CONTIENE:
-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
Pablo bajaba de su automĆ³vil que habĆa estacionado en un parque de la ciudad, habĆa estudiado la zona y ya conocĆa el horario de trabajo del individuo al que buscaba. Pablo vestĆa de franela negra y pantalĆ³n blanco mientras cruzaba la fuente de agua. Su ojo precisĆ³ a Jean el ex de su esposo David que lo habĆa rondado la semana pasada en su gimnasio.
Jean se dedicaba a dar clases de yoga, tenĆa el torso desnudo y una licra negra, su cuerpo era lleno de mĆŗsculos pero a Pablo le provocaba abrasiĆ³n y mĆ”s al querer rondar a su adorado David.
Jean tenĆa a sus clientes en cĆrculo y daba las Ćŗltimas frases de la clase ya habĆa observado la llegada de Pablo, simplemente lo ignorĆ³.
Entretanto Pablo tenĆa la boca doblada (que ya habĆa susurrado la palabra "patĆ©tico"), y estaba de brazos cruzados y piernas abiertas queriendo demostrar ser el macho mĆ”s fuerte.
EsperĆ³ pacientemente por cinco minutos ya que Jean estaba alargando el tiempo agĆ³nico de su clase. AsĆ que sin mĆ”s palabras que utilizar tuvo que rendirse y despedir hasta un prĆ³ximo encuentro. Pablo se acercĆ³ a Ć©l.
—Buen dĆa, ¿Jean? ¿CĆ³mo estĆ”s?
—Muy bien —sonriĆ³ el hombre fingiendo perfectamente no conocerlo al estrechar su mano—. ¿Vienes a inscribirte en clases de yoga?
—No en realidad prefiero deportes mĆ”s varoniles: luchas, pesas —Jean soltĆ³ una risa mordaz—. Soy Pablo ChacĆ³n, supongo que ya has escuchado de mĆ.
—¿Pablo ChacĆ³n? ¿Pablo ChacĆ³n? No, la verdad nunca he oĆdo tu nombre quizĆ”s porque es muy comĆŗn.
Pablo tambiĆ©n forzĆ³ una sonrisa.
—Soy el esposo de David, David Aceituno.
—Ah, David, el negro, negrito —confirmĆ³ Jean apelando a los apodos de cuando eran pareja—. Nunca pensĆ© que llegase a casarse con otro hombre. ¿EstĆ”s seguro que no quieres clases de yoga? PodrĆa ayudarte, parece que tu cuerpo se ensancha mĆ”s de la parte superior que de piernas. No hay armonĆa.
—Vengo a pedirte que no vuelvas a buscar a David —dijo de manera tranquila Pablo—. Ya Ć©l me comentĆ³ lo que pretendĆas la semana pasada.
—¿Lo que pretendĆ?
—SĆ. Al estar con Ć©l en su oficina. Me lo contĆ³ todo —Pablo habĆa dejado de hablarle por tres dĆas cuando David le relatĆ³ lo sucedido.
—Veo que David ha aprendido a ser sincero. No sabes lo mentiroso que antes era el negro. Hey, ¿sabes algo? —soltĆ³ una risa pesada y arrogante—. A pesar de venir aquĆ muy serio y casi un macho al fondo pareces una verdulera, una vieja de barrio loca por cuidar su verga. Lo sĆ©, el pene de David es muy rico, ¿cierto? Te entiendo estĆ”s toda loca aquĆ suplicĆ”ndome que no vuelva con el negro porque no quieres perder tu cuota de polla. Je, je, je. Que pasiva mĆ”s insegura como si no lo conocieras.
Pablo apretĆ³ los puƱos de buena gana le gustarĆa romperle la nariz aunque prefiriĆ³ calmarse por estar en un parque donde transitaba gente.
—PĆŗdrete, Jean, sĆ³lo quiero advertirte que no te acerques a David. Si me contĆ³ el accidente que tuvieron en su oficina es porque ya no le interesas. AsĆ que por las buenas serĆ” mejor que no aparezcas otra vez —Pablo lanzĆ³ una mirada asesina y se dio la vuelta.
Cuando Pablo iba caminando en direcciĆ³n a la salida sintiĆ³ un repentino dolor en la entrepierna. Jean lo estaba agarrando de las pelotas desde atrĆ”s. El fornido rubio gritĆ³ y sus mĆŗsculos se tensaron con la presiĆ³n fuerte sobre sus bolas grandes.
—Escucha muy bien —advirtiĆ³ Jean.
A Pablo se le salieron las lĆ”grimas mientras Jean le susurraba pegado al oĆdo.
—¡Mmmmph! —murmurĆ³ Pablo con el rostro contraĆdo de dolor.
—Si la semana pasada estuve a punto de recordar viejos tiempos con mi negrito quiere decir que en cualquier instante Ć©l vuelve conmigo.
Pablo gritĆ³ cuando sintiĆ³ que Jean le estrujaba los pesados cojones.
Jean sonriĆ³ aquel pendejito al que le apretaba las bolas las tenĆa verdaderamente grandes. SintiĆ³ envidia y lo mĆ”s seguro era que su negro se divertĆa lamiĆ©ndolas.
Doblado de dolor Pablo utilizĆ³ el recurso de la pelea como defensa, con la nuca golpeĆ³ la nariz de Jean, y Ć©ste se quejĆ³ retrocediendo soltando a Pablo que tambiĆ©n apretĆ³ el puƱo llevĆ”ndolo atrĆ”s y golpeando la entrepierna del profesor de yoga.
—¡Ay, bastardo!
Jean finalmente retrocediĆ³ de Pablo con una mano agarrĆ”ndose las bolas, tenĆa el rostro contraĆdo y respiraba agitado.
—TendrĆ© a David conmigo cuando quiera.
Pablo que tenĆa las rodillas torcidas con una mano apoyĆ”ndose en una de ellas y la otra en su entrepierna sonriĆ³, su bonito rostro hizo una extraƱa mueca entre risa y dolor.
—¿Sabes quĆ©, Jean? —hablĆ³—. Finalmente la que parece una pasiva urgida por pene y un macho eres tĆŗ, jejeje, causas pena.
Pablo intentĆ³ enderezarse y se fue en direcciĆ³n a su auto cojeando.
No subas historias de ballbusting gay,solo heterosexual
ResponderBorrarHola muchas gracias por tus comentarios y seguir el blog. Esta muy dificil lo que me pides puesto que es mas el publico que sigue el blog y pide este tipo de historias. Sin embargo estan las historias de ZATN y las primeras entadas de Accion de golpe bajo y la primera de Herman@s de Lucas con Ballbusting heterosexual.
BorrarSi estĆ” bien entiendo solo que me gustan las de ballbusting hetero y pues como la mayorĆa son gay no entro muy seguido aunque creo que deberias hacer mĆ”s herero
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