Sementales (4/5): celos y sexo

CONTIENE:

-SEXO HOMOSEXUAL

-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE

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   La improvisada puerta de madera era tocada desde afuera y el moreno Aarón acudió a abrirla con su voluptuoso cuerpo casi desnudo. Caminaba descalzo por la sala de lo que debía ser su residencia con el musucolso pecho al aire y un apretado calzoncillo de color azul que contenía a su firme y redondo trasero y sus jugosos genitales. Abrió la puerta y saludó con afecto a la persona de Rafael.

   —¿Llegué tarde? —preguntó el macho de cuarenta y tantos años.

   Su tez bronceada brillaba con los reflectores en el techo mientras su ropa deportiva en tonos negros y grises contrastaba con su piel. 

   —Por supuesto que no, amigo —negó con emoción Aarón—, la diversión apenas comienza. No ha pasado mucho tiempo desde que llegó pero yo he tenido tantos deseos que casi empiezo sin ti.

   —Si lo hacías no te lo iba a perdonar nunca.

   Los hombres dieron una risa que a toda luz parecía franca, a voz de Aaron su amigo Rafael lo siguió mientras la cámara de grabación filmaba la película que sería descargada en la plataforma web. Hasta el momento el rodaje de la grabación era un éxito ante el problema personal que existía entre Aarón, Marcial y Rafael. Puesto que Rafael le había quitado su pareja a Aaron, y se trataba de Marcial quien también estaba en escena actuando.

 

   Y lo encontraron en la biblioteca sentado en un gran sillón, su cuerpo estaba desnudo mientras su erección hacía elevar la tela de su ropa interior negra.

   —Adelante, Nicolás —Marcial al ver cruzar a su actual novio acompañado de Aaron. Mientras hablara diría los nombres de los personajes del aquella película porno que sabía que se vendería como pan caliente al tratarse de una escena sexual en el caso que vivían—. Hugo, y yo estábamos a punto de comenzar sin ti.

   Rafael asintió continuando con el guión y gimiendo ante las suaves caricias de Aarón, se dejó desabrochar la licra.

   La cámara enfocó el momento en el que Marcial frotaba una mano sobre la inmensa protuberancia en su ropa interior, parecía que una culebra se debatía dentro de su ropa. Guiñó un ojo seductoramente.

   Cuando los presentes en esa habitación se quedaron en calzoncillos, Aaron y Rafael se acercaron al macho que ocupaba un sillón. Se inclinaron sobre él y de forma lenta le frotaron la polla y sus pelotas.

   Marcial inhaló bruscamente cuando su pene fue puesto a la lente de la cámara al ser sacado de la ropa interior.

   —Relájate, bebé —dijo Aarón alegremente.

   Marcial cerró los ojos mientras Rafael masajeaba el lavadero que tenía por abdomen y su pene se volvía completamente duro.

   La mano de Aaron sacudía la verga de Marcial con la experiencia que sabía en el pasado como le gustaba que le hicieran.

   Macial respiraba pesadamente con los ojos cerrados.

   El primer chorro de semen salpicó contra su muslo. Rafael sintió envidia y de manera decente apartó la mano de Aaron para ser él quien se adueñara del pene de su novio que brotaba un chorro espeso y cremoso de su néctar de macho.

   Marcial estaba jadeando y gimiendo.

   Aarón sin dar tiempo de tregua guardó dentro de su boca el pene de Marcial y comenzó a chupar y limpiar con su lengua.

   Marcial soltó un nuevo gemido.

   —Yo también deseo probar, amigo —dijo Rafael aparentando sonar tranquilo durante la grabación, como no tuvo respuesta y escuchaba los sonidos de su pareja con su ex apretó suavemente los dos huevos que colgaban en su entrepierna.

   —Déjalo —murmuró Marcial.

   —No quiero.

   Ante la negativa de Aarón, Rarael aumentó su agarre en las bolas de Marcial mientras continuaban chupándole la polla.

   Marcial soltó un grito.

   Aarón sacó de su boca el pene del actor y miró a Rafael que se le adelantó y empezó a acariciar la dura polla con las manos.

   Marcial suspiró aliviado.

   Rafael movía febrilmente la verga de Marcial con ambas manos. El pene empezó a moverse violentamente.

   Marcial abrió mucho los ojos.

   —¡Ohhhhhhhh!

   Con un gemido gutural, Marcial echó la cabeza hacia atrás y su pene disparó un poderoso chorro de espuma sobre las manos de Rafael.

   Los cojones de Marcial se contraían mientras Rafael recogía los espermas con la punta de la lengua, Aarón se invadió por la envidia y fue él quien envolvió sus fuertes dedos alrededor de ellos y apretó fuerte, retorciendo el par de pesadas bolas.

   Marcial gritó.

   Aarón hundió las yemas de los dedos en los suaves testículos mientras seguían bombeando su delicioso jugo en la lengua de Rafael.

   Marcial se debatía en agonía.

   Finalmente, Aarón soltó las bolas y apartó a Rafael para adueñarse del pene y comenzanrlo a ordeñar.

   Marcial soltó un gemido mientras sentía los labios de Aarón alrededor de su polla.

   Las cámaras seguían grabando enfocando los mejores ángulos.

   Rafael leyó la cara de éxtasis en su pareja y se sintió celoso, nunca le hubiera importado que grabara esas escenas con cualquier otro compañero de la empresa, pero no con Aarón. Vio el deleite en el atractivo rostro de Marcial y apretó el puño para golpear los testículos de su pareja de inmediato, aplastando las dos pelotas contra la superficie dura de la mesa.

   Marcial gritó y gimió mientras otro puñetazo se hundía profundamente en el tierno tejido de sus naranjas colgantes.

   Inmediatamente, un chorro de semen salpicó al exterior. No era tan grueso y cremoso como las veces anteriores.

   —Muy rico, amigo —determinó Aarón después de probar.

   Cuando la exitosa filmación terminó, el majestuoso pene de Marcial se desinflo, sus bolas lucían hinchadas. Aarón había desaparecido de escena y Rafael estaba silencioso cerca suyo.

   —¿Estás bien? —preguntó Marcial preocupado.

   Rafael lo miró con mal genio seguía celoso con la grabación que sabía le iba a traer problemas.

   —Seguro disfrutaste ese momento con aquel idiota. Dime, ¿todavía lo extrañas?

   Tomó un par de tiempo una respusta de Marcial que al final rió.

   —No seas tonto, ¿a caso no ves que quería que te molestaras conmigo? No le des el gusto, a él no, y tampoco a los productores de la película que sólo alimentaron el morbo... Tú y yo hasta el final.

   Rafael lo miró, Marcial le devolvía un brillo en los ojos y una sonrisa.

   Finalmente la boca de Rafael se curvó con una sonrisa.