CONTIENE:
BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
Tiene relacion con: Israel es sometido en las duchas
El sol de la tarde iluminaba el semidesnudo cuerpo de Israel ChacĆ³n, dentista de dĆa y atleta de nataciĆ³n por las tardes. Usaba un baƱador pequeƱo y ajustado. Su cuerpo musculoso lucĆa perfecto en el ala de la piscina del club deportivo. Ćl hablaba por celular.
—Patricio, ¿cĆ³mo te atreves a faltar hoy? —reclamaba—. TenĆa que consumar mi venganza y estoy en el momento pefrecto.
—¡Hermano, siento mucho el fallar en el plan que tenĆamos trazado! —se disculpaba la voz de su amigo quien tambiĆ©n sentĆa un sentimiento de repulsiĆ³n por Adam— pero la salud de mi suegra empeorĆ³ y tuve que salir con Elizabeth al hospital. Lo siento amigo. El entrenador Vladimir entendiĆ³ mi excusa, de igual manera ejecutas mi venganza la prĆ³xima semana que regrese a la city.
—No te lo perdono, pato —reĆa Israel—. EstĆ” bien, quedamos pendiente con mi venganza. Deseo que tu suegra mejore de salud.
Un minuto y veinte segundos despuĆ©s la mirada de Israel se situĆ³ en direcciĆ³n a las duchas, allĆ dentro estaba Adam y Ramiro que en una ocasiĆ³n anterior le habĆan dado una paliza, lo que Israel buscaba con su amigo era consumar una justa venganza y aunque su amigo no iba a poder apoyarlo el cuerpo perfecto de Israel estaba abarrotado de adrenalina y necesitaba liberarla golpeando a su eterno rival y al cĆ³mplice. EchĆ³ un vistazo a la piscina y vio al entrenador Vladimir ocupado con los nadadores. Era hora de consumar la venganza.
Israel abriĆ³ la puerta del vestuario de golpe encontrando a los dos atletas uno frente al otro charlando.
—¡AquĆ los querĆa encontrar! —acusĆ³.
—¿A ti quĆ© mierda te pasa? —insultĆ³ Adam levantĆ”ndose del banco de madera, su amigo Ramiro lo siguiĆ³.
—Lo que me hicieron la Ćŗltima vez no tiene perdĆ³n.
—¿QuĆ©? ¿Joderte? Siempre lo hago, Israel.
Israel dio varios pasos valientemente a la pareja, el primero en responder al encuentro fue Ramiro dispuesto a pelear, era tanta la ira acumulada de Israel que de un derechazo a la mandĆbula Ramiro cayĆ³ noqueado al suelo.
Adam respondiĆ³ al ataque y los dos machos se enfrascaron en una lucha de clara ventaja de parte de Israel.
El hijo mayor de Marcos ChacĆ³n clavaba puƱetazos contra el estĆ³mago y rostro de Adam que inĆŗltimente intentaba protegerse por escasos segundos pudo ganar ventaja al aplicar ganchos a las costillas de Israel, de manera cobarde subiĆ³ la rodilla entre las piernas de su enemigo cuyo paquete bailaba a ritmo de sus movimientos pero Israel pudo echar la pelvis hacia atrĆ”s y prevenir un ataque mortal para sus bolas.
Israel sujetĆ³ la rodilla de Adam y haciĆ©ndolo saltar en un pie lo tumbĆ³ al suelo y le dio de puƱos contra la cara.
—Ven, sigue —invitĆ³ Israel separandose de Ć©l para dejar que respirara y se levantara.
Adam furioso de saberse vencido por aquel huevĆ³n se levantĆ³.
Nuevamente Israel lo devolviĆ³ al piso de un fuerte puƱetazo al rostro.
—Hey, Israel —lo llamaron desde atrĆ”s.
Cuando Israel se girĆ³ y antes de que supiera lo que le iba a pasar. Ramiro estaba de pie y metiĆ³ la mano en su ropa interior adueƱandose de sus genitales. Las bolas de Israel eran mĆ”s grandes que las de cualquier macho del club, y la mano de Ramiro se estirĆ³ para cubrir a los dos huevos.
—¿QuĆ© estĆ”s... ¡Oh!
Ramiro apretĆ³ el escroto de Israel, presionando tan fuerte como pudo.
—¡AAAAAAAAHHHHHHHH!
—No dejes de apretar —ordenĆ³ Adam sin aliento.
De inmediato la larga y gruesa polla de Israel no tardĆ³ en hincharse con una erecciĆ³n. El contorno de su cabeza en forma de hongo se distinguiĆ³ claramente en su baƱador.
Israel hizo una mueca cuando sintiĆ³ el pulgar clavarse en uno de sus huevos.
Adam se riĆ³ de manera arrogante al ver un pequeƱo parche mojado en el traje de baƱo de su por siempre rival.
Israel lleno de dolor se dio cuenta que estaba empezando a derramar lĆquido preseminal. DirigiĆ³ a Adam y Ramiro una mirada avergonzada antes de cerrar los ojos e intentar sacar aquella muƱeca de sus gĆ³nadas. Cuando lo estaba logrando Ramiro lo solto pero subiĆ³ la rodilla y atrapĆ³ con fuerza vigorosa los grandes cojones.
Ramiro le dio un rodillazo una y otra vez y luego volviĆ³ a apretar los cojones fuertemente. Israel gimiĆ³ y su polla se crispĆ³.
—Revientale esas bolas anormales —condenĆ³ Adam.
Ramiro obedeciĆ³ e Israel jadeĆ³.
Ramiro le dio un rodillazo a las huevas de Israel haciƩndolas rebotar sobre su rodilla.
—AAAAAYYYYYYY.
Israel puso las manos sobre los brazos de Ramiro cuando sus rodillas comenzaron a doblarse. Ramiro era quien dominaba al hombre que ingresĆ³ allĆ hecho una furia humana. ClavĆ³ un puƱetazo con fuerza mientras Israel casi se desplomaba en medio de gemidos, una gran mancha hĆŗmeda crecĆa en su baƱador. Ramiro siguiĆ³ golpeando sin cansarse, Israel lloraba de dolor, otra vez Ramiro metiĆ³ la mano en el baƱador y cogiendo las huevas apretĆ³ como si las fuera a arrancar.
Israel gritĆ³ y suplicĆ³ para que lo dejaran en paz, sus testĆculos estaban crujiendo.
Cuando Ramiro retirĆ³ la mano esta saliĆ³ cubierta de semen, tuvo que limpiarla en el cuerpo del humillado rubio. La tela del baƱador estaba absolutamente empapada del pegajoso semen.
Adam sentenciĆ³ cruelmente:
—Mientras tengas esas bolas serĆ”s vĆctima de derrotas.
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