Mi primera vez con "Trump" - Las Bolas de Pablo

Lo mƔs nuevo

1 mar 2018

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Mi primera vez con "Trump"

ESCRITO POR: ZATN
Contiene Ballbusting M/M y  Sexo M/M.

   Secuela de  MI EXTRAƑO ENCUENTRO CON ā€œTRUMPā€, Y NAVIDAD CON ā€œTRUMPā€.

   Ya me conocen, soy Daniel Roberto un universitario de 23 aƱos, hace unos meses tuve una experiencia bastante extraƱa con un ā€œcriminalā€, Al que llamĆ© ā€œTrumpā€; Le volvĆ­ a ver en navidad en donde supe que se llamaba Adriano, y quien vive en otra ciudad, Ɖl se marchĆ³ con mi nĆŗmero telefĆ³nico y quedĆ³ de regresar este nuevo aƱo, anhelo verlo otra vez.

   Mis gustos en cuanto a pareja han sido heterosexuales, y escasamente homosexuales, pero desde que conocĆ­ a ā€œTrumpā€... quiero decir a Adriano, mi aceptaciĆ³n por mi gusto por los hombres ha sido total, desde aquella vez en la fiesta navideƱa, decidĆ­ que tendrĆ­a sexo con Ć©l, sĆ³lo debĆ­a esperar a que regresase y me llamase.

   Hoy por fin recibo la tan esperada llamada, me cita en aquel parque en el que nos conocimos, y el asistiĆ³ a la hora acordada.

   AllĆ­ me encontraba a plena tarde con mi tradicional disfraz de chica, no era mi intenciĆ³n usarlo, pero Adriano insistiĆ³ en que fuera disfrazado, segĆŗn Ć©l aĆŗn no se sentĆ­a bien viĆ©ndose con un hombre para una relaciĆ³n mĆ”s allĆ” de la amistad, y el verme como chica le resultaba mĆ”s cĆ³modo para interactuar conmigoā€¦ Le complacĆ­, si verme como una linda rubia hacia las cosas mĆ”s naturales para Ć©l, pues yo saldrĆ­a ganando. 
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   Pronto apareciĆ³ Adriano, le salude con entusiasmo corriendo hacia Ć©l a abrazarle.

   ā€œQue felicidad verteā€.

   ā€œTambiĆ©n anhelaba verte rubiaā€.

   ā€œDaniel, dime Danielā€.

   Decidimos caminar un buen rato por los alrededores, me invitĆ³ a tomar un helado y charlamos un largo tiempo, me contĆ³ que estudiaba derecho en su localidad, y que vivĆ­a con sus tĆ­os; Por mi lado le comentĆ© cosas sobre mi familia.  

   Llegamos a un restaurante donde cenarĆ­amos dado que ya eran mĆ”s de las 7 de la noche.

   Era una mesa para dos, le tenĆ­a en frente y no dejaba de ver su bello rostro, Ć©l camarero tomĆ³ la orden y mientras esperĆ”bamos, Adriano no paraba de hacerme reĆ­r con sus bromas, era una persona muy divertida.

   ā€œHola seƱorita cĆ³mo estĆ”?, y que tal usted caballero?ā€. Un sujeto se dirigĆ­a a nosotros, cuando voltee a ver, era el administrador del hotel donde ā€œTrumpā€ y yo intimamos la primera vez; Se hallaba  con dos hombres, al parecer sus amigos  por el ambiente de camaraderĆ­a entre ellos; HabĆ­an ingresado al restaurante, y al parecer buscaban mesa cuando me divisĆ³ y decidiĆ³ saludarnos.

   Una vez mĆ”s ante Ć©l, estaba asustado, Que acaso este tipo me estaba siguiendo?, siempre me lo encuentro y estando yo disfrazado de rubiaā€¦ Pero una vez mas no vio a travĆ©s de mi disfraz.

   Le salude con una sonrisa mĆ”s que falsa, mientras observaba a sus acompaƱantesā€¦Trataba de evitar un contacto visual, ojala no se dieran cuenta de mi identidad real, pero cuando de reojo los miraba, observaba sonrisas en ellos, estaban gustosos de conocernosā€¦

   Tras marcharse y hallar una mesa, Adriano comenzĆ³ a bromear sobre lo asustado que estaba ante ese sujeto; Me preguntaba internamente cĆ³mo ese sujeto no se daba cuenta de mi real gĆ©nero, y al parecer sus dos amigos, tambiĆ©n se creĆ­an de quĆ© trataban con una chica. 

   ā€œPero como es que no se da cuenta?ā€.
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   ā€œEs que eres hermosa como rubiaā€.

   ā€œOh basta Adriano!ā€.

   ā€œRecuerda que a mĆ­ me engaƱaste cuando nos conocimosā€.

   ā€œEn eso tienes razĆ³nā€.

   ā€œEres una linda rubia, y por eso mismo te pedĆ­ vinieras vestido asĆ­ā€.

   ā€œEspero que pronto puedas salir en pĆŗblico conmigo como hombre que soy, no me disfrazare para siempre!ā€¦ AdemĆ”s podemos aparentar ser unos amigos y ya, que dos chicos no pueden salir a comer o ir al parque?ā€.

   ā€œCĆ³mo amigos varones, me darĆ­a pena hacer estoā€¦ā€.

   AhĆ­ se levantĆ³ un poco, e inclinĆ”ndose hacĆ­a mĆ­ me besĆ³ en los labios, fue un rĆ”pido y travieso beso.

   Me sonroje, y sĆ³lo atinĆ© a decirle: ā€œOk, me seguirĆ© disfrazando cuantas veces quierasā€.

   ā€œEso es mi rubiecitaā€. Me pellizco las mejillas con ambas manos, me hizo parecer un niƱo, asĆ­ que me enfade un poco, y  de inmediato busque desquite.
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   Bajo la mesa lancĆ© mi pie, y le di con la suela del zapato en su entrepierna, no fue muy fuerte, solo querĆ­a pisarle un poco sus Ć”reas viriles.

   Adriano lanzĆ³ un leve quejido que ahogĆ³ de inmediato, y algo asustado expresĆ³:

   ā€œAquĆ­ no rubia, estamos en un sitio pĆŗblicoā€.

   ā€œEntonces deja de molestarme!ā€. En ese instante el camarero trajo la comida y paramos las bromas.

   La cena transcurriĆ³ de forma mĆ”gica, no podĆ­a dejar de verle, me gustaba verle comer, sus labios abrirse y masticar el alimento, me tenĆ­an hipnotizado, tanto que descuidaba el probar la comida.

   SĆ³lo cuando Adriano me llamĆ³ la atenciĆ³n retomĆ© mi comer.

   Tras la velada  decidimos retirarnos e ir a mi casa.


   En la entrada de mi humilde hogar, le dije lo que en mi mente rondaba desde que salimos del restaurante:

   ā€œAdriano lo he pensado muy bien desde aquella vez en navidad, y quiero dar el siguiente paso contigoā€.

   ā€œSabĆ­a que llegarĆ­amos a esto, tambiĆ©n lo he pensado y estoy de acuerdoā€¦tendremos intimidad!ā€.

   Su rostro denotaba inseguridad, Ć©l nunca habĆ­a tenido sexo con otro hombre, asĆ­ que esperaba que fuera muy incĆ³modo para Ć©l, pero apenas entramos a la sala Adriano me besĆ³ā€¦
ā€¦Me pareciĆ³ muy impetuoso de su parte, estaba totalmente sorprendido, parecĆ­a que irĆ­a hasta el final, pero sus besos eran en mis mejillas y frente, tocar sus labios era muy escasoā€¦ notaba que lo que hacĆ­a era un poco forzado para este chico.

   ā€œEstas seguro de que realmente quieres esto Trump?ā€.

   ā€œDime Adriano, y si es lo que quiero, pero no importa si estoy algo inseguro en como lo hagoā€¦ lo haremos mi rubiaā€.

   ā€œJajajaja, como quieras pero dime Danielā€.

   ā€œNo, esta noche eres mi rubiaā€. 

   ā€œAsĆ­?, Pues entoncesā€¦ā€.
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   ProyectĆ© mi rodilla y le clave la rĆ³tula entre las piernas, enseguida se alejĆ³ de mĆ­ y se doblĆ³ a la mitadā€¦ me miro sonriente, mientras comenzĆ³ a dar brincos buscando aliviarse.

   ā€œā€¦Pues entonces te seguirĆ© llamando Trumpā€.

   ā€œComo tĆŗ quieras, pero parece que quieres un pleito, quĆ© opinas si te doy una lecciĆ³n... desde ahora, hasta la cama!ā€.

   En ese momento se tocĆ³ la polla sobre los pantalones, los cuales seguidamente quitĆ³, quedando en calzoncillos, imite su conducta, mientras aclaraba las cosas:

   ā€œHablas de sexo agresivo, estas seguro?,  si es nuestra primera vez, no serĆ­a mejor hacerlo mĆ”s calmaditosā€¦ y suavecito?ā€.

   Se me acercĆ³ y me do una bofetada que me tiro al suelo.

   ā€œMi querida rubia, en verdad quieres que la primera vez sea tan ordinaria?ā€.

   Quede sentado en el suelo, tomĆ”ndome el labio, de verdad me dio fuerte, creo que hasta me lastimo el labio pues percibĆ­a algo de sabor a sangre, pero estaba de acuerdo y sabia como hacĆ©rselo saber.

   Como estaba ante mĆ­, tenĆ­a acceso a su entrepierna, asĆ­ le lance mi pierna hacia arriba y le clavĆ© un talonazo en el bulto mĆ”s llamativo de sus calzoncillos.

   ā€œAAAAHHHHHHHHHHH!!!!!ā€.

   ā€œAquĆ­ tienes mi respuesta Trumpā€.
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   Se quejĆ³ mĆ”s intensamente, alejĆ”ndose y doblĆ”ndose a la mitad.

   ā€œTrumpā€ no pudo resistir mĆ”s y terminĆ³ perdiendo la verticalidad, allĆ­ estaba Adriano rodando por el suelo.

   Ć‰l querĆ­a agresividad y se la darĆ­a!.

   Trump estaba sin fuerzas, asĆ­ que me coloque sobre Ć©l y comencĆ© a darle bofetadas, eran sonoras y no paraba de quejarse, le estaba dando una buena tunda; Ɖl no podĆ­a hacer nada, sus manos solo sobaban sus bolas, y al tiempo las protegĆ­an de algĆŗn nuevo ataque mĆ­oā€¦
ā€¦Me jacte de mi temporal superioridad, pero un rodillazo en mi estĆ³mago me recordĆ³ la mayor fuerza de mi pareja y rival.

   Ahora era esta rubia la que rodaba por el suelo, Adriano se incorporĆ³, le vi respirando profundamente recobrando sus energĆ­as.

   ā€œAAyyyyy!!!!!!ā€, me quejĆ© cuando me pateo la espalda, fue un golpe fuerte, casi de verdad, pero lo soporte y planeĆ© mi venganza.

   ā€œCobarde, me las vas a pagar, cuando menos lo esperesā€¦.ā€.

   Pero el siguiĆ³ teniendo la ventaja, a las malas me desnudo, mientras le amenazaba con caparlo por portarse tan salvaje. Obviamente era broma, pero cĆ³mo deseaba retomar el control de  esta lucha sexy.
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   Mi oportunidad llegĆ³ā€¦ En nuestro forcejeo, meneĆ© mi largo cabello rubio estorbĆ”ndole la visiĆ³n por un segundo, durante el cual desaparecĆ­ de su frente y me coloquĆ© tras Ć©l; No vio venir cuando pase una mano hacia adelante, la metĆ­  en sus calzoncillos  y le agarre las huevas.

   ā€œSuā€¦ suĆ©ltame!ā€.

   Adriano ahora estaba en mi poder, le tenĆ­a las huevas agarradas con firmeza pero no se las apretaba, en su cara podĆ­a ver que estaba sin salida, parecĆ­a sudar sabiendo lo que podĆ­a hacerle de solo aplicar algo de fuerza en mis dedos.

   ā€œQuieres que apriete?ā€.

   ā€œNo!... cĆ”lmate un poco, no me hagas algo asĆ­ā€.

   ā€œOk, solo te hare disfrutarā€.
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   Le soltĆ© con una velocidad que no se lo espero, solo para bajarle los calzoncillos, y a la vez girarlo para que me diera el frente. De seguro pensĆ³ que le harĆ­a algo delicioso a su ahora desnuda entrepiernaā€¦ pero su incipiente sonrisa se transformĆ³ en grito, cuando en vez de una caricia le clavĆ© la rodilla en su delicado escroto.

   ā€œAAAAHHHHHHH!!!!!ā€.

   Se fue de espaldas, y termino sentado con las piernas abiertas, use mi ahora clara superioridad fĆ­sica para acostarlo, ya era hora de darle algo rico, asĆ­ que le acariciĆ© los muslos, mientras el acunaba sus dolidas bolas.
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   Pasaron los minutos y mis atenciones a su abdomen y cara interna de los muslos, le convencieron de darme acceso a sus huevos y verga. Se incorporĆ³ quedando de pie ante mĆ­, de inmediato se la comencĆ© a chupar.

   Una lamida en las bolas le sacĆ³ un gemido, y mĆ”s y mĆ”s, cuando le chupaba con elegancia el glande.

   ā€œOh rubia!, chĆŗpamela mĆ”sā€¦ eres muy buena en estoā€.

   Le ensalivĆ© todo el glande, el cual no tardo en palpitar de gusto, hice una pausa para tomar algo de aireā€¦ De mi lengua goteaba el abundante lĆ­quido seminal de Trump... Pero cuando iba a reiniciar la lamida, el antepuso su mano.

   ā€œNo mi rubiaā€¦ alto! Quiero metĆ©rtela, dĆ©jame metĆ©rtela por atrĆ”s, ya estoy decidido, tengo que venirme dentro de tu cuerpo, quiero hacĆ©rtelo yaā€.

   Trump ahora estaba decidido, no espere ese cambio de actitud en Adriano tan pronto, pero el querĆ­a meterlo en mi ano, y la verdad estaba excitado y querĆ­a una verga dentro, mi ano virgen sufrirĆ­a de seguro, pero habĆ­a llegado la hora de la verdadā€¦ tendrĆ­amos nuestra primera vez de sexo homosexual.

   ā€œSolo espĆ©rame un segundo, ven a conocer mi cuarto, lo haremos allĆ­, es mĆ”s cĆ³modoā€.

   Totalmente desnudo, Adriano se colocĆ³ a un lado de mi cama, mientras ingresaba al baƱo en busca de algo vital para mi salud anal.
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   Y le presentaba un enorme tarro de vaselina que habĆ­a comprado apenas supe que me verĆ­a con Trump, Adriano casi carcajeo, cuando le invite a aplicĆ”rmelo.

   ā€œQue exagerado, solo con un poco bastaā€.

   ā€œNo me arriesgarĆ© a que me duela!ā€.

   Y decidimos hacerlo de pie, mientras apoyaba las manos en la cama, ā€œTrumpā€ se ubicaba a centĆ­metros de mi retaguardia y me aplicaba la vaselina con uno de sus deditos.

   ā€œNo lo hagas tan lento, AsĆ­ lo haces ver mĆ”s pervertido!ā€.

   ā€œPero mira como baila mi dedito en tu culito rubiecitaā€.

   ā€œQue me llames Daniel caramba! O quieres que te vuelva faulearā€.

   ā€œNo me desagradarĆ­a, pero no es este el momentoā€.

   Trump se declarĆ³ listo para el comienzo y en mi posiciĆ³n me aferrĆ© a las sabanas, mientras le separaba las piernas lo mĆ”s posibleā€¦ sus manos se apoyaron en mis caderas, y solo faltaba que el actor principal entrara en escenaā€¦ su miembro viril!.
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   El pene de Adriano a plena erecciĆ³n palpo entre mis nalgas, y ayudĆ”ndose con los dedos, Adriano ubicĆ³ su glande en la entrada de mi dilatado ano.

   Desde hace unos minutos mi ano podĆ­a con dos dedos de este chico que me fascina, pero su polla es otra cosa, el asomo de la punta de su glande, me hizo poner la piel de gallina, y el muy despiadado, introdujo su grueso glande de empujĆ³nā€¦. Y se detuvo ante mi reacciĆ³n.

   ā€œAaaaayyyyyyyyyā€, Me quejaba sintiendo casi romper mi anillo anal.

   ā€œEstas bien mi rubia?ā€.

   ā€œQue preguntas son esas, si casi me rompes el culoooo, pero dale de una vez calenturiento!ā€.

   Adriano introdujo con lentitud cada uno de los gruesos centĆ­metros de su verga, inicialmente haciĆ©ndome gritar mĆ”s de una vez, pero a medida que sentĆ­a el deslizar su miembro con la vaselina y sus naturales fluidos lubricantes sentĆ­a mĆ”s y mĆ”s goceā€¦
ā€¦.el componente romĆ”ntico tambiĆ©n hacĆ­a su parte, pues  sentĆ­a maravilloso al ser uno solo con ese chico a quien apreciaba tanto.
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   Su miembro lubricado en exceso, ahora entraba con una facilidad pasmosaā€¦ el roce era delicioso.

   El ritmo de penetraciĆ³n se hizo mĆ”s frenĆ©tico, y podĆ­a sentir palpitar su verga dentro de mi culo, lo gozaba muchoā€¦ El pĆ”lpito aumento y sabĆ­a que estaba por venirse.

   ā€œPor favor Ć©chalo afueraā€.

   ā€œEstas loca rubia, lo mejor es echarlo adentroā€.

   Y con unos empujes salvajes finales, Trump detuvo su ataque, sentĆ­ como eyaculaba en mi interior, su semen era caliente y salĆ­a a mucha presiĆ³n.

   Varios disparos y sentĆ­ cesar su eyaculada, Adriano estaba jadeante, y excesivamente sudado, por mi lado, el sudor tambiĆ©n me inundaba, y debo admitir que disfrutĆ© mucho el ser penetrado; Pero tras recomponer algo la cordura tuve una perversa idea en mi mente y decidĆ­ darle rienda suelta.

   ā€œYa sĆ”camela!ā€.

   ā€œOk, rubia, no te desesperesā€.
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   Pero cuando me lo sacĆ³, Adriano se masturbĆ³ā€¦ Demostrando que gran parte de la corrida habĆ­a quedado en su conducto peneano, por lo que al pajearse escupĆ­a toda la leche que aĆŗn tenĆ­a adentroā€¦ me manchĆ³ las nalgas con su esperma.

   Apenas el miembro semi-erecto y empapado de esperma de Adriano dejĆ³ de escupir en mi retaguardiaā€¦ lancĆ© mi pierna hacia atrĆ”s!... mi talĆ³n fue certero e impactaba el bajo escroto de Adriano.

   ā€œAayyyyyā€¦ esā€¦ espera!ā€. IntentĆ³ detener mi agresiĆ³n alejĆ”ndose un poco, pero habĆ­a dado certeramente en sus cojones, y Ć©l lo sintiĆ³ con una severa debilidad en sus piernas, ante lo cual debiĆ³ aferrarse a mis caderas para no caer.

   Pero esa misma debilidad, le mantenĆ­a con las piernas separadas, y repetĆ­ mi ataque de talĆ³n por segunda y tercera vezā€¦ no le di el menor respiro.

   PUM, PUM sonaban los golpes de talĆ³n contra su delicado y delgado escroto. Sus bellos ojos se cruzaron y casi terminaron en blanco.

   ā€œAAAAaahhhhhhh!!ā€. Fue un grito de reacciĆ³n, si no se alejaba de mĆ­, acabarĆ­a con sus huevos!, AsĆ­ que para salvar su hombrĆ­a, sacĆ³ fuerzas no sĆ© de donde, y por fin se retirĆ³ de mi traseroā€¦ y de mi torturador talĆ³n.
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   Pero fui por sus bolas!!, ExtendĆ­ la pierna mĆ”s atrĆ”s y le impactaba de nuevo en las pelotas.

   ā€œAAggghhhā€¦ā€. Su Ćŗltimo grito se oyĆ³ lastimero, y seguidamente le acertĆ© el quinto talonazoā€¦ DespuĆ©s ya se habĆ­a alejado lo suficiente!ā€¦ VolvĆ­ el rostro al frente, sĆŗper contento de haberle fauleado a gustoā€¦ Aunque era algo que igual le encantaba  al pervertido de ā€œTrumpā€.

   Le habĆ­a lanzado 5 golpesā€¦Y todos dieron en el colgante blanco!.
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   De pronto escuche un ruido y voltee, me asuste al verlo tirado en el piso, corrĆ­ desesperado hacia Ć©l y le revisĆ©ā€¦ estaba sin conocimiento, Adriano no pudo soportar mĆ”s el dolor y se habĆ­a desmayado.

   5 Talonazos en las huevas tras correrse en mi ano, fueron demasiados para Ć©l.

   Le mire las bolas, su escroto estaba enrojecido, vaya que habĆ­a recibido bastante castigo de mi parte, creo que despuĆ©s de la tercera patada debĆ­ haber parado.

   Aunque parecĆ­a bien fĆ­sicamente, Estaba muy preocupado:

   ā€œAdriano no me asustes asĆ­ā€¦ reacciona papi, vamos abre los ojosā€. QuĆ© hacer?, me decidĆ­ a sobarle  las huevas, no habĆ­a mĆ”s que hacer hasta que recobrase la conciencia.

   Mi masaje era  impetuoso, se las frotaba con ahĆ­nco, querĆ­a que despertase ya, que se molestase conmigo, pero no soportaba seguir en la incertidumbre. 

   Unos diez minutos despuĆ©s comenzaba a reaccionar, se me quitaba una tonelada de angustia de encima.

   ā€œQue pasĆ³?ā€.

   ā€œPerdĆ³name, te desmayasteā€.

   ā€œMe desmayĆ©?, pero cĆ³mo?ā€.

   Le contĆ© lo sucedido, y de inmediato recordĆ³: ā€œAh sĆ­, las patadasā€.

   ā€œPerdĆ³n Adriano no debĆ­ pegarte tantas vecesā€¦ y tan seguido, debĆ­ darte descansoā€¦ me excedĆ­ā€.

   Como esperaba no se enfadĆ³: ā€œNo te preocupes mi rubiaā€.

   ā€œNo, no me disculpes tan rĆ”pidoā€.

   ā€œOk, te perdono pero si me los sobas, gĆ”nate mi disculpaā€.

   Mis manos se pusieron a la obra, arrancĆ”ndole unos gemidos, primero de alivio y luego de goce.

   Cuando ya estuvo repuesto del dolor, me alcanzĆ³ a reclamar: ā€œSiempre me pegas cuando me vengoā€¦ que costumbre la tuyaā€.

   Me reĆ­ frente a Ć©l y sonriĆ³.

   Tras unos buenos minutos, me dio un beso sĆŗper tierno en la boca y expresĆ³:

   ā€œGracias por una noche maravillosa!, me pateaste, y hacerte el amor fue riquĆ­simoā€¦ Gracias Danielā€¦ que lindo nombreā€.

   ā€œVaya, por fin me vas a llamar por mi nombre!ā€.

   ā€œTenĆ­a que empezar algĆŗn dĆ­a no?ā€.

   AsĆ­ concluyĆ³ mi primera experiencia con otro hombreā€¦ el sexo anal, fue inicialmente doloroso, pero valiĆ³ la penaā€¦ se sintiĆ³ demasiado delicioso hacia el final.

   Y nuevamente partĆ­a Trump, Ć©l estudiaba en su ciudad asĆ­ que no era viable que viviera por acĆ”, tenĆ­a la intenciĆ³n de ofrecerle mi hogar como suyo, pero no era factible por ahoraā€¦ lo que si me dijo fue que podrĆ­a visitarle a su casaā€¦ Por fin irĆ­a a verle donde el habitaba.

   Desde entonces nuestros encuentros fueron mĆ”s seguidos, a veces el venĆ­a y en otras yo iba a su casa, nuestra relaciĆ³n fue creciendo poco a poco, y si bien ante su familia debĆ­a fingir ser un amigo nada mĆ”s, Adriano estaba feliz de la relaciĆ³n conmigoā€¦ambos Ć©ramos una pareja y seguirĆ­amos intimado y cada vez mĆ”s seguidoā€¦ Claro que tambiĆ©n le complacĆ­a en su peculiar gusto masoquista.

   Mi vida con ā€œTrumpā€ es maravillosa al dĆ­a de hoy.

Fin.

Gracias
Comentarios a  zatniktiel@hotmail.com

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