La venganza de los ex (5/10): La visita a David - Las Bolas de Pablo

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6 mar 2018

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La venganza de los ex (5/10): La visita a David

CONTIENE:
-SEXO HOMOSEXUAL
-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
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   David Aceituno era dueƱo de un gimnasio al norte de la ciudad capital es por eso que lunes a sĆ”bado era comĆŗn encontrarlo en ese lugar entrenando, dando tutoriales, aplicando ejercicios a clientes o simplemente caminando de un sitio a otro sin hacer nada. Esa maƱana el atractivo moreno estaba haciendo ejercicio de pesas. Sus musculosos bĆ­ceps se tensaban mientras subĆ­a y bajaba la pesada mancuerna de 10 kilos. Sus ojos se cerraban y sus dientes se apretaban de manera graciosa mientras aplicaba la pujante fuerza o tensión.


 ā€”Tan atractivo como siempre —dijo una suave voz que al instante le pareció conocida.


   David se quedó dudĆ”ndolo por un instante haciendo un gran esfuerzo es sostener y balancear la pesa en el aire.


   ā€”EstĆ”s en una posición vulnerable —dijo la misma voz— ahĆ­ echado con las piernas abiertas tentando a cualquiera.


   No hubo dudas para David era Ć©l, colocó la mancuerna en su lugar se frotó las manos dirigiendo la mirada al individuo que le estaba hablando. Y sĆ­ era Ć©l, su ex.


   Sonrió al ver cara a cara el rostro familiar, un hombre de cabellos negro, con porte de macho, guapo, de cuerpo fornido y corpulento.
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   ā€”Ā”Jean, que sorpresa! Volviste a la ciudad.


   Internamente Jean se sorprendió que David lo saludara tan afectuosamente despuĆ©s que su relación terminara tan malamente no se trató de tedio o que le fuera infiel, incluso Ć©l pudo tolerar que en aquel tiempo su David se casara con su novia lo que nunca toleró era que tuvieran un hijo.


   ā€”SĆ­ estoy de regreso para emprender un negocio y quise pasar a visitarte. Veo el local mĆ”s grande, Āælo ampliaste?


   ā€”SĆ­, el pasado diciembre.


   Hubo un largo silencio mientras Jean asentĆ­a. DespuĆ©s ambos dijeron al mismo tiempo lo que les provocó risas:


   ā€”ĀæCómo estĆ”s?


   Se miraron a los ojos con aire amigable.


   ā€”ĀæA quĆ© debo tu visita? —se adelantó David.


   Jean sonrió y respondió:


   ā€”QuerĆ­a saber cómo estabas. Ponerme al dĆ­a y bueno… ver como te encontrabas despuĆ©s de todo este tiempo.


   David le indicó a Jean que se alejaran de las maquinas y el ruido musical del gimnasio ingresaron a la oficina de David donde ocuparon un asiento.


   Jean se sonrojó mientras que sus ojos navegaban por el escritorio del hombre habĆ­a allĆ­ la foto de un niƱo moreno que supuso era el hijo de David y habĆ­a otra donde su musculoso ex posaba ante la cĆ”mara con un atractivo rubio, ĀæserĆ­a Ć©l su esposo? Ā”Que cosas! Se sorprendió cuando le llegó el chisme del matrimonio de David, cuando Ć©ste en el pasado decĆ­a nunca casarse con otro hombre… y se casó con otro que no fue Ć©l.


   David se aclaró la garganta por lo que Jean apenado levantó la vista de las imĆ”genes.


   ā€”ĀæEstĆ”s bien, Jean?


   ā€”SĆ­. Es solo que no esperaba que me recibieras tan afectuoso como la Ćŗltima vez que nos vimos.


   ā€”Ha pasado mucho tiempo, Jean. Comprendo que cuando uno estĆ” furioso dice y hace las cosas sin pensarlo.


   ā€”A veces me siento culpable.


   ā€”Oh no, descuida. En ocasiones todo debe ocurrir por algo.


   David afirmó sonriendo y Jean le sostuvo la mirada todavĆ­a recordando la Ćŗltima vez que se vieron cuando insultó al bebĆ© de David y Ć©ste no tuvo una reacción diplomĆ”tica o amorosa.


   Jean sonrió y se inclinó sobre el escritorio.


   ā€”AĆŗn siento que tĆŗ y yo tenemos una conexión. Lo sĆ©, sĆ© que lo sientes tambiĆ©n.


   El corazón de David se agitó. Abrió la boca para decir algo, pero Jean colocó un dedo sobre sus labios para silenciarlo.


   ā€”AdmĆ­telo, papi. Y aunque ahora estĆ©s con otro todavĆ­a piensas en mi.


   La polla de David comenzó a moverse.


   ā€”Quiero sentir tus labios nuevamente. Quiero sentirte, David —decĆ­a Jean con la cabeza ligeramente inclinada.


   ā€”Jean, debes entender que yo…

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   David fue interrumpido cuando Jean se lanzó sobre el escritorio y lo besó. Los ojos de David se cerraron cuando fue dominado por el beso. Su pene estaba palpitando y la boca de Jean se sentĆ­a tan bien que pensó que iba a estallar. Los dos se separaron lentamente y David caminó hacia el frente del escritorio y se quedo mirando fijamente a Jean, antes de agarrarlo y tirar de Ć©l hacia adelante. Los dos se besaron y se tocaron el uno al otro, perdiendo gradualmente la ropa hasta que ambos estuvieron sin camisa. David estaba abrumado por la lujuria mientras lamĆ­a y chupaba cada centĆ­metro del cincelado torso de Jean, bajó hasta que estuvo a la altura de la cintura de su ex. El pene de Jean estaba a punto de salir de su pantalón y David lo ayudó abriendo la cremallera e inmediatamente chupando la polla de Jean. Pasó las manos por sus abdominales apretando los pezones mientras movĆ­a la cabeza de arriba a abajo en el tronco de Jean. La espalda de Jean se arqueó mientras pasaba sus manos por el cabello de David.


   David sintió que un chorro de lĆ­quido preseminal escapaba de su pene. Estaba tan excitado al tocar a Jean que casi no podĆ­a contenerse. Agarró la cintura del ex y lo giró, inclinĆ”ndolo sobre el escritorio para que pudiera tener una vista sin obstrucciones de su grande y apretado culo.
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   Jean gimió y un chorro de esperma salpicó el escritorio de David, no le iba a importar llenarlo todo de leche, la corrida mojó los papeles de David.


   David se agachó y apretó el puƱo golpeando los huevos de Jean contra su escritorio. Jean chilló, mordiĆ©ndose el brazo en un intento desesperado por contener su grito.


   ā€”Ā”David! Ā”No! Ā”Por favor!


   David siguió golpeando los testĆ­culos de Jean. Eran grandes y duros.


   ā€”Ā”David! —gritó Jean, manteniendo las piernas abiertas a pesar que sus rodillas querĆ­an doblarse.


   Jean lanzó un disparo de leche despuĆ©s de un golpe violento que hicieron que sus huevos se aplastaran peligrosamente contra el escritorio.


   David empezaba a jadear se dedicó a dejar reposar a Jean mientras frotaba contra el culo de Ć©ste su increĆ­ble erección.


   Agotado el tiempo David se inclinó y empezó a estampar el puƱo contra las bolas de Jean observando cómo los testĆ­culos rebotaban. Jean literalmente se agarraba al escritorio para no dejarse embargar del dolor.


   ā€”David, detente… Ā”Oh! Ā”Ah! Ā”Ay!

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   Jean finalmente se derrumbó en el suelo, tratando desesperadamente de cubrir su entrepierna, pero las manos fuertes de David las apartaron. El moreno hombre se levantó mirando a su presa, totalmente a su merced y levantó su zapato sobre los cojones.


   ā€”Ā”David! David! Ā”No! —Jean agitó sus brazos y suplicó en vano.


   David pisó fuertemente aplastado los huevos. Jean empezó a llorar tratando desesperadamente de liberarse, el dolor era terrible.


   David estaba tan excitado que el tiempo solo le alcanzó para bajarse el pantalón deportivo y eyacular sobre el torso y rostro de Jean. Desafortunadamente, estaba tan atrapado en su orgasmo que no se dio cuenta, o no le importó, que estaba rebotando y apretando el pie contra las huevas de Jean mientras eyaculaba. Cuando el orgasmo se aminoró David levantó el pie. Se apartó de Jean dejando que se colocara en posición fetal. Estaba llorando.


   David cayó sobre Jean y los dos se labios tocaron, abrazĆ”ndose suavemente. David sintió que su cuerpo estaba caliente y dominado por la pasión y lujuria.


   ā€”Te sigo amando —susurró Jean al oĆ­do de David mientras descansaba sobre Ć©l, atormentado del extasis.


   Los dos se besaron suavemente y exploraron mutuamente sus cuerpos empapados de sudor. Finalmente, cuando David estaba con el pantalón lejos de sus piernas y preparado para follar a Jean algo hizo que se alejara de Ć©l, retrocedió cogiendo el la ropa para vestirse.


   ā€”ĀæA dónde vas? —preguntó Jean a travĆ©s de sollozos por sus cojones doloridos.


   ā€”Esto no puede pasar —concluyó David lo miró profundamente a los ojos, sorprendiĆ©ndose a sĆ­ mismo con la declaración.
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   ā€”Ɖl no tiene por quĆ© enterarse… Sabes a quien me refiero.


   David negó con la cabeza y simplemente salió de su oficina dejando a Jean ahĆ­ para que se recuperara. Al salir acarició su polla aĆŗn dura, se lamió los labios y caminó al gimnasio sintiendo miedo de todavĆ­a sentir algo por Jean.

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