-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
-SEXO HOMOSEXUAL
El equipo triunfador regresó a su casa de grupo y recibieron un premio por su victoria, habĆa un cofre con un mensaje en la mesa:
Ahora todos pueden tener libremente la erección que quieran.
SebastiĆ”n fue el que se atrevió abrir el cofre y estalló de risa, en su interior habĆan mĆŗltiples condones de todos los tamaƱos, colores y sabores. TambiĆ©n tenĆa lubricantes de distintas marcas
—Rico —comentó Ignacio cogiendo varios de ellos.
—¿Y en que lo vas a usar?—se burló Marco—. ¿Contigo mismo? Jajaja, te lo pones en el dedo y te lo metes por el orto.
—Con tu madre los voy a usar, weón —protesto Ignacio clavando una patada en la entrepierna del paquetudo macho.
Marco saltó en el aire y comenzó a dar alaridos de dolor apretando su entrepierna con las manos y dando pequeños saltitos intentando en vano aliviar su nefasto dolor.
Varios de los muchachos se rieron.
—¡Basta! —detuvo Gerónimo—. Hay muchos condones para todos. ¿Y ustedes? —preguntó mirando a SebastiĆ”n y Pedro—. ¿Los van a usar como pareja?... ¿Ya lo son?
SebastiĆ”n miró a Pedro con una sonrisa y mirada cómplice, entre ellos parecĆa haber un nexo, solo que en la mayorĆa de las ocasiones SebastiĆ”n huĆa de Pedro. La razón veĆa que era muy silencioso para Ć©l, pero la ocasión del reto lo animó a muchas cosas.
—No —negó Pedro— lo que hicimos fue para ganar el reto.
—Y lo valió jajaja —reĆa Marco que estaba de cuclillas agarrĆ”ndose las bolas. Su frente estaba doblada de dolor—. Muchas gracias.
—De nada —dijo SebastiĆ”n sentĆ”ndose en seguida en el mueble para ocultar su erección—. ¿Me regalan unos condones y lubricantes?
—Se te donan —bromeó Gerónimo transfiriĆ©ndolos— ahora nos toca dar la decisión para escoger otro posible eliminado del otro grupo... ¿quiĆ©n?
Cada miembro estuvo pensativo tomando la nueva decisión.
En otra parte escondida del edificio León se reunĆa con su jefe que estaba sentado frente al monitor viendo las imĆ”genes de lo que sucedió en el ultimo reto.
—¿QuĆ© le parece jefe?
—Me excita —contestó Ć©ste—. Ya los aspirantes del proyecto Ć©lite llegaron al lĆmite donde los querĆa empujar. Ya basta de sexo a escondidas. Con esta prueba sabĆa que se pasarĆan de lindes.
—¿Y ahora?
—... Ahora, que acumulen bastante semen —dijo el jefe entre risas— porque los próximos retos serĆ”n con bastante sexo.
—¿Los que lo quieran tener?
El jefe arqueó las cejas y miró a León mientras se mordĆa los labios.
...
En el equipo verde sus integrantes estaban en la cocina sentados alrededor de la mesa con papel y bolĆgrafo en mano escribiendo el nombre del posible nuevo eliminado por segunda vez consecutiva en su grupo. Lucas terminó de firmar su hoja miró con asco a David y se levantó de su sitio para retirarse. Miguel sonrió y se preparó la cena. Guillermo todavĆa no sabĆa por quien votar, dudó por muchos minutos hasta que selló con su letra el papel y lo introdujo en el sobre que mĆ”s tarde se leerĆa. MatĆas firmó y salió diciendo que querĆa baƱarse. David fue el ultimo en escribir, lo hizo, estaba seguro que Ć©l seria el posible nuevo eliminado. Introdujo el papel en el cajón y miró tristemente a su alrededor. Se levanto del asiento.
—¿Quieres almorzar? —le preguntó Miguel.
—No, gracias.
—Tranquilo y confĆa —sonrió el morenazo.
En otro extremo del edificio el equipo rojo tambiĆ©n ejercĆa la decisión para eliminar un miembro del grupo contrario.
—Mi voto para eliminar es a Carlos —dijo Pedro.
—¿Por que? —casi gritó Gerónimo.
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Carlos |
—¡Hey! ¡cĆ”lmate! —rogó Pedro—. Mientras mĆ”s rĆ”pido eliminemos a los fuertes mejor.
—Mi voto es para David —habló Marco.
—No comparto tu voto por Carlos —continuó molesto Gerónimo— yo voto por MatĆas... vieron como... ¡se puso su pene erecto! y las bolas que tiene jajaja. Imaginen un reto de eyaculación... ¡no! Voto por MatĆas.
—Yo tambiĆ©n voto contra MatĆas —indicó Ignacio.
—Decides tĆŗ, SebastiĆ”n —concluyó Marco.
—Pues... —dudó SebastiĆ”n mirando las caras, el rectangular rostro de Pedro y supo como este rogaba para que lo apoyara—... bien, sĆ, mi voto es para MatĆas y asĆ somos 3. No quiero quedar en empate votando por Carlos aunque quiera.
…
En las duchas MatĆas salĆa de la regadera y se sentaba en un banco. Las perlas del agua se reflejaban en su cuerpo, recordó todo lo vivido en el reto, aguanto mucha excitación, revivió el sexo que vio entre SebastiĆ”n y Pedro y lentamente su propio pene se puso erecto sin necesidad de concentrarse para evitarlo. Miro a los lados y decidió masturbarse con solamente la presencia del agua en su delicioso cuerpo. No tardó en eyacular una rĆ”faga espesa de semen por lo excitado que se sentĆa.
En otro lado SebastiĆ”n y Pedro se reunĆan.
—Hubiera querido que me apoyaras —dijo Pedro.
—Hubiera sido empate y allĆ debĆamos escoger al azar —dijo SebastiĆ”n.
—PreferirĆa eso.
—Ya que mĆ”s da…
—Oye... gracias por lo del reto.
—je, je, je —rió Pedro mirĆ”ndole con un brillo en los ojos.
—Lo estaba esperando desde hace tiempo.
—¿Cómo dices?
—SĆ... ¿ah? ¿No te habĆas dado cuenta?
—Claro que si, solo que…
—Que te hacia miradas, te tocaba. Te hacĆa chistes te hablaba de infinidad de temas. Te excitaba y ¡no mientas!
—Es solo que yo busco algo muy serio. Una relación estable y no sexo como parece.
—jajaja entonces tĆŗ y yo no tendrĆamos igual visión.
—¿AsĆ piensas?
—SĆ —reĆa Pedro— yo no busco una relación formal. Solo quiero pasar el rato aquĆ en el edificio. Sexo y nada mĆ”s y tĆŗ eres el que me prende. Y deshuevarte fue genial has de ser muy rico cogiendo. Tal vez si lo hacemos mĆ”s seguido me convenza y tengamos algo formal pero por ahora quiero que Ćŗnicamente me bajen la calentura. Tanto tiempo aquĆ encerrado con tan buenos cuerpos hacer querer a uno que le saquen la leche.
SebastiÔn lo miró y sonrió.
Pedro también sonrió y besó rÔpidamente a SebastiÔn sin darle oportunidad para reaccionar, pero el atleta de fuerza que acariciaba su espalda dijo:
—No tengo animos para sexo. Todas mi energĆas quedaron en el reto
—Dices querer algo serio pero en seguida se te para la verga, que contradicción. Pues yo tampoco es que tenga mucha energĆa pero mi boca si.
El nadador bajó con su lengua hasta el bulto de SebastiĆ”n ensalivando su pecho y abdominales. Sacó de la ropa interior la misma verga que observó por la maƱana. SebastiĆ”n empezó a acariciar la nuca de Pedro, mientras este sacaba y veĆa el glande del fortachón. No tardò en lamerle la verga ensalivando su glande y bajando hasta los huevos. Sebastian se sentĆa cómodo con la placentera lengua.
Pedro introdujo por completo en su boca todo el pene de Sebastian, y en su interior intentó masajearlo le parecĆa un reto imposible. Subiendo poco a poco, adecuando sus labios a la medida del pene. SebastiĆ”n empezó a empujar suavemente la cabeza del deportista para que su verga entrara hasta la garganta.
Después de un rato de delicioso sexo oral Sebastian indicó entre gemidos:
—Casi me corro.
Pedro iba a sacarse la verga, pero se detuvo en seco pensando en la sensación del olor y lo viscoso y gelatinoso del semen, levantó la mirada y vió a los ojos de SebastiÔn. Asà que, sin decirle nada, acerco de nuevo sus labios a su glande y se la metió de golpe adentro. Empezó a bajar y subir deprisa.
—¡Que me voy a correr ya!
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Lucas |
La verga estaba dura e hinchada dispuesta a estallar en un riachuelo de lefa. Pedro continuaba haciendo mĆ”s rĆ”pidos y fuertes los movimientos. Apuntó una mano a las huevas de macho que gemĆa y se las exprimió con las manos extrayĆ©ndole un primer chorro de caliente y espeso semen que le mojó la garganta. SebastĆan dio un gemido gutural sintiendo el apretón de cojones una mezcla entre grave dolor y placer aĆŗn asĆ siguió escupiendo semen y Pedro tragĆ”ndolo.
...
En la noche se reunieron todos lo equipos en la casa general para contabilizar los votos del dĆa y determinar al amenazado de expulsión: 1 voto para David, 1 para MatĆas, 3 para Lucas. Y asĆ fue la decisión los nuevos posibles eliminados recaĆan en MatĆas y Lucas.
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