ESCRITO POR: ZATN
CONTIENE BALLBUSTING F/M Y M/M y SEXO HOMOSEXUAL.
Daniel Roberto y Adriano paseaban por el muelle como casi todos los dĆas. Esta rutina de salidas comenzĆ³ desde aquella fiesta en navidad, pues en periodo de vacaciones Adriano venĆa constantemente a visitar a su amado.
Sin nada que hacer la pareja podĆan darse el lujo de caminar sin rumbo fijo, solo degustaban el paisaje, al par le dio las 10 de la noche y aun recorrĆan el Ć”rea turĆstica...
...Pero lo que no sabĆa la pareja es que desde hacĆa unos 20 minutos alguien a lo lejos les observaba, guardando prudente distancia la misteriosa persona vigilaba todos sus movimientos, y aĆŗn peor, hoy no era la primera vez que andaba tras ellos.
Al llegar a casa de Daniel Roberto, el perseguidor se detuvo una cuadra antes... las cosas parecĆan mal... es mĆ”s, aquel individuo desde hacĆa dĆas sabĆa la rutina de la pareja y la vivienda de Daniel en esta ciudad.
En la casa, la pareja fue directamente al cuarto, se besaron con pasiĆ³n mientras Adriano tocaba el paquete erecto de Daniel. El joven retirĆ³ la mano de su aparato genital, y subiĆ³ ambas manos de su pareja, entonces se escuchĆ³ un grito de Adriano:
"AAAAHHHHHHHHHHH!!!!!". Expulso todo el aire de sus pulmones ante el sorpresivo, pero a la vez esperable golpe de rodilla de parte de Daniel.
Adriano se alejĆ³ e inclinĆ³ reposando ante el trauma genital. Daniel avanzĆ³ hacia Ć©l, con intenciĆ³n de redoblar el ataque bajo, pero su pareja le hizo seƱal de alto.
"Que pasa?, pero si te fascina esto...".
"Auuu!, sabes que sĆ, pero quiero usar todos los aditamentos".
"Hablas de...". Daniel sabĆa que se referĆa a la peluca rubia que el usaba, y la mĆ”scara de Trump, que era esencial para el papel que encarnaba Adriano... desde la fiesta de navidad y su orgia en aquel cercano motel, no usaban aquellos "aditamentos".
Daniel fue a su armario y en una gaveta buscĆ³ algo pero no lo encontrĆ³, le pareciĆ³ muy raro.
"No estĆ”n... estoy seguro que guardĆ© aquĆ mi... ¿los moviste a otro lado?, o te los llevaste a tu casa?".
Adriano negĆ³ y se uniĆ³ a la bĆŗsqueda... fue infructuosa y debieron resignarse... Retomaron la acciĆ³n desnudĆ”ndose y demĆ”s...
"OOOGGGHH!!", ExpresĆ³ Adriano cuando Daniel le apretĆ³ los testĆculos.
"Te duele? jajaja".
El joven le soltĆ³ las gĆ³nadas, acompaƱƔndole enseguida con un rodillazo antes de que su hombre pudiera cubrirse.
Adriano cayĆ³ de rodillas, acunando sus pelotas, Daniel se acercĆ³ a Ć©l, y fue sorprendido cuando su pareja con una mano le agarrĆ³ la cara interna del muslo a centĆmetros de su escroto. Adriano hundiĆ³ sus uƱas en aquella carne blanda haciendo chillar a Daniel.
El torcido de la carne era dolorosĆsimo. Por fin le liberĆ³, cayendo de rodillas tambiĆ©n Daniel.
"Y agradece que fue el muslo y no las pelotas". Adriano sabĆa que Daniel no compartĆa su gusto por el Ballbusting, por ello evitaba darle entre las piernas.
Ahora algo equilibrados en dolor, la pareja permaneciĆ³ arrodillada frente a frente sobĆ”ndose y sonriĆ©ndose mutuamente.
Pero sombras se cernĆan a su alrededor, pues encima del armario habĆa estratĆ©gicamente ubicada una cĆ”mara miniatura, que transmitĆa en vivo la acciĆ³n de la pareja...
...Afuera de la casa, el desconocido perseguidor, observaba la transmisiĆ³n en su telĆ©fono mĆ³vil... Pero este espionaje no serĆa lo Ćŗnico que pretendĆa aquel desconocido con la pareja.
La pareja comenzĆ³ una ardiente relaciĆ³n sexual, Daniel chupaba el miembro viril de Adriano, mientras este jugaba con sus cabellos... no tardĆ³ el varĆ³n en correrse inundando la boca de su amado, quien tragaba leche desesperadamente, no aceptarĆa que gota alguna se perdiese
Minutos despuĆ©s Adriano quedaba boca arriba en la cama y le abrĆa las piernas a Daniel, quien arrodillado le besaba los testĆculos… Las lamidas de su pareja aliviaban el ardor testicular por los golpes.
La situaciĆ³n se invirtiĆ³ y ahora Adriano penetraba a Daniel colocado sobre Ć©l, su amado abrĆa las piernas disfrutando como ese grueso miembro se restregaba contra su ano.
Las repetidas penetraciones dieron lugar a la eyaculaciĆ³n... Fue entonces cuando Daniel penetrĆ³ a Adriano, era menos frecuente que "Trump" fuera el pasivo, pero desde hace un tiempo la pareja ya compartĆa todos sus gustos y satisfacĆa los apetitos del otro. Daniel no quiso correrse dentro de Adriano, saco su pene palpitante y eyaculĆ³ en el rostro de su pareja... Adriano degustĆ³ el blanco fluido de su "Rubia".
Los jadeantes novios no cesaron en tocarse y lamerse, ahora Adriano colocĆ³ a Daniel en cuatro y le penetrĆ³, con firmeza se adherĆa a sus caderas, estrellando sus bolas contra Ć©l, cuando entraba hasta el fondo... El mete y saca los llenĆ³ de sudor, mientras Daniel volteaba la cabeza invitando a Adriano a besarle, Ć©ste con gusto, bajĆ³ un poco el ritmo y acomodĆ”ndose se inclinĆ³ acercando sus labios a los de Daniel. El beso salado por el sudor de ambos, fue muy rico; Minutos despuĆ©s Adriano pedĆa clemencia cuando Daniel apretaba su ano... el chico no pudo mĆ”s y se derramĆ³ dentro del intestino de su amado.
Tras un leve reposo, Daniel quedĆ³ boca arriba en la cama y un Adriano mermado de fuerzas, se acostĆ³ a su lado, mientras con una mano le masturbaba con avidez... el desliz sobre ese tubo de carne fue intenso, haciendo gemir casi al instante a Daniel... la verga se congestionĆ³ de sangre y no tardĆ³ en estallar en una fuente de semen.
Tras la quinta eyaculaciĆ³n, ambos quedaron exhaustos, el final de la acciĆ³n tuvo cambios en quien les espiaba, la persona apagĆ³ la transmisiĆ³n en su telĆ©fono y puso rumbo a la casa de Daniel.
Minutos despuƩs, los sudorosos amantes se dedicaban a darse halagos, Daniel acaricio las pelotas de su amado, quien agotado, le dijo:
"Dame un respiro Daniel, estoy casi seco".
Daniel sonriĆ³ y se levantĆ³. "Me darĆ© una ducha, me acompaƱas?".
"Claro que no!, ya te dije que debo tomar aire, y algo de nutrientes, irĆ© a la cocina”... Y asĆ cada uno se dirigiĆ³ a su lugar opuesto.
Desnudo, Adriano entraba a la cocina, se le antojaba leche y tal vez un sĆ”ndwich, cuando encendiĆ³ la luz, observĆ³ algunos periĆ³dicos pegados en la pared, con extraƱeza los observĆ³, era pĆ”ginas de diarios en donde se plasmaban los ataque nocturnos a mujeres del criminal que usaba una mĆ”scara de "Trump".
Adriano quedĆ³ anonadado ante lo que veĆa, Daniel habĆa puesto esos periĆ³dicos?, pero porque?, no lo creĆa, el no harĆa eso... o alguien mĆ”s habĆa entrado a la casa mientras fueron de paseo?... se asustĆ³ un poco... la idea que alguien supiese que Ć©l fuese aquel criminal le asustaba, su vida ahora era perfecta y feliz, los fantasmas del pasado parecĆan perseguirle.
Daniel se duchaba con deliciosa agua caliente, de repente sintiĆ³ que tocaban a la puerta, sonriente fue a abrir, parecĆa que su Adriano cambiĆ³ de opiniĆ³n.
Apenas abre la puerta su sonrisa es mayor, observa a su amado usando la mƔscara de "Trump", al fin la pudo encontrar.
Repentinamente siente un contacto en su hĆŗmedo pene, enseguida un potente choque elĆ©ctrico le hace gritar.
"AAAAAAHHHHHHHHH!!". Le acaban de colocar un arma elƩctrica en contacto con su pene, el accionar del arma conduce la electricidad por todo su cuerpo.
La cercanĆa del contacto con el pene le hace liberar gotas de orina... Por fin cesa el ataque y un atontado Daniel cae al piso, aun temblando.
Desde el suelo, Daniel recupera la claridad en la vista observando el calzado de su atacante, a medida que asciende se da cuenta que es una mujer quien le ha agredido, al llegar al rostro, esta mujer se retira la mĆ”scara de Trump y denota otra mĆ”scara debajo... la mĆ”scara femenina desconocida para Ć©l, pero conocida por la policĆa y otras vĆctimas, al ser usada en el robo al club Fight Two.
Daniel no puede ni hablar, deseaba advertir a Adriano, pero su mandĆbula no le obedecĆa.
La atacante regresĆ³ al cuarto dejĆ”ndole en el suelo... Segundos despuĆ©s Adriano entraba a la habitaciĆ³n.
"Daniel tu gritaste?, me pareciĆ³ escuchar un grito, que te pasa?". El hombre alcanza a divisar la puerta del baƱo abierta y alguien acostado, es Daniel!... En ese momento por detrĆ”s y en total sigilo, la mujer le da una fuerte patada en la entrepierna... el empeine aplasta las desnudas gĆ³nadas del joven contra su hueso pĆŗbico
Adriano responde como cualquier hombre: "AAAAAAHHHHHHHHH!!!!!!!!!". De inmediato el varĆ³n cae al suelo en posiciĆ³n fetal, la mujer se le acercĆ³ y sin Ć©l poder evitarlo, le colocĆ³ un collarĆn, enseguida se alejĆ³ en direcciĆ³n a la cama.
El adolorido soba con rapidez sus pelotas... con la leve mejorĆa observĆ³ a su atacante.
La agresora estaba enmascarada, usaba una chaqueta negra y un short bastante pequeƱo, cruzĆ³ las piernas al sentarse en la cama, En su dolor Adriano intentĆ³ quitarse el collar sin resultados, parecĆa ser de un material muy duro... El hombre sacĆ³ fuerzas y logrĆ³ incorporarse, atezĆ³ las piernas y se lanzĆ³ contra la mujer que no parecĆa tener armas... TemĆa que le hubiese hecho algo a Daniel...
...Pero a los tres pasos el collarĆn liberĆ³ una descarga elĆ©ctrica deteniĆ©ndole en seco, Adriano se electrocutĆ³ unos instantes antes de cesar la corriente, tras ello se fue al suelo quedando sentado... el voltaje no fue tan intenso como con Daniel, pero igual incapacitaba.
La enmascarada alejĆ³ su dedo de la pantalla del telĆ©fono, al parecer con tocar un botĆ³n en la pantalla habĆa activado el collarĆn.
Adriano no tardĆ³ en entender que estaba en manos de aquella enmascarada, solo oprimiendo un botĆ³n le podrĆa incapacitar... de pronto escuchĆ³ balbuceos de Daniel, el chico ya podĆa hablar.
"Aauuuu… ¿que… que el has hecho a Daniel?".
Por ahora Daniel no podĆa hacer nada, solo se arrastraba... sentĆa un terrible ardor en el Ć”rea de su pene que entrĆ³ en contacto con el arma elĆ©ctrica.
La enmascarada se incorpora y va hacĆa Adriano, el joven no puede hacer nada... es obligado a levantarse y conducido contra la pared mĆ”s cercana... de inmediato la mujer le clava un rodillazo en los huevos, haciendo que Adriano abra la boca
"AAAAHHHHHHH!" y seguido otro golpe de rĆ³tula, "OOOUGGGGHHH!!!!" el macho no soporta el castigo y se derrumba al suelo.
"Adrianoooooo...". Expresa apenas audible Daniel, quiƩn avanzando de rodillas, quisiera poder ayudar a su pareja...
...La enmascarada voltea la cabeza y se dirige hacĆa Daniel, con facilidad le agarra de los testĆculos, tira del escroto haciĆ©ndole decir: "AAAayyyyyyyyy!!!!!!!!", y obligĆ”ndole a levantarse, la mujer avanza arrastrando de las gĆ³nadas a Daniel... se acercan hacĆa Adriano....
...Como a cinco pasos se detienen, ella saca algo de un bolsillo y lo arroja, deslizƔndolo hacia Adriano; El hombre puede ver lo que es... Es una grabadora de bolsillo, pero que significa esto?.
Por fin se escuchĆ³ la voz de la enmascarada: "Confiesa que eres el criminal -Trump-, o lastimarĆ© a tu pareja".
Daniel gritĆ³: "No lo hagas Adriano!!... AAAAAHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!".
EstallĆ³ en dolor Daniel cuando la enmascarada le halĆ³ con fuerza de los testĆculos.
Adriano desesperado intenta correr hacĆa ellos, pero el collarĆn se activa y una nueva descarga le paraliza… y de nuevo al piso!
La mujer afloja la presiĆ³n, tanto del escroto de Daniel, como del botĆ³n en su telĆ©fono, que activaba el collarĆn.
"Es simple, admite tu culpa como -Trump- o Daniel sentirĆ” mĆ”s dolor". SentenciĆ³ la mujer.
Daniel se envalentonĆ³, sus pelotas dolĆan como nunca en su vida, pero no dejarĆa que su amado Adriano admitiera su culpa, porque de seguro irĆa a la cĆ”rcel.
"DĆ©jalo en paz, Adriano es bueno, AAAAAHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!". La enmascarada le interrumpiĆ³ con un rodillazo en las pelotas.
Daniel se retuerce del dolor en el piso, sus testĆculos parecen a punto de derretirse de tal sensaciĆ³n que quemazĆ³n.
La enmascarada parecĆa impaciente, asĆ que dejĆ³ a Daniel agonizando del dolor, y se dirigiĆ³ contra Adriano.
"Arriba grandote". OrdenĆ³ la mujer a este, llevaba el telĆ©fono en la palma de su mano, solo con descender el pulgar y activarĆa el collarĆn... Adriano obedeciĆ³, con dificultad se incorporĆ³, sin retirar una mano para sobar sus enrojecidas pelotas, mientras con la otra sostenĆa la grabadora.
"Confiesa que tĆŗ...". De repente Adriano actuĆ³!, con un veloz manotazo le tumba el telĆ©fono de la mano, la enmascarada fue sorprendida y recibe de inmediato el ataque del varĆ³n... Adriano estaba desesperado, pero aĆŗn asĆ ladeo su cadera para protegerse las pelotas, DeducĆa que siendo ella mĆ”s dĆ©bil fĆsicamente sin duda recurrirĆa a golpearle las bolas para poder dominarlo.
Con decisiĆ³n fue a por la mĆ”scara de la atacante!, querĆa saber quiĆ©n era, para enseguida darle el puƱo que ya preparaba...
...Pero la enmascarada le interceptĆ³ la mano casi a punto de tocarle la mĆ”scara, y en un segundo, le torciĆ³ la muƱeca, hiper extendiĆ©ndole el brazo... la mujer sabĆa defenderse con habilidad.
Adriano se quejĆ³ al verse inmovilizado, y no pudo hacer nada cuando la mujer contratacĆ³ pinzĆ”ndole con fuerza el testĆculo derecho.
"UUUUMMPPPPPPP!!!!". Adriano tratĆ³ de aguantar el dolor, mordiĆ©ndose los labios.
En ese momento Daniel ataca a la mujer por detrĆ”s, pasĆ”ndole el brazo por el cuello y llevĆ”ndola hacĆa atrĆ”s, Ć©sta libera a Adriano quien cae de rodillas.
"DĆ©jalo en paz maldita!... ¡Ough!". Se quejĆ³ Daniel cuando la enmascarada le dio un codazo en el plexo solar... Un segundo codazo y la mujer se ve libre, de inmediato voltea y observa los desprotegidos huevos de Daniel…
…le propina un manotazo en ellos, haciendo al joven gemir y arrugar el rostro… Ahora ocupado en cubrir sus dolidas pelotas, la mujer no tiene obstĆ”culos y da una certera patada a la rodilla de Daniel, quien grita con agudeza femenina al sentir resentidos sus ligamentos articulares.
La agresora deja de rodillas a Daniel y se vuelve hacĆa Adriano, con el puƱo cerrado intenta golpearle la garganta, pero a Ćŗltima hora cambia de tĆ”ctica... necesita que el hombre pueda hablar... Es entonces cuando un golpe contundente se estrella contra el Ć”rea esternal de Adriano, haciĆ©ndole cae de espaldas... toda la zona costal del varĆ³n esta doliĆ©ndole.
La enmascarada retoma su telĆ©fono, asĆ como la grabadora, y se la acerca al acostado Adriano.
"Confiesa, o Daniel sufrirĆ” todavĆa mĆ”s… Ćl no es como tĆŗ, sus testĆculos no estĆ”n acostumbrados a recibir repetidos traumas, alguno de mis golpes puede llegar a causarle un daƱo permanente”.
Resignado y desesperado por el bienestar de su pareja, Adriano respondiĆ³:
"Oohhh… Lo, lo harĆ©… Pero jura que lo dejaras en paz... jura que el quedarĆ” fuera de esto".
"Nadie sabrĆ” que Ć©l estaba enterado de tus acciones criminales".
La mujer acercĆ³ la grabadora a Adriano, quien se dispuso a confesar sus fechorĆas.
"NO LO HAGAS!!, EL NUNCA QUISO LASTIMAR A NINGUNA MUJER, SOLO QUERIA QUE LE GOLPEARAN LAS BOLAS, ENTIENDE QUE EL TIENE GUSTO POR EL BALLBUSTING!". GritĆ³ Daniel con sus pocas fuerzas, no querĆa perder a su amado Adriano.
Adriano quedĆ³ sin palabras, y la enmascarada parecĆa pensativa... Repentinamente oprimiĆ³ el botĆ³n del telĆ©fono, provocando una fuerte descarga del collarĆn, el dedo mantuvo la presiĆ³n y Adriano no pudo soportar mucho mĆ”s, terminando sin sentido.
Daniel no entendiĆ³ que pasaba, porque habĆa hecho eso aquella mujer?
La enmascarada caminĆ³ hacia Daniel y se agachĆ³ quedando a la altura del arrodillado joven, quien no tenĆa modo de defenderse de aquella hĆ”bil mujer.
"Jura que Ʃl no ha vuelto a lastimar a ninguna mujer, ni a nadie mƔs...".
"Lo juro por mi vida, Adriano ha dejado atrĆ”s esa idea, ahora tiene a alguien a quien ama, y conmigo satisface su gusto de golpes bajos". Los ojos de Daniel denotaban una decisiĆ³n total, y la enmascarada con la mirada fija en estos, supo que era sincero.
De repente la mujer se incorporĆ³, le dio la espalda y dijo:
"Te creo... y los dejarĆ© en paz". Daniel quedĆ³ atĆ³nito, observĆ³ como la enmascarada caminaba hacĆa el desmayado Adriano... Le retirĆ³ el collarĆn diciendo:
"AsegĆŗrate que continĆŗe por el buen camino...". AcariciĆ³ los inflamados testĆculos del inconsciente joven "... Porque si me entero que ha vuelto a su anterior conducta, perderĆ” los testĆculos...". La mujer atrapĆ³ en su mano los gordos huevos de Adriano, pero no los apretĆ³. "...Y tĆŗ tambiĆ©n los perderĆ”s, Daniel!". SoltĆ³ le escroto del joven y se incorporĆ³.
"Ya dĆ©janos por favor". Fue la Ćŗltima sĆŗplica de Daniel; La mujer caminĆ³ hacĆa la cama, tomĆ³ algo y lo arrojĆ³ junto a Daniel, era la peluca rubia con la que Ć©ste se disfrazaba.
ArrastrƔndose, Daniel llega con su amado Adriano sin sentido, le besa sin parar en la frente...
Unos 10 minutos despuĆ©s, Adriano despertaba, le dolĆan las pelotas, pero sentĆa que se las masajeaban... Era Daniel, su amado Daniel, quien con una expresiĆ³n de alegrĆa le recibĆa, sin dejar de verse a los ojos, continuĆ³ con el masaje.
Tras narrarle lo sucedido al final, la pareja se dio un prolongado y fuerte abrazo, nunca se separarĆan y no volverĆan a ser molestados por aquella enmascarada.
Pero se preguntarĆan por mucho tiempo, quien habĆa sido aquella desconocida mujer?.
Luego de una hora, Adriano recogiĆ³ del suelo la mĆ”scara de "Trump", y con una sonrisa pĆcara expresĆ³: "Continuamos en donde nos quedamos?".
Daniel sonriĆ³ y le invitĆ³ a acercarse, en la mano Ć©l tenĆa la peluca rubia que fascinaba a su amado.
FIN.
Gracias.
Comentarios a zatniktiel@hotmail.com
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