Historias extras - Las Bolas de Pablo

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26 may 2015

Historias extras

HISTORIAS EXTRAS.

CONTIENE:

HISTORIA SIN BALLBUSTING 

LEER ANTES HISTORIAS DE PATRICIA PARTE 1 Y 2.

ORIGINAL DE ZATN

Las siguientes historias Ultracortas, son una continuación de Historias de Patricia parte 1 y 2, dan algunas explicaciones y veremos algunos finales felices.



                                     HISTORIA EXTRA 1: EL PLAN MAESTRO.
                                                                         
   Tras la escena del Motel con Patricia, Israel se encuentra con un joven en un parque: 

   “todo resulto como planeaste, me la comĆ­ y la mandĆ© al diablo!”.

   Desconocido: “se lo merecĆ­a, ya estaba demasiado engreĆ­da, debĆ­an enseƱarle a perder alguna vez”.

   Israel:“pero sabes, es una perra y una traicionera!, hasta me quiso dar en las bolas de la rabia con la que la dejĆ©… pero eso sĆ­, estĆ” bien buena tu prima, Manuel”.

   Manuel es el desconocido que planeó toda esta intriga contra Patricia. (leer historias de Patricia parte1)

   Manuel: “eso es cierto, pero ahora la otra parte de mi plan maestro”.

   Israel: “plan maestro?, si claro! igual de engreĆ­do que tu prima… oye! tuve que partirle la cara a un tipo que ni conocĆ­a, a eso llamas un buen plan?”.

   Manuel: “bueno tu sabes Karate y…bueno…”.

   Israel: “ y que tiene que ver que practique Karate?...que justificación das?.

   Manuel: “bueno ya, cambiemos de tema”. Israel le continĆŗa reclamando sin Ć©xito.

   Al dĆ­a siguiente Manuel envĆ­a una carta anónima al entrenador Marcos, dĆ”ndole un plazo de 3 dĆ­as para terminar su relación con Patricia o las directivas de la Universidad se enterarĆ­an de todo.

   Obviamente el viejo Marcos renunció a Patricia.

   Su Plan “Maestro” fue un Ć©xito.


HISTORIA EXTRA 2: MADRE ARREPENTIDA.

   Tras el pleito y escĆ”ndalo en la Universidad, Francisca contó su “pequeƱo altercado” con Patricia, provocando de nuevo el enfado de su hijo, a quien no agradaba que su madre se entrometiera en sus problemas.

   Lo Ćŗnico relevante de esa conversación fue la  siguiente parte.

   Francisca: “lo lamento por ese anciano…”.

   Simón: “cual anciano?”.

   Francisca: “un hombre con ropa deportiva, debe ser algĆŗn entrenador”.

   Simón: “el entrenador Marcos…solo puede ser Ć©l, que pasa con Ć©l?”.

   Francisca: “Marcos?...pues veras hijo…Ć©l se entrometió, me separó de esa perra y yo estaba enfadada…yo…”.

   Simón:“tĆŗ que?.. Que hiciste?”.

   Francisca: “no debĆ­ hacerlo. Le…Le apretĆ© los huevos”.

   Simón:“queee!!!!!!”.

   Francisca: “lo hice muy fuerte…se los retorcĆ­…querĆ­a que me soltara. Oh, que hice!”.

   Simón se santiguo, recordó la patada en las bolas que Pablo le dio…eso dolĆ­a mucho: 

   “mamĆ” estas mal de la cabeza!”.

   Francisca: “no digas  eso…es que estaba enfurecida… Oh, pobre viejo!, debo disculparme con Ć©l…Marcos es que se llama?”.

   Simón: “si, el entrenador de fĆŗtbol Marcos Pereira…debes disculparte…pero discĆŗlpate ya!”.

   Francisca: “espero me perdone”.
   
   Simón: “aunque pensĆ”ndolo bien, no es conveniente que lo hagas hoy”.

   Francisca: “tienes razón, dejarĆ© que pasen unos dĆ­as…para que se calmen las cosas”.


   NOTA: Durante la conversación, Simón noto que su madre tenĆ­a un sostĆ©n empuƱado en la mano… no quiso saber mĆ”s nada… pero sabrĆ”n ustedes que era el brasier de Patricia, un trofeo de su triunfo para La mujer.


HISTORIA EXTRA 3: COMPENSACIƓN PARA MARCOS.


   Algunos dĆ­as despuĆ©s del incidente, Francisca llega a la oficina del entrenador Marcos, quien al verla retrocede asustado, con una mano oculta su entrepierna.

   Marcos: “QUE HACE AQUƍ?...ALƉJESE DE Mƍ!”.

   Francisca: “no!, espere, no se asuste, seƱor…no le voy a hacer nada”.

   Marcos: “QUE QUIERE?”.

   Francisca: “mire seƱor Marcos, vine a disculparme…yo, no debĆ­ lastimarlo, estaba enfadada, no sabĆ­a lo que hacĆ­a, lo siento en verdad”.

   Marcos: “eso dice ahora, discĆŗlpese lo que quiera, pero me fastidió las pelotas”.

   Francisca: “oh Dios!, le cause algĆŗn daƱo serio?”.  

   Marcos: “Gracias a Dios no, pero no es eso... aun me sirven!, me referĆ­a a que me causó un gran dolor”.

   Francisca: “perdóneme se lo ruego”.

   Marcos: “olvĆ­delo, jamĆ”s le perdonarĆ© este abuso!”.

   Francisca: “mire harĆ© lo que usted quiera…dĆ­game!, dĆ­game que quiere que haga y lo harĆ© por usted”.

   Marcos observa a la mujer, noto que llevaba un envidiable escote…el maduro hombre de inmediato se excitó, desde que terminó su relación con Patricia, no habĆ­a gozado sexualmente.

   Piensa:-que escote!, esa mujer esta buena tambiĆ©n-.


El escote de Francisca.


   La mujer nota la fija mirada del anciano, y se da cuenta que estĆ” centrada en su escote…enseguida observa su entrepierna ahora desprotegida y nota que tiene el falo erecto…se molesta.

   Francisca: “VIEJO VERDE!es usted un pervertido!…estĆ” pensando en…Oh! olvĆ­delo!”.

   Marcos: “pero usted dijo lo que yo quiera”.

   Francisca: “pero eso no, deberĆ­a…deberĆ­a…”.

   Marcos se cubre la entrepierna con ambas manos: “no!, no se enfade!”.

   La mujer al notar lo alarmado que se puso el viejo, se tranquiliza: “Ok, cĆ”lmese, no le voy a hacer nada, ya se lo dije, pero soy una mujer seria y jamĆ”s me rebajarĆ­a a algo tan sucio…aunque fuera por una disculpa”.

   Marcos: “entonces mĆ”rchese seƱora, no la disculparĆ© jamĆ”s…vĆ”yase!, se metió usted con mis bolas, no se lo perdonarĆ© en lo que me resta de vida!”.

   Francisca se va a retirar, en su mente esta algo molesta por lo pervertido que resultó el entrenador deportivo…pero a medida que se acerca a la puerta, no puede dejar de pensar en la deuda que tiene con el anciano…en verdad quiere su perdón.

   Francisca tras pensarlo muy bien decide ceder un poco: “y…y si…y si se la chupo?”.

   Marcos ya daba por perdida la posibilidad de un goce inesperado, asĆ­ que ante la propuesta de la mujer,aceptó de inmediato: “si, acepto!”.

   Francisca: “entonces estamos claros?, no tendremos sexo, Ok”.

   Marcos: “si, chupĆ”rmela no es sexo, pero aceptarĆ© la mamada como disculpa, chĆŗpemela, pero con gusto”.

   Francisca resignada: “de acuerdo”.

   Marcos: “fue buen negocio al fin y al cabo”.

   Francisca se acercó al entrenador y procedió a arrodillarse ante Ć©l.

   Marcos: “pero te tragas mi leche”.

   Francisca protestó, levantĆ”ndose: “OLVƍDELO VIEJO ASQUEROSO!…no me he tragado ni la de mi marido!”.

   Marcos: “asĆ­ que es casada?, eso da mĆ”s morbo…”.

   Francisca: “me voy!”.

   Marcos: “espere mujer…negociemos…Ok, usted gana, no se lo trague, pero si deje que se lo eche en la boca…le recuerdo el daƱo que me hizo, consiĆ©ntame en algo por Dios santo!”.

   Francisca aceptó el pacto: “pero cuidado con pasarse de listo de alguna forma, mire que tendrĆ© sus bolas al alcance de mis manos… alguna cochinada de su parte y se las retuerzo!”.

   Marcos:“se lo juró!, no intentarĆ© nada”.Mientras tanto por precaución, una vez mĆ”s se cubrĆ­a los genitales.      

   Francisca: “MĆ”s le vale o lo hago gritar, se lo juro, viejo, lo hago gritar!,…asĆ­ que pórtese bien y me portarĆ© bien con usted”.

   Con Francisca una vez mĆ”s de rodillas, el viejo procedió a abrir su bragueta, dejando salir a su viejo amigo.

   Marcos: “podrĆ­as quitarte la blusa?”.

   Francisca lo miro con enfado: “ya va a empezar con sinvergüenzadas?, mire que ya se lo habĆ­a advertido”.

   La mujer representó con sus dedos las esferas que le puede lastimar.

Francisca expresa con sus dedos lo que le puede lastimar sino se comporta.

   Marcos se alarma y aclaró de inmediato: “cĆ”lmate por favor, solo es que quiero excitarme mejor, no seas mala!, solo quiero verte sin blusa, aun te quedas en sostĆ©n…no estas mostrando nada, concĆ©deme eso…mira que no es nada”.

   Francisca cede y se retira la blusa, el ver el brasier de encajes excita en verdad al viejo Marcos, cuya verga se enciende como un juvenil.
   
   La experimentada  mujer humedece sus labios y lengua previo a abordar el falo del viejo…la imagen de esa linda boquita sobreestimula el viejo corazón del entrenador.


Linda Boquita.

   AsĆ­ inicia una memorable sección de sexo oral, Francisca lentamente palpa con su lengua la punta del viril miembro, bajando gradualmente hasta el tronco y base del viejo falo.



Punta                                                                            Tronco y Base.

   Ya estuvo bueno de caricias de lengua, y la mujer introduce el dulce miembro en su boca, primero el glande y poco a poco traga mĆ”s y mĆ”s carne caliente, la succión casi hace eyacular al viejo, quien se esfuerza en aguantar…no se vendrĆ” tan rĆ”pido!....verĆ” el cielo el mayor tiempo posible.


 














Sexo oral en toda su expresión.


   El viejo Marcos gozaba como nunca, esta mujer era una experta haciendo sexo oral, superaba en tĆ©cnica a la joven Patricia….obviamente tiene mĆ”s recorrido y debe conocer todo tipo de maƱas sexuales.

   El viejo no querĆ­a dejar ir a tremenda mujer tan fĆ”cilmente…como podrĆ­a retenerla?, como hacer que se volvieran a ver y le repitiera la sección oral…era casi imposible, Ć©l ya habĆ­a pactado disculparla y no podĆ­a echarse para atrĆ”s…ella simplemente no aceptarĆ­a hacerle una mamada de nuevo.

   Mientras en viejo disfrutaba la mujer pensaba:-Maldito viejo, lo que me hizo hacerle…pero querĆ­a esa disculpa como fuera-.

   Ummm, Ummm(expresaba mientras la verga le llegaba casi a la garganta);

   -Miserable!, la tiene vieja, pero se deja consentir bastante, sin duda es una  buena polla…de joven debió usarla bastante…seguro era todo un semental! -.

   El lĆ­mite del anciano llegó al fin y apretó los ojos… la mujer atenta al palpitar del miembro viril en su boca, esperó el lĆ­quido masculino.

   Un abundante lote de oloroso semen invade la boca de Francisca, quien observa como el hombre esta jadeante y gozoso.

   El lĆ­quido es demasiado, el condenado anciano habĆ­a ayunado bastante con la separación de Patricia; La eyaculada se derrama goteando de la pequeƱa boca de la mujer.

   Francisca quien guardó todo el semen posible, pasa a escupir con cuidado la blanca y espesa carga.

Marcos eyacula en la boca de Francisca.

   Para el anciano la sensación es gozosa!, desde que terminó con Patricia no habĆ­a vuelto a sentirse tan bien; era un viejo que gustaba de los tres placeres en la vida: Alcohol, tabaco y… el sexo!, tenĆ­a a gusto los otros dos, pero como extraƱaba en sexo!, una mamada gratis entraba hoy como sexo.
                                           

Alcohol y Tabaco…le faltaba el Sexo.

    Francisca en silencio se levantó y fue a lavarse la boca a un baƱo cercano.

   Marcos no se resignaba a que esta fuera el Ćŗnico encuentro con esa experta dama; pensó algo desesperado, pero se rindió:-ella es casada!…si la chantajeara con decirle al marido, la obligarĆ­a a estar conmigo para mantenerme callado…pero que digo?,  no!, no resultarĆ”!, esa mujer es muy violenta, como le salga con eso, de seguro me deja sin huevos esta vez… en esos ojos veo que es muy capaz de algo tan perverso, definitivamente no tentarĆ© mi suerte, me la chupó y ya, lĆ”stima-.

   Ya aseada la mujer se despidió dejĆ”ndole claro las cosas a Marcos: “ya cumplĆ­ lo prometido…se nota que le gustó, ya no tengo deudas con usted”.

   Marcos: “si, gracias por su disculpa…la aceptĆ© gustoso…la disfrutĆ© en verdad!”.

   Francisca: “Adiós seƱor”. 


HISTORIA EXTRA 4: FINAL FELIZ PARA SIMƓN?...YA VEREMOS!

   Tras el oral dado por Francisca al entrenador Marcos, la mujer camina de vuelta a casa…no deja de mover su boca, aĆŗn puede saborear el semen del adulto mayor.

   La mujer considera que su actuar no fue para nada normal: “necesitarĆ© un Psicólogo?”.

   AhĆ­ se da cuenta que estĆ” cerca de consultorio del Psicólogo de su hijo Simón  y lo conocerĆ”: “tal vez le pida una cita para mĆ­”.

   La Madre una vez mĆ”s estĆ” sobre preocupada por la salud mental de su hijo, debe hablar con el Psicólogo a ver cómo sigue su amado retoƱo.

   Desde el principio quiso charlar con el  Profesional, pero ante la repetida excusa de su hijo “…ya veremos…”, no habĆ­a podido reunirse con el terapeuta.

   Decidida entrarĆ” al consultorio a verle,  ademĆ”s por la hora que es, Simón debe estar en ese momento en terapia con Ć©l.

   La entrometida madre entró a un extraƱamente vacĆ­o consultorio, al parecer la secretaria habĆ­a salido y no habĆ­a mĆ”s pacientes en espera, pensó que no era extraƱo ya que la cita de Simón era la Ćŗltima del dĆ­a.

   Pero mamĆ” se sorprendió al saber que el Psicólogo no era Ć©l, sino ella…lo que generó una sospecha en Francisca.

   SimultĆ”neamente  imaginó a la terapeuta analizando a su hijo…la tĆ­pica mujer de lentes, traje serio y dedicada profesional


La tĆ­pica terapeuta seria.

   Pero sus malas sospechas se hicieron realidad al colocar el oĆ­do contra la puerta.
Al instante escuchó gemidos y jadeos.

   Francisca: “Oh Simón!, con razón las evasiva con el… ya veremos…  veo ahora  que estas MUY traumado!,  traumado por esa Psicóloga!, eres un  perro!”.

   Ahora imaginó a la terapeuta, de una forma mĆ”s realista.

Tal vez así se vería la Psicóloga.

   La sobreprotectora  madre se escandalizaba con lo que oĆ­a:

   Simón: “mira que gran trauma tengo hoy!  Oh..Oh”.

   Psicóloga: “si!, ya veo!, Ahh… Ahh, un trauma Muuuy duro!”.

   Simón: “Oh doctora! AyĆŗdeme con este Trauma! Uhh…Uhh ”.

   Psicóloga: “en eso estoy  querido, Ah… Ah…Ah, usarĆ© todo mi entrenamiento profesional!”.

   La madre sonrió: “que rayos!,  Oh! por lo menos mi hijito ya estĆ” bien, y vaya que lo estĆ”!, me alegro como madre…”, Ahora se tornó seria “…pero cuando llegues a casa hijito, ya veremos!,ya veremos si saldrĆ”s impune de esta!, vas a responder muchas preguntas!, te lo aseguro!”. 


Fin.

Gracias.
Comentarios a zatniktiel@hotmail.com



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