CONTIENE:
-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRRE
El puño de Israel colisionó con las bolas de un desprevenido Adam.
—¿CREĆSTE QUE NO ME IBA A ENTERAR? ¡HIJO DE PUTA! —le gritó Israel.
Los ojos de Adam se abrieron de par en par y se cruzaron al instante mientras se doblaba de dolor, tosiendo y gimiendo. Sus manos se metieron dentro de su traje de baƱo para agarrar sus doloridas bolas que enviaban palpitantes y calientes seƱales de dolor a todo su cuerpo.
Dos nadadores que estaban en los vestuarios se quedaron mirando como Adam caĆa de rodillas y se acurrucaba en posición fetal.
—Me has hecho muchas cosas y todas te las he tolerado —reclamaba Israel—. PERO MANDAR A ROBARME Y DARME UNA PALIZA PARA SACARME DEL JUEGO E IR TĆ A UNA COMPETENCIA HA SIDO DEMASIADO.
Ramiro, el amigo de Adam, levantó su puño entre los muslos musculosos de Israel por detrÔs.
Israel debilitado se dejó caer en estado de confusión. Trató de mirar por encima de su pecho y observó a Ramiro encima de Ć©l. Con su bella cara hizo una mueca, el dolor emergĆa de sus grandes huevos y explotaba en todo su cuerpo, agarraba sus bolas con ambas manos.
—Ante de culpar a Adam de algo tan grave debes estar seguro —acusó Ramiro.
—Estoy muy seguro que este cretino lo hizo —afirmó Israel con su cara expresando el mĆ”s profundo dolor—. Por eso lo demandarĆ©.
Ramiro arrugó el ceño:
—Si lo demandas aquĆ estaremos sus amigos para defender…
De repente, Ramiro se levantó en el aire al recibir una poderosa patada en las huevas por detrÔs.
Los ojos de Ramiro se abrieron y dejó escapar una fuerte tos.
—Israel tambiĆ©n tiene amigos que lo respaldan —aseguró Patricio, quien iba ayudarlo en una ocasión anterior a golpear a Adam.
—Fue demasiado obvio que mandó a golpearme —gruñó Israel—. En cada ocasión que tengo una competencia lo hace para ir Ć©l —se alejó de Adam agarrĆ”ndose la entrepierna.
Adam lo miró expectante.
—Por eso te demandarĆ© —su rostro se contorsionó en agonĆa.
—No tienes pruebas estĆŗpido —se defendió Adam.
—Que la policĆa investigue —Israel sobaba su entrepierna.
—¿Cuales son tu pruebas, ah? —rugió con violencia Adam parĆ”ndose y caminando en dirección a Israel—. Quiero que me las digas. No tengo que ser el culpable de tus desgracias.
Israel respiró profundamente y clavó una patada con la planta del pie a los cojones de Adam.
Los ojos de Adam se hincharon y dejó escapar un grito doblÔndose.
Ramiro quiso socorrerlo y Patricio lo detuvo.
Adam hizo una mueca e intentó sacudirse el dolor en sus bolas. Cayó sentado al piso.
—Estoy harto que siempre veas mis bolas como tus objetivos —dijo Israel—. Hoy te toca a ti.
Israel llevó el pie contra la entrepierna de Adam, aplastando sus huevos como masa para pizza retumbando en el vestuario un fuerte CRUNCH.
Hubo varias mezclas de asombro.
Adam gimió, revolcÔndose en el suelo como culebra agarrando sus gónadas. Pataleó un par de veces y su pene convulsionó, antes de que una gruesa capa de semen se impregnara en la tela de su ropa interior.
—Ohhhhhh —gemia Adam parpadeando sintiendo derramar su esperma. Agarró sus cojones doloridos y sintió como crecĆan en su escroto. Se estremeció mientras su polla disparaba una segunda oleada babosa de semen—. Ohhhhhhhh, me duele. Ohhhhhhh.
Israel estaba dispuesto a proceder hasta el final de repente la puerta del vestuario se abrió de golpe. El entrenador Vladimir penetró gritando:
—USTEDES DOS, BASTA YA.
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