SEXO HETEROSEXUAL
BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
Era la 1:54 de la maƱana cuando Lucas salió con sumo cuidado de su habitación, caminaba de manera sigilosa para no despertar a los que en casa de su tĆo dormĆan. Se habĆa formulado las mil y un excusa por si llegaba a ser descubierto por alguien pero su coartada iba a quedar en entredicho porque su atuendo no era nada convincente. Su cuerpo suave y atlĆ©tico estaba en descubierto al aire y su bella desnudez heredada de la genĆ©tica era cubierta por una apretada ropa interior que le sostenĆa las llenas bolas y le agarraba el pene de cualquier erección que ya tenĆa porque sabĆa que iba a visitar como todas las madrugadas a su amada novia, su prima.
Continuó caminando como un gato, faltaba poco para la habitación de Jenny quien lo esperaba húmeda en las sabanas rosas de su colchón.
Lucas colocó la mano en el pomo de la puerta y abrió con cuidado como todo un experto.
—Lucas, llegaste, creĆa que no ibas a venir —fue el recibimiento de Jenny—, pareció que pasó un mes desde que me escribiste por whatsapp.
—Mi amor, mi vida, fue hace cinco minutos. Venir a ti alcoba es toda una osadĆa.
Ambos rieron y se dieron miradas cómplices.
Mientras la tierna pareja empezaba a darse caricias y muestras de cariƱo, en pocas habitaciones mĆ”s allĆ” el dueƱo de casa daba vueltas en la cama. Medio dormido se quedaba pensativo, hace pocos dĆas atrĆ”s uno de sus sobrinos habĆa dicho que Lucas y Jenny eran novios y se visitaban de noche, ¿serĆa verdad? DesconocĆa si estaba sufriendo de paranoia pero ya tenĆa dos noches oyendo pequeƱos pasos de madrugada y estaba seguro que su residencia era libre de fantasmas y con una seguridad impecable.
¿SerĆ” verdad? Lucas y Jenny serĆ”n capaz de verme la cara de idiota? ¿SerĆa Ć©l lo que escuchĆ© hace poco? Si me quedo aquĆ vivirĆ© con la incertidumbre.
Abandonó la cama colocÔndose únicamente un short naranja y también abandonó su recÔmara matrimonial con su majestuoso torso fuerte al aire.
Dentro de la habitación de la Ćŗnica hija de sexo femenino de Marcos Chacón, su primo la tocaba sin restricción, su culo, su gracĆl torso, hasta dedicar movimientos a su vagina. Jenny gimió y con una tierna sonrisa Lucas la besó con pasión.
—Te amo, mi amor —susurró pegando su verga contra la pelvis de su novia. DespuĆ©s le acarició los pechos, los tocó, besuqueó y ademĆ”s Jenny volvió a gemir y entre sonrisas cómplices y bajas continuaron acariciĆ”ndose.
La tomó del cabello y le dio besos al cuello, después la hizo retroceder hasta el borde de la cama donde la hizo sentar para decirle.
—Abre la boca, te la vas a tragar.
Y sacó su miembro de la ropa interior. Grande, hinchado, cabezón, rojo y con venas, la boca se le hizo agua a Jenny que intentó pescarla con los labios, y Lucas con sonrisa traviesa le golpeó la cara con su polla. Jenny la tomó entre sus manos y la probó entre sus labios, metiendo hasta sentir que le tocaba la garganta, sintió los arqueos que le provocan su tamaƱo y la estimulación en el paladar, mas no querĆa soltarla, era mucho avance pues aƱos atrĆ”s ella sentĆa asco por el sexo oral.
Jenny continuó lamiendo aquel duro garrote de carne, lo mojó. Después fue por los grandes huevos, inmensos, colgantes, los tocaba con su lengua, los saboreó y Lucas emitió un gemido.
Con una caricia en la mejilla el joven la inclinó en la cama y le separó las piernas y su verga grande, hermosa y reciĆ©n mamada, se hizo espacio entre sus carnes y la clavo. Jenny sintió que la estaba partiendo, hubiera gritado pero si lo hacĆa iba a despertar a todos en casa.
Lucas apretó los labios y comenzó su faena de mete y saca, cogiendo a su novia, clavÔndola. Jenny tomó su cara entre las manos y buscó sus labios para besarlo.
De pronto el delgado cuerpo de Lucas se tensó y gruñó con intensidad eyaculando dentro de Jenny, llenĆ”ndola de leche. La abrazó fuertemente mientras le decĆa que la amaba.
Y ahĆ estuvo largo rato compartiendo con su novia, el reloj marcaba las 2:24 am cuando en silencio caminó de regreso a su habitación, el suelo se sentĆa tan frĆo. Cuando Lucas por fin ingresó cerró la puerta dejando los brazos estirados ante ella como descansando de su Ć©xito al cruzar el pasillo.
—Misión cumplida —susurró.
Pero alguien encendió la luz. Con un vuelco al corazón Lucas dio media vuelta encontrĆ”ndose con la mirada furiosa de su tĆo.
—AsĆ que a esta hora te atreves a venir —seƱaló Marcos caminando hasta Ć©l.
—E... e... Estaba tomando agua, tĆo.
—¿Tomando agua? ¿Tomando agua, Lucas?
—SĆ, tĆo.
—Yo creo que estabas encerrado en la habitación de mi hija.
—Eh, no, no, tĆo.
—¿No? Los oĆ gemir, esta y varias noches, ¿desde cuando son novios?
—...
—Te he preguntando que: ¿desde cuando son novios?
Lucas mantuvo silencio y Marcos furioso embistió la rodilla entre los muslos del sobrino, metiendo sus tiernas pelotas en su cuerpo y sacando el viento de sus pulmones
—¡GrandĆsimo traidor! ¿Por cuanto tiempo ibas a actuar asĆ?
Los ojos de Lucas se agrandaron y su mandĆbula se abrió. Dejó escapar un gemido casi inaudible.
—Lo siento —alcanzó a decir.
—¿Lo siento? —Marcos sostuvo a Lucas agarrando su ropa interior por la cintura, tirando de ella y dĆ”ndole un calzón chino. Como efecto secundario, las bolas de Lucas se apretaron contra su cuerpo, y Marcos aprovechó la situación levantando su rodilla una vez mĆ”s, aplastando las pelotas atrapadas del pobre muchacho, haciĆ©ndolo gemir de dolor. Una y otra vez, la rodilla de Marcos chocó contra los preciosos genitales triturĆ”ndolos sin piedad contra su cuerpo—, lo siento no son palabras suficientes para perdonarte, te has estado metiendo con mi niƱita. Te voy a matar.
La rodilla de Marcos golpeó las huevas de Lucas una vez mĆ”s, aplastando sus testĆculos y provocando un largo y agudo gemido.
Con un fuerte sonido de rasgadura, la ropa interior de Lucas se desgarró y cayó al suelo, desnudo.
Marcos estaba sosteniendo la ropa interior destrozada en sus manos.
—Es imperdonable como te has burlado de mi —dijo, y tiró la inĆŗtil pieza de tela rasgada al suelo. Miró a Lucas, que estaba acurrucado en el suelo, desnudo y vulnerable, gimiendo de dolor—. DespuĆ©s de todo lo que te he ayudado, Lucas, me pagas de esta forma, ¡metiĆ©ndote con mi hija! A ti en especial te he querido como a un hijo.
Marcos extendió la mano entre las piernas de Lucas y agarró sus pelotas, tirĆ”ndolas hacia atrĆ”s para que quedaran en el suelo junto a su dura polla. Luego las golpeó con fuerza, aplastĆ”ndolas contra el frĆo suelo.
Lucas gritó. Después se acurrucó y gimió de dolor, mientras agarraba a sus destrozados cojones.
Tras eso se oyeron diferentes pisadas y la puerta fue abierta mostrando a la seƱora Yenny vestida con una bata. Sus ojos detallaron la imagen de Lucas echado en el suelo desnudo y Marcos ceƱudo.
—Oh, por dios, ¿quĆ© pasa aquĆ? OĆ un grito.
—¡Pasa que este traidor es el novio de Jenny!
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