El Protex3000 (2/5): El futbolista - Las Bolas de Pablo

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12 may 2019

El Protex3000 (2/5): El futbolista

CONTIENE:
BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE

   Marcos ChacĆ³n se pasĆ³ la mano por el cabello y exhalĆ³ profundamente. CerrĆ³ los ojos y contĆ³ hasta diez.


   Estaba furioso.



   Era un seƱor apuesto, bastante alto, con un cuerpo cuidado para su edad y con una gran polla y pelotas que creaban un bulto muy impresionante dentro de su pantalĆ³n, misma herencia genĆ©tica que heredĆ³ a sus hijos y todas sus generaciones de hombres.



   Marcos volviĆ³ a abrir los ojos y mirĆ³ al techo. HabĆ­a fundado una empresa de artĆ­culos deportivos y estaba elaborando infomerciales para los medios de comunicaciĆ³n promocionando un protector inguinal y SimĆ³n era la imagen de la tienda deportiva y del protector testicular.



   —IntentarĆ© soportar los golpes —dijo SimĆ³n con una sonrisa comprensiva—. Pero en la Ćŗltima oportunidad el protector no funcionĆ³ o quizĆ”s yo no estaba preparado.



   Su padre le habĆ­a pedido que soportara los golpes usando el Protex3000 por el bien de la empresa y por la inversiĆ³n que hizo al adquirirlos.



   —Ah, ya llegĆ³ Eladio —indicĆ³ Marcos acercĆ”ndose al joven futbolista que hacĆ­a su entrada al sitio de grabaciĆ³n.



   Eladio era reconocido en el mundo del fĆŗtbol por ser el capitĆ”n del equipo en la selecciĆ³n nacional y en este blog por ser un miembro mĆ”s de los peloteros. Era uno de los tipos mĆ”s populares del deporte. Se presentĆ³ con una sonrisa ganadora, una cara bonita, un cuerpo inmaculado y un gran sentido del humor. HabĆ­a ganado innumerables trofeos con el equipo de fĆŗtbol nacional y local.



   Se parĆ³ frente a SimĆ³n oyendo todas las instrucciones de la grabaciĆ³n y pareciĆ³ interesado en adquirir algunos protectores por el bienestar de sus grandes pelotas.



   Cuando todo estuvo a la orden cada quien ocupĆ³ sus posiciones y la grabaciĆ³n dio inicio con el parlamento de SimĆ³n vistiendo como todo un futbolista cuando el diĆ”logo culminĆ³ fue el gran momento de Eladio.



   El afamado deportista levantĆ³ el pie entre los muslos de SimĆ³n. Su empeine chocĆ³ con los gordos testĆ­culos de SimĆ³n guardados en aquella defectuosa taza de titanio flexible aplastĆ”ndolos contra su cuerpo con un fuerte sonido.



   Los ojos de SimĆ³n se agrandaron y dejĆ³ escapar una tos seca.



   Eladio arrugĆ³ el ceƱo cuando SimĆ³n se doblĆ³, dejando escapar un gemido sibilante.



   Otra vez acercĆ³ una patada a la entrepierna de SimĆ³n y aplastĆ³ sin preocupaciĆ³n sus huevas sacĆ”ndole un gemido de angustia.



   SimĆ³n chillĆ³ de dolor agarrando su entrepierna.



   Marcos ChacĆ³n dio una patada al suelo sintiĆ©ndose furioso.



   —Creo que... No lo ajuste bien —alegĆ³ SimĆ³n mintiendo por el bien de la inversiĆ³n econĆ³mica de su progenitor. SoltĆ³ un triste lamento acomodando sus grandes albĆ³ndigas dentro de la incontenible taza protectora.



   Se tambaleĆ³ hacia adelante, su rostro estaba contorsionado de dolor.



   DespuĆ©s de un tiempo se reanudĆ³ la grabaciĆ³n y Eladio estrellĆ³ otra patada precisa en los testĆ­culos de SimĆ³n, chocĆ”ndolos contra su pelvis.



   SimĆ³n se atragantĆ³ y tosiĆ³. JadeĆ³ por aire. TratĆ³ de decir algo, pero todo lo que salĆ­a de su boca era baba y mas baba, continuaba soportando el terrible dolor genital.



   Le dolĆ­an los huevos, le dolĆ­an los abdominales, le dolĆ­an los riƱones, le dolĆ­an todas las fibras de su cuerpo. IrĆ³nicamente, su polla gorda se habĆ­a engrosado con una erecciĆ³n furiosa que estaba encajada entre su cuerpo y la concha de protecciĆ³n.



   Jadeaba intentado respirar, medio doblado y con las bolas comenzĆ”ndose a hinchar.



   Se detuvo la grabaciĆ³n, aquella parte habĆ­a resultado un Ć©xito. SimĆ³n se acurrucĆ³, juntando sus doloridas bolas y jadeando para respirar. Su garganta estaba adolorida y con un sabor vil en su boca. TosiĆ³ y gimiĆ³ de dolor.



   ¡Y como le dolĆ­an las enormes huevas!

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