Urghhh..." —gimo y me estremezco.
Robin baja su mano de mi boca a mi cuello y con ella me ahorca, presionando mi manzana de Adán, su grueso pene que fácil mide más de veinte centímetros abre mi apretado agujero, yo presiono con fuerza para que las paredes de mi interior lo abracen, para intentar ordeñarlo. Mi pene de 19 centímetros palpita contra el colchón con cada embestida, empapando de lubricación mis blancas sábanas.
Jason jala de mi cuello para forzarme a arrodillar frente a él y lo envuelve con su brazo, como si me quisiera ahorcar, pero solamente quiere remarcar su dominio sobre mí. Al poco tiempo, libera mi cuello y apoyándose en mis macizos hombros comienza a embestir con mayor agresividad, mientras él hace esto, yo flexiono mis brazos para hacer saltar los bíceps, al tiempo que me estremezco y gimo descontroladamente. Miro hacia abajo y puedo ver mi polla empapada en lubricación, goteando todavía más líquido transparente por mi uretra.
A mis espaldas, noto que el macho que me penetra comienza a gemir de placer desmedido. Escucho sus viriles gruñidos en mi oído, sabiendo que lo está disfrutando. El solo hecho de saber que mi pareja sexual lo goza, a mí me enciende todavía más. Repentinamente, el muchacho baja su mano por el frente, hasta mis testículos y comienza a apretarlos con mucha fuerza. Los mismos testículos que en esta misma noche fueron masacrados por cinco chicas.
—“Arghh no por favor… mis huevos, Jason…” —suplico al sentir su varonil agarre sobre mis atormentadas bolas. Sin embargo, mi polla me traiciona cuando se estremece con fuerza, escupiendo un sorpresivo chorro abundante de semen, mis bolas van a quedar secas, como pasitas, luego de esta noche.
Las manos de Jason sujetando mis bolas son empapadas por mi cálido y cremoso jugo.
—¡Límpialo! —él me ordena subiendo su mano a mi boca.
Yo con mi lengua recojo mi propio semen y chupo hasta dejar limpia la mano del hombre que me domina.
—Me encantó sentir que algo salió con ese apretón —Jason susurra en mi oído, gira mi cabeza agresivamente hacia él para besarme apasionadamente, nuestros labios y lenguas se frotan, mi nariz respira el varonil aroma de mi pareja sexual— Ahora me perteneces— el muchacho pellizca uno de mis pezones, tambien frota mis pectorales y sólidos abdominales.
—Sí, Jason, yo te pertenezco —respondo.
—¿Cómo se siente? Mi polla dentro de ti, ¿eh? Parece que tu trasero tenía mucha hambre— Robin me pregunta, mientras sacude sus caderas hacia adelante y hacia atrás agresivamente, ahora apretando con fuerza mis dos pezones.
—¡¡Urghhh!!— Soy incapaz de contestar, lo único que puedo hacer, es tratar de contener mis gemidos para no perder la poca dignidad de hombre que me queda. Sin embargo, su polla rosa contra un dulce manojo de nervios en mi agujero, provocando que mi verga vuelva a escupir otra involuntaria carga de semen y yo grite agudamente, quedando lánguido entre sus brazos.
Jason parece un semental, simplemente no se corre en lo que ya me ha hecho correrme tres veces desde que llegó. Tal vez es porque la tortura previa hecha por aquellas mujeres hizo mella tanto en mi trasero como en mi polla. Suelo durar muchísimo, soy el mejor amante que muchos han conocido. Bruce me entrenó en meditación para controlar mis orgasmos, pero todo ese entrenamiento, hoy se fue a la basura. Estoy completamente destrozado sexualmente, no poseo energía alguna para oponer la más mínima resistencia. Además, este chico parece ser el mejor amante que he tenido.
Mi macho activo me arroja sobre la cama, expulsándome de su falo y me gira bocarriba, para levantar mis piernas y cadera para posicionarme y nuevamente ensartarme. Un chorro de lubricación escupe hasta mi pecho. Jason se agacha para lamerlo sensualmente, mientras me mira directamente a los ojos de forma coqueta, durante varios minutos intercambiamos miradas de mutuo deseo y complicidad. Él guiña y sonríe, mientras con su boca recorre cada rincón de mi torso y no deja de sacudir su pene dentro de mí.
La vez pasada me folló, pero hoy, yo realmente puedo observar su forma alfa de hombre dominante: sus músculos tonificados y venosos se flexionan con fuerza y se marcan, aun sobre su traje de Robin, su rostro y sus brazos están cubiertos por una fina capa brillante de sudor. Cuando él succiona mis pezones yo echo la cabeza hacia atrás y cierro los ojos debido al inmenso placer que en este momento siento.
Por cuarta vez, Jason provoca que mi polla dura debido al viagra, expulse semen, que embarra mis abdominales. Con este hombre estoy soltando toda la leche que no liberé con las chicas.
Sonriendo, él comienza a golpearme y con los nudillos de a poco me limpia: golpea y lame su mano para volver a golpear, yo gruño y flexiono mi abdomen demostrando lo poderoso que soy. Sin previo aviso, agarra con su mano mi polla y me pregunta:
—¿A quién pertenece esta verga?
—A ti —le respondo completamente sometido.
Robin comienza a estimular mi falo, la abundante lubricación y semen hace que fácilmente su mano vaya desde la base del tronco hasta la punta. Con su otra mano aprieta mis testículos con mucha fuerza, el dolor me obliga a gritar.
Noto como él comienza a sincronizar sus embestidas con el frotamiento de mi polla, tratándola como si fuera la suya. "Tus bolas y tu polla son mías" susurra para sí mismo con la cabeza echada hacia atrás y los ojos cerrados, concentrándose en darnos igual placer a ambos, esto lo sé, porque él también susurra “Mi polla y mis huevos son tuyos”
Todo mi cuerpo se sacude mientras él pule mi sensible punta sin parar de embestir por detrás. Deseo darle el máximo placer así que contraigo mi agujero para aprisionar su poderoso miembro.
—No, Jason, las cosas no funcionan así, simplemente nos entregamos y lo disfrutamos, los dos, no solo tú.
—No tienes idea, todo lo que he hecho durante los últimos quince días para conseguir… lo que me costó… yo… eres un bastardo. ¡Te voy a follar! —Jason se pone de pie.
Yo ruedo en la cama y me levanto en guardia, dispuesto a pelear con este muchacho, no voy a permitir que me viole, no después de la deliciosa noche de pasión que pasamos. La energía que él me entregó, de hecho hace que se me pase el agotamiento que sentía. Jason me mira y comprende que un enfrentamiento conmigo en este momento no tiene sentido.
—Gracias, Jason. Gracias a ti, podré follarme a Bruce antes que tú —comento con una sonrisa que no puedo ocultar—. Solamente debo follar con dos Superhumanos más y creo que estaré listo ¿Cuándo regresa de su viaje de negocios? ¿En tres días? En estos tres días, yo voy a follar como loco, para finalmente, follarme al murciélago.
—¿Por qué haces esto? —el chico me pregunta con la voz quebrada—. Richard, ¿Por qué me haces esto?
—Para que no seas tú quien lo folle, para que renuncies a esa absurda idea y entiendas que ese no es el camino. Lo hago por tu bien, y solamente pensando en lo que es mejor para ti. Follar a Bruce es un sacrificio que voy a hacer por ti, para evitar que te corrompas y te pierdas para siempre. Si te lo follas, habrás perdido el respeto ante cualquier autoridad y sabes que eso te puede llevar a convertirte en algo que no eres, Jason. Tú eres un héroe, y yo me aseguraré de que sigas siéndolo.
—No es a ti a quien le corresponde decidir sobre mi vida. No tienes ningún derecho —Jason cambia su tono de voz por uno amenazante—. No me importa, yo también puedo hacerlo, follar héroes y villanos a lo loco estos tres días y cuando Bruce llegue, seré yo quien lo folle.
—Buena suerte con eso —respondo de forma retadora.
—Jamás en mi vida me había arrepentido tanto de haber follado con alguien, como contigo. Ahora, cada vez que quiera, me tendré que andar con cuidado. ¡Felicidades! Gracias a ti, he perdido la confianza de tener algún compañero sexual— dice con mucho rencor en la mirada y los ojos ligeramente humedecidos, incluso noto que le tiembla el labio inferior.
El chico da media vuelta y abandona mi departamento. Yo me vuelvo a recostar, tengo el estómago revuelto, siento que no manejé la situación adecuadamente. No debí confrontarlo, soy un idiota, un pendejo, después de todo, yo también soy un inmaduro muchacho de 21 años. ¡Maldita sea! Esta era la única oportunidad que yo tenía para hacerlo recapacitar y en vez de eso, solo avivé su deseo de venganza. Dentro de Jason hay un incendio que no sé quién sea capaz de apagarlo.
—Me encantó sentir que algo salió con ese apretón —Jason susurra en mi oído, gira mi cabeza agresivamente hacia él para besarme apasionadamente, nuestros labios y lenguas se frotan, mi nariz respira el varonil aroma de mi pareja sexual— Ahora me perteneces— el muchacho pellizca uno de mis pezones, tambien frota mis pectorales y sólidos abdominales.
—Sí, Jason, yo te pertenezco —respondo.
—¿Cómo se siente? Mi polla dentro de ti, ¿eh? Parece que tu trasero tenía mucha hambre— Robin me pregunta, mientras sacude sus caderas hacia adelante y hacia atrás agresivamente, ahora apretando con fuerza mis dos pezones.
—¡¡Urghhh!!— Soy incapaz de contestar, lo único que puedo hacer, es tratar de contener mis gemidos para no perder la poca dignidad de hombre que me queda. Sin embargo, su polla rosa contra un dulce manojo de nervios en mi agujero, provocando que mi verga vuelva a escupir otra involuntaria carga de semen y yo grite agudamente, quedando lánguido entre sus brazos.
Jason parece un semental, simplemente no se corre en lo que ya me ha hecho correrme tres veces desde que llegó. Tal vez es porque la tortura previa hecha por aquellas mujeres hizo mella tanto en mi trasero como en mi polla. Suelo durar muchísimo, soy el mejor amante que muchos han conocido. Bruce me entrenó en meditación para controlar mis orgasmos, pero todo ese entrenamiento, hoy se fue a la basura. Estoy completamente destrozado sexualmente, no poseo energía alguna para oponer la más mínima resistencia. Además, este chico parece ser el mejor amante que he tenido.
Mi macho activo me arroja sobre la cama, expulsándome de su falo y me gira bocarriba, para levantar mis piernas y cadera para posicionarme y nuevamente ensartarme. Un chorro de lubricación escupe hasta mi pecho. Jason se agacha para lamerlo sensualmente, mientras me mira directamente a los ojos de forma coqueta, durante varios minutos intercambiamos miradas de mutuo deseo y complicidad. Él guiña y sonríe, mientras con su boca recorre cada rincón de mi torso y no deja de sacudir su pene dentro de mí.
La vez pasada me folló, pero hoy, yo realmente puedo observar su forma alfa de hombre dominante: sus músculos tonificados y venosos se flexionan con fuerza y se marcan, aun sobre su traje de Robin, su rostro y sus brazos están cubiertos por una fina capa brillante de sudor. Cuando él succiona mis pezones yo echo la cabeza hacia atrás y cierro los ojos debido al inmenso placer que en este momento siento.
Por cuarta vez, Jason provoca que mi polla dura debido al viagra, expulse semen, que embarra mis abdominales. Con este hombre estoy soltando toda la leche que no liberé con las chicas.
Sonriendo, él comienza a golpearme y con los nudillos de a poco me limpia: golpea y lame su mano para volver a golpear, yo gruño y flexiono mi abdomen demostrando lo poderoso que soy. Sin previo aviso, agarra con su mano mi polla y me pregunta:
—¿A quién pertenece esta verga?
—A ti —le respondo completamente sometido.
Robin comienza a estimular mi falo, la abundante lubricación y semen hace que fácilmente su mano vaya desde la base del tronco hasta la punta. Con su otra mano aprieta mis testículos con mucha fuerza, el dolor me obliga a gritar.
Noto como él comienza a sincronizar sus embestidas con el frotamiento de mi polla, tratándola como si fuera la suya. "Tus bolas y tu polla son mías" susurra para sí mismo con la cabeza echada hacia atrás y los ojos cerrados, concentrándose en darnos igual placer a ambos, esto lo sé, porque él también susurra “Mi polla y mis huevos son tuyos”
Todo mi cuerpo se sacude mientras él pule mi sensible punta sin parar de embestir por detrás. Deseo darle el máximo placer así que contraigo mi agujero para aprisionar su poderoso miembro.
El dolor en mis bolas es insoportable y eso me excita todavía más, su rostro continúa mirando arriba con los ojos cerrados, no es consiente de la terrible presión que su mano ejerce en mis redondos órganos masculinos, parece que me los va a hacer estallar, y sin embargo, eso no me importa, que lo haga, que me destruya los huevos. En este momento mi voluntad, mi mente, mi cuerpo y mi alma le pertenecen. Jamás va a igualarse la fuerza de agarre de un hombre, con el de una mujer, por más fuerte que esta sea.
Nuestros cuerpos están empapados de sudor, sus bolas chocan contra mi trasero produciendo un sonido similar al de aplausos.
—Richard… —susurra con voz grave y extasiada.
—Sí… Jason
—¿Lo estás disfrutando?
—¡¡Urghhh!! —gimo. ¿Cómo puede preguntarme algo así?—. Oh sí, sí, sí.
—Yo también —susurra con la misma voz grave y extasiada—. Creo que podría follar exclusivamente contigo, todos los días por el resto de mi vida… yo… yo… Richard… yo… te… ¡¡Arghhh!! —él gime agudamente y yo lo siento dentro de mí: su pene comienza a contonearse sin control y su cálido semen cremoso me inunda.
Nuestros cuerpos están empapados de sudor, sus bolas chocan contra mi trasero produciendo un sonido similar al de aplausos.
—Richard… —susurra con voz grave y extasiada.
—Sí… Jason
—¿Lo estás disfrutando?
—¡¡Urghhh!! —gimo. ¿Cómo puede preguntarme algo así?—. Oh sí, sí, sí.
—Yo también —susurra con la misma voz grave y extasiada—. Creo que podría follar exclusivamente contigo, todos los días por el resto de mi vida… yo… yo… Richard… yo… te… ¡¡Arghhh!! —él gime agudamente y yo lo siento dentro de mí: su pene comienza a contonearse sin control y su cálido semen cremoso me inunda.
El solo hecho de ser consciente de esto, provoca que por quinta vez mi polla estalle, esta vez la carga es mucho menor, más bien una embarrada. El dominante macho se deja caer entre mis brazos y en pocos segundos, se queda dormido. Y yo, frotando con mi mano su espalda y su cuello, arrullado por el sonido de su respiración y aspirando su sudor, cierro los ojos, y también me quedo dormido.
A la mañana siguiente, él se mueve al despertar y yo también lo hago, mi polla sigue parada por el efecto de aquellas pastillas. Jason se levanta, se mete a mi regadera, se asea, sin permiso toma ropa de mi armario y se viste. Guardando su sudado traje de Robin en una mochila. Yo me quedo estirándome y descansando en la cama, es Navidad, 25 de diciembre, no decoré mi departamento, ni siquiera puse un árbol de navidad. Sigo exhausto, yo creo que no me levantaré en varios días.
—Es extraño —comenta Jason en el umbral de mi recámara, antes de irse.
—¿Qué es extraño? —pregunto.
—No siento que mi energía sexual se duplicara o siquiera incrementara, al contrario, creo que disminuyó. Ayer te follé, debería de sentir algún cambio. ¿Será que cuando llegas a un cierto límite, dejas de sentirlo? —el chico cuestiona mirando su propio cuerpo.
—No Jason, lo que ocurrió, es que no me follaste, tú y yo hicimos el amor, ambos nos entregamos, el uno al otro, por voluntad propia. Cuando al follar haces tu prioridad el placer del otro y su placer te causa placer y sientes una conexión especial y afecto, eso, Jason, es intercambiar energía. Es lo que he querido que entiendas. Es mil veces más placentero intercambiar energía que robarla, entregarte a otra persona y que esta se entregue...
—¿Qué quieres decir con intercambiar? —Jason me pregunta, el tono en su voz se ha vuelto hostil.
—Anoche me transferiste la mitad de la energía sexual que habías acumulado, y yo, te transferí la mitad de mi energía sexual. Somos sexualmente iguales Jason —comento bostezando y abrazando una almohada.
—¡No! No, no, no, no, no, NO —Jason comienza a repetir—. Yo tenía más energía sexual que tú, eso quiere decir que en vez de sumar, resté. Jason se recarga en una pared y se resbala hasta sentarse en el suelo.
—Así es, tú y yo, estamos en igualdad de condiciones ahora.
—¡Me tendiste una trampa!
A la mañana siguiente, él se mueve al despertar y yo también lo hago, mi polla sigue parada por el efecto de aquellas pastillas. Jason se levanta, se mete a mi regadera, se asea, sin permiso toma ropa de mi armario y se viste. Guardando su sudado traje de Robin en una mochila. Yo me quedo estirándome y descansando en la cama, es Navidad, 25 de diciembre, no decoré mi departamento, ni siquiera puse un árbol de navidad. Sigo exhausto, yo creo que no me levantaré en varios días.
—Es extraño —comenta Jason en el umbral de mi recámara, antes de irse.
—¿Qué es extraño? —pregunto.
—No siento que mi energía sexual se duplicara o siquiera incrementara, al contrario, creo que disminuyó. Ayer te follé, debería de sentir algún cambio. ¿Será que cuando llegas a un cierto límite, dejas de sentirlo? —el chico cuestiona mirando su propio cuerpo.
—No Jason, lo que ocurrió, es que no me follaste, tú y yo hicimos el amor, ambos nos entregamos, el uno al otro, por voluntad propia. Cuando al follar haces tu prioridad el placer del otro y su placer te causa placer y sientes una conexión especial y afecto, eso, Jason, es intercambiar energía. Es lo que he querido que entiendas. Es mil veces más placentero intercambiar energía que robarla, entregarte a otra persona y que esta se entregue...
—¿Qué quieres decir con intercambiar? —Jason me pregunta, el tono en su voz se ha vuelto hostil.
—Anoche me transferiste la mitad de la energía sexual que habías acumulado, y yo, te transferí la mitad de mi energía sexual. Somos sexualmente iguales Jason —comento bostezando y abrazando una almohada.
—¡No! No, no, no, no, no, NO —Jason comienza a repetir—. Yo tenía más energía sexual que tú, eso quiere decir que en vez de sumar, resté. Jason se recarga en una pared y se resbala hasta sentarse en el suelo.
—Así es, tú y yo, estamos en igualdad de condiciones ahora.
—¡Me tendiste una trampa!
—No, Jason, las cosas no funcionan así, simplemente nos entregamos y lo disfrutamos, los dos, no solo tú.
—No tienes idea, todo lo que he hecho durante los últimos quince días para conseguir… lo que me costó… yo… eres un bastardo. ¡Te voy a follar! —Jason se pone de pie.
Yo ruedo en la cama y me levanto en guardia, dispuesto a pelear con este muchacho, no voy a permitir que me viole, no después de la deliciosa noche de pasión que pasamos. La energía que él me entregó, de hecho hace que se me pase el agotamiento que sentía. Jason me mira y comprende que un enfrentamiento conmigo en este momento no tiene sentido.
—Gracias, Jason. Gracias a ti, podré follarme a Bruce antes que tú —comento con una sonrisa que no puedo ocultar—. Solamente debo follar con dos Superhumanos más y creo que estaré listo ¿Cuándo regresa de su viaje de negocios? ¿En tres días? En estos tres días, yo voy a follar como loco, para finalmente, follarme al murciélago.
—¿Por qué haces esto? —el chico me pregunta con la voz quebrada—. Richard, ¿Por qué me haces esto?
—Para que no seas tú quien lo folle, para que renuncies a esa absurda idea y entiendas que ese no es el camino. Lo hago por tu bien, y solamente pensando en lo que es mejor para ti. Follar a Bruce es un sacrificio que voy a hacer por ti, para evitar que te corrompas y te pierdas para siempre. Si te lo follas, habrás perdido el respeto ante cualquier autoridad y sabes que eso te puede llevar a convertirte en algo que no eres, Jason. Tú eres un héroe, y yo me aseguraré de que sigas siéndolo.
—No es a ti a quien le corresponde decidir sobre mi vida. No tienes ningún derecho —Jason cambia su tono de voz por uno amenazante—. No me importa, yo también puedo hacerlo, follar héroes y villanos a lo loco estos tres días y cuando Bruce llegue, seré yo quien lo folle.
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| No es a ti a quien le corresponde decidir |
—Buena suerte con eso —respondo de forma retadora.
—Jamás en mi vida me había arrepentido tanto de haber follado con alguien, como contigo. Ahora, cada vez que quiera, me tendré que andar con cuidado. ¡Felicidades! Gracias a ti, he perdido la confianza de tener algún compañero sexual— dice con mucho rencor en la mirada y los ojos ligeramente humedecidos, incluso noto que le tiembla el labio inferior.
El chico da media vuelta y abandona mi departamento. Yo me vuelvo a recostar, tengo el estómago revuelto, siento que no manejé la situación adecuadamente. No debí confrontarlo, soy un idiota, un pendejo, después de todo, yo también soy un inmaduro muchacho de 21 años. ¡Maldita sea! Esta era la única oportunidad que yo tenía para hacerlo recapacitar y en vez de eso, solo avivé su deseo de venganza. Dentro de Jason hay un incendio que no sé quién sea capaz de apagarlo.
NOTA: Este es el final por el momento. Definitvamente no cuento con el tiempo para seguir escribiendo y desarrollar la historia. Espero volver en marzo o abril. Lo único que prometo, es que cuando vuelva, la serie será semanal. Tendré más capítulos escritos, pues tengo claro el rumbo, a partir de ahora.
En la segunda temporada, conoceremos a fondo el camino que siguió Jason luego de follarse a Bane, ¿qué hizo en estos últimos días, previo a su encuentro sexual con Richard? ¿Qué villanos y heroes que se folló en estos ese tiempo? Conner finalmente se enfrentará a Jason y también veremos el final de la carrera por follarse a Batman.
En una tercera temporada, ya más libre, podré dedicarme a hacer encuentros sexuales aleatorios, entre superheroes y villanos, sin necesidad de seguir una trama en específico.
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