Historia de Pedro Alfeñique (3/3): En defensa del honor familiar - Las Bolas de Pablo

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6 may 2015

Historia de Pedro Alfeñique (3/3): En defensa del honor familiar


HISTORIAS  DE PEDRO ALFEÑIQUE.

   Pedro Coronado es un hombre de 20 años, siendo de padres de estatura promedio, padece de enanismo, midiendo actualmente 1 metro 10 centímetros; Es un sujeto trabajador y muy querido en su barrio, vive en una ciudad centroamericana, y por su estatura le colocaron erróneamente el apodo de “Pedro Alfeñique”, si bien la palabra no tiene relación con la estatura, la gente ignorante que le conocía continuó llamándole así y a Pedro no le importaba en los más mínimo.

   A continuación conoceremos algunas anécdotas de Pedro en su vida cotidiana, en las cuales hay presentes golpes bajos.

Pedro “alfeñique”.

   Notas:
   1. Alfeñique: En Español, Persona de aspecto delicado y constitución física débil.
 2. ENANISMO: El enanismo es una anomalía por la que un individuo tiene una talla considerablemente inferior al común de su especie. Entre los humanos, suele considerarse enano el hombre que mida menos de 1,40 metros, y enana a la mujer que mida menos de 1,30 metros, es decir, estadísticamente por debajo de tres desviaciones estándar de la media de la población. Algunos enanos, sin embargo, no han sobrepasado los 64 cm al alcanzar la madurez esquelética.

HISTORIA 3: EN DEFENSA DEL HONOR FAMILIAR.

   Contiene Ballbusting  Hombre/Hombre  Y Cuntbusting  Mujer/Mujer.
   
   Cuntbusting: Práctica sadomasoquista, donde se golpean los genitales femeninos, es la versión femenina del Ballbusting.

   Continuación de la situación ocurrida al final de  la HISTORIA 2: SECCIÓN DE BALLBUSTING CON PEDRO ALFEÑIQUE. 

   Adriana Coronado de 19 años es la nueva empleada de aseo del Motel, al entrar en la habitación descubre un grotesco espectáculo…mezcla de fluidos por todos lados y … a su hermano mayor!, Pedro Coronado, dormido y esposado a la cama.

   La vergüenza hace a la joven salir de la habitación, Pedro quiere ser tragado por la tierra.

   El Administrador y su ayudante, se burlan complacidos de lo que debió presenciar la nueva empleada…a continuación liberan al pequeño cliente, quien sin perder el tiempo abandona el sitio.

   Pedro camina rumbo a casa cabizbajo, repasa en su cabeza cómo sucedieron las cosas….una noche de tortura proporcionada por esa maldita perra de nombre Paola, de inmediato…vuelve la imagen de esos enormes pechos que le hipnotizaron, y que esa malvada mujer usó descaradamente para hacerle bajar la guardia a cada rato.

   Pedro pensaba: -esa maldita jugaba conmigo, usaba sus tetonas para distraerme…. Caí siempre en sus tretas, Oh pero que pechos!, me vuelven loco!, como quisiera seguir cojiéndomela!, que mujer!-.


Las tetas de Paola, lo que más desea Pedro.

   Y es que Pedro ahora rememora la otra parte de la noche… una orgía de pechos, lamidas,semen y líquidos vaginales que le hizo ver el cielo.

   Pero vuelve al presente: “Oh Dios mío!”.

   Su hermana Adriana le había visto en ese Motel esposado, y totalmente desnudo…con semen por toda la habitación.

   Era la mayor vergüenza de su vida, su hermanita había sido testigo de sus perversiones.

   Ahora con qué cara la miraría a los ojos.

   Finalmente  decidió mantenerse alejado de su hermanita, evitar hablar con ella; Adriana debía verlo como un pervertido, un hombre sucio… en realidad  lo era!, pero no esperaba que su familia se enterara de eso…y de una forma tan  vergonzosa!.

   Pasaron unos días y Pedro retomó su vida cotidiana.

   Durante estos y una vez superado su impacto inicial, Adriana  le pidió a su hermano mayor…de la forma más seria posible, que le contase lo ocurrido en ese Motel....

… pero Pedro simplemente no decía nada. Adriana se enfadó más de una vez por su falta de confianza en ella.

Finalmente llegamos a la tarde del día de hoy, Adriana está sola en casa, cuando llega alguien.

   La joven le permite  la entrada a Francisco, un joven de 21 años, compañero de la Universidad, con el que mantiene una relación de amistad  desde hace una semana.

   Pero esta tarde, Francisco viene a cambiar  esa relación de amistad por algo más.

   La joven estaba algo insegura de avanzar tan pronto, pero Francisco es un hombre muy insistente y sin ninguna duda busca por todos los medios que la bella joven le dé un delicioso premio.

   Adriana sabe que no habrá nadie en casa: “no hay nadie esta tarde, mi madre salió y mis hermanos vendrán hasta la noche”.

   Francisco: “Oh, es mejor aún no conocer a mi futura suegra”.

   Adriana: “oye! No vas algo rápido?”.

   Francisco: “sólo es broma”.

   Adriana: “sabes?, tienen algo en común…es tu femenino de nombre”.

   Francisco: “así que se llama Francisca?, buen nombre”.

   Adriana: “aunque no es de tan buen genio como tú y yo”.

   La tarde apenas si transcurre mientras los dos jóvenes se besan en plena sala, Francisco no puede esperar más y ese sitio  será el lugar donde se cogerá a la chica Coronado.

   Adriana responde al estímulo de “su  hasta hoy amigo”, se deja llevar por la calentura y permite le retire blusa y falda.

   Ahora el pervertido amigo, la degusta….una bella ropa interior purpura desencadena una mayor pasión en el joven; sus ropas desaparecen de inmediato y quedándose en bóxer, besa el cuello de su “amiga”.

   Agarra sus amplias caderas, y se muerde el labio deseoso por lo que viene…. casi la quiere literalmente devorar.




Francisco degusta el cuerpo de Adriana.


   El pene de Francisco está a todo vapor y sus testículos llenos de leche y produciendo aún más!.Todo ese esperma terminara de una u otra forma en la vagina de Adriana Coronado.

   La mujer toma la iniciativa y se desnuda ante la boca abierta del moreno joven.

   Adriana se recuesta en el piso y  Francisco que hace volar sus bóxers en un parpadeo, se arrodilla ante ella…mostrando sus excitados genitales.

   Ante la espléndida vista, Adriana toma con delicadeza los testículos del varón. Quien gozoso a más no poder, exclama: “eso es!….consiéntemelos”.

   Adriana: “son muy lindos, y parecen que están llenos”.

   Francisco: “claro que están llenos…y cada gota es para ti”.

   La mujer se apodera de las afeitadas gónadas de Francisco, suspirando contra ellas, el contacto del tibio vapor provoca cosquillas en el sujeto; Unas ricas lamidas, hacen gotear sin parar el pene del hombre.

   Ahora es el momento de besar huevos.



Adriana acaricia los huevos de Francisco, se los besa.

   Mientras esto sucedía en la sala del hogar Coronado, Pedro Alfeñique iba por la calle, algo molesto, tenía una salida planeada con una chica, pero todo se arruinó al estar ella enferma de gripe… porque rayos no la llamó antes? Así no hubiera ido en vano.

   Abre la puerta de su casa, y observa sobre el piso de la sala a su desnuda hermanita y a un moreno hombre sobre ella a punto de hacerla suya.

   La pareja le está dando la espalda a la puerta, así que no lo notan llegar.

   Francisco: “aquí voy”.
   
   Adriana abre sus piernas… una invitación que complace al fogoso varón, quien se coloca entre ellas y apunta su glande a esa rosada cueva.

   Pedro tiene una mirada trasera de los genitales del hombre, observa unos negros huevos colgando y bamboleándose hacia atrás, previo a metérsela  a Adriana.

   Cuando Francisco está por penetrarla, Pedro avanza ágilmente y toma los huevos del moreno joven con sus pequeñas y rudas manos.

   Francisco es interrumpido en su momento de gloria, el hombre siente como toman sus más delicadas glándulas: “pero qué?”.

   Pedro cierra sus fuertes deditos contra los ovoides genitales de Francisco; quien abre los ojos y suelta un atronador grito:

   “AAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!”.

   Pedro:“maldito perro!!!!!!!!!!”.

   Pedro le retuerce los huevos del azorado varón.



Dolorosa  retorcida.

   Adriana atónita, no sabe que sucede, por un instante cree que le golpeó en algún lugar delicado sin ella darse cuenta, pero oye la voz de su hermano Pedro, y ladeando la cabeza observa a su alfeñique hermano apoderado de los cojones de su “amigo”.

   Adriana: “Pedro?, que haces aquí?. Dios mío!…  Pedro suéltalo!”.

   Pedro jala los huevos del pobre sujeto, traiéndolos hacia su persona.

   Francisco queda con la boca abierta sin emitir sonido alguno.

   El Alfeñique refuerza el apretón testicular.

   Es una tortura, Francisco esta totalmente ido, siente tal compresión, como una pinza aplastando una nuez.




Las pobres nueces de Francisco.


   El joven se retuerce sobre Adriana, su saliva en forma de espuma sale por su boca a salpicones…

    Adriana ve los ojos de Francisco en blanco: “ya basta, ¡SUÉLTALO!”.

   Por fin el hermanito suelta su presa, Francisco colapsa sobre la hermana,quien lo retira de encima suyo y trata de atenderlo.

   Adriana: “estas bien  Francisco?...responde , por favor”.

   Es inútil, el moreno joven está inconsciente.

   Adriana preocupada le mueve tratando de hacerlo reaccionar.

   Pedro que de lejos le observa, sabe que perdió el conocimiento: “es inútil!, se desmayó!”.

   Adriana: “pero qué diablos te pasa Pedro!, por qué le hiciste eso! ”.

   Pedro: “lo hice porque te iba a coger, no permitiré eso!”.

   Adriana: “ yo sé eso, tonto!, el no intentaba nada malo, yo estaba de acuerdo!”.

   Allí el Alfeñique lanza a su hermana sus prendas tiradas  para que cubra su desnudez.

   Sin dejar de atender al inconsciente hombre, Adriana se coloca la blusa.

   Adriana: “Oh pobre Francisco…..reacciona amor”.

   Pedro: “no te preocupes tanto, déjalo y ya!, volverá en si en un rato”.

   Adriana se calma un poco, parece que su hermano tiene razón, el sabrá más de eso y además ella nada puede hacer ahora.

   La chica se incorpora y camina hacia su hermano quien se recostó contra la pared.

   Adriana: “estás loco Pedro!, hacer semejante cosa…entérate que era mi deseo estar con él…eres un gran tonto si pensaste que me estaba forzando”.

   Pedro: “sé que estabas de acuerdo... eso se notaba, pero te salvé de cometer un grave error”.

   Adriana: “cual error?”.

   Pedro: “ a él lo reconozco,se llama Francisco, no?... es un Perro!, te debe de estar cayendo desde hace poco, o me equivoco?... lo único que busca es tu vagina y nada más”.

   Adriana: “pues eso también lo sé!,  Dime algo que no sepa tonto!”.

   Pedro sorprendido avanzó haca su hermana: “lo sabias?”.

   Adriana: “claro que sí”.

   Pedro: “cómo puedes aceptar estar con un tipo como ese!, y es más, en plena sala de la casa!”.

   Adriana: “hermanito sé muy bien lo que él quería, de hecho yo lo quería así… que me cogiera, pasar un rato rico, y  si las cosas no funcionan entre los dos, entonces si mandarlo a volar!”.

   Pedro: “que cosas dices?, si apenas eres una jovenzuela!”.

   Adriana: “Hermano, deja de verme como a una niñita, ya soy una mujer, una mujer hecha y derecha, una que sabe lo que hace”.

   Pedro: “pero yo creía que…”.

   Adriana: “creías que era una niña ingenua?, hermanito no te culpo por verme así, pero ya he estado con hombres…todos tienen pene y bolas... sé que esperar de ellos”.

   Pedro: “ya no te conozco”.

   Adriana:“no digas eso, sigo siendo la misma buena hermana”.

   Pedro: “Aun así no sabes en la que te metes…ese Francisco no es de fiar, te iba a coger quisieras o no, así es su forma de ser”.

   Adriana: “sé que tipo de hombre es Francisco, y te aseguro que no creo lo que dices Pedro, lo inventas para que no me junte con él…pero aunque así fuera, soy capaz de valerme por mi misma”.

   Pedro: “que va!, no eres capaz de nada!…como podrías tu….aahhhhhhh!”.

   Adriana se inclinó, guió su mano contra la entrepierna de su hermano y le tomó intempestivamente  de los huevos.


Adriana le coge los huevos a Pedro.

   Pedro se vio cogido de los huevos, quedó estupefacto: “Que haces!!!!”.

   Adriana: “que no soy capaz de qué?... sé defenderme Pedro!”.

   Pedro pálido como un anémico: “no vayas a apretar, por favor!”.

   Adriana: “Pedro, sé cómo lastimar a un hombre… hermano, si  quisiera te haría llorar, pero jamás te lastimaría mi queridísimo hermanito”.

   Pedro: “suéltame ya,  o te acuso con Mamá!”.     

   Adriana sintió una helada sensación y una gota de sudor descendió por su frente… su madre?, la acusaría con su madre?.

   De inmediato soltó los cojones de su hermano.
  
   Adriana: “Ok, Ok, te dejo, pero no metas  a Mamá en esto!, eso no es justo Pedro!”.

   Pedro, se tocó las bolas, cómo cerciorándose que estaban allí: “tampoco quisiera que Mamá se metiera en nuestros asuntos, pero no me dejabas de otra”.

   Adriana: “nunca le digas esto a Mamá….prométemelo!, mira que solo bromeaba”.

   Pedro: “está bien!, además recuerda que ella solo se preocupa por  Simón”.

   Adriana: “es lógico, una madre sobreprotege al hijo menor”.

   Pedro: “Ella siempre ocupada con su Simón, su Simoncito… su hijo consentidito”.

   Adriana: “Oh Pedro no te burles, es algo normal y además, ahora con el problema de Simón y  con eso de sus visitas al Psicólogo…”(Leer relato Historias de Patricia 2/2).

   Pedro: “Psicólogo?, Jaja! Oh Mamá y tú siempre tan ingenuas!”.

   Adriana: “a qué te refieres?”.

   Pedro: “no nada, sólo olvídalo, sigamos en lo que estábamos”.

   Adriana: “está bien, sólo no vuelvas a meter a Mamá”.

   Una vez más el temor de los descendientes de la familia Coronado por su Madre queda evidenciado.

   Pedro: “pero volviendo al tema…que diferente estas hermana, ahora veo que ya eres una mujer. Por fin me doy cuenta”.

   Adriana: “gracias hermano, pero te tardaste”.

   Pedro: “no me puedes culpar, casi no se de ti desde que dejamos la escuela, vives una vida aparte de tus hermanos”.

   Adriana: “perdón por eso, pero simplemente así soy yo, además lo mismo es contigo…y también con Simón, simplemente somos aislados entre nosotros”.

   Pedro: “sabes, quisiera que me tuvieras más confianza,  eres mi hermanita y es mi deber cuidar de ti, sobre todo de esos perros que andan por ahí…como ese Francisco”.

   Adriana: “pero si tú también eres así Pedro!”.

   Pedro: “cómo puedes decir esas cosas, eso no te consta”.

   Adriana: “vamos Pedro, todos en esta casa sabemos de tu vidanada reservada, también eres un perro!, perdona que te lo diga así,pero es la verdad!…te acuestas con cada mujer que vez”.

   Pedro: “que…que dices?”.

   Adriana: “no lo niegues, es la verdad!;  Además, hablas de que te tenga más confianza, pero tú no la tienes conmigo!”.

Pedro: “cómo puedes decir eso?”.

   Adriana: “lo digo porque es cierto, por ejemplo…me ofendió que no me contaras  lo ocurrido en el Motel; Tenme confianza y será igual de mi parte querido hermano”.

   Pedro apenado analizo la situación planteada por su hermana y consintió: “perdón por no decirte nada, me daba pena, pero veo que es justo lo que pides…de acuerdo!, te contaré lo que me pasó esa noche”.

   En ese momento despertó Francisco en un mar de quejas.

   Francisco: “OOuuchhhhhhh, mis huevos…ayyyy, ayyyy!”.

   Pedro avanzó hacia el moreno: “es hora que se marche”.  Adriana le detiene  y calma  a su hermano: “no!, déjame a mi …yo lo despacho…pero trata de ser amable”.

   Adriana auxilia a Francisco, quien con la ayuda de la chica se levanta tambaleante.

   Francisco aún está perdido en su mente, el dolor lo tiene en otro mundo, aún no sabe que sucedió.

   Adriana avergonzada le informa: “perdón!, mi hermano confundió las cosas, creyó que estabas abusando de mi”.

   Francisco adolorido vio a Pedrito Alfeñique, quien le saludo y con una falsa sonrisa dijo: “eh, lo siento por apretarte las bolas…”.

   Adriana: “por favor Francisco, perdónalo, nunca lo hará de nuevo”.

   Mientras Adriana le ayudaba a vestir, Francisco algo molesto, pero indignado por el supuesto malentendido expresó a su agresor: “yo, yo..Jamás le haría algo, soy buena gente, tu hermana me gusta y…”.

   Pedro se cansó de tantas tonterías y fingió estar  molesto: “y que?, querías gozártela así nada más?...mira tipo... mejor vete ya, no sea que decida no creer en tus buenas intenciones  y te deje sin bolas el día de hoy!”.

   Francisco al oír aquello, sintió fuerzas renovadas…pero para dejar esa casa de locos: “me voy!”.

   Adriana: “Pedro!”.

   Pedro: “que se vaya y ya!”.

   Adriana acompañó al pobre Francisco a la puerta, alejados de su criminal hermano pudo hablar con confianza: “lo siento querido, espero estés mejor para mañana…te prometo que mi hermano jamás se volverá a entrometer….y te compensaré por lo que sufriste, te lo aseguro… es mi deber corregir los errores de mi hermanito”.

   Un beso en los labios del joven le levantó algo el ánimo.

   Adriana: “mañana te haré olvidar todo esto…en tu casa….tendrás una noche que no olvidaras querido”.

   El moreno se marchó cojeando, con una mano en la entrepierna…pero entusiasmado por el mañana.

   Tras irse, la hermana regreso a la sala, donde Pedro la esperaba sentado.

   Adriana: “tienes razón, es un perro y solo quiere cogerme!, pero tal vez le consienta un poco estos días…lo lastimaste feo Pedro!...debiste disculparte sinceramente;  ese chico perro o no, se merece alguna compensación”.

   Pedro: “pero no le compenses acostándote con él!”.

   Adriana: “ya veremos…Oh pobrecillo!…en verdad se merece algo lindo”. 

   Pedro pensó:- no tiene remedio, igual se acostará con él-.

   El alfeñique lanzó una amenaza como última esperanza: “mira Adriana como sepa que te acostaste con el…te acuso con Mamá!”.

   Adriana: “Oh, esa amenaza ya no te la creo!, Ella es tan tenebrosa que jamás le contarás esto; sabes bien que si hablas con ella, de una u otra manera también terminaría castigándote a ti!”.

   Pedro: “en eso tiene razón!”.

   Adriana: “bueno, cuéntame ya lo del motel”.

   Pedro contó todo, cómo tras la pelea por Margarita, Paola le ofreció sexo;  Para después tomar sus testículos como balón de fútbol y demás.

   Durante el relato Adriana no dejaba de asombrarse con  lo padecido por su hermanito y lo despiadada de esa mujer.

   El enterarse que todo se debía a una especie de conducta pervertida llamada Ballbusting llamó algo su atención.

   Adriana: “cómo es que se llama eso de patearle sus cosas a un hombre?”.

   Pedro: “Ballbusting!, se me quedó el nombre…además lo busqué…es algo despiadado!”.

   Alfeñique continuó contando se extraña experiencia.

   Pedro: “… y en cierto momento me pateo muy duro y creo que me desmayé”.

   Adriana: “que maldita mujer….como se atrevió a hacerte todo eso!, maldita!”.

   Pedro: “y …me dejó esposado a la cama. Se fue la condenada y entonces entraste tú”.

   Adriana: “óyeme, no nací ayer Pedrito, falta un pedazo de historia…como se supone que llegó tanto semen tuyo a todos los rincones del cuarto?”.

   Pedro: “está bien, lo confieso!... luego desperté  y tuve sexo con ella”.

   Adriana. “más que sexo, si me preguntas…para dejar ese cuarto así; pero definitivamente eres un perro hermanito, esa vieja te pateó y repateó las bolas y aun así te acuestas con ella?…no tuviste alguito de rencor por ella?… pero si te golpeó lo que los hombres más aprecian”.

   Pedro negó con la cabeza.

   Adriana., “nada?...o por lo menos algo de prevención o autoprotección?;  pues parece que no, ya que te acostaste igual!”.

   Pedro no pensó en lo que salía de su boca y expresó: “Es que sus tetas son….Oh perdón!”.  
   
   Había hablado de más.

   Adriana: “si!, eso supuse, resultaste ser bastante pervertido…y adicto a las tetas, no es así hermanito?”.

   Pedro: “no es verdad!”.
   Adriana: “no lo niegues, además ya recuerdo a esa Paola…la he visto alguna vez…es tetona!;  entiendo!, te engatusó con sus atributos”.

    Para Pedro Alfeñique contar todo a su hermanita era el colmo de la incomodidad.

   Adriana: “uso tus debilidades masculinas”.

   Pedro: “obvio, se pasó el rato aporreando mis cojones”.

   Adriana:“no solo tus huevos…sino tu gusto masculino…sabía que sus tetas te harían caer en sus garras…y se aprovechó de ello”.

   Ya había estado bueno para Pedro…termino la charla y se marchó a su cuarto.

   Pero sabrán que Adriana, pasó la noche investigando sobre el Ballbusting…en su mente de hermana, decidió vengar a su pequeño hermano Mayor; para nada le gustó que esa mujer se aprovechara de él...era un perro, pero aun así, esa Paola debía aprender una lección.

   Adriana resultó ser  una chica vengativa por naturaleza…sin duda heredada de su madre, claro que no se comparaba con su terrorífica progenitora.

   Durante su investigación, la joven halló una contraparte del Ballbusting…el Cuntbusting…en su malévola mente de Coronado un plan tomó forma.

   Unos días después una decidida Adriana llega a una playa privada alejada de la ciudad, Paola se encontraba divirtiéndose allí con algunas amigas. Era una jornada para pasar el tiempo y conocer chicos.

   Adriana tenía un buen plan y había recogido la información necesaria para llevarlo a cabo; con la mirada la ubicó enseguida… Paola era el centro de toda la atención pues estaba en topless.

   Adriana: “desvergonzada!….usando tus atributos sin la menor decencia….así atraes a los bobalicones como mi hermano”.

   Ahí estaba Paola, recostada tomando el sol, con esos enormes  y pesados teteros descansando contra su tórax, los hombres al pasar no pueden evitar verla, es una playa privada, pero no es una playa nudista!, esa mujer les daba un descarado regalo a todos los varones del sitio.


Paola en Topless.

   Adriana la embosca allí acostada, se acerca con un vaso de jugo de papaya.

   Adriana: “estoy aquí en defensa del honor familiar”.

   Paola: “el que?...perdón, nos conocemos?”.

   Adriana: “te gusta el jugo de Papaya?”.

   Paola observó el vaso que la desconocida le extendía y por instinto se prestó a recibirlo.


Adoro el jugo de Papaya.

   Pero Adriana le dejó caer el contenido frutal en la cara, el líquido escurrió por el cuello y los gigantes pechos de la sensual chica.

   La untada mujer se levantó enfurecida: “ESTÚPIDA!!!!, QUÉ TE PASA?”.

   Adriana, actuará ahora…teniendo a Paola de pie frente a ella, le propina un fuerte puntapié contra la entrepierna de la bustona mujer.

   Por desgracia para Paola, el plan de ataque de Adriana incluía calzar botas altas punteadas. Por eso su atuendo fue visto con extrañeza en ese balneario.

   La afilada punta impacta en el área del clítoris….justo donde mayor terminaciones nerviosas hay, sin duda un objetivo planeado con anticipación  y malicia.


Puntapié certero de Adriana.

   Paola siente como el brutal golpe la levanta del suelo algunos centímetros.

   La mujer cubre su entrepierna, arruga la cara por el dolor y colapsa sobre la arena.

   Adriana se jacta y deja claro sus motivos: “Así que te gusta patear la entrepierna delos hombres eh?. A ver qué tal un poco de tu propio chocolate!”.


La adolorida entrepierna de Paola.


   Paola en medio del dolor aprieta los dientes y observa a su agresora; el dolor no la deja incorporar.

   La gente curiosa les rodea. Comentarios van y vienen entre mujeres y hombres en la playa.

   Mujeres a su alrededor creen que es una obvia venganza femenina… se oye entre murmuraciones:  “algo debió hacer la Bustona esa!...”.

   La verdad más de una dama se alegró en secreto, pues la actitud desvergonzada de Paola en la playa, atrayendo a propósito mirada de hombres, generaba en muchas mujeres una sensación de molestia y repudio.

   A los oídos de la adolorida Paola llegan las expresiones del público…el lugar parecía un mercado de pueblo.

    Así exclaman anónimas personas:

   Mujer1: “...Esa tipa le pateo el coño…”.

   Hombre1: “…le dio una patada en su vagina y…”.

   Mujer2: “…esa loca  le punteo la chucha…”.

   Mujer3 amiga de Paola: “le pateó la concha…”.

   Hombre2: “ …patearon a la tetona…”.

   Paola se muere de la vergüenza para goce de Adriana, quien se despide: “adiós, maldita tetas de vaca!”.

   La gente aún atónita ve a la calza botas alejarse en medio de risas...vaya que está trastornada!.

   Más de un hombre tuvo una erección al ver cómo un rato después,  la bella Paola se incorporaba, mientras con una mano sobaba su área vaginal.

   Tras la agresión, Adriana caminaba rumbo a casa con una gran sonrisa pensando: -todo fue en defensa del honor familiar!, hacerle eso a un Coronado y salir impune?...Ja! la próxima te ira peor!-

   Para Paola era un día para olvidar, ni las atenciones  de sus amigas incondicionales, o los apoyos  del anónimo público, le mejoraron el ánimo frente a  tamaña vergüenza.

   Nunca supo la identidad de quién la agredió y de parte de que hombre Ballbusteado venia, pero había quedado claro que por primera vez sus sesiones de golpes bajos tenían una consecuencia para ella…una dolorosa  consecuencia!.

   La mujer continuó con sus visitas a su Motel favorito, y nuevas sádicas sesiones  tuvieron lugar allí, pero ahora con menos frecuencia y asegurándose de convencer bien al hombre antes de proceder al Ballbusting.

   La sádica mujer  terminó creyendo que si abusaba en sobremanera de los chicos sodomizados podría sufrir una venganza peor.

   Bueno, con esto concluyen las historias de Pedro Alfeñique, quien vive una vida de aventuras y emociones…y todavía mantiene  su vida de libertinaje sexual.


Fin.

Gracias
Comentarios a   zatniktiel@hotmail.com


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