Contiene:
-Ballbusting hombre/hombre
I
Nick bajó por la avenida e ingresó al estacionamiento donde Cristóbal el jefe del Club Zafiro le habĆa dicho que lo esperaba. El hombre caminó por el largo pasillo y se escontró con el rubio director usando el celular arregostado en su camioneta.
—Ah, llegaste —le dijo, guardó el objeto en su bolsillo y lo saludó con un calido abrazo y un apretón de manos—. ¿Cómo te va, Nick? ¿Ahora quĆ© planeas hacer ya que hemos eliminado tu equipo de la categorĆa 5?
—Luchar para salir de forma rĆ”pida de la categorĆa 1 —indicó seriamente Nick (aunque dispuesto a aceptar el ingreso a su club si Cristobal se lo pedia)—. Y ver como el Club Diamante que ingresarĆ” por nosotros los elimina.
—¿Diamante? Jajaja. No lo creo, Ali tiene luchadores fuertes pero se desgastarĆ”n… asĆ como les pasó a ustedes que necesitaron renovarse.
—Al grano, Cristóbal, ¿para quĆ© me llamas?
Cristóbal sonrió a gusto.
—QuerĆa hablar contigo, conocer tu posición.
—¿A quĆ© te refieres, Cristóbal?
—Eres un guerrero letal y Adalberto estĆ” orgulloso de ti. ¿Te vendrias a nuestro equipo?
—En estos dias Adalberto esta muy estresado —respondió Nick—, nunca antes habia pensado irme del Club Rubi pero viendo esta ultima humullacion con derrotas tan seguidas. No estaria de mas si abandono ese club y me voy contigo. ¿Que me ofrece? Alla soy el capitan del grupo, merezco la misma posicion en el tuyo
—¿Quieres que despida a Salem y te de su lugar?
Cristóbal sonrió mostrando los dientes:
—SĆ. No es una mala decision.
—Salem es de mis mejores hombres. ¿Por que cambiarlo por ti? Para mas humillacion el nuevo chico que lucho en la batalla millonaria tuvo mas puntos que tu esta temporada.
—Sabes que soy un hombre poderoso. ¿Llegaremos a un acuerdo? ¿Firmare contrato en tu club?
Cristóbal rió con fuerza mientras Nick recibió un duro golpe en la nuca que lo hizo caer inconsciente al suelo.
II
Adalberto se habĆa recuperado del hueco emocional sufrido con la derrota en la Guerra de Titanes. Aceptó la eliminación de su club de la categorĆa y afirmaba que pronto recuperarĆan su puesto en la empresa.
Estaba en su oficina junto a AndrƩs y Alan, los escuchaba hablar de trivialidades mientras usaba el computador.
—AndrĆ©s, ¿viste el resultado de la tabla de posiciones? —le preguntĆ“.
—SĆ, me decepcionó. Los 5 primeros lugares de azul. Fui el Ćŗnico rojo que acumuló mas de un punto en la temporada.
—SĆ y siendo asĆ es bueno para ti y para la empresa —explicaba Adalberto—. Al ser el Ćŗnico que cerró con puntos te toman en cuenta como el luchador mĆ”s destacado del Club RubĆ.
—Oh, vaya. ¿Y me pagarĆ”n por eso?
—No, ya no recibirĆ”s mĆ”s dinero hasta cuando ganemos una pelea de la categorĆa 1.
—Eso espero la Ćŗnica ganancia que vi por estos dias fue la Batalla Millonaria, aĆŗn puedo vivir con lo que ganamos.
En ese momento el celular de Adalberto sonó con una video llamada entrante.
—¿Y este cretino para quĆ© me estĆ” llamando?
—¿Quien es? —quiso saber Alan.
—Es Cristóbal —respondió Adalberto.
—No le contestes.
Sin embargo Adalberto no escuchó y contestó la llamada diciendo una mala palabra.
—Amigo, perdedor —lo saludó Cristóbal sonriendo a la cĆ”mara de su celular—, espero que ya no sigas llorando por tu derrota y por tus huevillos. ¡JAJAJAJA!… Hey, no no cierres. Quiero que veas algo.
—¿QuĆ© quieres, idiota?
—Me emociona mucho que estes sentado porque cuando veas lo que te tengo te vas a desmayar. Pero quiero que sepas que lo hago por tu bien. La próxima semana inicias en la categorĆa de perdedores y quiero fortificar que sepas la clase de canalla que tenias como tu mejor luchador, sĆ, ya sabes a quien me refiero, a Nick.
—¿QuĆ© le hiciste a Nick, maldito?
—Nick es sumamente fuerte, una piedra en el zapato dirĆa yo. Sin embargo yo te quiero ayudar, todavĆa recuerdo que a Ć©l era muy fĆ”cil inmovilizarlo con golpes a las bolas pero el condenado es fuerte. ¿Sabes quĆ© quiero hacer? Fortificarle los huevos, porque todo hombre fuerte debe tener bolas de acero y no de cristal como ahora. DespuĆ©s de todo esto serĆ” todo un hombre y es para su bien. Ademas es un rato te enviare una grabacion para que veas como este tipo te iba a trainicionar.
—¿QuĆ©? ¡NICK, NICK! —gritaba Adalberto, sus acompaƱantes se situaron a su espalda observando el video.
Nick estaba en una especie de galpón ocupaba una silla mientras cuatro hombres fuertes lo sujetaban por sus grandes y musculosos brazos. Nick tenĆa las piernas abiertas y al frente de ellas estaba una gran maquina.
—Nick recibirĆ” sobre sus bolas varias latas repletas de un lĆquido muy pesado —explicaba Cristóbal—, no te preocupes, Adalberto, esto es un regalo que te hago para que no defiendas nunca mas a traidores como Nick.
Nick estaba tratando inĆŗtilmente de soltarse del los varios hombres que le sujetaban, con miedo contempló como desde una altura considerable varias latas amenazaban con aplastarle los grandes testĆculos en su jeans.
El grito que querĆa contener escapó con una voz desaforada cuando una pesada lata se estrelló contra sus gónadas. Nick saltó en el asiento y los hombres que lo sujetaban rieron deleitados por los siguientes sobresaltos que el luchador dio sobre la silla cuando mĆ”s latas golpearon su entrepierna.
Tres latas cayeron de manera consecutiva en los cojones de Nick causandole un potente dolor. Cristóbal reĆa como algunos de los espectadores. No estaban seguros de lo que era mĆ”s divertido, las sacudidas del cuerpo de Nick por las reacciones ante las latas estrelladas en su ingle o los quejidos que el pobre hombre escapaba de su boca.
—Adios —fue lo Ćŗltimo que dijo Cristóbal antes de terminar con la videollamada.
—Maldito va a joder a Nick —insultó Adalberto levantandose de la silla—. Ustedes quedense aquĆ si hay mĆ”s información me contactan al otro celular.
Adalberto salió de su oficina para hacer una búsqueda fallida de Cristóbal.
En la actualidad Nick seguĆa sufriendo por las diferentes latas que caĆan unas tras otras sobre sus cojones.
Cristóbal observaba como en cada momento se reanudaba el dolor en la ingle de Nick mientras se deleitaba con los gritos que aquel macho proclamaba. Desde lo alto chocó contra sus testĆculos dos latas que cayeron una tras la otra.
Nick sentĆa como sus pelotas sufrĆan el daƱo pero no podĆa hacer nada, los hombres sobre sus hombros sujetaban sus fuertes brazos.
—Basta, apaguen eso y vamos a la fase B.
Los hombres obedecieron a las palabras de Cristóbal y apagaron la mÔquina. Levantaron al debilitado Nick y permitieron que el pobre luchador se acariciara sus adoloridas bolas, el hombre hacia múltiples gestos con el rostro amasando sus huevos.
Seguidamente rompieron la camiseta del luchador, que intentó defenderse pero el nĆŗmero que estaba ahĆ lo superaban y tenĆan mĆ”s energĆa acumulada.
Minutos mĆ”s tarde una foto llegó al celular de Adalberto. Alan y AndrĆ©s pudieron revisarla, tenĆa un mensaje de Cristóbal:
Descarga de shock para los pectorales.
En la imagen se observaba a Nick con el torso desnudo y par de cables conectados a sus tetillas estaba sufriendo descargas elƩctricas.
Seguidamente al celular de Adalberto llego un archivo de audio con laconversacion sostenida entre Nick y Cristobal cuando estaban en el estacionamiento. Cuando Adalberto la escuchara se sentiria traicionado por el mejor de sus hombres y tomaria la accion de despedirlo de su club cuando le viera.
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