La venganza de los ex (7/10): en la sala con Jean - Las Bolas de Pablo

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15 may 2018

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La venganza de los ex (7/10): en la sala con Jean

CONTIENE:
-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE

   Pablo Chacón se rascó la cabeza e hizo una mueca muestra de su incomodidad. Estaba sentado de brazos cruzados en el sillón del departamento que compartĆ­a con David. Su sorpresa fue cuando llegó ahĆ­ y se encontró a su esposo con Jean, para su suerte no estaban teniendo algĆŗn acto indecoroso contra el matrimonio sino que charlaban en la sala.


   ā€”ĀæQuĆ© es todo esto? —habĆ­a dicho Pablo cerrando la puerta.


   Jean se rió.


   ā€”No es nada malo —alegó David invitĆ”ndolo a sentarse a su lado en el mueble—. Jean ha venido aquĆ­ y ya le estoy despejando sus dudas. Estoy contigo.


   Pablo se sentó a su lado doblando los brazos por encima de su pecho y abriendo las piernas. Jean sintió envidia de como se marcaban sus testĆ­culos en aquel pantalón. Sus huevos lucĆ­an especialmente grandes porque en los Ćŗltimos 7 dĆ­as no los habĆ­a drenado por diferentes motivos por lo que estaban llenos hasta el tope de leche.


   ā€”Como te decĆ­a, Jean —rompió el silencio David tomando de la mano a Pablo—, lo nuestro terminó hace mucho tiempo y no de la mejor forma. Me reprochaste el haber tenido un hijo con Carolina y ya recuerdas como me enfurecĆ­ contigo. Seguido, volvĆ­ste aparecer y preferĆ­ mantener un trato cordial contigo dando vuelta a la pĆ”gina.


   ā€”No es justo —negó Jean—. TĆŗ me decĆ­as que nunca te casarĆ­as con un hombre, jamĆ”s te ibas a asumir como gay o bisexual, lo que digas que seas, y desaparecĆ­ y cuando regreso tienes una vida contraria a la llevabas —Pablo le sonrió sintiĆ©ndose triunfador. Jean se levantó del sillón—. ĀæFue por este tonto, cierto? ĀæQuĆ© le viste? A leguas se ve que es un cabeza hueca.


   ā€”Soy un profesional universitario y no un arrabalero instructor de yoga como tĆŗ.


   David lo miró de soslayo, de una manera un otra se sintió suscestible al tener una rama profesional parecida a Jean.


   Jean no pudo soportar mĆ”s tiempo y levantó el pie para hundirlo en la abultada entrepierna de Pablo aplastando sus inmensas huevas y sacando el aire de sus pulmones.


   Los azules ojos del rubio se agrandaron y tosió antes de doblarse intentando apartar la pierna de Jean lejos de sus gónadas.


   David se alarmó.


   ā€”Aparta tu pierna de Pablo —ordenó golpeando su tibia.


   Jean sonrió con orgullo.


   ā€”Quita —dijo Pablo con voz tensa, queriendo arrancar el pie de Jean de sus bolas y haciendo una mueca de dolor.


   ā€”Que lo dejes —ordenó David aunque enseguida recibió una manotada en la entrepierna de parte de Jean, un agudo chillido escapó de sus labios. Y cayó en el mueble ahuecando sus pelotas.


   Pablo estaba saltando en el asiento preso del dolor, soportando el pisotón de huevos, estaba con los ojos cerrados, la boca abierta y empezaba a gritar de dolor.


   Como recurso de defensa Pablo dirigió el puƱo entre las piernas abiertas de Jean.


   Los ojos del profesor de yoga se agrandaron y gritó sintiendo nauseas y espasmos de dolor. Apartó la pierna de las bolas de Pablo y se dedicó a masajear sus testĆ­culos lejos del mueble.


   Tres machos estaban en aquel departamento dando muestras distintas del proceso de dolor.


   David hizo una mueca y siendo el menos dolorido de los tres se puso de pie.


   ā€”Jean, voy a pedirte por las buenas que abandones el departamento. No tienes nada que hacer aquĆ­.


   Cuando se acercaba a Jean recibió un puntapiĆ© en los huevos de parte de este.


   David chilló de agonĆ­a.


   Jean lo miró.


   ā€”Parece que duele, Āæcierto? AsĆ­ duele mi amor por ti —de manera cómica Jean empujó a David con el dedo Ć­ndice por la frente y David se despolmó en el suelo agarrĆ”ndose los cocos.


   Seguido, el ex dirigió una mirada asesina a Pablo y corrió en dirección a Ć©l saltando sobre el mueble.


   Ambos comenzaron una lucha. Pablo clavaba golpes fuertes y profesionales contra Jean que tenĆ­a como objetivo doblegarlo por sus bolas grandes.


   En un momento el muslo de Jean entró en contacto contra las bolas de Pablo.


   Un sordo golpe resonó en la sala de estar.


   Un gemido largo y sibilante escapó de los labios de Pablo.


   Jean sonrió a pesar de tener un labio roto.


   ā€”Ā”Te jodĆ­!


   Miró la entrepierna de Pablo.


   Su polla estaba tensamente dura y sus bolas se dibujaban colgando vulnerables en el pantalón.


   La cara de Pablo estaba contraĆ­da de dolor.


   Jean se alzó en el mueble y trajo un rodillazo en los huevos de Pablo. AplastĆ”ndolos como papilla y provocando un gemido profundo y gutural en los labios de Pablo.


   El cuerpo del guapo rubio se congeló. Sus pĆ”rpados se abrieron y sus labios temblaron. Los ojos de Pablo se subieron hacia su cabeza mientras su polla explotaba con un chorro inmenso de esperma que mojó su pantalón con una mancha larga y pegajosa.


   Jean insertó otro rodillazo aniquilador.


   Un segundo chorro de semen, brotó de la polla de Pablo.


   De pronto Jean fue arrebatado de encima de Pablo, David lo habĆ­a cogido por el cuello para obligarlo a salir.


   Pablo se acurrucó gimiendo mientras su polla continuaba disparando lo que quedaba en sus testĆ­culos doloridos y traumatizados.


   Cargado de rabia David pudo sacar del departamento a Jean regalĆ”ndole mĆŗltiples puƱetazos. Cuando cerró la puerta se dirigió hacia Pablo cojeando y tambiĆ©n agarrando sus bolas.


   ā€”ĀæAmor, estĆ”s bien? —le preguntó.


   Pablo gimió.


   David dijo:


   ā€”Ese puto. Seguro no volverĆ” a joder mĆ”s, lo odio. BuscarĆ© una bolsa de hielo para ti.

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