ESCRITO POR: ZATN
CONTIENE BALLBUSTING F/M y M/M.
“AAAAHHHHHH!!!!”. Expresaba Vanessa Mosquera cuando sentĆa el tercer orgasmo de la noche, Su novio Taro Takahashi se corrĆa simultĆ”neamente, inundĆ”ndole la vagina con la blanca sustancia de origen oriental.
“Como te adoro Vanessa”. Expuso y satisfecho Taro, la relación entre los dos iba viento en popa, como estaba agradecido de haber conocido a la hermana de su amigo IvĆ”n.
La pareja finalmente se levantó de la cama, Vanessa tomó un rĆ”pido baƱo y se vestĆa mientras Taro ingresaba al sanitario.
“TodavĆa no me cuadra eso de dejar la noche hasta aquĆ”.
“Ya te lo expliquĆ©, tengo examen maƱana, estudiarĆ© con Lorena el resto de la noche”. Dijo Vanessa mientras ajustaba su blue jean.
“Entonces porque aceptaste la salida si no podĆas quedarte a dormir hasta el amanecer, lo hubiĆ©ramos dejado para luego de tu examen”.
“Porque querĆa verte Taro, solo por eso”.
El oriental sonrió, y expresó justo antes de que Vanessa saliera de la habitación.
“Te estas volviendo algo pervertida, se nota que no aguantas ni una semana sin estar sin mĆ”.
“Oh! no seas engreĆdo… nos vemos mi amor”.
Y asĆ daban las 12 de la noche y Vanessa dejaba el motel donde pasaron un inicio de noche fabuloso.
El auto de Vanessa se alejaba en dirección a casa de su amiga Lorena, ella no era bastante aventajada en el derecho laboral, Ć”rea que dominaba a la perfección Vanessa, se habĆa comprometido a ayudarle en el estudio, y a la vez Lorena le ayudarĆa en derecho comercial, el talón de Aquiles de Vanessa.
De repente la joven siente un fuerte impacto por detrĆ”s, de inmediato frena…Le han chocado!
Es lo peor que podĆa pasarle, ahora tendrĆ” que perder mĆ”s tiempo, con agilidad sale del vehĆculo y ve detenido al otro involucrado en el accidente.
Vanessa se enoja, y ve salir del auto al conductor, parece estar bien, pero su rostro expresa gran enojo. Se trata de un hombre de unos 40 aƱos, y con obvias seƱales de embriaguez. FĆsicamente es gigantesco.
“Maldita estĆŗpida, me chocaste!”.
“Usted golpeo por detrĆ”s, fue su culpa”.
“Como te atreves a echarme la culpa, negra zorra”.
“Canalla, que pretendes con esta actitud, le informo que estudio derecho y te demandarĆ© por tus ofensas raciales!”.
“Zorra!!!”.
Pero Vanessa no se percataba que era un imprudencia discutir con aquel enorme y ebrio sujeto, estaban en un lugar poco transitado y por la hora nadie verĆa que lo que sucediera entre los dos.
El sujeto pierde la poca paciencia que tiene y quiere darle una lección, el miserable se le abalanza con las manos hacia el cuello, la joven se ve impactada, el sujeto es tan grande que parece un oso en pie.
Prevenida Vanessa retrocede pero el sujeto insiste en ir por su cuello, pronto se ve acorralada al quedar de espaldas contra su propio auto… que hacer?, los dedos del sujeto se cierran alrededor de su garganta y Vanessa reacciona.
“AAAAUUUUUUUUUUUUU!!!!!!!”. Expresó el hombre cuando la rodilla de Vanessa se hundió en sus testĆculos, fue una reacción casi autónoma… sólo pensó en esa forma de defenderse de aquella “bestia”.
El sujeto se dobló y tomó las gónadas, la rabia le llenó los ojos de sangre. Ahora Vanessa tomó conciencia del real peligro en el que estaba y una huida rÔpida era lo mejor.
La joven se alejó en dirección a su vehĆculo, mientras el hombre no paraba de quejarse.
“Puta maldita!!!, perraaa!!!!!!!!!”.Vanessa estaba por entrar en su auto cuando la mano del hombre la retuvo... halada del brazo fue atraĆda hacia este… el macho se vengarĆa del golpe dado. Una veloz bofetada estrelló a la joven contra el vehĆculo, mientras el sujeto avanzaba con instinto asesino.
Vanessa se tomó la mejilla golpeada y se vio contra el auto, el tipo levantó su brazo justo para descargarlo con mayor fuerza sobre ella, pero a pesar de estar asustada la chica no se amilanó…
… Lanzó un furibundo puntapiĆ© contra la entrepierna del atacante, sus bolas estaban protegidas por la mano contraria, pero el golpe de zapato lastimo los dedos del sujeto y un poco mĆ”s sus cojones.
El nuevo dolor en la ingle, le hizo doblarse a la mitad y cubrir sus bolas con ambas extremidades. Un fuego intenso en su contendores de esperma inmovilizaba al macho.
La mirada del sujeto era de ira total, Vanessa estaba sorprendida por el resistir del hombre, aĆŗn seguĆa en pie… de seguro era debido al alto nivel de alcohol en su sangre.
Casi lanzando babaza de la ira, el individuo parecĆa con mucha fuerza aĆŗn y se mostraba presto a lanzarse nuevamente a por ella.
Vanessa volvió al ataque, no le darĆa de nuevo la espalda, le acabarĆa para escapar a gusto; Le dio un golpe de puƱo en la nariz del sujeto… poseĆda por defender su integridad, atacó con intensión de reducir a su agresor, el golpe a la nariz arrancó un nuevo quejido del hombre, y por instinto uso sus manos para proteger su Ć”rea respiratoria…
Vanessa vio la oportunidad de terminar por completo la agresión, y con la entrepierna desprotegida el hombre estaba expuesto a una patada, la joven no dudo y estrelló su empeine contra las castigadas bolas del enorme varón.
Las gónadas del miserable se vieron como tortillas por un segundo, para luego rebotar con violencia dentro del saco de piel que las contenĆa.
“AAAAAHHHHHHHHHHHHHHH!!!”. El dolor estalló en la garganta del macho, a pesar del alcohol no pudo resistir el nuevo impacto y cayó al suelo en posición fetal.
La muchacha respiró aliviada, habĆa logrado reducir al “Oso” ebrio, lo prudente era marcharse, no querĆa que fuera a levantarse de nuevo… aunque parecĆa bastante mermado sufriendo del dolor de ingle…
…De pronto el sujeto hizo un extraƱo sonido... parecĆa un borboteo… y explosivamente un chorro de vomito salió de sus labios… la sustancia verde casi hizo trasbocar a Vanessa, quien se quejó al ver que gotas del vomito le mancharon el zapato… asqueada se retiró a su vehĆculo.
Vanessa estaba a salvo y retomó la ruta a casa de Lorena.
Por otro lado Taro conducĆa su vehĆculo rumbo a casa, va a dar vuelta en una esquina, pero un auto trata de adelantarlo en la curva y la cercanĆa se manifiesta en un feo rayón de autos.
“Maldito idiota! conduce bien!”. Expresó el iracundo conductor quien era el causante del accidente, pero con total desvergüenza reclamaba. El dueƱo de este auto se llama Gustavo PiƱeres (le recordaran al ser uno de los directivos del club Fight Two)...
…VenĆa de ver a su amante, asĆ que media tarde y la noche, la habĆa dedicado a llenar el coƱo de la mujerzuela. Una vez con las bolas vacĆas decidió regresar a casa con su traicionada esposa, no sin antes llenarse el estómago de alcohol.
“Pero si fue tu culpa gran tarado”. Respondió ofendido Taro.
“Me pagas mi Mercedes, y mira con que vine a chocharlo… con una lata ambulante”.
Taro no permitirĆa tales afrentas a su Hyundai, y retó al sujeto, que de por si parecĆa en busca de pleito: “Lo que quieras papanatas”.
“Chino de mierda te vas a enterar”.
No hubo que hablar mĆ”s, cada quien levantó los puƱos y se cuadró… la falta de pĆŗblico evitaba intromisiones.
El primer golpe de Gustavo fue contra el rostro de Taro, quien evadió el impacto y fue certero con su propio puño ablandando las costillas de Piñeres.
“Maldición!” se quejó el empresario.
Nuevo puƱo de Taro en los riƱones del alcoholizado, quien vio aumentar mƔs su ira, un golpe de revƩs, le dio la primera victoria sobre el cuerpo de Taro.
Los segundos pasaban y la ira de ambos incrementaba.
Taro peleaba con mĆ”s inteligencia, y sus puƱos sacaron sangre de la boca de Gustavo, pero el ejecutivo se lanzó a lo suicida sobre el oriental estrellĆ”ndole contra la puerta del auto, el golpazo en su espalda aturdió a Takahashi…
…dispuesto evitar que se recuperara PiƱeres aprovechó el momento de perturbación y tras alejarse, dio una veloz patada en la entrepierna de Taro.
El oriental gritó “AAAHHHHHHHHH!!!!!”. Sus pelotas a medio vaciar se movieron violentamente tras el impacto, debilitĆ”ndole las piernas, enseguida se cubrió el Ć”rea afectada.
Un puño de remate de Piñeres derribó a Taro al suelo, rodando por un lado ante una nueva patada en su espalda.
PiƱeres rió de gusto al tener la pelea ganada… A diferencia de su club de pelea, aquĆ no se usaba protección genital, y bien para el, si el golpeado era su enemigo.
“Esto se acabó chinito, Jajajaja!”.
Taro sentĆa las bolas en su estómago, pero no se darĆa por vencido, tomó nuevo aliento y trató de levantarse.
Al ver a su rival recobrarse, PiƱeres se lanzó con furia, buscando patearlo, en la cara de ser posible; El oriental se lanzó en barrida ante quien parecĆa atropellarle, y le lograba lesionar el tobillo con su pie.
Piñeres se quejó y comenzó a dar saltos, buscado aliviar su tobillo lesionado, Taro vio borroso por un instante, aún faltaba rato para considerar superado el golpe a sus bajos.
Respiró hondo y sintió un fresco que el recorrĆa los costados y la boca del estómago, no podĆa tardar mĆ”s en reponerse pues PiƱeres se le abalanzaba como un loco, interpuso su brazo para evitar el empuje del rival, y aun asĆ, fue estrellado nuevamente contra uno de los lados del vehĆculo, pero esta vez Taro contraatacó…
…La rodilla del oriental se abrió camino entre los muslos del ejecutivo comprimiĆ©ndole las gónadas.
“AAAAAUUUUUUUUUUUUUUUU!!!”. Bramó PiƱeres, apretando los ojos del dolor.
El rodillazo de Taro fue tan certero, que PiƱeres se sintió casi deshuevado… sus testĆculos vacĆos, sin duda sufrirĆan mĆ”s que los de Taro.
El oriental no le dio respiró, y ante la retirada abrupta del lastimado hombre, fue a por Ć©l y le conectó tremendo golpe de puƱo en la mandĆbula sacĆ”ndole un diente, que desde hace meses tenĆa con caries… El premolar dio un acrobĆ”tico salto en dirección al suelo.
Dos puƱos mĆ”s al rostro y PiƱeres yacĆa en el suelo, mĆ”s noqueado que activo.
“Eso te ganas por picapleitos”. Expresó Taro antes de escupirle.
El joven sacó una moneda y le provocó un espantoso rayón al lujoso Mercedes, luego se marcharĆa, viendo por el retrovisor como un apabullado PiƱeres parecĆa por fin reaccionar…
…Fue una noche terrible para el bravucón de Gustavo PiƱeres, debió llegar a casa, humillado y mĆ”s callado que de costumbre; Al amanecer tendrĆa que visitar al dentista, y con ello, un verdadero gasto a su descuidada dentadura.
La jornada que preveĆa lesiones para Vanessa y Taro, terminó relativamente bien para la pareja… Unos minutos mĆ”s de sobadas y las pelotas del oriental, ya dejaban de castigarle.
La pareja de novios se reencontrarĆa en unos dĆas y se narrarĆan las aventuras de aquella noche
FIN.
Gracias.
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