Mi combate contra el chico de los huevitos (2/2) - Las Bolas de Pablo

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9 dic 2018

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Mi combate contra el chico de los huevitos (2/2)

ESCRITO POR: ZATN
CONTIENE BALLBUSTING F/M.


En la primera parte, Rosa narra su combate contra AndrƩs Miraban, la astuta luchadora tiene toda la ventaja en la pelea, aparte de haber pateado los testƭculos del joven oponente, Ahora continua el relato de la mujer:


...Estaba decidida a barrer el piso con él, así que comencé a golpearlo en toda Ôrea que dejase descubierta...mis puños y golpes de codo ablandaban por completo su cuerpo, mis golpes mÔs destacados acertaban en la espalda y costados; Lentamente lo iba a reducir a polvo, Pero ocasionalmente me ocupaba de sus pelotitas, mi primer ataque fue un puntapié directo a sus manos protectoras, no se quejó del golpe, no fue fuerte, pero el público celebró mi nuevo intento de pegarle a sus hijos...
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Como no podĆ­a ni con el alma, me coloque tras Ć©l con toda libertad, le conectĆ© un par de puƱos en los riƱones y a pesar de sus gruƱidos no pudo hacer nada, asĆ­ que buscando dar mĆ”s alegrĆ­a a mi fanaticada, me coloque de espaldas a Ć©l, apoyando mis nalguitas contra las suyas... por un instante quedamos cola contra cola, saludĆ© al pĆŗblico y esperaron mi actuar...enseguida di una patada hacia atrĆ”s, con el talón le di en sus manos "cubre bolitas"; 

Creo que ese chico ni siquiera sabƭa de donde le venƭan, ni quƩ clase de golpes le impactaban, Ʃl solo recibƭa dolor y se limitaba a no dejar de cubrir sus huevitos...Por Dios, como me burlaba de ese chico!, Jajaja.

En dos oportunidades habĆ­a pateado su protegida entrepierna, no con fuerza excesiva…Por fortuna para Ć©l, se cubrĆ­a efectivamente con las manos; Sobre estos intentos de faulearlo, en verdad solo querĆ­a asustarlo, pero a la vez dejarle claro que no volviera a descuidar su Ć”rea mĆ”s delicada…casi le hacĆ­a un favor, por su propio bien:
"Jajaja, si te vuelvo a pegar en los huevitos, te acabo!, Jajaja…Eso es querido, protĆ©getelos!, no vuelvas a ser tan descuidado cariƱo, Jajaja".

Ahora lo tenía casi contra su esquina, era momento de jugar un poco mÔs antes de un final apoteósico, primero le ablandé con un gancho directo a su quijada, agarrÔndose los huevos no tenía mucha resistencia para oponer, el golpe lo dejó mÔs allÔ que acÔ, y volvió a dejar su guardia sin protección... Para cubrirse la barba desprotegió sus bolitas y fue mi oportunidad.
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Tomé impulso con la mano abierta y le solté una severa palmada en sus cositas, pude sentir mis dedos golpear sus huevitos con toda fuerza, hasta me ardió la mano, ahora imaginen el dolor de ese pobre chico Jajaja.


"AAAAAAhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!!!!!". Gritó el pobre diablo, Jajaja. SimultÔneamente escuche a alguien del público quejarse, era la voz de un hombre y exclamó un "Aauuuu!!". Contuve una nueva risa, o se quejó al ponerse en el lugar de mi rival, o alguien a su lado le dio un recuerdito en la entrepierna, Jajaja

Pero volviendo al pleito, tras el grito del chico, no le di oportunidad de cubrirse y mi mano hurgo en sus genitales desprotegidos, que harƭa?, le apretarƭa las bolitas y acabarƭa el combate?...No!, jugarƭa mƔs con Ʃl!

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Le di un pellizco con mi pulgar e ƭndice derecho, atenazƔndole del escroto, que lindo se sentƭa la pielecilla de sus bolitas....

    
El ardor en la mano me hizo pensar "Sus bolitas siguen ahí?...Y si se los metí en el cuerpo?". Solo fue una fracción de segundo, pero el pensamiento me trajo a la memoria alguna vez en la que pensé sobre si era posible literalmente meterle los huevos a un hombre en su abdomen...

...Eso seguro era fantasía, bueno creo que si es físicamente posible, después de todo los huevos de los machos estÔn en su estómago en el vientre materno, y antes de nacer les bajan para colgar entre sus piernas el resto de la vida.

El meterle las bolas al cuerpo es algo muy raro de pasar, pero después de todo, las pelotas se este chico eran muy pequeñitas, tal vez si podía suceder en él...No tuve que palpar para buscarlas, a pesar de ser minúsculas se podían ver que seguían afuera del cuerpo jajaja...

...También estuve muy ofendida!...sus pelotitas estaban a salvo de mi pellizco, y el tontito no me agradeció por no meterme con sus cositas esta vez, Jajaja bromeo con ustedes!; Jalé suavemente tratando de evitar que se alejase mÔs de mí, finalmente sentí algo de lÔstima por él y le solté la bolsita de carne.

"JAJAJAJA…Que lindos huevitos, Jajajaja". La gente me ovacionaba, podĆ­a hacer con Ć©l lo que me viniera en gana, sencillamente el chico ya no tenĆ­a fuerzas en su varonil cuerpo.
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El pobrecillo terminó contra su esquina de rodillas, me sentía tan superior, me puse frente a él y permanecí viéndole... era simplemente inferior a mí, y lo había demostrado durante todo este combate.

"Llegó tu fin querido, prepÔrate". Me incliné ante él, cerré el puño y me dispuse a darle el golpe final.
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Justo antes de lanzar mi golpe, di una mirada al pĆŗblico, en ese momento sentĆ­ un fuerte golpe en mi pecho izquierdo, de la fuerza el impacto me hizo retroceder. 

"AAAAAAAAAIIIIIIIII!!!!!!!". Grité con todas mis ganas, me había dado un puño en la teta y el dolor me hizo apretar los dientes, enseguida me alejé de él, reconozco que estaba asustadísima, era mi reacción defensiva ante tremendo sufrimiento, tenía miedo a mÔs dolor... acabé retrocediendo de espaldas, hasta que mi propia esquina me detuvo, ahí terminé de cuclillas, con los brazos alrededor de mi busto.
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Nunca había sentido tanto dolor en mi vida, y mis ojos se humedecieron...Veía borroso, pero alcance a percatarme que el tal Andrés se había incorporado, ni siquiera podía pensar en cómo reaccionar, mi cuerpo era una cascada de dolor que recorría de mi pecho hasta la columna, bajando por ella hasta las piernas que temblaban sin pausa... ya no podía ni moverme.
Estaba frente a mí con una mano en los huevos y a otra empuñada...estaba acabada, logré enfocar la mirada viéndole a los ojos, él sabía que me tenía, que no me era posible moverme, no me tendría piedad, y era lo correcto, porque yo no la tendría en su lugar... así que preparó la pierna para patearme la cara...sólo me quedaba una cosa por hacer...rendirme!, no quería terminar noqueada en el piso y eso pasaría de recibir pleno su patada final...
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...Cerré los ojos y articulé con dificultad: "Meee...me rindo!". Nada pasó, no llegó su patada, abrí los ojos y pude ver el brazo del juez entre nosotros, él se había detenido y aceptado la intervención del Ôrbitro...Ese chico era el ganador!.


Ya a salvo, caí sentada y recostada contra la esquina, respiré hondo de alivio, mi seno izquierdo me estaba matando, sentía como si estuviera quemÔndose por dentro, el contacto solo de mis manos me erizaba la piel, no pude evitar soltar lagrimas... me dolía demasiado; Emilio me atendió, me puso la toalla húmeda en mi pecho izquierdo, cubriéndolo y a la vez masajeÔndolo, era doloroso el contacto, pero mientras mÔs movía mi pecho mÔs alivio sentía...era una sensación extraña...el severo ardor en mi busto cedía y hallaba el necesario alivio...recogí las lÔgrimas y el fino moco de mi nariz.


"Te dije que te cubrieras ahí!, niña terca!, siempre cúbrete las tetas!, cuando vas a aprender niñita a no bajar la guardia!".


Su regaƱo, a pesar de ser en voz baja, me hacƭa doler los oƭdos...mƔs bien el orgullo. Por un instante levantƩ la vista y vi a mi rival en su esquina con la mano levantada por su entrenador, el tal AndrƩs apenas podƭa con las piernas, y su otra mano se mantenƭa acunando sus huevitos, le hice daƱo, pero Ʃl era quien gozaba de la victoria. MejorƩ bastante y con ayuda de Emilio pude incorporarme, ya era hora de abandonar el lugar.

Antes de salir del Ring escuche del publico muestras de afecto: "Animo Rosa!", "Te queremos Rosa!". Esas palabras me animaron, la gente disculpaba mi derrota, quise decir gracias, pero del bullicio no se habrĆ­a escuchado.

Camino al camerino recordé aquella conversación que tuve con mi entrenador apenas llegué al club y me alistaba para el combate:

"Que dices niña?, Se te adelantó la sangre?".
"NO lo digas asƭ!, y hasta maƱana es que menstruarƩ".
"Es igual, pero entonces hoy tienes las tetas dolorosas".
"Pues si".
"Entonces hay que cancelar la pelea".
"NO cancelaremos nada!".
"Niñita tu bien sabes que te pasa estos días en las tetas, recuerda aquella vez en el entrenamiento, cuanto te dolió, y eso que usabas protector pectoral, casi gritaste..."
"NO era asƭ, exagerƩ aquella vez...Emilio, puedo pelear".
"NI tú te comes ese cuento de que exageraste...Entiende niñita que la pelea es desnuda, no hay protector, solo Dios sabe que te pasarÔ si hoy te llegan a pegar en esas tetonas que tienes".
"NO pasarÔ, me cubriré bien, mientras no me descuide no habrÔ problemas...AdemÔs mi rival es un tonto y un novato, tú mismo lo has analizado, y dijiste que no era rival para mí".
"Nunca se sabe, imprevistos pueden suceder, no te confƭes demasiado niƱa".
"Emilio, nada pasarƔ, le ganarƩ y sin esfuerzo, verƔs que no hay nada de quƩ preocuparse".
"AllĆ” tĆŗ!, son tus tetas, pero no digas que no te advertĆ­".

Debƭ escuchar a Emilio, paguƩ el precio en esta pelea por mi gran terquedad.

En el camerino por fin descansé, Emilio me preguntó si quería hielo para ponerme en la teta, le dije que no era necesario, pero un quejido bastante agónico de mi parte le hizo salir.
"A dónde vas Emilio?, te dije que estoy bien".
"Claro, tan bien que llegaras a tu casa con una teta mƔs grande que la otra, quieres evitar eso?, pues voy por hielo niƱata". Exageraba, pero agradecerƭa el hielo, asƭ que no le protestƩ nada mƔs.
Ahora a solas analizaba lo sucedido en el ring, ese Andrés me había dado un golpe de nocaut, no solo en la tetas, sino al orgullo, me había vencido con solo un golpe y fue el fin para mí... Trataba de animarme adjudicando su victoria a la suerte: Estaba casi en mis días y me dio un golpe cuando bajé la guardia, hasta sucedió que ese chico ni siquiera me golpeo con los ojos abiertos, todo fue simple suerte de su parte...

....Es como cuando una chica aterrada e indefensa logra golpear a un violador en las bolas, lo hace sin siquiera pensarlo, solo un movimiento de forcejeo, y su pierna o rodilla termina chocando en donde mƔs le duele al tipo, y con eso logra escapƔrsele....es un ejemplo de suerte extrema, y el violador adolorido y frustrado por haber fallado su perverso plan se siente mƔs mediocre que nunca...En estos momentos (claro, guardando las proporciones)me sentƭa como ese frustrado violador....Solo fue suerte de ese tal AndrƩs!.
...Pero me sentía mejor por eso?, claro que no!...fui derrotada por un novato y suertudo, que vergüenza para mí!, los golpes de suerte también valen en las peleas.

AdemƔs del dolor en el pecho, la cabeza simplemente no me dejaba en paz, Que tonta fui!...despuƩs de jugar a gusto con el tal AndrƩs de los huevitos, terminaba siendo vencida por Ʃl, Por ese hombre!, hasta me hizo llorar del dolor!... Miraba mi mano y pensƩ en lo que deje pasar...Aquel momento en medio de la paliza que le daba, cuando le agarre del escroto, ahƭ decidƭ no cogerle los huevitos, solo pellizcare la piel...si le hubiese apretado los huevos, lo hubiera acabado!.
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Era tan simple en asunto...una apretada de huevos hubiera sido su sin salida...El chico habrƭa tenido que rendirse sin remedio; mire una vez mƔs mi mano y de la rabia la cerrƩ con fuerza... Que tonta!...Si solo le hubiera exprimido los limoncitos!".

En ese momento sentƭ unas incontenibles ganas de hacer pipƭ, asƭ que me dirigƭ a los baƱos, estaban a solo unos metros asƭ que ni me moleste en ponerme algo de ropa.
Caminar era incomodo pues cada movimiento de mis pechos me recordaba el dolor, asĆ­ que con cuidado lleguĆ© al baƱo, hice mi necesidad y enseguida me di la vuelta...Cuando regresaba al camerino  escuche que me hablaban:
"Hola Rosa". VolteƩ al llamado, era ese chico, estaba desnudo con una bolsa de hielo entre las piernas, recordƩ su nombre y respondƭ.
"Hola AndrƩs, ese es tu nombre, cierto?".
"Así es, cómo estÔs?".
"Estoy algo mÔs recuperada, gracias por preguntar". Quise ser amable, curiosamente no le tenía ningún tipo de rencor.
"Me disculpo, la verdad no quise golpearte en las…". Dio un vistazo a mis pechos pero de inmediato ladeo el rostro y se notó azorado…me pareció gracioso lo penoso que era.
"No tienes que disculparte, se valƭa todo, tambiƩn dar en las tetas". Y vaya que esta noche, al igual que Ʃl, habƭa padecido la regla de todo-vale.
ā€œLo sĆ©, pero no me gusta el ganarte con un golpe ahĆ­, perdónā€.
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ā€œIgual yo te iba a ganar despuĆ©s de golpearte losā€¦ā€. Una vez mĆ”s observĆ© su entrepierna, sólo de la patada que le di, sus huevitos debĆ­an parecerle el infierno sobre la tierra. 


"Te duelen todavĆ­a?".
"TĆŗ que crees?...Me pateaste duro!". RememorĆ© el momento justo cuando le di la patada, en verdad le pegue con fuerza…Pero ahora charlando con Ć©l, me sentĆ­ un poco mal, y decidĆ­ ser conciliadora.
"Cómo ya dije, se valĆ­a todo…Pero debo admitir que quiero disculparme… Eh, perdóname!, fui bastante bruscaā€. Me sentĆ­ mejor al pedirle disculpas.
ā€œNi que lo digasā€. Movió la bolsa de hielo de un lado a otro, sobĆ”ndose los huevitos. Estaba incomoda, pero quise dejarle claro que Ć©l tambiĆ©n era responsable.
ā€œPero no debiste bajar la guardia…es tu culpa!". 
Quedó pensativo un instante, creí que me recriminaría la crítica, pero salió con un tema que me dejó mÔs fría que esa bolsa de hielo que le helaba los cojones.

"No lo tomes a mal, pero nunca creĆ­ que a una mujer le doliera tanto un golpe en las tetas, gritaste como loca, casi parecĆ­a el dolor de un hombre cuando nos dan en las pelotas".
Su comentario me recordó el dolor aun severo en mi pecho, dolor que no me dejaba tranquila.

"Como tĆŗ mismo hace unos minutos, te hice gritar fuerte, Jaja…". IntentĆ© con la risa desviar el tema,  no querĆ­a hablar de mi intimidad.
"Si, pero ya en serio, porqué te dolió tanto?, es por tenerlas tan grandes?. Perdóname pero eso es lo único que se me ocurre, y la verdad no creí que el tamaño hiciese tanta diferencia en cuanto a lo que sienten".
"No es por el tamaño de mi busto, si es verdad que al tenerlos mÔs grandes es posible un mayor dolor, pero no fue sólo por eso que me ganaste". Mientras le explicaba palpaba mis pechos, el dolor aún se mantenía.
"Entonces?".
Decidir no responderle, no querĆ­a hablarle de mi periodo menstrual, asĆ­ que nuevamente busque cambiar el tema: "Tuviste suerte, te confieso que no debĆ­ pelear esta noche...".
"De que hablas?".
"No lo entenderĆ­as...".
"DĆ­melo quiero saber que te sucedió". 
Me di por vencida, ese chico en verdad estaba interesado en saber el motivo, y simplemente no di para negar mƔs.
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"EstÔ por venirme la menstruación, y siempre un día antes tengo mayor sensibilidad en las tetas, de hecho los pezones no soportan el roce ni del sostén, y el mÔs leve golpe me ha sacado lÔgrimas, ahora imagina recibir un puño de ti, nunca había sentido tanto dolor en mi vida, por eso me ganaste!".



Cómo esperaba mi explicación lo dejó atónito.
"Vaya eso no lo sabƭa, la verdad es que no tengo hermanas...Espero estƩs mejor pronto".
"Mejoraré, pero la mala sensación me durarÔ hasta mañana".
"Qué curioso, tienes una gran debilidad como los hombres, claro que nosotros la tenemos todos los días de nuestra vida, y tú solo un día al mes".
Que graciosa su comparación, este chico equiparaba anatomías, nuestros senos con sus pelotas, pero esta noche tenía razón en comparar.
"AsĆ­ nos hizo la naturaleza".
Ahora sin la menor vergüenza, observó mis pechos, no me molestó, pero de inmediato noté que había retirado la bolsa de hielo de sus bolas, podía ver sus huevitos, de seguro un poco mÔs grandes por haber sido golpeados, pero mi mirada enseguida fue a su pene...largo y bastante lindo.
Le respondĆ­ buscando hacerlo sonrojar:
"La naturaleza nos hizo peculiares, a mí me puso estas tetas que te gustan tanto... y a ti te puso ese pollón".
Se coloreó, pero siguió viéndome como tonto, y no se percataba que su verga estaba al aire y ante mi vista.

En ese momento escuchĆ© la voz de Emilio que me llamaba, habĆ­a regresado con el hielo... Fue lo mejor, porque el momento era incómodo para ambos, asĆ­ que llegó la hora de despedirnos…Pero antes de marcharme, habĆ­a un pendiente…no me gusta perder:
"Por cierto, quiero la revancha". Sonrió y respondió: "La tendrÔs!, pero eso sí, avísame que día te viene la regla para pelear un día antes, Jajaja".
Su respuesta que hizo reaccionar: "Oh idiota!!". Se quiso pasar de bromista, por eso le puse cara de enojo y comencĆ© a alejarme, pero en verdad no estaba molesta con Ć©l…Por eso mismo justo antes de doblar el pasillo me detuve, gire la cabeza para ver ese pene por Ćŗltima vez.
"CuĆ­date, nos estamos viendo...". La verdad le sonreĆ­.
Camino al vestidor pensaba solo en una cosa…su pene!, me gustarĆ­a verlo parado, que cosas podrĆ” hacer ese chico con ese largo palo?…Ese AndrĆ©s es muy ingenuo y un poco tonto…Pero hombre despuĆ©s de todo, porque el muy descarado no deja de verme las tetas!; Oh pero quisiera volver a verlo…Volver a ver al chico de los huevitos.



FIN.


Gracias.

Comentarios a  zatniktiel@hotmail.com







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