Viviendo en trio (3/5): Desayuno - Las Bolas de Pablo

Lo mƔs nuevo

28 feb 2019

Viviendo en trio (3/5): Desayuno

CONTIENE:
BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE

   Eddy caminó hasta el otro extremo de la sala, llevaba puesta una ropa interior color azul ajustada. Tomó un sorbo de agua y suspiró.


   Alguien lo miraba admirando su fuerte cuerpo y era David que estaba en el sillón sin hacer nada, todavĆ­a su deseo de follar a aquel gran semental no se estaba cumpliendo. Y por el momento ambos tenĆ­an el deseo comĆŗn de compartir a Pablo.



   Se miraron y compartieron una sonrisa de complicidad.



   Los dos eran guapos y de pelo negro, con cuerpos musculosos y saludable apariencia.



   David, al contrario de Eddy solo usaba un apretado jeans. TenĆ­a el torso al aire dejando al descubierto su impresionante musculatura.



   Quien se unió al aburrido dĆŗo fue Pablo que se detuvo mirĆ”ndolos estaba casi desnudo y Eddy lo detalló desde sus brazos musculosos. Un movimiento de su polla le hizo saber que adoraba a Pablo.



   —Ustedes parecen que necesitan diversión —opinó el hermoso rubio de ojos azules o verdosos.



   —Completamente aburrido —dijo David—. Tenemos que manejar una agenda de diversión, es domingo podrĆ­amos ir a la piscina o a un centro comercial.



   —O un almuerzo familiar —dijo Eddy.



   —¿Almuerzo? —se rió Pablo —. ¿Tienes hambre? ¿Por quĆ© no vienes y te comes mis huevos?



   Eddy arqueó las cejas.



   —Estoy sobrado de ganas por hacerlo.



   Pablo se rió y le dio un vistazo.



   —Buenas piernas, cariƱo —le guiñó un ojo a Eddy.



   David lo miró llenĆ”ndose de celos, era la parte negativa del trĆ­o al no equilibrar la balanza de afectos. Y abandonó su asiento para poner orden sintiĆ©ndose el macho alfa de la relación.



    —¿Y sólo Eddy puede comer tus huevos? ¿QuĆ© hay de mĆ­?



   David envolvió en su mano las grandes y pesadas gónadas de Pablo comenzando a apretarlas con fuerza.



   Pablo se congeló. Emitiendo un largo y sibilante gemido.



   Eddy le sonrió a Pablo.



   —Naturalmente comparto los huevos contigo, David, no te ofusques.



   Al ser liberado de las bolas Pablo tosió, frotĆ”ndose la entrepierna.



   —Si de compartir se trata —comentó David—, compartamos.



   —Y todo —Eddy sonrió y levantó la pierna con una patada.



   Pablo alzó la cadera cuando sus pelotas fueron embestidas, su rostro se contrajo de dolor. Abrió la boca y todo lo que salió fue un grito agudo.



   David acomodó su erección cuando Pablo se dobló de dolor. Se volvió hacia Eddy y los dos guapos se miraron sonriendo de oreja a oreja.



   Pablo estaba gimiendo, agarrando sus dolorosas pelotas cargadas de semen, su cara se retorcĆ­a de dolor.



   Eddy flexionó un biceps y lo besó.



   —MantĆ©n sus brazos detrĆ”s de la espalda por mĆ­, ¿de acuerdo?



   —Es un placer —David se rió y se colocó detrĆ”s de Pablo.



   El pie de David subió por detrĆ”s de los muslos de Pablo, aplastando sus huevos contra su cuerpo y haciendo que Pablo gritara de dolor.



   El hermoso rubio se dobló, agarrando sus gónadas.



   David sostuvo los brazos de Pablo y los coloco detrĆ”s de su espalda.



   Mirando su rostro Eddy entregó una patada fuerte a Pablo.



   Ć‰l gritó de dolor cuando sus preciosas pelotas se convirtieron en purĆ© con semen.



   Eddy le volvió a chocar las bolas con la punta del pie.



   Pablo sacó un aullido agudo.



   David hizo que Pablo se tumbara de espaldas en el suelo.



   Eddy se paró entre las piernas abiertas de Pablo y empezó a dar pisotones contra sus testĆ­culos.



   Pablo gritaba sin aire en los pulmones.



   DespuĆ©s de tres minutos y mĆ”s de cincuenta pisotones a las huevas de Pablo, Eddy se detuvo para recuperar aliento.



   Pablo se quedó gimiendo.



   David se agachó y le quitó la ropa Ć­nterior a Chacón, revelando sus genitales.



   Los cojones de Pablo estaban rojos e inflamados.



   —¿Quieres seguir, Pablo?



   Pablo dejó escapar un gruƱido pero afirmó.



   Eddy impactó el pie en las bolas de Pablo.



   Seguido le volvió a aplastar los cojones entre el frĆ­o piso y la planta del pie.



   David se lamió los labios al ver que el pene de Pablo estaba empezando a engordar y levantarse.



   Eddy levantó el pie y lo lanzó de nuevo, aplastando las bolas hinchadas de Pablo contra el frĆ­o suelo.



   David continuó con la vista fija en la dura polla de Pablo.



   Eddy aplastó las gónadas con energĆ­a.



   La polla de Pablo se contraĆ­a fuertemente, balanceĆ”ndose de lado a lado con cada pisada.



   —Estamos cerca del clĆ­max —determinó un ansioso David.



   Pablo gruƱƭa y jadeaba pesadamente.



   Eddy llevó su pierna hacia atrĆ”s y pateó la entrepierna de Pablo con fuerza. La punta de su pie se conectó con la bola izquierda de Pablo, Ć©l chilló como cerdo a punto de morir.



   Eddy apuntó al huevo derecho con su siguiente golpe, que conectó perfectamente. El testĆ­culo grande e hinchado se aplastó en el cuerpo de Pablo.



   Los ojos de Chacón se llenaron de lĆ”grimas y su boca se abrió en un grito silencioso.



   El pie de Eddy aplastó las dos bolas.



   El grito de Pablo pasó de ser silencioso a claro y alto, con un sonido apenas humano, penetrante de orejas.



   La polla de Pablo estalló con un violento chorro de semen que se disparó en el aire.



   David se lamió los labios.



   Chorro tras chorro de semen salĆ­a a borbotones de la polla de Pablo.



   Eddy pateó las bolas de Pablo una vez mĆ”s, haciendo que el apuesto rubio gritara.



   La patada forzó a otro violento chorro de leche.



   Eddy tomó distancia para observar al debilitado Pablo. AhĆ­, David se arrodilló ante el rubio y se inclinó para limpiar el resto de semen con su lengua.



   Varios jadeos resonaron en la sala.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Pages