CONTIENE:
-SEXO HETEROSEXUAL
-HISTORIA SIN BALLBUSTING
Claudia se despertó cuando sintió a Simón
moverse sobre la cama, acostumbraba a despertar a las 4:40a.m, para ducharse,
vestirse, desayunar e ir al programa en la radio. Entonces él le dio un beso en
la mejilla, abandonó la cama y buscó la toalla. Salió de la habitación,
seguramente iría a ver a Vicente, el hijo de ambos.
A sus 30 años se sentía feliz, tenia un
esposo que la adoraba, un lindo bebé y un trabajo al que amaba. Aunque claro,
todo desde un principio no fue fácil, al graduarse en la universidad de
Periodismo inicio su labor en un famoso periódico regional, luego trabajo con
otra chica en un programa local, pero ambas competían por la conducción del
programa terminando enemistadas y, con el programa fuera del aire.
Siguió trabajando para el noticiero del canal, como
reportera de calle, eso le sirvió para adquirir experiencia y le abrió las
puertas para entrar a trabajar como reportera de calle en el noticiero en el
canal de señal nacional más importante del país, un canal nuevo y
destacado que borró de los primeros lugares a los canales históricos.
Pero no era mentirosa, ella deseaba más que estar todo
un día bajo el inclemente sol y exponiendo su vida para llevar la noticia,
deseaba estar bajo los focos de un estudio frente a cámaras transmitiendo las
noticias y fue así como conoció a Hernán Barrios, un viejo importante en aquella planta
televisiva, él mismo, a cambio de un pequeño intercambio de amor la llevó a ser
parte del ancla de las noticias meridianas. Ya cuando conducía el sintonizado noticiero se fue olvidando de las invitaciones y salidas que le proponía aquel viejo, y es que se aburría con él, Hernán se fue dando cuenta y se alejó de
ella. No fue rencoroso y la dejó conduciendo el noticiario porque realmente lo
hacia bien.
Luego llegó su programa de radio con variedades de
noticias y le correspondía entrevistar a Simón Chacón. Y así
lo hizo, luego él la invitó a salir, y como le gustaba decidió aceptar. Ya
lo que seguía era historia conocida.
Y aquel día de su cumpleaños quería que fuera
especial, escuchó que su amado salía de ducharse para irse a vestir, Claudia
sonrió y salió de la cama.
-¿cómo amanece el hombre más guapo que
conozco? -preguntó ella abrazándolo por la espalda. Él seguía con el cuerpo
húmedo y la toalla sujeta a la cintura.
-¡hey! ¿Cómo está la doña que yo más
quiero? -saludó Simón dando la media vuelta y besándola-. ¡Feliz
cumpleaños!
Claudia gimió y dejó caer la toalla azul del marido al
piso, lo agarró de las nalgas.
-Jujuju, veo que este año te agarra muy cachonda, Claudita.
Ambos rieron mientras se tocaban, abrazaban y el pene
de Simón junto a los senos de Claudia se ponía duros y firmes. Reían, se
tocaban, se hacían cosquillas, Claudia se arrodilló frente a Simón y metió el
duro y cabezón pene en la boca. Las grandes pero colgantes pelotas de su marido
le chocaron contra la barbilla, mientras él sentía un rico placer como le
succionaba el pene y...
Vicente desde su cuarto comenzó a llorar, y más atrás
Simón gimió en reclamo, Claudia pareció decepcionada y sacó el palo de carne de
su boca, y se levantó:
-No, déjalo llorar, a veces es bueno.
-Escucha. Está desesperado. Seguro tuvo una pesadilla o tiene hambre. No tengo corazón
para dejarlo así -y dando media vuelta dejó a Simón
-Está malcriado el chiquillo -catalogó el padre agarrando
con la mano su verga robusta y llena de venas. Sintiéndose cachondísimo y con
ganas de sexo.
Por su parte Claudia encontró a Vicente despierto y
como ella suponía, con hambre.
Cuando hubo de alimentar a su hijo y vuelto a dejar
dormido, vio a su esposo completamente vestido y desayunando. Lo fue a
acompañar, ella naturalmente como todo cumpleañero quería su regalo, a Simón
siempre se le ocurría algo bonito para regalarle, pero el marido sólo terminó
el desayuno, cepillo sus dientes, se despidió de su hijo y de ella. Y se fue al
trabajo.
Claudia buscó por la casa su posible regalo, pues ya
una vez Simón se lo había dejado oculto, pero claro le había dicho que lo
buscara. Derrotada y sin encontrar nada se dedicó a leer los saludos que tenia
en su celular.
A las 10 de la mañana tocaron su puerta. Era un adorno
de rosas enviado por Simón para ella. Se sintió tan cautivada por ellas que
las mostró en las aplicaciones del celular.
-Pues me gustó que te gustara -le dijo Simón
cuando fueron a almorzar.
Al caer la noche la casa de aquel matrimonio se llenó
de sus familiares y amigos, por un lado estaba Pablo con Vicente en brazos y a
su lado Yenny haciendo mofas con la cara al sobrino, sus padres a un lado con
Simón. El timbre de la casa se sonó y Claudia ya sabia de quien se trataba, fue
a abrir.
-¡amiga! -Se saludaron ambas sonriendo y abrazándose, las mejores amigas desde la infancia.
La visitante iba acompañada de su esposo, un hombre
alto y blanco reconocido por ser parlamentario, éste tenía en brazos a la hija
de ambos. Alicia, su esposa entregó a Claudia la envoltura de
regalo la cumpleañera saludó al marido, a la bebé y los invitó a pasar.
Alicia era la mejor amiga de Claudia, ambas hacían una
buen equipo, una por ser tranquila y calculadora, y la otra por ser volátil y
alocada con raras ocurrencias formándose en su cabeza.
-Está bella tu hija -decía Claudia mirando a
la nena, sonrosada y abrazada a su padre, héroe y protector llamado Fernando.
-Si, es bella como su madre -recalcó Alicia-. Engorde luego del embarazo, pero la pase bomba, sabes quizás y cuando
crezca sea novia de tu Vicente, y yo me opondré ante ese robusto y cojonudo
mocoso. ¿Te imaginas que cuando crezca saque el cuerpo raro del padre?
Ambas amigas se miraron y rompieron a reír.
Rato después Simón y Fernando se unieron en
conversación en torno a la política.
-hey pero Fernando y Simón se llevan muy bien -comentó
Claudia-. No me había percatado.
-Se me acaba de ocurrir algo, muy, muy pero de
repente -comentó Alicia con un brillo único en la mirada.
-Cada vez que miras así es porque se te ocurrió una
idea macabra.
-Y es algo que te gustaría poner en practica. Viendo
que en realidad nuestros… machos se la llevan re bien.
-jajaja… ¿Qué es amiga?
-Lo vamos a jugar un día de estos, sólo espera.
Claudia la miro interrogante
-¿soy tu mejor amiga? ¿O no?
-Pues claro que si, vamos, habla tonta.
-Vamos a dominar a nuestros maridos.
-¿ah? -pregunto Claudia levantando el ceño sin entender nada.
-Nos reunimos una noche… y entre las dos, en la
intimidad, dominamos a nuestros machos.
Claudia la miro extrañada
-No soy tan actualizada como tú, me opondré a una orgía o sexo entre varios, como quieras. Pero nunca me
acostaría con Fernando.
-No, tonta -negó Alicia riendo, causando un alboroto
con la risa haciendo que las miradas cayeran a ella, no se sintió avergonzada. Y es que tampoco le gustaba el cuadrado de Simón-. Tú dominaras al comediante cojonudo que te penetra todas las noches, y yo al parlamentario culón, en mi
departamento o aquí, juntas, las dos, luego si queremos tirar… bueno, hay
muchas habitaciones para hacerlo en privado. ¿Qué dices?
-Que eres una maldita pervertida -y esta vez las
amigas rompieron en risas, sacando sonrisas a los presentes en la reunión-. Bueno… te seré sincera y… me atrae tu propuesta, pero… no sé... me atrae un poco.
-hazle la propuesta tal y como te dije a Simón, seguro
le encantara. No, mejor no. Que sea una sorpresa, eso le excitará más.
Claudia le sonrió cómplice
Luego su marido terminó la conversación con Fernando y
fue con su esposa para abrazarla
-¿Cuál es el chiste? -quiso saber.
-Luego sabrás -determinó riendo Claudia
Rato luego fue cantado el cumpleaños y picado el
pastel de chocolate con cerezas, de a poco los invitados fueron abandonando la
casa y cuando durmieron a Vicente. Simón y Claudia se encerraron en la
habitación para regalarse amor.
Claudia esta sentada al borde de la cama mientas Simón frente a ella le besaba tierna pero firmemente el cuello y sus manos
agarraban la cintura de su cumpleañera esposa, le quitó el sostén y le besó el
pecho, aquellos par de senos duros, mientras ella le acaricia el pene.
Simón se acostó encima de ella y la besa con mucha
pasión, acariciaba sus senos mientras le besaba el cuello, mordía sus labios y
Claudia gemía dejándose llevar por la emoción, lo besaba sintiendo los dedos
de su marido presionando las partes de su cuerpo, le besaba la boca, Claudia se
subió a él, le lamió el pecho y bajó por su abdomen, hasta que su lengua puso
contacto con el pene y descendió a los enormes y colgantes testículos, entonces subió e introdujo el miembro en su boca con movimientos suaves y pausados.
Para Simón verla hacer aquello lo hacia poner como un
corpulento y enloquecido toro, le acariciaba la cabellera, la nuca, la espalda,
mientras sentía la calientita lengua de Claudia bajar de su miembro a sus
bolas, ella subió a su abdomen, lo besó, le lamió el pecho y lo besó en la
boca, aquel beso olía a su miembro genital. Simón bajó lentamente por el
delicado cuerpo de su esposa, y probó su vagina sintiéndola húmeda, se subió
encima de ella y le besó los senos.
Claudia sentía una divina sensación con el duro pene
rozándole la pierna, que en cuestión de minutos penetró a través de su vagina
dilatada, mientras ella exhalaba un profundo gemido llenándola de
orgasmo. Simón se sentía caliente y su pene entró completamente dentro de su esposa, mientras su vagina lo apretaba como comiéndoselo.
El sudor de ambos se mezclaba, Simón gemía y
su excitación aumentaba cada nuevo segundo queriendo explotar. Claudia mordía los
labios de su amante y esposo clavando las uñas en su gruesa espalda. Simón le
besaba el cuello mordiéndolo, olía su perfumado pelo a rosas.
Estaba que reventaba de placer, y ya expulsaría su
esencia masculina.
Entonces sacó su pene de dentro de Claudia, ella
gimió queriendo más, Simón acercó el pene a la boca de su esposa.
-estoy que exploto… ¿Qué dices?
Tenía la verga hinchada y palpitando, sus bolas se
veían recogidas.
Claudia abrió fogosa la boca, Simón sintió el una excitación que recorría su espalda. Reconoció un cosquilleo, su semen inundó la boca de
Claudia, blanco, espeso y grueso… salado.
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