Fuera Mascaras - Las Bolas de Pablo

Lo mƔs nuevo

27 may 2019

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Fuera Mascaras

ESCRITO POR: ZATN
CONTIENE BALLBUSTING M/M Y F/M.
Relacionado con ASALTO AL CLUB FIGHT TWO y EL LADO OSCURO DEL DECANO.
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   En anteriores relatos ha aparecido una misteriosa enmascarada que ha atacado a diferentes personas. Primero asaltĆ³ el Club Fight Two, donde robĆ³  un dinero que el gerente habĆ­a obtenido explotando una rivalidad entre dos luchadores, el dinero terminĆ³ ayudando a gente necesitada; Luego se da el ataque en casa de una pareja gay, siendo uno de ellos el anterior criminal conocido como ā€œTrumpā€, al parecer la enmascarada querĆ­a hacerle pagar por sus acciones delictivas; Y finalmente la agresiĆ³n al decano PĆ©rez Ayola, quien debiĆ³ renunciar a su puesto en la universidad para evitar ser expuesto pĆŗblicamente en conductas indecentes.

   Esta enmascarada se ha mostrado conocedora de artes marciales, y utiliza equipo de vigilancia y armas elĆ©ctricas, ahora sabremos su identidad.
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   El detective Armando DĆ­az, luego de una ardua investigaciĆ³n tiene por fin una sospechosa. Una foto mejorada por expertos le da a la posible culpable.

   Gracias a la foto, se avanza en su identificaciĆ³n, el ingreso al club de lucha erĆ³tica, ayuda a identificarla, pues todos lo que entran aparecen en cĆ”mara, y en la boleterĆ­a debĆ­a presentar su nĆŗmero de documento de identidad. AsĆ­ en poco tiempo ya tiene la identidad plena.

   Se trata de una estudiante universitaria, llamada VerĆ³nica Arango, de 18 aƱos,  en su historial no hay antecedentes penales, y su familia tiene cierta influencia en la sociedad, no hay nada que indique que se trate de una ladrona o una persona peligrosaā€¦ No encaja con el perfil de la enmascarada ladrona, una mujer que sabe de combate cuerpo a cuerpo.
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   DĆ­az estĆ” seguro de que es ella, Pero la falta de pruebas sĆ³lidas, impide alguna detenciĆ³n.

   DĆ­az decide enviar a su casa y a la universidad,  policĆ­as encubiertos y hacerle seguimiento a VerĆ³nica, por dos dĆ­as se recopila informaciĆ³n, Armando mismo va como civil a la universidad, y comprueba una de sus teorĆ­asā€¦VerĆ³nica usa lentes pero la enmascarada no,  mĆ”s las pistas le decĆ­an que durante el asalto al club erĆ³tico, la criminal dio seƱas de tener mala vista cercana, al abrir la caja fuerte fallĆ³ al digitar la clave, y al imprimir informaciĆ³n lo hizo con letra muy grandeā€¦ Eso concuerda con una mujer que usa lentes para ver de cerca, pero como ladrona no los lleva puestos.

   Por la noche se produce un suceso crucial en la investigaciĆ³n, eran la 1 am, cuando de la casa de VerĆ³nica aparece la joven, llevando un pequeƱo bolso, los policĆ­as que hacĆ­an vigilancia de inmediato la siguen y avisan al detective DĆ­az.

   Wilson Salazar es el lĆ­der del grupo de seguimiento, junto a Ć©l estĆ”n los oficiales RodrĆ­guez y YƔƱez;  Aquella noche siguen a la sospechosa quien toma un taxiā€¦ finalmente el vehĆ­culo la deja en cierto lugar y la joven se detiene en un callejĆ³n oscuro, a distancia, se percatan que observa una casa, y mira en su celular algo con insistenciaā€¦ siendo los oficiales expertos en seguimiento e inteligencia, deducen que la universitaria estĆ” vigilando aquella casa, quien sabe con quĆ© objetivos. 

   Se comunican con Armando DĆ­az y este da Ć³rdenes de aprehenderla.

   A Ćŗltimo momento la universitaria actĆŗa, al ojo de los oficiales queda grabado cuando ella se coloca la mĆ”scara y avanza hacĆ­a la casa vigilada.

   ā€œListo!, va a atacar, detengĆ”mosla!ā€. ExpresĆ³ Salazar a sus compaƱeros, en la oscuridad no valĆ­an grabaciones, pero ellos eran testigos visuales de como aquella chica estaba en el callejĆ³n, y de repente emergĆ­a la enmascaradaā€¦
... Los policĆ­as de civil se fueron aproximando fuera  de  la vista de la joven, tendiĆ©ndole una emboscada. Pero repentinamente la enmascarada se detuvo en la entrada, parecĆ­a sacar alguna llave, pero volteĆ³ a un lado y otro, fue entonces cuando comenzĆ³ a correr.

   ā€œNos vio!, tras ella!ā€. Salazar daba Ć³rdenesā€¦ el factor sorpresa se habĆ­a esfumado y ahora era una persecuciĆ³n.

   La enmascarada era veloz y Ć”gil, en un callejĆ³n, RodrĆ­guez logrĆ³ alcanzarla, con el arma desenfundada le ordenĆ³ detenerse, pero la joven en un movimiento demasiado hĆ”bil se ladeĆ³ y con una fugaz patada le desarmĆ³, la pistola se perdiĆ³ en lo oscuro del callejĆ³n y los contendientes se vieron frente a frente.

   La enmascarada le atacĆ³, defendiĆ©ndose con dificultad el policĆ­a, la chica sabĆ­a pelear, no tardĆ³ en atacarle la cara con un puƱo frontalā€¦

   Pero como era posible!- Se preguntaba RodrĆ­guez que no entendĆ­a como le golpeo con la guardia altaā€¦era muy hĆ”bil de mujer.
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   Tras el golpe, un segundo impacto en el costado, le ablandĆ³ mĆ”s, y finalmente un rodillazo femenino ingresaba en su entrepierna.

   ā€œAAAAaaahhhh!ā€. ExclamĆ³ el policĆ­a al sentir el contundente golpe a sus pelotas. Con el rostro arrugado recibiĆ³ un puƱo y cayĆ³ de espaldas, la enmascarada desaparecĆ­a.

   RodrĆ­guez con las venas de la garganta hinchadas del dolor, trataba de soportar el sufrimiento gonadal.

   Auxiliaron a RodrĆ­guez  y se dio el reporte, El detective DĆ­az se desplazĆ³ al lugar y dictĆ³ que se vigilara la casa de VerĆ³nica, pero nunca llegĆ³ a ella.
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   En otra parte de la ciudad, tocaban a la puerta de la casa de Miguelā€¦ nadie respondĆ­a, unas piedritas a la ventana del durmiente y este despertaba.

   ā€œPero quien se atreve a molestar mi sagrado sueƱo!ā€. Una nueva piedrita y al asomarse ve a su novia.

   ā€œVerĆ³nica!, Que rayos!, que haces aquĆ­?ā€. El joven se sorprendiĆ³ al ver a su novia a las 2:30 am, en su ventana.

   ā€œEstas bien?ā€.

   ā€œEstoy bienā€.

   ā€œPorque vienes a esta horaā€¦ y donde estĆ”n tus lentes?ā€. VerĆ³nica entrĆ³ por la ventana y se sentĆ³ en cama de novio, dejando su bolso a un lado.

   ā€œNo puedo responder a eso, tal vez salĆ­ a trotar en la noche por la falta de sueƱo y me dirigĆ­ acĆ”, pero recalco que no sĆ© cĆ³mo lleguĆ©ā€.

   ā€œMe preocupa esoā€. 

   Miguel tenĆ­a preocupaciones con respecto a su novia desde hace semanas, esa falta de sueƱo ya habĆ­a pasado de castaƱo a oscuro, y con lo de hoy, era necesario hacer algo, convenciĆ³ anteriormente a VerĆ³nica de ir al mĆ©dico, pero se habĆ­a dilatado el asunto; Ahora le dejĆ³ claro que maƱana mismo irĆ­an al doctor, La cientĆ­fica aceptĆ³ā€¦ Y se fueron a dormir.

   Mientras tanto Armando DĆ­az tocaba en la casa que la enmascarada vigilaba, alguien con cabellos alborotados abriĆ³.
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   La habitante era Rebeca Artigas (Relato EL DESDOBLAMIENTO ASTRALā€¦)

   Armando pasa a su casa y le informa que una persona estaba merodeando, y tal vez pretendĆ­a entrar a robar.
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   ā€œPero no le veo sentido, no tengo cosas de valorā€. Rebeca no dejaba de analizar al oficial, mientras Ć©ste, junto a otros policĆ­as parecĆ­an turbados viendo el interior de la casaā€¦ Velas, calaveras, muƱecos vudĆŗ, afiches de ocultismo, telaraƱa a mas no poder, y en la mesa un libro con sĆ­mbolos diabĆ³licos.

   ā€œPuedo preguntar a que se dedica usted?ā€.

   ā€œEstudio Arquitectura en la universidad, pero tambiĆ©n me gusta los temas ocultistasā€¦ como podrĆ” observar, le interesa que lea su mano?ā€.
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   ā€œNO se preocupeā€¦ espere!ā€. Rebeca le tomĆ³ la mano y sin resistencia por parte del detective comenzĆ³ a analizarla.

   ā€œUhmm , ya veo, sĆ­, claro, usted ha tenido muchos problemas en su corta carrera como policĆ­a, veo repetidos traumas en zonas muy privadas para ustedā€.

   ā€œPero que dice?!!ā€. Armando se alarmĆ³.

   ā€œEs la verdad, no puedo equivocarme, esta lĆ­nea de la mano registra el estado de su cuerpo, y su Ć”rea genital ha sido bastante maltratada en su vidaā€.

   El detective tragĆ³ saliva ante lo que exponĆ­a la ā€œbrujaā€.

   ā€œPero ha tenido suerte, tales males no le han afectado para nada, es un hombre con buena saludā€.

   ā€œGracias, pero dĆ­game algoā€¦ā€.

   Fue interrumpido por un oficial quien descubriĆ³ algoā€¦ HabĆ­a una cĆ”mara escondida en la casa, Armando dedujo de inmediato que la enmascarada vigilaba a su futura victimaā€¦ eso era lo que veĆ­a en su telĆ©fonoā€¦ un video del interior, de seguro esperando el momento ideal para ingresar.

   Armando le mostro la foto de VerĆ³nica a Rebeca: ā€œConoce a esta mujer?ā€.

   ā€œSi!, es la novia de mi Ex pareja Miguelā€. La informaciĆ³n podĆ­a develar el motivo de la intrusiĆ³n.

   ā€œTienes algĆŗn problema con ella?, algĆŗn rencor por sus asuntos de pareja con tu Exā€.

   Rebeca negĆ³ todo, pero recordĆ³ lo dicho a la cientĆ­fica antes.

   ā€œHace un tiempo leĆ­ su fortuna y observĆ© una aura oscura a su alrededor, no me extraƱa que tenga problemas de todo tipoā€.

   Armando se quedĆ³ viendo a la entrevistada, como diciendo ā€“Que demonios le pasa a esta loca!-

   ā€œSabe usted donde se encuentra ahora?ā€.

   ā€œPues si no estĆ” en su casa, estĆ” en casa de Miguel, son novios y mantienen relaciones sexuales allĆ­ā€. En su viaje astral Rebeca se habĆ­a cerciorado de que VerĆ³nica convivĆ­a en ocasiones con Miguel.

   ā€œDeme la direcciĆ³n de su ex novio, seƱoritaā€¦ā€.

   ā€œPuedo llamarlo?, temo este en problemas con esa Cientifi-loca teniendo  asuntos con la leyā€.

   ā€œNO, puede alertar a su pareja, aun sin querer; Iremos allĆ”, Usted no se preocupe,  dejaremos a un oficial en su puerta, asĆ­ estarĆ” a salvo hasta que esa delincuente sea aprehendidaā€.

   Y asĆ­ los oficiales dejaban la casa de Rebeca, tomando rumbo a su nuevo destino y posible escondite de la enmascaradaā€¦ La casa de Miguel.

   En el camino mĆ”s de uno comento: ā€œEsa chica si es rara, viste su casa?ā€.

   ā€œLa casa de una bruja!ā€¦ bueno, cada quien es libre de vivir donde quiera no?ā€. Le contestaba otro.

   ā€œPara mi deberĆ­a vivir en un Sanatorio mental!ā€.

   Gracias a lo dicho por Rebeca, las fuerzas de agentes se movilizaron y pusieron cerco a casa de Miguel, se sabĆ­a que podrĆ­a estar  solo, y decidieron esperar el pronto amanecer, cerca de las 7 Am, hubo novedad.

   VerĆ³nica salĆ­a de la casa de Miguel, rumbo a su casa y luego pensaba ir a la Universidad. Tras ella iba Salazar, la cientĆ­fica notĆ³ que la seguĆ­an, y volteĆ³ encarando a un hombre armado.

   ā€œPorque me sigues?, eres un desesperado delincuente, mira que no tengo dinero y cualquier robo en este lugar serĆ­a un grave error estratĆ©gicoā€.

   ā€œVen conmigoā€. SentenciĆ³ Salazar, mientras otros 2 hombres armados se le acercaron, eran jĆ³venes y a la cientĆ­fica le pareciĆ³ verlos en el campus, ahora que lo pensaba los vio repetidamente  el dĆ­a de ayer.

   ā€œAlto ahĆ­ seƱoritaā€. Salazar aumentĆ³ el tono de voz.

   ā€œQue desean?ā€. La joven observĆ³ como uno sacaba unas esposas del bolsillo.

   ā€œPolicĆ­a, oficiales Salazar, RodrĆ­guez y YƔƱez, dese por detenidaā€. Estupefacta VerĆ³nica no reaccionaba, fue extraƱo para los oficiales, quienes esperaban cierta resistencia, ademĆ”s la expresiĆ³n en el rostro de la cientĆ­fica no daba lugar a dudasā€¦ ella no resistirĆ­a. Cuando uno la tomĆ³ de una mano y trato de esposarla, ella retrocediĆ³ logrando que el dĆŗo se mostrase mĆ”s agresivoā€¦ se dio un forcejeĆ³, VerĆ³nica perdiĆ³ su bolso, y el varĆ³n aplicĆ³ mĆ”s fuerza llevĆ”ndole las manos atrĆ”s, logrando esposarlaā€¦ Con la mujer sometida, las armas fueron guardadas.

   ā€œDĆ©jenla!!!!ā€. Gritaba Miguel, el novio de VerĆ³nica quien aparecĆ­a en escena, sin mĆ”s, descargĆ³ un puƱetazo al rostro de Salazar, haciĆ©ndole irse al suelo.

   ā€œCorre VerĆ³nica, corre!ā€.

   ā€œEspera Miguel, ellos sonā€¦ā€.

   ā€œNo dejare que nadie te maltrate, no me importa quienes sean estos tiposā€. Miguel no daba tiempo de que la joven le informara quienes eran.
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   RodrĆ­guez y YƔƱez, no se molestaron en decirle que eran la autoridad, habĆ­a golpeado a su compaƱero y pagarĆ­a por elloā€¦ se enfrentarĆ­an a Miguel, decidieron no usar sus armas; Mientras Salazar se levantaba por el golpe, el novio se cuadraba con energĆ­as dispuesto a todo con tal de proteger a su amada, de repente un cuarto policĆ­a, Ć©ste si uniformado, llegĆ³ por detrĆ”sā€¦ con la tonfa dio un golpe entre las piernas a Miguel, el objeto solido impactĆ³ de abajo a arriba el saco escrotal del joven...

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ā€¦Miguel sintiĆ³ la vara de madera apastar sus pelotas.

ā€œAAAAHHHHHHHHHHHHHH!ā€. Fue el alarido que dio el joven, que se agarrĆ³ las bolas.

   El inesperado y contundente golpe fue demasiado para Miguel quien se desplomĆ³ al piso y cubriĆ³ sus huevosā€¦ El incipiente pleito habĆ­a terminado.

   ā€œCanalla!, que falto de hombrĆ­a agredir las gĆ³nadas de un adversario por la retaguardia, que acaso no tienes honor como varĆ³n?, que tu volumen testicular es tan deficiente que los niveles de testosterona no alcanzan a darte la requerida actitud masculina que la sociedad falo cĆ©ntrica exige de ti?ā€. VerĆ³nica se dirigĆ­a al atacante uniformado en su cotidiano lenguaje intelectual, Ć©ste si bien no entendiĆ³ todo lo dicho contra Ć©l, si pareciĆ³ molestarse por cuestionar su masculinidad. 

   Uno de los oficiales esposa a Miguel, quien no puede hacer nada, deben ayudarle a incorporar, pues el dolor testicular le ha dejado sin fuerzas. Le suben a empujones a la patrulla.

   Tras recibir el reporte detallado, Armando ordena encarcelar a la universitaria, seguidamente informa a la Teniente Ferrer sobre la captura.

   ā€œMi teniente la operaciĆ³n fue exitosa, tengo en custodia a la sospechosa del robo al club Fight Twoā€.

   ā€œExcelente, espero  las pruebas sean sĆ³lidasā€.

   ā€œLo sonā€. Armando tenĆ­a el bolso de VerĆ³nica en sus manos y observaba lo que contenĆ­aā€¦ la mĆ”scara, un arma elĆ©ctrica y equipo electrĆ³nico.

   Luego de ser arrestado, Miguel es dejado libre con prontitud, el joven y su abogado demuestran que Ć©l solo defendĆ­a a su novia de unos individuos que no vestĆ­an uniforme, vio como la ultrajaban unos extraƱos, y no pudo contenerse.
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   No se presentaron cargos contra Ć©l, y como los oficiales tenĆ­an una orden contra la joven cientĆ­fica, el abogado le aconsejo que no tenĆ­a caso demandar a la policĆ­a. Miguel escuchaba al abogado, mientras con una mano aĆŗn sobaba sus testĆ­culos.

   ā€œYa estĆ”s bien?, o quiere ir a que te revisen las bolas?ā€.

   ā€œYa estoy mejor, un mĆ©dico de aquĆ­ me examinĆ³ y dijo que estarĆ­a bien en unas horasā€.

   En ese momento ingresaba un tĆ­o de VerĆ³nica, el hombre llamado Edgar era un importante directivo de una liga de boxeo regional. Los padres de la joven estaban de viaje y no regresarĆ­an en 2 semanas, el tĆ­o junto al abogado, hablaron con las autoridadesā€¦ la situaciĆ³n de su sobrina parecĆ­a grave.

   El novio tuvo un momento para ver a su amada, aun a travĆ©s de los barrotes de la celda. El beso que se dieron fue de los mĆ”s tristes que hubiera dado en su vida, pero que habĆ­a pasado?, era alguna pesadilla?, querĆ­a que su querida VerĆ³nica fuese liberada ya mismo.

   ā€œNo sĆ© de quĆ© te culpan, pero no descansaremos hasta que te dejen irā€.

   ā€œEllos solo hacen su trabajo, por cierto, como siguen tus gĆ³nadas?ā€.

   ā€œNo te preocupes por mĆ­, estoy bienā€. Miguel palpĆ³ su aĆŗn dolida entrepierna.

   ā€œEse policĆ­a fue un cobarde al golpearte de esa manera, merece un castigoā€.

   ā€œYa olvĆ­daloā€¦ pero de que te acusan?ā€.

   ā€œDe robo entre otros cargos, pero soy inocente, no logro entender lo que sucede, es sin duda un errorā€.

   La corta charla dejĆ³ a Miguel mĆ”s intrigado, un beso final y le sacaron del Ć”rea de detenidos.

   Miguel, el abogado y el seƱor Edgar, quedaron asombrados al escuchar de la Teniente Gertrudis Ferrer que VerĆ³nica era sindicada de asalto, lesiones personales e invasiĆ³n a propiedad privadaā€¦ todo usando una mĆ”scara, les comunicĆ³ que hasta maƱana serĆ­a presentada ante el juez para que la capturara definitivamente, luego ya se cuadrarĆ­a fecha para un juicio.
   Miguel le dijo a la Teniente que era un malentendido, la oficial vio su mirada de desesperaciĆ³n  y dijo:

   ā€œLo siento chico, pero tenemos a tu novia  en video, colocĆ”ndose la mĆ”scara usada en el robo, la misma identificada por testigos como la agresora y ladrona, y ademĆ”s la chica estuvo el dĆ­a del robo en el lugar, las cĆ”maras la ubican allĆ­ā€¦ā€.

   ā€œUsted no conoce a VerĆ³nica, ella no harĆ­a algo asĆ­, es incapaz!ā€.

   ā€œPerdĆ³n muchacho, al parecer no la conoces tan bienā€. Al tiempo le mostraba la mĆ”scara usada, hallada en el bolso de VerĆ³nica tras su captura.

   El tĆ­o y abogado fueron con la Teniente para arreglar asuntos, mientras un cabizbajo Miguel se sentaba, intentando comprender que pasaba.

   Las palabras de la Teniente permanecĆ­an en su cabeza, ā€œā€¦al parecer no la conoces bienā€. VerĆ³nica estaba muy extraƱa desde que le quitaron el laboratorio, y su insomnio no hacĆ­a mĆ”s que agravarse, habrĆ” cambiado su novia?... recordĆ³ cuando hace dĆ­as, mientras se duchaban juntos la tocĆ³ en la espalda, VerĆ³nica se quejĆ³, y al ver, tenĆ­a una herida en la parte baja de la espalda, era reciente, y la joven con total seguridad, pero a la vez sorprendida, le confeso que no recordaba cĆ³mo se hizo aquella lesiĆ³nā€¦ Ć©l mismo le ayudĆ³ a curar aquella fea herida.

   Era ya de tarde cuando sonaba su telĆ©fono, era Rebeca, por 5ta vez llamaba en el dĆ­a, pero Miguel decidiĆ³ nuevamente no contestar.
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   AhĆ­ recordĆ³ lo dicho por Rebeca aquella vezā€¦ un aura de obscuridad rodeaba a su novia, y le advertĆ­a que se alejara de ellaā€¦ en ese momento parecĆ­a una locura, y aĆŗn lo parecĆ­a, pero era otro aspecto que le indicaba que algo malo sucedĆ­a con VerĆ³nica.

   Ya en la noche, los conocidos de la detenida debieron irse, Miguel ni siquiera pudo despedirse de ella, solo el familiar pudo verla antes de marcharse. La detenida trato de dormir algoā€¦ para su sorpresa en la incĆ³moda cama de la celda, logrĆ³ cerrar los ojos.

   Eran las 11:30 Pm, y VerĆ³nica abrĆ­a los ojosā€¦
ā€¦la mirada de la joven era seria y fruncĆ­a el ceƱo, con habilidad se incorporĆ³ y busco en su zapato derecho, no tardĆ³ en extraer un pequeƱo alambre pelado, era maleable y resistente, la joven uso el instrumento para abrir la celda y en menos de un minuto estaba libre.

   El oficial encargado de las celdas, estaba viendo el horĆ³scopo, cuando una sombra se acercaba por detrĆ”s. Un movimiento fugaz le hizo reaccionar, pero muy tarde, con un golpe de mano en la nuca, el policĆ­a cayĆ³ al suelo sin sentido. VerĆ³nica con la mirada seria, tomaba el arma de fuego y la Tonfa del policĆ­a.

   La joven debĆ­a moverse sin ser vista, eso incluĆ­a las cĆ”maras, desde su ingreso a la comisarĆ­a, detallĆ³ su ubicaciĆ³n y le fue fĆ”cil colocarse en el Ć”ngulo correcto para no ser detectada.

   En su ruta de escape ingresĆ³ a los vestidores, esperaba no encontrar a nadie allĆ­ a tales horas, pero si habĆ­a alguienā€¦ era un policĆ­a ahora de civil, se prestaba a salir tras finalizar su turnoā€¦ VerĆ³nica frunciĆ³ el ceƱo al reconocerloā€¦ era el mismo policĆ­a que con la tonfa habĆ­a golpeado a Miguel en los testĆ­culos.

   ā€œAhora veras!...ā€. Y de inmediato se abalanzĆ³ contra el individuo.
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   Con la joven casi sobre Ć©l, el policĆ­a levantĆ³ los brazos para protegerse del  ataque, pero la chica fue muy rĆ”pida, y su nariz recibĆ­a un castigoā€¦ los finos dedos lastimaban sus fosas nasales, provocĆ”ndole dolor e irritaciĆ³n nasal y ocular, pero simultĆ”neamente un ataque mucho mĆ”s contundente ingresaba entre sus piernasā€¦ la rodilla de VerĆ³nica se hundĆ­a con fuerza, hasta estrellarse contra el hueso pĆŗbico del varĆ³nā€¦
ā€¦Sus pelotas quedaron aplanadas, irradiando dolor y ardor por su vientre e intestinosā€¦ un sonoro gas saliĆ³ de su ano,  una seƱal de lo intenso del castigo.

   El sonido intestinal generĆ³ enojo en la agresora, mientras el sujeto caĆ­a de rodilla, con las manos acunando sus bolas y casi ciego por el lagrimeo.
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   El policĆ­a daba lastima, y VerĆ³nica le rematarĆ­a con un rodillazo a la mandĆ­bulaā€¦Sangre volĆ³ de su boca, como un escupitajo.
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   TerminĆ³ tendido en el suelo, inconsciente. La agresora retomĆ³ su ruta de escape.

   Un policĆ­a llegaba al Ć”rea de celdas y vio vacĆ­o el ā€œcuartoā€ de VerĆ³nica, no tardĆ³ en encontrar  a su compaƱero noqueadoā€¦ Se dio la alarma general.

   Todo era un caos en la comisarĆ­a, los oficiales de turno revisaban cada rincĆ³n del lugar, sin Ć©xitoā€¦ mientras varios policĆ­as caĆ­an noqueados en los pasillos, por donde la prisionera caminaba rumbo a la salidaā€¦VerĆ³nica era hĆ”bil en artes marciales y estaba armada, si bien no disparĆ³ bala alguna, nadie le pudo ofrecer resistencia.

   La joven escapaba de la comisarĆ­a, sin problemas y por la puerta principalā€¦ En plena entrada se topĆ³ con un policĆ­a que iba ingresando para su turno de medianoche.

   El individuo escuchĆ³ la alarma activa, al ver a la chica sospechĆ³ de ella y su paso apresurado, quiso decirle que se detuvieraā€¦

   ā€œUn momento seƱoritaā€¦ā€.
ā€¦ Pero la cientĆ­fica ya le atacaba, como un rayo, clavĆ³ una fuerte patada en sus testĆ­culos sin protecciĆ³n.

   ā€œOOOhhhhh!!!ā€. Fue el quejido de un hombre que sintiĆ³ sus pelotas casi hechas papilla.

   Se derrumbĆ³ agarrando su hombrĆ­a, aĆŗn tenĆ­an forma esfĆ©rica, pero el dolor le incapacitĆ³, evitado siquiera ver en quĆ© direcciĆ³n habĆ­a huido la cientĆ­fica.

   En su casa, Armando DĆ­az eyaculaba dentro del coƱo de su pareja, cuando escuchĆ³ el repetido llamado a su telĆ©fono, sacĆ³ el pene ahora flĆ”cido, pero goteante de esperma, y recibiĆ³ la llamaba.

   Le informaban la evasiĆ³n de VerĆ³nica; El detective analizĆ³ por un momento y dijo: ā€œLA CACERIA COMIENZA AHORA!ā€.


CONTINUARƁā€¦
PROXIMA ENTREGA DE LA SAGA: SALVEMOS A VERONICA!

1 comentario:

  1. blogger_logo_round_35

    Hace calor cuando una chica ve a su novio recibiendo una patada en las pelotas por parte de otro chico.

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