Guerreros de la arena (2/3) - Las Bolas de Pablo

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14 feb 2019

Guerreros de la arena (2/3)


CONTIENE
BALLBUSTING HOMBRE/HOIMBRE


   Karl se sentĆ­a nervioso por su pelea, para tranquilizarse, se recordĆ³ a sĆ­ mismo el tiempo que llevaba preparĆ”ndose, las horas de gimnasio y practicando todo tipo de artes marciales.


   Nada mĆ”s entrar a la arena pudo percibir el ambiente de lucha que se palpaba en el recinto, mucha gente lo animaba, se debĆ­a a su moreno y fuerte cuerpo y su dominante belleza. A paso ligero se dirigiĆ³ al circulo de combate. Una vez en su posiciĆ³n, pasaron a presentar a su oponente, y una extraƱa sensaciĆ³n le recorriĆ³ el cuerpo al escuchar su nombre: lo conocĆ­a, Teodoro. Un muchacho de estatura alta y piel blanca de cabellos negros.


   —PreferirĆ­a un oponente mĆ”s rudo —fue la burla de Teodoro al estar frente a Karl. Flexiono los biceps, su slip que portaba como Ćŗnica vestimenta y Karl se riĆ³ de saber que no le proporcionaba ninguna seguridad, ya que era muy ceƱido y dejaba todo al alcance de cualquiera. Pensar en eso le proporcionĆ³ una erecciĆ³n y Teodoro volviĆ³ a burlarse.


   —SĆ© lo difĆ­cil que resulta olvidar a un ex como yo.


   Karl apretĆ³ los puƱos.


   —Te patearĆ© el culo, idiota.


   Ambos oponentes se observaban cuando el moderador dio comienzo al combate argumentando que el ganador follarĆ­a a quien perdiera.


   RĆ”pidamente adquirieron posiciĆ³n defensiva, ninguno de los dos quiso arriesgarse a perder. Tras unos segundos de inactividad, los dos se lanzaron rĆ”pidamente al ataque, Teodoro fue el primero en golpear, aunque su puƱo paso a escasos centĆ­metros de Karl que estuvo rĆ”pido esquivando, y mĆ”s rĆ”pido todavĆ­a contraatacando. LanzĆ³ un gancho directo al estĆ³mago que hizo retroceder a Teodoro para evitarlo, pero el joven siguiĆ³ golpeando con sus puƱos y ganando metros mientras su arrogante ex novio retrocedĆ­a esquivĆ”ndolos a duras penas hasta que se vio arrinconado.


   Teodoro para conseguir salir de esa situaciĆ³n comprometida, tirĆ³ el puƱo hacia el rostro de su oponente a modo de seƱuelo, ya que el verdadero movimiento letal lo estaba efectuando su rodilla derecha. El objetivo fue claro, alcanzar los testĆ­culos de Karl, pero este pudo librarse de lo que hubiera sido un contundente K.O. Con un movimiento reflejo de su pelvis hacia un lado. La rodilla de Teodoro impactĆ³ con su cuĆ”driceps, pero al menos le sirviĆ³ para salir de su arrinconamiento y ademĆ”s conseguir ser el primero en golpear.


   Ya con mas distancia, Teodoro saliĆ³ disparado hacia Karl y, un par de metros antes de llegar se dejĆ³ caer al suelo, deslizĆ”ndose con una pierna al frente dirigida directamente a la tibia. Karl predijo el movimiento y saltĆ³ para dejarlo pasar bajo Ć©l. Cuando esto sucediĆ³, bajĆ³ su pierna con potencia golpeando a Teodoro en el hombro con bastante fuerza. Pero al mismo tiempo que su pie contactaba con el hombre, Karl se percatĆ³ de las verdaderas intenciones de Teodoro, aunque esta vez demasiado tarde. SintiĆ³ como el puƱo de su ex golpeaba justo en sus testĆ­culos, no fue un golpe muy fuerte al estar Ć©l tumbado y en movimiento, pero el movimiento descendente de Karl, con todo su peso, se uniĆ³ con el ascendente del brazo de Teodoro, haciendo que sus nudillos golpearan su punto mas dĆ©bil.


   A pesar del golpe bajo, su patada tambiĆ©n habĆ­a sido efectiva, ya que Teodoro permanecĆ­a en el suelo agarrĆ”ndose el hombro. Karl pensĆ³ en aprovechar y acabar ya con Ć©l, pero antes de dar el primer paso un sudor frio recorriĆ³ su frente y un sentimiento de malestar inundĆ³ su cuerpo. El golpe en los huevos habĆ­a sido peor de lo que pensaba, mucho peor, pronto empezaron a doler muchĆ­simo, y poco a poco ese dolor subĆ­a por su vientre hasta llegar a la garganta, provocĆ”ndole una horrible sensaciĆ³n de falta de aire. Su instinto le pedĆ­a agarrarse los genitales y echarse al suelo, pero sabĆ­a que eso serĆ­a su fin e hizo todo lo posible por aguantar en pie, aunque no pudo evitar inclinar su tronco y soltar un agĆ³nico gemido de dolor que enmudeciĆ³ a parte del pĆŗblico, el cual no era consciente de su sufrimiento.


   La preocupaciĆ³n del varĆ³n aumentĆ³ al ver que Teodoro se reincorporaba y Ć©l todavĆ­a sufrĆ­a las consecuencias del golpe en toda su intimidad.


   —¿Te han dolido los bajos? —preguntĆ³ con una irĆ³nica sonrisa —. Pobre de ti, recuerdo lo mucho que te duelen, son de vidrio.


   —Sabes atacar a los huevos porque tĆŗ no los tienes —recriminĆ³ Karl.


   Y se dispuso a acabar con el combate lanzando todo tipo de golpes rĆ”pidos.


   Cargado de furia Teodoro estrellĆ³ un puƱetazo en el estĆ³mago de Karl que le sacĆ³ todo el aire de sus pulmones.


   En ese momento el fortachĆ³n luchador temiĆ³ por perder la pelea e intentĆ³ defenderse pateando a Teodoro en los huevos, pero este se habĆ­a encargado de inclinarse sobre Ć©l con una lluvia de puƱetazos.  Teodoro lanzĆ³ el cuerpo de Karl hacia delante con toda su fuerza para que impactara violentamente contra el suelo del ring. Lo Ćŗnico que pudo hacer Karl en su defensa fue agarrarse instintivamente a lo primero que encontrĆ³, y eso fue los  testĆ­culos de Teodoro.


   Ese estruendoso y violento tirĆ³n totalmente inesperado hizo a Teodoro perder el aire y caer de rodillas tras un grito de ultratumba


   Estaba muy aturdido, no podĆ­a creer lo que le estaba pasando. Sufriendo un agonizante dolor de pelotas.


   Por un segundo tomĆ³ el aire que le estaba faltando. Concentrado en respirar no era consciente que Karl estaba de pie y que Ć©l, permanecĆ­a de rodillas y con una considerable separaciĆ³n entre sus piernas.


   Cuando quiso reaccionar Karl lo pateĆ³ en sus indefensos testĆ­culos con una fuerza brutal. La mirada de Teodoro se tornĆ³ borrosa, y un fuerte pitido atronĆ³ en su cabeza desde los oĆ­dos. Solo pudo agarrar sus machacados huevos con ambas manos para evitar un nuevo golpe y caer hacia un lado hecho un ovillo mientras gemĆ­a y sollozaba de dolor.


   Sin mĆ”s preĆ”mbulo la ropa interior de Carl resbalĆ³ por sus piernas quedando desnudo ante el publico que aplaudiĆ³ eufĆ³rico.


   Para Teodoro era una tremenda humillaciĆ³n ser derrotado de esa forma y por su ex novio quien siempre resultaba pasivo bajo su dominio.


   Enseguida se dejĆ³ dar la media vuelta por Karl que se colocaba encima de Ć©l dejando sus nalgas desnudas. AhĆ­ le respirĆ³ encima de la nuca y lo comenzĆ³ a follar con su negro pene.

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